LA GRAN DIVERSIDAD DEL ESPACIO GEOGRÁFICO ESPAÑOL 1

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LA GRAN DIVERSIDAD DEL ESPACIO GEOGRÁFICO ESPAÑOL
1. LA ESPAÑA PENINSULAR
El territorio español se distribuye entre la península ibérica, los archipiélagos balear y
canario y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, en la costa mediterránea de
África.
La península Ibérica, donde se localiza la
mayor parte del territorio nacional, se
encuentra en el hemisferio boreal, rodeada
por el mar Cantábrico al Norte, el océano
Atlántico al Oeste y el mar Mediterráneo al
Sur. Se trata de la más occidental de las
penínsulas europeas, con unas coordenadas
geográficas, para el Estado español, que van
desde los 43º 47’ (Estaca de Bares, A
Coruña) a los 36º 00’ (Tarifa, Cádiz) y
desde los 3º 19’ (Cabo Creus, Girona) a los
9º 17’ (Cabo Touriñán, A Coruña)1.
La posición central de la Península, entre
Europa y África y el Atlántico y el
Mediterráneo, la han convertido en una
encrucijada natural y geopolítica desde la Antigüedad, punto de encuentro de diversos
pueblos y civilizaciones.
Aunque podemos calificar a la mayor parte de España como un territorio mediterráneo,
presenta una gran diversidad tanto en los rasgos naturales como en los humanos. La
diversidad natural le viene dada por la variedad del relieve y por los contrastes
climáticos que determinan diferentes tipos de vegetación, de aguas y de suelos. Esta
variedad de rasgos físicos suponen un reparto desigual de los recursos naturales y, por
tanto, de las actividades económicas, dando lugar a una gran pluralidad de paisajes
humanos.
1. Diversidad geomorfológica.
El configuración del relieve peninsular se caracteriza por su forma maciza (gran anchura
de la Península y costas rectilíneas), la elevada altitud media (660 m.) y la disposición
de las unidades de relieve en torno a la Meseta.
La variedad de áreas geológicas (área silícea, área caliza, área arcillosa2) de la
Península, se completa con el carácter volcánico de las islas Canarias.
2. Diversidad climática.
España también se caracteriza por su gran diversidad climática, resultado de la
combinación de una serie de factores (latitud, situación, influencia del mar, disposición
del relieve...) y elementos climáticos (insolación, temperatura, humedad,
precipitaciones..).
1
2
Ver mapa de coordenadas geográficas en la página 251 del libro de texto.
Ver mapa pág. 37.
3. Diversidad hidrológica.
Los rasgos climáticos y el
relieve inciden en la
diversidad hidrológica de
España, que incluye ríos,
arroyos, torrentes, lagos,
humedales y acuíferos3.
Los ríos peninsulares se
distribuyen
en
tres
vertientes hidrográficas: la
cantábrica, la atlántica y la
mediterránea, cada una
con sus características
específicas.
4. Diversidad de especies vegetales.
En España encontramos también una gran diversidad de especies vegetales. Esta
diversidad se explica principalmente por razones climáticas. Se distinguen en
nuestro país cuatro regiones florales:
• La región boreoalpina o de alta montaña. (Pirineos y cordillera Cantábrica)
• La región eurosiberiana, al norte de la Península.
• La región mediterránea, en el litoral mediterráneo.
• La región macaronésica, representada por la vegetación canaria.
3
Los acuíferos son embolsamientos de agua subterránea formados por la infiltración del agua procedente
de las precipitaciones. La captación de aguas subterráneas en Canarias ha sido muy importante hasta un
pasado reciente. (Ver pág. 95 del libro de texto).
2. LA ESPAÑA INSULAR
El espacio geográfico español comprende, además del territorio peninsular, dos
ciudades autónomas (Ceuta y melilla) y dos territorios insulares: el archipiélago
Balear, en el Mediterráneo, y el archipiélago canario, frente a las costas atlánticas del
noroeste africano.
1. El archipiélago balear está situado en el mar Mediterráneo, frente a las costas de la
Comunidad Valenciana. Está compuesto por 5 islas: Mallorca, Menorca, Ibiza,
Formentera y Cabrera y varios islotes que conforman la Comunidad Autónoma de las
Islas Baleares cuya capital es Palma
de Mallorca.
Su
relieve
es
variado
y
geológicamente se las considera un
eslabón de las cordilleras Béticas y la
Costero-Catalana. En la isla de
Mallorca
destaca
la
Sierra
Tramontana, donde se sitúa la mayor
altura del archipiélago (Puig Mayor,
1445 m).
Su clima es de tipo mediterráneo
marítimo con inviernos suaves.
El turismo es la principal base de la
economía balear. Más de un 70% de
la población activa se dedica al sector
servicios. La industria de la zona es
básicamente la del textil, el cuero y el calzado.
Las Islas Baleares fueon conocidas desde la Antiguedad y estuvieron afectadas por la
actividad comercial y colonizadora de griegos y fenicios, con incidencia especial en
zonas costeras de contacto. En el proceso de dominio del Mediterráneo Occidental,
Roma invadió y conquistó las Islas Baleares el 123 a.C.
2. Las islas Canarias4 están situadas al noroeste del continente africano, entre los 27º y
29º de latitud norte y los 13º y 18º de longitud oeste. El archipiélago lo constituyen siete
islas mayores y varios islotes o roques.
La superficie total es de unos 7.447 Km2 y los puntos extremos son: por el Norte, la
Punta de los Mosegos, en el islote de Alegranza; hacia el Sur, la Punta de La Restinga,
en el Hierro; por el Oeste, la Punta de Orchilla, también en El Hierro; hacia el este, el
Roque del Este.
El origen del archipiélago canario se remonta a las emisiones volcánicas submarinas de
la Era Terciaria surgidas en la zona de contacto entre la placa atlántica y la corteza
continental africana. Las Islas no presentan la misma edad geológica, dado que su
formación no fue simultánea: las dataciones efectuadas sobre las rocas superficiales
aportan unas edades de entre 20 y 10 millones de años para las islas más antiguas
(Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y La Gomera) y entre 10 y 0,5 millones de
años para las más jóvenes (Tenerife, La Palma y El Hierro). Cada isla se ha formado por
4
Para este apartado, consultar además la página 4 del Anexo Canarias del libro de texto.
etapas o ciclos eruptivos relativamente cortos, separados por largos períodos de
inactividad volcánica en los que actuó la erosión.
Presenta un relieve muy variado constituido por conos, estratovolcanes, calderas,
coladas... que constituyen uno de los paisajes volcánicos más interesantes del mundo.
Es un relieve eminentemente montañoso y abrupto, al menos en las islas más altas
(occidentales y centrales), con cumbres o dorsales con fuerte pendiente en sus laderas y
desde las que nacen profundos barrancos que bajan hacia la costa creando a su paso
valles más o menos amplios con perfiles que varían con la edad y con los fenómenos de
relleno y reexcavación de sus cauces.
El clima se caracteriza por su suavidad. Las islas poseen un clima más templado que el
que encontramos a la misma latitud en el cercano continente africano, no conociendo las
temperaturas excesivas y extremas de las regiones continentales porque el medio
oceánico las regula.
El clima templado de las Islas está sometido a la acción de efectos muy variados como
los anticiclones atlánticos y, en especial, al régimen de los alisios5. Estos vientos fluyen
hacia las Islas desde el anticiclón de las Azores de forma permanente en verano,
mientras que en invierno se alternan con entradas de aire polar. Junto a ello, se hace
sentir la influencia del continente africano, cuya proximidad permite la intrusión, en
verano sobre todo, de masas de aire caliente sahariano. A su vez, el contacto con la
corriente marina fría de Canarias atempera y suaviza las temperaturas, que oscilan entre
los quince y los veinte grados centígrados por término medio, y cuyas máximas y
mínimas se sobrepasan con las intrusiones de masas de aire polares o saharianas antes
mencionadas.
La vegetación de Canarias posee una riqueza extraordinaria, con muchos endemismos y
reliquias. La flora de las Islas presenta más de 2.000 especies con centenares de
endemismos propios y otros compartidos con la zona de la Macaronesia. Esta flora se
distribuye en una serie de pisos bioclimáticos desde la costa, con especies adaptadas a
una mayor aridez, hasta las cumbres de las islas más altas, donde encontramos especies
vegetales adaptadas a las duras condiciones de altitudes que superan los 2.000 m.
5
Los alisios son vientos regulares y moderados que soplan a una velocidad media de unos 20 Km/h. Son cálidos y secos en su
origen pero los que atraviesan las extensiones oceánicas se cargan de humedad y se refrescan. Para la climatología de las islas, el
régimen de vientos es fundamental, siendo los más frecuentes los alisios que tienen su origen en las altas presiones situada sobre el
océano en las proximidades de las Azores (anticiclón de las Azores). Su máxima frecuencia sobre el mar corresponde a los vientos
del Nordeste, y Canarias se halla en el seno de la corriente de estos vientos alisios.
La intervención humana, sobre todo después de la conquista de las islas por los
castellanos a finales del siglo XV, ha transformado y variado la distribución potencial
de muchas especies, introduciendo nuevas y cambiando la estructura de los suelos para
uso agrícola o urbanístico.
Canarias fue en el pasado un lugar de importancia extraordinaria a ser escala obligada
para el tráfico en las grandes rutas comerciales y de expansión hacia el Atlántico
meridional y occidental. De este modo las islas se convierten ya desde el siglo XV en
una encrucijada de las rutas marítimas y, posteriormente, aéreas que unen Europa,
África y América.
La cercanía de África a Canarias se puede ver como una
oportunidad económica de expansión comercial, ya que
Canarias podría actuar como puente para realizar
inversiones y liderar el desarrollo al menos de parte de
ese continente. Pero, por otra parte, la cercanía de
África implica también ser testigo de los problemas de
ella. El caso más palpable de esto es la inmigración
ilegal. El desfase entre una y otra economía provoca
frecuentes oleadas de inmigrantes indocumentados a
diferentes partes de las islas en la búsqueda desesperada
de una calidad de vida que no encuentran en sus países
de origen.
Llegada de un cayuco cargado de
inmigrantes a un puerto canario.
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