el pueblo haciendo la historia

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EL PUEBLO HACIENDO
LA HISTORIA
Por Juan Vega
Comentario del libro Jujuy en el
Bicentenario. Contexto e historia de
luchas, de Benito Carlos Aramayo,
Editorial Agora, Buenos Aires, 2009.
ruto de una militancia y un estudio
puestos al servicio de los intereses
del pueblo y del avance de la revolución en la Argentina, el libro de Carlos Aramayo Jujuy en el Bicentenario. Contexto e historia de luchas, puede contribuir de
manera ejemplar, por su estilo y método, a
que podamos nacionalmente –a través del recupero y comprensión, en este caso, de las luchas pasadas y presentes del pueblo jujeño
por su independencia y la construcción de
otra sociedad– estudiar, conocer y comprender más en profundidad el pasado y la actualidad de diferentes regiones o provincias del
país, a partir de la valoración del contenido de
las luchas de su pueblo, desde una perspectiva revolucionaria.
Como señala el propio autor, “el objetivo
de este trabajo es proponer una visión sinté-
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PolíticayTeoría
tica del proceso de formación económica social de Jujuy, teniendo como hilo conductor el
tema del Estado en cada etapa”. Esto último es
uno de sus aciertos, al desterrar el economicismo y situar el análisis desde el punto de
vista de la lucha de clases, tomando como posición el interés de los oprimidos.
Un aporte central, destinado a ser seguramente imitado en estudios futuros, es el de
tomar como punto de partida -si bien con
brevedad- la historia de nuestros antepasados originarios previa y posterior a la conquista, la naturaleza y el conflicto de sus sociedades anterior y a partir de la dominación
colonial, su participación en las luchas por la
independencia y su condición al concluir el
proceso de conformación del Estado oligárquico en la provincia. El despojo y la apropiación latifundista de la tierra ocupan en este
punto, un lugar principal.
Ya en el período de la independencia, el
autor analiza “la transformación de la economía y el avance de las relaciones de producción capitalista sobre la base de la penetración del capital imperialista en la producción
azucarera, petrolera y minera”. Se describe la
evolución de la propiedad de la tierra de los
ingenios Ledesma, La Mendieta, Ledesma y
La Esperanza. Y se reseña la lucha y conquistas obreras, particularmente durante el primer peronismo.
El capítulo 3 es donde la posición, el punto
de vista y el método de análisis de Aramayo
aparece desarrollado en plenitud. Se analiza
en él el conflicto social entre los trabajadores,
particularmente estatales, y el gobierno de Jujuy que, sobre el trasfondo del desfinanciamiento de la provincia -en relación al gasto
social requerido en salud, educación, vivienda
y otros servicios esenciales- y la aplicación de
la política del “ajuste permanente”, conducirá
a sucesivas crisis políticas y la renuncia de tres
gobernadores por la lucha popular, en el período 1988-2002. Se muestra aquí el entramado de intereses conniventes entre la burguesía
agraria-industrial azucarera, monopólica, latifundista y el imperialismo, y su hegemonía
sobre el Estado provincial, a la vez que la metamorfosis política del justicialismo provincial, insoslayable en el análisis. Protagonista
de los acontecimientos, y del Frente de Gremios Estatales , instrumento de lucha de los
trabajadores jujeños que, como señala el autor, “va a marcar a fuego el período”, el libro
cobra en esta parte una meticulosidad y vivacidad que atrapan. La renuncia del gobernador de Aparici; el despliegue de la lucha sin
precedentes de los estatales jujeños1, caracterizada por la precisión de su golpe político sobre los terratenientes y monopolios evasores
–que desnudó, en su defensa, la trama de
complicidadades jurídico-políticas y corrupción del Estado provincial- , por su masividad, combatividad, el ejercicio de la mayor
democracia de masas , y la captación de la solidaridad popular, lucha que el autor analiza
en toda su compejidad, destacando su originalidad y perspectivas a futuro, sin obviar el
registro de sus debilidades; la primera Marcha Federal en 1994; la conformación de la
Multisectorial a fines de 1995; la lucha de los
desocupados y el Libertadorazo; la renuncia
de Ferrero y la lucha de los obreros del Ingenio La Esperanza, recorren el desarrollo del
capítulo, en el que se sintetiza una de las experiencias más ejemplares –por su nivel de propuesta y modelo de lucha– de los trabajadores
argentinos contra el ajuste permanente.
En base al análisis de la evolución del Producto Bruto Geográfico, los caps. 4 y 5 actualizan los cambios en la realidad económica,
política y social materializados a partir de la
1 Sin olvidar otras que la
precedieron, como la heroicas
marchas hacia Jujuy de los mineros
de Pirquitas, por su trabajo y
dignidad, y de los obreros de
Ledesma, por la reglamentación del
“surco patrón”.
década de 1990, en los que se muestra el
comportamiento de los antiguos beneficiarios de la formación económico social y de los
“nuevos” protagonistas, emergentes de las
políticas neoliberales y neodesarrollistas,
que, en alguna medida, han cambiado el perfil tradicional de la provincia.2
Como destaca en un momento, “entre los
campos de batalla contra el imperialismo, la
dependencia, el latifundio y la burguesía intermediaria, también está el académico y el intelectual”. A este combate, insoslayable para
que los conceptos y las ideas correctas puedan
emerger por sobre las representaciones erróneas está dedicada la Segunda parte del libro.
Se vale para ello de dos importantes trabajos
de crítica de los trabajos del investigador inglés Ian Rutledge: Cambio agrario e integración. El desarrollo del capitalismo en Jujuy
1550-1960 (1987) y de Humberto L. Quintana: Introducción a la Economía jujeña (1987),
utilizados por el autor como material de estudio de la cátedra de Economía a su cargo en la
Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales
de la Universidad Nacional de Jujuy, a su cargo. En el primero, refuta las tergiversaciones
de matriz weberiana de Rutledge de categorías marxistas –en la que confluyeran diversas
corrientes de la sociología, particularrmente
las austromarxistas- funcionales a las teorías
del capitalismo dependiente, que deliberadamente soslayan el problema de la tierra, la
cuestión del Estado y de las formas políticas
de dominación. En el segundo, demuestra los
límites de abordar los problemas de la provincia como esencialmente regionales, escindiendo la comprensión de los problemas de la miseria, la pobreza de sus verdaderas raíces
nacionales: la dependencia y el latifundio.
El libro cierra con un valioso apéndice documental del período 1988-2002.///
2 Al respecto, puede consultarse
Aramayo, Carlos, Jujuy: la situación
económica, social y política, en PyT
Nº66, agosto-octubre de 2008.
nº69 (102) / dic 2009 - feb 2010 / 123
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