decisiones - constructores de la familia

CONSTRUCTORES DE LA FAMILIA
“Construyendo la Familia Según el Corazón de Dios”
“DECISIONES”
¡La vida está llena de decisiones! A cada momento debemos tomarlas, tanto pequeñas
y cotidianas como grandes y transcendentes. ¿Sabes que las decisiones son como
una cuenta de banco? cuando tomamos decisiones acertadas es como si hiciéramos
un depósito (un crédito). Cuando tomamos decisiones erradas es como si extrajéramos
de la cuenta pero no depositáramos. Si cometemos errores continuamente nuestra
cuenta quedará en déficit. No tendremos credibilidad (crédito). En resumen, una serie de
errores se van encadenando y producen gran pérdida a nuestra vida. Pero nuestra
cuenta siempre tiene que estar con saldo (superávit), así que, aprendamos a tomar
decisiones acertadas y a tiempo.
Todas las decisiones de alguna manera nos afectan, a veces más de lo que
imaginamos, pero hay algunas que son fundamentales para nuestro futuro, por
ejemplo, las dos decisiones más importantes de nuestra vida son la decisión de seguir a
Cristo y con quién nos casaremos. Pero hay otras decisiones importantes, como la que
tiene que ver con nuestra carrera, trabajo, relaciones familiares, el lugar donde
viviremos, nuestras amistades, hijos, etc. El noviazgo, especialmente en su última
etapa de compromiso, es un momento clave para ciertas decisiones que marcarán el
futuro de la pareja.
Algo muy importante que la pareja debe hacer entonces es conversar. La
pareja necesita conocerse mutuamente, tanto en su carácter, como en su forma de ser
y pensar en una variedad de temas. Muchas veces esa conversación será espontánea
pero otras debe ser planificada, es decir, sentarse a conversar ciertos temas específicos
con la intención de conocer el pensamiento de cada uno y finalmente tomar
resoluciones para su futuro. Sí, esto significa mucho para los futuros esposos y es un
tiempo rico y bien aprovechado. Pero ese dialogo debe ser abierto, honesto y sin
egoísmos ni caprichos.
Verdaderamente la preparación de una boda consume muchísimo tiempo y energías. Y
por cierto que es una hermosa etapa que la pareja debe disfrutar más que sufrir, pero
no debe olvidarse que la boda es solamente un día. ¡Cuántas parejas llegan al
matrimonio sin haber hablado lo suficiente de esos temas que afectarán sus vidas y sin
haber tomado decisiones antes de entrar al matrimonio! Deciden cómo será la fiesta de
bodas en todos sus mínimos detalles, pero no tienen idea cómo organizarán sus
finanzas o cómo educarán a sus hijos.
Conocimos hace mucho tiempo un matrimonio que estuvo 10 años de novios. ¡Sí,
escuchaste bien, 10 años! Y no eran jovencitos. Cuando finalmente se casaron, la boda
fue espectacular. Ambos tenían buenos empleos y se habían ocupado en que tanto la
ceremonia como la fiesta fuesen organizadas en sus mínimos detalles en forma muy
elegante. La vivienda que habían comprado también era bien puesta y hermosa. Pero…
en un par de años ellos se separaron, para sorpresa de todos, menos de quienes más
los conocían. ¿Cómo puede entenderse esto? Bueno, es muy complejo y puede haber
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muchos motivos, pero ese tiempo de noviazgo fue muy malgastado en cuanto al
conocimiento mutuo y la toma de decisiones. Hubo temas cotidianos que se hablaron
pero sobre los que nunca se llegó a un acuerdo. Había constantes discusiones y peleas,
en vez de dialogo maduro y a pesar de todo, se casaron.
¡Cuidado cuando hay demasiadas diferencias entre ambos!
Hay parejas que tienen muchísimos desacuerdos y diferentes metas y formas opuestas
de ver la vida, pero así y todo pasan esto de largo pensando que en el matrimonio lo
solucionarán, y que lo más importante es que se aman. Pero esto es ciertamente un
gravísimo error. Los desacuerdos y diferencias de opinión son normales hasta cierto
punto, pero cuando la pareja tiene puntos de vistas tan opuestos, la convivencia se
tornará difícil de sobrellevar. “¿Andarán dos juntos si no se ponen de acuerdo?
Amós 3:3. Cuando la pareja no aprende a ponerse de acuerdo y tomar decisiones
siendo novios, mucho menos lo hará estando casados. Esto ténganlo por seguro.
¡Deténganse a tiempo! Aprendan a resolver los conflictos desde ahora. Pero también si
son personas tan diferentes uno del otro, probablemente toda su vida estarán en
conflicto y estarán insatisfechos. Pónganlo en oración, y reflexionen sobre si el casarse
es la mejor decisión.
Como ya dijimos, más allá de los detalles de la boda, es importante que la pareja
decida sobre una variedad de temas que tienen que ver con su futuro. El período del
compromiso debe estar lleno de resoluciones y estas serán la base del matrimonio.
¿Por qué es importante tomar estas decisiones antes de comenzar la vida
matrimonial? Para evitar conflictos profundos durante el matrimonio, sobre todo en el
primer año, y así hacerse luego la vida mucho más sencilla, diríamos que para pisar
sobre terreno más seguro y no sobre arena movediza. Otra ventaja es que
aprenderemos también más sobre nuestra pareja y sobre nosotros mismos. Cuál es
nuestra disposición, nuestra buena voluntad para saber ceder para el bien y la felicidad
del otro y la capacidad de entrega. Podremos también entrenarnos mejor para manejar
situaciones en el futuro.
Veamos algunos temas que creemos que son importantes hablar y decidir.
Estos son todos temas generales, pero cada pareja es diferente y tendrá situaciones
particulares y muy específicas sobre las cuales tomar decisiones.
1. Las más importantes resoluciones deben ser en cuanto al área de la vida
espiritual de su futuro hogar. ¿Cómo llevarán adelante su vida espiritual y su
relación con el Señor? ¿Orarán juntos? (esperamos que así lo hagan, pero no lo den por
sentado). ¿Cómo lo harán? ¿Cómo se involucrarán dentro del servicio en la iglesia?
¿Están los dos dispuestos a poner a Cristo en primer lugar y entregarle su tiempo?
¿Qué piensa cada uno en cuanto a apartar tiempo para su matrimonio e hijos en el
futuro? En otras palabras, ¿Qué lugar le darán al servicio en la iglesia y al tiempo como
familia en su orden de prioridades? ¿Qué espera cada uno del otro? Recuerden que este
es el tema más importante de todos y afectará sus vidas más que cualquier otro.
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También es muy común que los novios se hayan conocido en diferentes iglesias y que
durante el noviazgo cada uno haya seguido asistiendo a su propia iglesia. Pero es muy
importante que llegado un momento de la relación, al menos seis meses antes de
casarse, o después que se hayan comprometido decidan a cuál iglesia irán a
congregarse y servir. Es mejor hacer el cambio antes y no después de casados por dos
razones principales:
1) Porque junto con el comienzo de la vida matrimonial vienen muchos
cambios: nueva familia, nueva vivienda, nuevos horarios, costumbres,
tareas
y responsabilidades y adaptación a la convivencia juntos. Si a esto le agregamos un
cambio de iglesia, podría ser aún más difícil.
2) Otra razón muy importante es para que los novios aprendan a conocerse
más en el ministerio y vida de iglesia, aprendan así a servir y
adorar al Señor
juntos con regularidad, ya que esto es lo que harán el
resto de sus vidas. Esta
será una decisión muy importante para ambos y
tienen que tomarla con cuidado y
sobre todo con la guía de Dios. Es mejor
preguntarse: ¿En dónde nos quiere el
Señor?
2. Otro tema importantísimo es en cuanto al dinero. Ya sabemos que este es un
tema que ha dividido muchos matrimonios. Decidan: ¿Quién llevará las finanzas del
hogar, quién administrará y pagará las cuentas? Es necesario que uno de los dos tome
la responsabilidad de esto y así se organicen mejor en este tema fundamental. Como
decíamos anteriormente, las finanzas es, por estadísticas, uno de los temas que causan
más divorcios. Entonces la pareja debe hablar mucho sobre esto. Siempre aconsejamos
tener una sola tesorería. Una sola cuenta bancaria. Y el de los dos que sea
posiblemente más hábil, organizado y que cumpla mejor las condiciones es mejor que
sea quien organice y administre. Pero de todas maneras, esto es algo muy personal y
cada pareja de novios debe decidirlo. Por supuesto que luego en el transcurso de la
vida matrimonial, se hacen cambios y nuevas decisiones. Sabemos que la convivencia
nos trae una nueva perspectiva uno del otro. También, ¿Cómo manejarán el dinero?
3. Otra decisión dentro de las finanzas será, la vivienda. ¿Comprarán casa antes
o después de casarse, o prefieren rentar por los primeros años? Asimismo en cuanto a
los autos y otros bienes. Recuerden que la peor decisión es entrar al matrimonio con
deudas. Miren una casa que se ajuste a sus necesidades y posibilidades. Nunca “el
tener la casa de sus sueños” debe ser una prioridad y mucho menos una carga
económica insostenible. Siempre lo más importante es “el hogar” y no “la casa”. Estas
cosas las hemos considerado al hablar sobre finanzas, pero lo importante aquí es que
deben hablar sobre este tema antes de casarse y tomar decisiones juntos.
4. Otro tema fundamental es en cuanto a la relación con los familiares cercanos, o
familia extendida. ¿Qué actitud tomarán en cuanto a los familiares de ambos,
especialmente los suegros? ¿Dejarán que los padres se involucren en su matrimonio y
la educación de sus hijos? ¿Hasta qué punto? ¿Cuál será el límite? Dentro de esto hay
muchos detalles prácticos, que sólo al conversarlo poco a poco van saliendo a la luz.
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Este es un tema también muy delicado porque suele traer muchas discusiones y
malestar en ambas partes, pero debe tomarse con buena voluntad y sin egoísmo.
Hablen mucho sobre esto antes de entrar a la vida matrimonial, ya que pueden
ocasionar muchos problemas sobre la pareja. Es un tema muy sensible, porque tiene
que ver con las familias de ambos, y es lógico que toque sensibilidades.
5. Otro tema: ¿Cómo se organizarán en la casa, en las tareas del hogar, sobre
todo si ambos trabajan? ¿Qué es lo que cada uno espera del otro? ¡NO DEN NADA
POR ENTENDIDO! ¡Hablen todo! Conocimos a una pareja que antes de casarse, ella le
pidió a su novio que le dijera qué cosas no le gustaba de su familia (la familia de ella), y
de ella misma, ya sean costumbres cotidianas, formas de ser o de hablar, o cualquier
otra cosa, y qué es lo que a él no le gustaría que ella hiciese. Él le dijo que no le
gustaría que estuviese en la cocina todo el tiempo, lavando platos y cocinando, sobre
todo cuando él estaba con ella o cuando había regresado del trabajo. Se comprometió a
ayudarla, para que ella estuviese más tiempo con él. ¡Qué actitud sabia la de esta
jovencita al tener una disposición de querer agradar a su futuro esposo y evitar también
malos momentos para ambos! Bueno, cada persona es diferente y por eso es
importante hablar antes que las cosas sucedan. Por supuesto que luego, la convivencia
traerá sorpresas y un nuevo conocimiento uno del otro, pero si hay algo que pudiera
evitarse es mucho mejor. Así que, definir las tareas de cada uno y dejar claro lo que
cada uno espera de su cónyuge, es una excelente decisión.
6. Otra decisión importante tiene que ver con los hijos. ¿Cuántos hijos han de
tener, en que momento los tendrán, esperarán o querrán tenerlos inmediatamente? Tal
vez este tema traiga diferencias, por ejemplo si uno quiere tener muchos hijos y el otro
quiere solo uno. Pueden sentirse frustrados en cuanto a esto, pero es importante
conversarlo mucho hasta llegar a un acuerdo. Una decisión como esta es difícil tomarla
definitivamente antes de casarse porque vamos cambiando la forma de pensar sobre
todo luego del primer hijo. En el caso que quieran esperar deben decidir cómo van a
cuidarse, qué métodos anticonceptivos usarán. Deben asesorarse y pensar
cuidadosamente el que sea más conveniente. Siguiendo con los hijos, ¿Cómo piensan
criarlos? Ambos vienen probablemente de diferentes formas de crianza o culturas, y es
más que importante ponerse de acuerdo en cómo será su actitud como padres en
cuanto a la disciplina y educación de los hijos. El ponerse de acuerdo en cuanto a la
disciplina es un tema clave. Muchas veces vemos matrimonios que piensan y actúan
muy diferente frente a los hijos, e incluso discuten o se contradicen frente a ellos. Si el
padre, por ejemplo, decide castigar al hijo porque no obedeció, la madre sale a
defenderlo diciéndole que no lo castigue. Aun desde que los hijos son bebés, es mejor
que ambos padres tengan una misma meta en mente, una forma definida en la cual
van a guiarlos hacia la madurez. Deben decidir qué reglas se pondrán en la casa y qué
consecuencias habrá por no cumplirlas. Esto es fundamental.
Nota aclaratoria: Para el control de la natalidad o uso de anticonceptivos, consultarlo con el médico,
por favor no uses anticonceptivos abortivos (la llamada, píldora del día siguiente).
¿Cómo toma decisiones un discípulo de Cristo?
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Busca la guía del Señor en oración. El Señor nos guía también a través de nuestros
tiempos de oración y meditación. Cuando sintamos que algo no nos trae paz, es mejor
no seguir adelante con ello. Una de las señales más grandes que Dios nos está
respaldando o no en una decisión es la paz o la falta de ella. Tomemos el modelo de los
hombres y mujeres de Dios en las Escrituras. Los vemos dependiendo de Él en todo,
orando, consultándole y basándose en Su Palabra. Hombres como Abraham no daban
un solo paso sin la aprobación de Dios. En Hechos 9:6, Pablo preguntó a Jesús:
“¿Señor, qué quieres que yo haga?” Aún Jesús, en Lucas 6:12-13 antes de escoger
a sus apóstoles pasó la noche orando al Padre. El siervo de Abraham oró buscando la
dirección de Dios para escoger la esposa para Isaac, Génesis 24:12-14. Jesucristo
debe ser el Señor y el fundamento del matrimonio. Debemos ir ante Él buscando su
dirección y su voluntad.
Lo que es la voluntad de Dios para nuestras vidas se encuentra revelado en
las Sagradas Escrituras. Debemos conocerla, investigarla, buscar dirección en ella
sobre temas específicos, como la crianza de los hijos, el orden de Dios para la familia, el
trato de los esposos, y otros. En la Biblia hay valores y principios generales que nos
guían en esas decisiones específicas y personales que no están escritas. Pero también
en ella hay enseñanzas bien claras sobre temas específicos.
Buscar el apoyo y el consejo, ya sea de sus pastores, padres, amigos o hermanos
en Cristo maduros, es algo importante también, porque puede ser muy clarificador y
puede ayudarles a confirmar la voluntad del Señor. Miren de buscar el consejo y opinión
no de cualquiera sino de personas cercanas, que los amen y sean maduros en el Señor.
Hay temas que son más difíciles o conflictivos sobre los cuales pueden necesitar la voz
de la experiencia y el sentido común.
Plantearse metas para su futuro hogar es importantísimo. Por el contrario, entrar a
la vida matrimonial sin ningún tipo de metas no tiene mucho sentido. Y como decíamos,
esas metas deben ser las metas del Señor para ustedes, si es que Jesucristo será el
cimiento de su hogar. Necesitan tener en claro cuáles serán sus prioridades y a partir
de allí, tomar las decisiones. Por ejemplo, para muchos la prioridad es hacer mucho
dinero, tener muchas posesiones y un buen pasar. Todas las decisiones entonces
girarán alrededor de esta prioridad. Para otros, su prioridad es desarrollarse en su
profesión. Seguramente no querrán tener muchos hijos porque no encaja con sus
metas. Para otros, su prioridad es servir al Señor, y desarrollar un ministerio. Todas las
decisiones mirarán a este objetivo y girarán en torno a él. Si algo no encaja o no sirve a
esta prioridad, podría ser descartado. Es importante que ustedes hablen sobre sus
prioridades y tomen decisiones antes de casarse. Al hacer esto, deben tener en cuenta
que Dios tiene un plan, un mapa, para cada uno de nosotros. Ahora que serán “una
sola carne”, el Señor tiene también un plan para sus vidas como matrimonio. Esta debe
ser una pregunta normal para cada uno de los aspectos de sus vidas. Como novios y
luego como matrimonio, necesitan orar y buscar la voluntad de Dios juntos.
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Resumiendo entonces:
BUSQUEN EN LAS ESCRITURAS LA VOLUNTAD DE DIOS.
OREN MUCHO SOBRE CADA TEMA ESPECÍFICO BUSCANDO DIRECCIÓN.
DIALOGUEN MUCHO Y ABIERTAMENTE SOBRE LOS TEMAS A RESOLVER.
PIDAN CONSEJO DE PERSONAS SABIAS Y DE CONFIANZA.
PLANTEENSE LAS METAS PARA SU FAMILIA, LO QUE SERÁ PRIORIDAD Y
TOMEN DECISIONES FIRMES, A PARTIR DE ESTAS METAS.
HAGAN UNA ESPECIE DE CONTRATO INTERNO, ENTRE AMBOS.
Haciendo esto, ahorrarás mucho tiempo y dolores de cabeza y también sentarás la base
para lo que será toda una vida repleta de decisiones. Sí, porque a lo largo de tu vida
matrimonial aparecerán nuevas y constantes decisiones.
Dios les bendiga en esta tarea preciosa y gratificante de construir una nueva familia,
según el corazón de Dios.
Daniel & Susana
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