“Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn4, 14)”. Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora (Porta Fidei 3. Benedicto XVI) Creo en Dios Padre Propuestas Para meditar y reflexionar 1. ¿Cuál es mi imagen de Dios? 2. ¿Confío en él plenamente? 3. ¿Descanso en Él? 4. ¿Doy gracias por mi existencia? 5. ¿Desarrollo mis capacidades? 6. ¿Cuido mi relación con Dios? Para orar Is 64, 7 Rom 8, 35-39 Is 49, 15 Salmo 131 Gn 1 Lc 11, 1-13 “A quién teméis, si lleváis a Jesús en vuestro corazón …” (BFM) AÑO DE LA FE Creo en Dios AÑO DE LA FE Padre El amor de un padre y de una madre son irremplazables. El que es padre o madre sabe lo que apasiona el amor por un hijo. Todos, como hijos, sabemos que sin el amor de nuestros padres no seríamos lo que somos. Y cuando nos faltan, ¡cuánto lo extrañamos! Es una auténtica maravilla que Jesús nos haya revelado que DIOS ES PADRE. Pero padre de una manera más extraordinaria de lo que podamos pensar jamás, sobrepasando cualquier amor humano por magnífico que sea. Todo lo que podemos relacionar con el amor de un padre o una madre tendríamos que multiplicarlo hasta el infinito y nos quedaríamos cortos. Porque Dios, que es padre, nos ama con un amor sin fin, lleno de ternura, por encima de todo. Nos abraza y nos invita a confiar como un niño en brazos de su padre. Nos atrae con lazos de ternura y nos lleva sobre sus rodillas. Se le estremecen las entrañas al pensar en nosotros. Nos lleva tatuados en la palma de su mano. Nos busca sin cansancio. Nos perdona, nos enseña, nos corrige, nos muestra el camino de la felicidad. Nos da tanta confianza que podemos hablarle de corazón a corazón. Nos enseña a mirar al otro no sólo como prójimo, sino como hermano. ¡Cómo no responder a este amor de padre y madre amando a Dios como hijos! ¡Cómo no sentirnos hermanos unidos por este mismo amor! Todopoderoso Unido a la definición de Dios como Padre, el credo nos presenta que es TODOPODEROSO. Esto no se refiere a que el poder es su característica más esencial, porque ya sabemos que el Amor es lo que define a Dios. Más bien es que ese amor de Padre-Madre se extiende absolutamente a todo. Nada queda fuera de su amor, nada escapa de su protección, nada queda fuera de su existir. No es un Dios prepotente que simplemente puede hacer cualquier cosa. Dios no puede negarse a sí mismo, y si es amor, esencialmente sólo puede hacer el bien, sólo puede amar. Si Dios es PADRE TODOPODEROSO, quiere decir que nos abandonamos a Él totalmente, con una confianza extrema, pues sólo quiere nuestro bien. Es verdad que a veces no entendemos los caminos de Dios, pero se nos invita a no dudar de Él, a fiarnos por encima de todo. Creador Lo primero que se nos revela de Dios en la Biblia es que es CREADOR. A través del mito bíblico vemos que su Palabra es un acto libre de creación. Por eso, en todo existe una huella divina y todo es digno: “y vio Dios que era bueno”. Una característica del amor es que es generoso y siempre se da en un movimiento hacia fuera de uno mismo. El amor es totalmente incompatible con el egoísmo o la soledad. Por eso, el amor genera vida. En Dios lo vemos con muchísima claridad. Es tan grande su amor de Padre que ese amor se transforma en un acto creador continuo y bello, lleno de comunión y vida. No podía ser de otra manera. Lo más maravilloso es que de entre toda la creación, el hombre y la mujer tienen un lugar especial, porque estamos “hechos a su imagen y semejanza”, porque nos ha hecho capaces de amar y ser amados, desde la libertad, con un deseo profundo de encontrarnos con este Dios que tanto nos ama. Él es el origen último de nuestra vida, y Él tiene la capacidad para conducirla hacia delante y darle pleno sentido, sin que nada se lo pueda impedir. Es así como es Padre Todopoderoso: Todopoderoso en el amor y en la donación de vida. ¡Cómo no confiar sin miedo en este Dios que da un sentido tan pleno a todo! Y hasta tal punto confía Dios en nosotros que nos ha dado la capacidad de continuar su obra creadora, desde la responsabilidad y el cuidado de todo lo que gratis hemos recibido. ¡Cómo no agradecer mi existencia! ¡Cómo no cuidar y continuar con la obra de la creación! ¡Cómo no reconocer y desarrollar mi capacidad de amar, de ser libre y de relacionarme con Dios para responder a las preguntas que hay en mí ! La fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo