PLATÓN IN CONTEXT Grupo O EL ESPENDLOR CULTURAL EN ATENAS SIGLO V El siglo V a. C. marcó el esplendor de Atenas como centro de la literatura, la filosofía y las artes. Algunas de las figuras más importantes de la historia cultural e intelectual occidental vivieron en Atenas durante ese período: dramaturgos: Esquilo, Aristófanes, Eurípides y Sófocles, filósofos: Aristóteles, Platón y Sócrates, historiadores: Heródoto, Tucídides y Jenofonte, el poeta Simónides y el escultor Fidias. El gobernador de ese período era Pericles, que usó los impuestos pagados por la Confederación de Delos para construir el Partenón y otros grandes monumentos de la Atenas clásica. La ciudad se convirtió, en palabras de Pericles, en “la escuela de Hellas (Grecia)”. Pericles, un político griego, consiguió que, bajo su mandato, la ciudad de Atenas viviera sus años de máximo esplendor. En su honor, el siglo V a. C recibe la denominación de «siglo de Pericles». Pericles, nacido hacia 495 a. C., pertenecía a la vieja aristocracia ateniense, tanto por parte paterna, como por parte materna. Consiguió, con el apoyo de la clase media, instaurar la democracia en Atenas. Cuando Pericles llegó al poder, Atenas ya llevaba veinte años de tradición democrática. Pertenecía al partido popular, encabezado por Efialtes. Pericles se casó con una mujer de buena familia, con la que tuvo dos hijos. Pericles fue un célebre estadista ateniense que al consolidar las instituciones democráticas en su patria y apoyar el desarrollo de su cultura, aseguró la hegemonía de Atenas. En el siglo de Pericles se hizo realidad la democracia ateniense que se basó en los principios de soberanía popular, libertad e igualdad expresados en sus instituciones y magistrados. Atenas alcanzó un esplendor y un nivel de vida nunca conocidos, pero el descontento de las ciudades de la Confederación de Delos con su política exterior se hacía notar. Esparta aprovechó el descontento y comenzó a enfrentarse con Atenas, hecho que desembocó en la Guerra del Peloponeso. Pericles protegió a su gente, muriendo a causa de una epidemia de peste, al igual que miles de atenienses. Características del siglo de Pericles: • • • • • • • Arte: se humanizó el arte, expresando a través de él su ideal: belleza y vida. Arquitectura: Creación de dos estilos: dórico y jónico. Teatro: alcanzó su gran apogeo, se usó para educar al pueblo. Letras: surgió la poesía lírica, dramática (tragedia), la comedia y se perfeccionaron los relatos históricos. Oratoria: Atenas fue el centro más importante de la elocuencia. Filosofía: creación original del genio griego. Ciencia: cultivaron la matemática, geometría, astrología y la medicina. LAS CLASES SOCIALES Y LAS INSTITUCIONES POLITICAS DE ATENAS La sociedad ateniense de la época tiene una estructura tripartita. Se destacan los siguientes grupos: -Ciudadanos: eran los únicos que tenían derecho a adquirir fincas y poseer tierras en el Ática. Entre ellos había un grupo importantes de hombres ricos, la mayoría eran pequeños y medianos propietarios de tierras. -Metecos: era un grupo activo constituido por hombres libres, griegos nacidos en otras polis y no griegos. Se dedicaban al comercio y a la artesanía. Era muy difícil que pudieran acceder a la propiedad de la tierra, y vivían sobre todo cerca de los puertos y en Atenas. Eran los grandes importadores de alimentos y productos manufacturados y los dueños de los principales talleres. También había metecos dedicados a las profesiones liberales o a actividades intelectuales. Tenían que pagar impuestos, que aunque no eran muy elevados, marcaban su condición de inferioridad respecto de los ciudadanos. No podían votar ni participar en ninguna de las instituciones del Estado. -Esclavos: era el grupo más numeroso. Carecían de derechos políticos y eran propiedad de sus amos. Tampoco participaban en las guerras. Podían comprar su libertad con su trabajo y alcanzar la clase social de metecos. La mayoría de los esclavos no eran griegos, eran extranjeros que habían sido comprados por griegos. Las instituciones políticas de la época son: -Magistrados: eran personas que tenían cargos públicos, formaban la administración del estado. Estaban sometidos a un fuerte control. Eran elegidos a suerte (sistema de habas).Era una forma de eliminar toda influencia de las personas ricas y las posibles intrigas. Sólo había dos cargos que no eran elegidos por este sistema, sino por la Asamblea del pueblo: -Los polemarcos: fueron los magistrados más importantes por su labor como militares, marinos y diplomáticos. -La asamblea: fue el primer órgano de la democracia. En ella se reunían todos los ciudadanos, el número máximo que se dio fu de 6.000 personas. Las sesiones eran largas y se reunian con una frecuencia de 40 veces al año. La Asamblea decidía las leyes y los decretos que eran propuestos, pero apoyándose siempre en las leyes antiguas que llevaban un buen tiempo en vigor. Los proyectos de ley se votaban en dos etapas; primero decidía la propia Asamblea y después el Consejo. -Consejo: estaba formado por 500 miembros. Al igual que en el primer grupo se elegían por el sistema de habas. Los consejeros examinaban y estudiaban los proyectos de ley y, además, vigilaban a los magistrados y se ocupaban de que los detalles de la administración cotidiana fueran por el buen camino, así como de los asuntos exteriores. Este organismo era como una prolongación de la Asamblea. LA DECADENCIA DEL PODER ATENIENSE Grecia estaba dividida en dos confederaciones, los estados del Peloponeso y Grecia central estaban bajo la dirección de Esparta, y las islas y costas del mar Egeo se encontraban bajo el poder de Atenas. Esto condujo a una rivalidad entre las dos ciudades. Las que destacaba la rivalidad de ambición y de intereses, rivalidad de razas entre Dorios y Jonios y la rivalidad política entre una aristocracia y una democracia. Esparta tuvo de aliados a los Dorios, y a su vez Atenas tuvo de aliados a los Jonios. Esparta y Atenas entraron en una lucha que duraría 27 años que se denomino la guerra del Peloponeso. La guerra del Peloponeso se dividió en tres periodos: Tras la victoria de Esparta en la guerra del Peloponeso, Atenas consiguió recobrar un puesto honroso en Grecia. Quedó siendo la capital de la civilización griega, pero fue desposeída de su imperio marítimo. Tres causas provocaron esta decadencia: • • • La confianza orgullosa que tuvo en sus fuerzas El excesivo cuidado de los intereses particulares La versatilidad extremada de su democracia, que fue incapaz de perseguir designios de larga duración. Atenas trató a sus aliados con muchísimo rigor; exigió de ellos, por la fuerza, abrumadores tributos sin que atendiera nunca a conquistarlos moralmente. Además, sus ciudadanos perdieron en la prosperidad una parte de las cualidades de sus antepasados. Pensaron menos en la grandeza del estado que en la fortuna personal. Hicieron la guerra y la paz cuando convenía a los intereses comerciales LA DEMOCRACIA Y LA SOFISTICA El sistema político de la democracia ateniense del siglo V a.C., constituía una de las formas de gobierno más perfectas de la Antigüedad Clásica. En este sistema, la Asamblea popular asumía el poder legislativo, así como las diversas materias de política exterior. El Consejo de los 500 creado por Clístenes, era un órgano complementario de la Asamblea, cuyos miembros eran elegidos entre las 10 tribus del Ática. Finalmente el Areópago formado por exarcontes mantenía sus prerrogativas legislativas. La existencia de este sistema democrático, implicaba que algunos grupos sociales como los extranjeros o los esclavos se ocupaban de las actividades económicas y del mantenimiento de la población, lo que permitía que los ciudadanos pudieran atender los asuntos políticos de la ciudad. Atenas constituyo un imperio marítimo. Durante este período se declara la Guerra del Peloponeso (431-404) entre Atenas y Esparta. Este período conflictivo de lucha entre las polis griegas, acaba en el 404 con la derrota de Atenas y la disolución de la liga délica. Se iniciará en este momento la hegemonía de la ciudad de Esparta, estableciéndose oligarquías en toda Grecia con el apoyo de guarniciones espartanas. Atenas va a conocer un breve período de gobierno de la oligarquía. En el año 403 a.C. Trasíbulo va a restablecer la democracia ateniense. Se abandona la política marítima imperialista, que había caracterizado el período anterior, iniciándose un período de fomento de la agricultura y la artesanía. El termino “sofista” deriva de la palabra griega sofós, que significa “sabio”. Los griegos lo utilizaban para designar aquel que destacaba en cualquier saber, bien fuera este teórico o práctico. Pero referido a esta época tiene un sentido más específico: sirve para designar a aquellos “maestros del saber” (sofistas) que se dedican a enseñar a otros cobrando como quien ofrece otro oficio cualquiera. La labor intelectual de estos sabios está dirigida a satisfacer la demanda de los ciudadanos atenienses, muy interesados en participar en la vida política de la ciudad-Estado. A diferencia de los sabios tradicionales, dedicados a la especulación y el saber teórico, los sofistas hacen su entrada en la vida social como maestros de “cultura” y de virtud (areté) capaces de hacer prevalecer sus opiniones gracias a su ciencia y a su arte de la oratoria y del discurso. Con el tiempo, esta preocupación por el saber como fuerza práctica deriva hacia un abuso de la retórica como mero arte de convencer al contrario. De aquí deriva la denotación peyorativa del término “sofista”, como elaborador de discursos vacíos, y el de “sofisma”. Este lado más negativo de los sofistas coincide con las guerras del Peloponeso, en la que Atenas y Esparta, ciudadEstado de signo totalitario, se disputan la hegemonía del mundo griego. Los sofistas no constituyen una escuela sino mas bien un movimiento heterogéneo integrado por numerosos sabios que comparten algunos convencimientos comunes, en especial: • • • • Preocupación humanística, frente a las especulaciones cosmologías de los filósofos anteriores. Actitud critica ante las instituciones, a las que acusan de fundarse en falsas leyes naturales. Escepticismo respecto a la capacidad de entendimiento humano: si no es posible discernir con certeza entre lo verdadero y lo falso, la única postura es la duda. Relativismo ante la verdad y los valores morales, condicionados en su opinión por una serie de factores. • • Confianza en la educación y en el valor de la retórica y la dialéctica. Exigencia de pago por su servicio. La sociedad griega venia aceptando, como algo inamovible, la existencia de la naturaleza como generadora de un saber, de unos valores y unas leyes universalmente validas. Los sofistas plantean la necesidad de discutir y distinguir entre lo que realmente es naturaleza o ley natural (physis), y lo que es puro convencionalismo o ley humana (nomos). La sofística se divide en dos etapas: La primera sofistica intenta fundamentar racionalmente las leyes, los dioses y los valores. Estos sofistas consideran que los hombres son iguales por naturaleza y tienden a limar las diferencias que se observan, atribuyendo las desigualdades a la práctica social. Los de la segunda sofística establecen una oposición más radical entre naturaleza y nomos, y llegan a una oposición mas radical entre naturaleza y nomos. Según ellos la ley es la máxima injusticia contra la naturaleza, que no tiene otra ley que la del más fuerte y al del placer individual. EL AUGE DE LAS RELIGIONES MISTÉRICAS Se califica como religión mistérica a aquella que presenta misterios que no se plantea explicar. Las razones para esta negativa a explicar los detalles de la religión pueden ser variadas. Desde razones de defensa de la propia comunidad ante represalias de colectivos mayoritarios, protección de intereses personales, la vivencia de pertenecer a una sociedad exclusiva, o simplemente la imposibilidad de explicar racionalmente esos datos relacionados con la religión. Sus orígenes parecen remontarse hasta el neolítico. Y en cuanto a la procedencia, tampoco es seguro que sean de procedencia oriental. Se observa en la cultura helenística de la Antigua Grecia, siendo ya evidente antes del 600 a.C. • • Los cultos mistéricos de Eleusis o Démeter: hermana/esposa de Zeus o Perséfone: hija de Démeter y esposa de Hades Dionisos y las Bacantes En Grecia comenzaron a tener muchos seguidores las religiones mistéricas del Oriente Próximo, como los dioses frigios. Las religiones mistéricas se extienden desde Grecia hacia la totalidad del Imperio Romano, a pesar de los esfuerzos de varios emperadores por evitarlo, entre los que destacó Augusto. Poco después, con Tiberio, el protagonismo de las religiones mistéricas era una realidad inevitable. Los cultos mistéricos se basaban entre otras cosas, en la transmisión de virtudes y poderes especiales a sus iniciados a través de ritos secretos. Además de sus actos rituales, se realizaba una ceremonia de iniciación que permitía acceder al “culto” y tan sólo los iniciados podían conocer los misterios o secretos contenidos. Ello fue lo que dio nombre a estas variantes religiosas que constituyen los llamados “cultos mistéricos” o simplemente “misterios”. Estos misterios se llevaban a cabo con frecuencia en la oscuridad profunda en grutas y sitios similares. El que asistía a los misterios sin tener derecho a ello y el que revelaba sus secretos era castigado con la muerte, es por ello que la información de que disponemos actualmente acerca de los diferentes cultos mistéricos es escasa. Platón fue criticado duramente por revelar el secreto de los principios filosóficos de los misterios. LA CONDENA DE SOCRATES Aunque fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba su actitud hacia el Estado ateniense y la religión establecida. Fue acusado en el 399 a. C. de despreciar a los dioses del Estado y de introducir nuevas deidades, una referencia al daemonion, o voz interior mística, a la que Sócrates aludía a menudo. También fue acusado de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia y se le confundió con los sofistas, tal vez a consecuencia de la caricatura que realizó de él el poeta cómico Aristófanes en la comedia "Las nubes" representándole como el dueño de una "tienda de ideas" en la que se enseñaba a los jóvenes a hacer que la peor razón apareciera como la razón mejor. SOCRATES COMO INFLUENCIA DE PLATÓN En el año 407, a la edad de veinte años, conoce a Sócrates, quedando admirado por la personalidad y el discurso de Sócrates, admiración que le acompañará toda la vida y que marcará el devenir filosófico de Platón. No parece probable que Platón mantuviera una relación muy intensa con el que consideró su maestro, si entendemos el término relación en su sentido más personal; sí es cierto que entendida en su sentido más teórico la hubo, y de una intensidad que raya en la dependencia. Pero también sobre su relación con Sócrates hay posiciones contradictorias. El que no estuviera presente en la muerte de Sócrates ha hecho pensar que no pertenecía al círculo íntimo de amigos de Sócrates; sin embargo, parece que sí se ofreció como aval de la multa que presumiblemente la Asamblea impondría a Sócrates, antes de que cambiara su decisión por la condena a muerte. Platón recibió importantes influencias de Sócrates ya q fue su discípulo. De él toma su método de investigación ironía y mayéutica (Del griego maieutiké. La mayéutica es el método filosófico de investigación y enseñanza propuesto por Sócrates.) .Para superar el nivel de la opinión (doxa), y alcanzar un conocimiento más objetivo, la ciencia (episteme) Contra el relativismo de los sofistas la universalidad de los conceptos. Platón quiere elevar ese grado de objetividad haciendo ver que las cosas y las acciones deben responder a unos ideales que nadie puede cambiar. Ese es el objetivo de toda su filosofía: de su teoría de las Ideas y de su concepción antropológica y ética. Ambas se entienden la una por la otra. La filosofía como diálogo, la ironía y la dialéctica. CARTA VII DE PLATON La Carta VII fue redactada por Platón durante su periodo de madurez, gracias a ella conocemos las causas de su desencanto político y sus ideas sobre la justicia, las leyes, las virtudes morales y el fundamento del poder. A lo largo del texto, Platón se dirige a los parientes y amigos de Dión para orientarles en la obtención de una forma de gobierno capaz de regirse por las mejores leyes, como también lo hace para explicar la formación de sus ideas sobre un gobierno justo y para excusarse de las acusaciones en los conflictos de Siracusa. En su juventud Platón pensaba dedicarse a la política. Tras la caída de la democracia en Atenas se instauró el régimen de los Treinta Tiranos, entre los cuales se encontraban amigos y familiares de Platón, resultó una dictadura que hizo echar de menos el antiguo orden de las cosas. Decidido a prestar colaboración para cambiar la injusticia por un orden justo pronto cambió de opinión al ver el modo de proceder de los tiranos. Al restaurarse el régimen democrático sintió de nuevo deseos de participar en la política pero tras el procesamiento y ejecución de su maestro Sócrates decidió alejarse definitivamente de la política práctica y dedicarse a reflexionar sobre sus fundamentos, desde un punto de vista filosófico, con la intención de descubrir las causas del fracaso de todos los sistemas políticos. Así llegó a la conclusión de que no cesarían las desgracias humanas hasta que fuesen los filósofos quienes ocupasen los cargos públicos. El filósofo prefiere la monarquía o la aristocracia. Por el contrario la democracia le parece una anarquía en la que cada cual hace lo que quiere y todos se creen capaces de gobernar la ciudad hasta que el favorito se apodera del mando, implanta la tiranía e impera aún más el desorden y la injusticia. Esto nos da una idea de lo que opinaba del régimen de Dionisio el Viejo, que de esta forma se convirtió en el amo de Silicia. Platón conoce a Dión, cuñado de Dionisio y admirador de los socráticos, y durante veinte años se consagra a la enseñanza en la Academia que fundó en Atenas. Dión convence a Platón de conseguir ese estado ideal convirtiéndose en el tutor de Dionisio el Joven y aconsejarle y ayudarle en la realización de la reforma política. El caso es que después de ser llamado Platón por el rey, Dionisio el Joven al suceder al trono a su padre, éste lo expulsa influido por los miembros del partido conservador, partidarios del mantenimiento de la tiranía, que vieron en Platón y Dión un peligro para el derrocamiento del régimen vigente en nombre de la filosofía. Así Platón fracasa en sus intentos de poner en práctica lo que pensaba de la legislación y la política en el que pensaba que podría llegar a ser un buen gobernante. “Me aventuré a hacer el viaje porque me avergonzaba quedar ante mí mismo como alguien que habla mucho pero luego no se atreve a poner en práctica sus ideas”. Posteriormente Dionisio invita de nuevo a Platón y el filósofo se dirige a Siracusa acompañado de varios discípulos, pero el éste no soportó la prueba de su enseñanza y terminó por retenerle casi como prisionero y liberado por Arquitas regresó a Atenas. Pero Dión no desistió en su empeño, sino que reclutó un ejército del que formaban parte discípulos de Platón, venció a Dionisio e instauró una dictadura. Sin embargo a los tres años fue asesinado por su amigo Calipo. Platón continuó su trabajo en Atenas al frente de la Academia hasta la fecha de su muerte (348-347). En sus enseñanzas Platón trató de superar el particularismo de Sócrates y de dar a la ley un fundamento sólido, estable y universal, independiente de la diversidad y variedad de normas y costumbres de cada ciudad. El objeto de la ley es el bien común de la ciudad, por encima de los intereses particulares de los individuos, pero no es una norma rígida e inflexible, sino racional y acomodable a las circunstancias. El gobernante está sobre las leyes, pudiendo modificarlas según las circunstancias y conforme le dicte la sabiduría práctica. Para hacer que se cumplan debe insistir más en la razones que le sirven de fundamento que en los castigos de los infractores. De este modo la ley es, para él, un pensamiento razonado, que surge de la razón verdadera y recta, puesto por escrito y sancionado por el legislador, y que aceptado por el pueblo, se convierte en norma común de la ciudad. LOS VIAJES A SIRACUSA Y EL PITAGORISMO En el año 399, tras la muerte de Sócrates, Platón abandona Atenas y se instala en Megara, donde residía el filósofo Euclides que había fundado una escuela socrática en dicha ciudad. Posteriormente parece que realizó viajes por Egipto y estuvo en Cirene, (noticias ambas, aunque probables, difíciles de contrastar, no habiéndose referido Platón nunca a dichos viajes, por lo que también es probable que luego de una breve estancia en Megara regresara a Atenas) yendo posteriormente a Italia en donde encontraría a Arquitas de Tarento, quien dirigía una sociedad pitagórica, y con quien trabó amistad. Platón se hizo amigo de Dion , con el concibió la idea de poner en marcha ciertas ideas políticas sobre el buen gobierno que requerían la colaboración de Dionisio , este ultimo le retuvo prisionero y lo hizo vender como esclavo en Egina siendo rescatado por un conciudadano que lo devolvió libre a Atenas. En el año 369 a.C vuelve a Siracusa invitado por Dion, con el objetivo de hacerse cargo de la educación de Dionisio II. Tras algunas dificultades consigue abandonar Siracusa y volver a Atenas. En el 361 a.C Dionisio II le pide que vuelva a Siracusa, fracasando igual que en las ocasiones anteriores. Volvió a Atenas y continuo sus actividades en la academia, siendo ganado por la decepción y el pesimismo lo que se refleja en sus ultimas obras. El pitagorismo fue movimiento filosófico, científico y religioso fundado en el siglo a.C por Pitágoras. Su tesis básica es la consideración del número como en constitutivo último de la realidad. A diferencia del punto de vista actual, los pitagóricos estudiaron y desarrollaron las matemáticas movidos por preocupaciones religiosas y filosóficas, lo que les condujo a una concepción religiosa y casi mágica de los números. Su fascinación por la aritmética (de los números enteros y racionales que eran los únicos que por entonces se conocían) les llevó a considerar que el arché de todas las cosas es el número. Aristóteles nos dice que los pitagóricos tuvieron varias razones para defender esta tesis: • su dedicación casi religiosa a la matemática; • las semejanzas que creyeron encontrar entre los seres y los números; • el descubrimiento de que las relaciones de las escalas musicales eran expresables en números y de la existencia de proporciones matemáticas entre las diferentes cuerdas vibrantes y los distintos tonos; • la creencia de que los cielos eran armonía y número. Creyeron que todos los números se forman sumando unidades y utilizaron representaciones espaciales para referirse a ellos (al modo como ahora nosotros representamos los números en los dados o en las fichas de dominó). Esta concepción cuasi-material de los números favoreció la interpretación del número como arché o principio último de la realidad. LA FUNDACIÓN DE LA ACADEMIA, SU ACTIVIDAD Y SUINFLUENCIAPOSTERIOR Tras viajar a Sicilia, Platón fundó, al lado del santuario dedicado al héroe Academo, una escuela que se convertirá en centro de la vida intelectual durante muchos siglos: La Academia estaba inspirada en las comunidades pitagóricas, pero, a diferencia de éstas, gozaba de una gran libertad intelectual. En la Academia se estudiaba gran diversidad de materias como matemáticas, música, astronomía etc. Materias todas ellas consideradas imprescindibles para formar a hombres verdaderamente válidos para la política. Eso sí, como colofón de los estudios académicos siempre se encontraba la filosofía. Por lo que respecta a la Academia, esta época de madurez en Atenas supuso un autentico oasis de paz y estabilidad que permitió a Platón desarrollar su filosofía más emblemática. El objetivo era el de fundamentar la posibilidad de alcanzar la verdad absoluta. Y es que consideraba insostenibles el relativismo y el escepticismo de los sofistas. Los valores éticos y políticos de Sócrates no podían ser relativos; ¿cómo podrían, entonces, convertirse en absolutos? Su teoría del conocimiento, ligada a su teoría de las ideas, mostrará el camino. A los sesenta años a instancias de su amigo Dion y ron el objetivo de implantar el ideal político descrito en el diálogo La República Platón emprende un segundo viaje a Italia. El viaje fue, políticamente hablando, un fracaso. A consecuencia de diferentes conspiraciones sicilianas, fue recluido, casi encarcelado, durante dos años. Un tiempo y unas vivencias que llevaron a Platón a largas meditaciones sobre su filosofía y su fundamento teórico: la original teoría de los ideas. Y es que cuanto más reflexionaba, más dudas le asaltaban. Su obra de este período está llena de dudas enriquecedoras, incluso el personaje de Sócrates aparece inseguro e incapaz de superar las objeciones del interlocutor. En el 367 a. C. ingreso en la Academia un alumno que paso largas horas dialogando con el maestro; este alumno, Aristóteles, fue, sin duda, uno de los mayores estímulos intelectuales recibidos por Platón. A los 66 años viajó por tercera vez a Sicilia, como respuesta a la llamada del gobernante de Siracusa y presionado por el matemático pitagórico Arquitas. De vuelta a Atenas, sin los éxitos esperados, continuó escribiendo y revisando sus teorías hasta el momento de su muerte a los 80 años (año 347 antes de nuestra era). RELACIÓN DELPENSAMIENTO DE PLATÓN CON SU MARCO HISTÓRICO, SOCIOCULTURAL Y FILOSÓFICO El pensamiento de Platón fue posible gracias a un conjunto de hechos e influencias históricas, socio-culturales y filosóficas. Grecia era un conjunto de polis independientes cultural, militar y económicamente, a las que únicamente unía la religión y la lengua comunes a todos, y que se extiende desde Sicilia hasta el Asia Menor. Platón, esmeradamente educado, vive en los siglos V y IV a.C., período convulso políticamente por las luchas de los pueblos del Ática (Atenas) y los del Peloponeso (Esparta y sus aliados). Los tiempos gloriosos de triunfo sobre los persas en las guerras Médicas, que hicieron de Atenas la capital del mundo, han pasado. Pericles había instaurado un sistema democrático de participación de todos los ciudadanos en el gobierno, a excepción de las mujeres los esclavos y los extranjeros. Este gobierno sufre la oposición de los que tienen algo que perder, de la aristocracia, así como de la vecina Esparta. Atenas es derrotada por Esparta en las guerras del Peloponeso, y le impone el gobierno de los treinta tiranos. Se oscurecen los grandes ideales morales y patrióticos de la tradición ateniense. Sócrates es víctima de la intransigencia, que hace que Platón, descendiente de las familias más nobles de Grecia, desilusionado, abandone la política y se dedique a la filosofía. Socialmente Grecia es una sociedad pobre, basada en la agricultura y en el comercio marítimo. Sociedad jerarquizada, dividida en estamentos, esclavista (ciudadanos, extranjeros y esclavos), apoyada en los valores propios de la aristocracia, de los mejores, y democrática. Debatían y resolvían los problemas en el Agora. Culturalmente Atenas es el centro de la humanidad. Los griegos llegaron en todos los órdenes culturales a cotas jamás alcanzadas de nuevo. Las tragedias de Eurípides, Sófocles y Esquilo, las comedias de Aristófanes, los poemas de Píndaro o Safo, la historia con Jenofonte. El Partenón, en la acrópolis, es el primer monumento de su arquitectura, en la que tenían tres órdenes: jónico, dórico y corintio. Fidias y Mirón en escultura, Praxíteles y Scopas en pintura. Tolerantes en temas de religión a pesar de la condena de Sócrates, no existían sacerdotes, ni dogmas. Religión politeísta con Zeus a la cabeza de los dioses y basada en los oráculos y pitonisas, (Delfos). El ambiente filosófico estaba marcado por los sofistas que también habían acudido a Atenas desde las más variadas partes de Grecia. Son los maestros de las virtudes ciudadanas, pero, de acuerdo con el ambiente social y político de Atenas, sus principios morales se basan en la utilidad y en el interés. Ellos conduce a que los valores morales (bueno-malo, justoinjusto...) sean convencionales, esto es, variables según la conveniencia del individuo, aunque dentro de las exigencias y deberes ciudadanos que venían definidos por las leyes. En este ambiente, sobresale la figura de Sócrates que pretende buscar una objetividad tanto moral como en las definiciones de las cosas, frente al convencionalismo de los sofistas. La escuela de Anaxágoras, los matemáticos como Eudoxo y la propia Academia platónica completan este marco.