La minería del cobre en Chile 1 La minería del cobre en Chile Mauricio Muñoz - Sociólogo – Área Laboral ICAL El subcontrato como práctica de flexibilidad laboral hegemónica y técnica de dominación La minería es el sector productivo que más aporta al PIB nacional. En el año 2010, según información entregada por el Banco Central de Chile, la explotación minera contribuyó con más de 19 millones de millones de pesos, lo que representa cerca del 20% del total nacional. Dentro de la minería, el subsector de la explotación cuprífera es el de mayor importancia en tanto significa el 90,3% de esta cantidad. El cobre es actualmente uno de los minerales de mayor utilización en la industria manufacturera, eléctrica, electrónica y química, en la construcción de maquinarias y automóviles, y como material bactericida. La producción de cobre en Chile se lleva a cabo, principalmente, en las siguientes regiones: de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y del Lib. Gral. B. O`Higgins; donde se concentran la casi totalidad de las reservas conocidas del país, que equivalen a poco menos del 40% de las reservas del planeta1. La Producción El cobre se produce, principalmente, bajo la forma de cátodos, concentrados y refinados a fuego y es efectuada por tres grupos de empresas de la minería del cobre: Gran Minería, representada por 16 empresas privadas y una estatal, la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), que han producido entre el 90 y 94% del total nacional en los últimos 7 años; Mediana Minería, representada por unas 22 empresas principalmente nacionales, que produjeron entre el 5 y el 9% y Pequeña Minería, que produjo del orden del 1% de dicho total2. Según el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), la cantidad de cobre que se produjo en Chile durante el año 2009 fue de 5.411.844 Toneladas Métricas Finas (tmf). 1 2 Sernageomin. (2010). Anuario de la minería chilena 2009. (p. 62). Santiago Ibidem. 3 Las principales productoras de cobre en Chile son3: 1) Anglo American: Con sus divisiones a) Norte, constituida por Mantos Blancos (Antofagasta) y Mantoverde (Atacama); y b) Sur, cuya producción se origina en las minas Los Bronces, ubicada al noroeste de Santiago, y El Soldado, al suroeste de la misma ciudad. 2) Candelaria: Esta minera está ubicada en Tierra Amarilla, Copiapó. Es propiedad de la norteamericana Freeport-McMoran (80%) en asociación con Sumitomo de Japón (20%). 3) Cerro Colorado: Minera que forma parte de la multinacional BHP Billiton (de capitales ingleses y australianos). 4) CODELCO Chile: Sus yacimientos mineros son Andina, Chuquicamata, El Teniente, Radomiro Tomic, Salvador, Gaby y cuenta con una participación del 49% en El Abra. 5) Collahuasi: El 44% de esta productora pertenece a Anglo American, un porcentaje idéntico a Xstrata, de capitales anglo-suizos, y el restante 12% a Nippon-Mitsui. 6) El Abra: Compañía perteneciente en un 51% a Freeport-McMoran y en un 49% a CODELCO, que aportó los derechos mineros y de agua para el desarrollo del proyecto. 7) El Tesoro: El holding Antofagasta Minerals, una de las empresas matrices del Grupo Luksic, es dueño del 70% de su propiedad, el restante 30% pertenece a la corporación japonesa Marubeni. 8) Escondida: Perteneciente a las multinacionales BHP Billiton en un 57,5% (mismos capitales que Cerro Colorado), a Rio Tinto (capitales ingleses) en un 30%, al consorcio japonés JECO, liderado por Mitsubichi, en un 30% y al Banco Mundial en un 2,5%. Su producción durante el 2008 llegó a 1.254.000 toneladas de cobre fino. 9) Los Pelambres: Perteneciente a Antofagasta Minerals en asociación con Mitsubishi y Mitsui. 10) Quebrada Blanca: La compañía canadiense Teck es propietaria del 77% de esta minera, el 10% pertenece a Enami y el restante 13% a Inversiones Mineras. 11) Zaldívar: Perteneciente a la canadiense Barrick Gold, tiene unas reservas estimadas en 2.655.000 toneladas y una vida útil de 20 años. Nuestro país es el mayor productor de cobre a nivel mundial con el 35% de la explotación a nivel planetario. La mayor parte de esta producción, 3.861.000 toneladas de un total de 5.330.000 que se produjeron el año 2008, pertenece al sector privado, siendo Escondida, con 1.254.000 toneladas, la minera privada que más produce. 3 Schwarz, S. (Editora). (2010). Compendio de la Minería Chilena 2009. (pp. 81 – 85). Santiago: Editec S.A. 4 Fuerza de Trabajo: predominio del subcontrato La cantidad de fuerza de trabajo que utiliza la minería, contratada de forma directa, es baja en comparación de su capacidad productiva. Las razones son el elevado desarrollo tecnológico de los medios de producción utilizados en la explotación, que permite ocupar una baja cantidad de trabajadores en relación a los niveles de explotación, y sobretodo, el alto grado de subcontratación que se da en las empresas que pertenecen a este sector productivo y que abarca, como veremos más adelante, todas las etapas del proceso de producción minero. Según la Encuesta Laboral (ENCLA) de la Dirección del Trabajo del año 2008, el 43,4% de las empresas pertenecientes al sector de la Explotación de Minas y Canteras subcontratan actividades y el 11,1% utiliza trabajadores de servicios transitorios, esta última cifra la más alta a nivel nacional6. En la misma línea, la proporción de trabajadores externos en relación con el total de trabajadores, en la explotación minera, llega al 38%7. Y, finalmente, llama la atención que el 75,8% de las empresas mineras que subcontratan trabajadores, lo hagan para realizar la principal actividad de estas compañías8. Ganancias Las ganancias de la gran minería, al finalizar el 2010, sumaron 11.589 millones de dólares (US$), lo que representa un incremento de 47% respecto del año anterior. Las mayores ganancias del 2010 las registró Minera Escondida, con una expansión 35,6%. Esto significó que la firma pasara de tener una utilidad neta de US$ 3.200 millones en 2009 a alcanzar los US$ 4.338 millones en 2010. En ello fue determinante el aumento de las ventas desde US$ 7.071 millones en el año 2009 a US$ 9.211 millones en 2010, lo que representa un incremento de 30,3%4. Con estos antecedentes se proyecta un auspicioso año 2011, puesto que en los tres primeros meses del 2010, el metal promedió US$ 4,37 la libra, precio nunca antes visto en el sector. Los expertos creen que el metal promediará los US$ 4 en el resto del año e incluso prevén que puede llegar a cotizarse en US$ 5 la libra en algunas jornadas. Con este escenario, el mercado anticipa que para el 2012, cuando se entreguen las cifras de utilidades del sector del año anterior, estas serán las mejores de su historia5. Diario Estrategia del 1 de Abril de 2011. Diario La Tercera del 31 de Marzo de 2011. 6 Dirección del Trabajo de Chile. (2009). Encla 2008. (p.61). Santiago. 7 Dirección del Trabajo de Chile. (2009). Op. Cit., p. 65. 8 Dirección del Trabajo de Chile. (2009). Op. Cit., p. 71. 4 5 5 Podemos asegurar que en el sector minero las prácticas de flexibilidad laboral están monopolizadas por el subcontrato9, es decir aquella flexibilidad que es de tipo externa y con características cuantitativas10. Los autores Agacino, González y Rojas afirman que la flexibilidad en la cantidad o dotación está vinculada a la contratación a plazo fijo y normalmente se expresa tanto en la subcontratación interna, es decir, en el uso de empresas productoras o de servicios, talleres o trabajadores a domicilio; como en la subcontratación externa, vinculada con trabajadores contratados por cuenta de terceros que desempeñan sus labores dentro de la misma empresa mandante11. Así, en la explotación minera, la subcontratación está presente en todo el proceso productivo12: 1) Pre-producción se ubican en: 1.a) Procesos de prospección, es decir del análisis de los terrenos, y en la constitución de propiedades. propiedades. 1.b) Ingeniería de proyectos y planificación, vinculada a los estudios de factibilidad, de mercado, de impacto ambiental, socioeconómicos y planificación de operaciones. 1.c) Montaje industrial, el cual incluye la instalación de la infraestructura necesaria para el inicio de la explotación minera. 1.d) Desarrollo, que es el momento preparatorio antes de iniciar la explotación, aunque también se ubica en los procesos de expansión que se dan en el transcurso de la producción. Las empresas dedicadas al desarrollo son grandes consorcios, en el mayor de los casos multinacionales, que mantienen contratos para realizar varias faenas de forma paralela. 2) Producción: 2.a) Extracción del mineral para su posterior tratamiento, actividad relacionada con el giro principal de cualquier empresa minera. 2.b) Alimentación de los trabajadores. 2.c) Mantenimiento de las maquinarias. 2.d) Procesamiento y tratamiento del mineral, que comprende los análisis químico y físico, el control de calidad e inspección técnica, el movimiento del producto, la fundición, conversión y refinación. 3) Post-producción, vinculada principalmente al transporte del mineral, los servicios portuarios, de seguros y comercialización. Particularmente en CODELCO, durante el 2010, el personal contratado directamente por la empresa alcanzó a 19.347 personas, de los cuales 18.114 tienen contratos indefinidos y 1.233 tienen contratos temporales13. Para el mismo periodo, los trabajadores en régimen de subcontrato Agacino, R., González, C., y Rojas, J. (1998). Capital Transnacional y Trabajo. El Desarrollo Minero en Chile. Santiago: Lom ediciones. Respecto de los tipos de flexibilidad laboral ver Echeverría, M. (2003). Aportes para el debate conceptual sobre flexibilidad laboral. Santiago: Colección Ideas., Ozaki, M. (2000). Negociar la flexibilidad. Suiza: OIT., Dahrendorf, R. (1986). La flexibilidad del mercado del trabajo. (p. 10). Madrid: OCDE. Citado por Chávez, I. (2001). Aportes: Revista de la facultad de economía-BUAP. Año VI. Núm. 17. (p. 68). Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla., Goudswaar , A., De Nanteuil-Miribel, M. (2000), Flexibilité et conditions de travail. Dublín: fondation européenne pour l’amélioration des conditions de vie et de travail. Citado por Soto, A., Espinoza, G., Gómez, J. (2008). Aspectos subjetivos vinculados vinculados a la flexibilidad laboral. En: Soto, A. (editor). Flexibilidad laboral y subjetividades. Hacia una comprensión psicosocial del empleo contemporáneo. (pp. 13 – 14). Santiago: Lom ediciones. 11 Agacino, R., González, C., y Rojas, J. (1998). Op. Cit., p. 121. Ver además: Caputo, O. y Galarce, G. (2007). Trabajo precario en el cobre chileno. Fuente: http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/caputoo/caputolo0050.pdf consultado el 26-09-2011. 12 Agacino, R., González, C., y Rojas, J. (1998). Op. Cit., pp. 130-136. 9 10 6 alcanzan los 41.24114, duplicando la cantidad de personal propio de la compañía. En el sector privado, el caso de Minera Escondida15 es el más representativo, tanto por su elevada tasa de ganancia como por la cantidad de subcontratados. Durante el año 2009 el personal contratado de forma directa por esta minera llegó a 3.348 trabajadores16y, por otro lado, los trabajadores subcontratados alcanzaron a 5.010 personas, a través de 130 empresas contratistas17. proyecciones, ¿por qué se hacen necesarios tan altos niveles de subcontratación?, ¿es gracias a estas políticas de flexibilidad laboral que aumentan las utilidades?, ¿La flexibilidad responde sólo a una necesidad económica? El subcontrato como técnica de dominación Un análisis realizado desde la economía19indica que existen factores determinantes que son tomados en cuenta por las empresas mineras chilenas de cobre a la hora de subcontratar personal. Estos son: 1) La especificidad20. Relacionada con el “tipo de trabajadores” destinados a realizar cada una de las tareas que la producción demanda. Para ciertas labores sólo se utilizan trabajadores en régimen de subcontrato y para otras la fuerza de trabajo es mixta. 2) La incertidumbre21. Que se mide por la variabilidad a través del cambio en el número de trabajadores o en la producción entre un periodo u otro. Mientras mayores son los costos, mayor es la presión sobre el precio de la faena, de manera que la incertidumbre se dispara y, por lo tanto, mayor es el nivel de subcontratación, puesto que son menores los costos de despido asociados al cierre, al contar con mano de obra flexible, con contratos a plazo fijo22. La subcontratación de personal responde a las necesidades que tiene el capital de aumentar o disminuir la cantidad de trabajadores según aumente o disminuya la demanda del mercado. Así, la flexibilización de las relaciones laborales no es otra cosa que la monopolización del control y demanda de la fuerza de trabajo de parte del empresariado según las necesidades propias del capital. Estas necesidades, que responden a ciertas condiciones materiales en las que se da la producción, son las que determinan las características de las políticas de flexibilidad que implementarán las compañías18. En este sentido, si las condiciones en las cuales se desarrollan los capitales multinacionales instalados en Chile para la explotación minera le son tan favorables, lo que ha implicado elevadas utilidades, así como también auspiciosas Codelco. Op. Cit., p. 17. Escondida es el segundo productor de cobre más grande de Chile, aportando con un 26,7% del total de la producción nacional. Según el periódico Estrategia del 1 de abril de 2011, las mayores ganancias en la explotación de cobre durante el año 2010 las registró esta minera, con una expansión 35,6%. Esto significó que la firma pasara de tener una utilidad neta de US$3.200 millones en 2009 a alcanzar los US$4.338 millones en 2010. En ello fue determinante el aumento de las ventas desde US$7.071 millones en el año 2009 a US$ 9.211 millones en 2010, lo que representa un incremento de 30,3% 16 Minera Escondida. Informe de Sustentabilidad 2009. (p. 20). 17 Minera Escondida. Op. Cit., p. 24. 18 Muñoz, M. (2011). TELEFÓNICA CHILE. Reestructuraciones productivas periodo 1990 – 2006. Impactos en materia de flexibilidad laboral. (p. 24). Tesis para optar el título profesional de Sociólogo, Universidad Arcis, Santiago. 19 Perez, P. y Villalobos, P. (2010). ¿Por qué subcontratan las empresas mineras en Chile?. En: Estudios Públicos Nº 119. (pp. 63 – 91). Santiago: Centro de Estudios Públicos (CEP). 20 Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., p. 77. 21 Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., p. 78. 22 Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., p. 84. 14 15 7 El subcontrato se encuentra ligado a un proceso de fragmentación y precarización social que no es nuevo, el cual fue instalado en plena Dictadura Militar con el “Plan Laboral” impulsado por José Piñera desde el ministerio del trabajo, y que dio comienzo a un progresivo y mantenido proceso que profundiza la dominación social a través inseguridad laboral y precarización del empleo27. Así, los principales impactos que se han podido constatar en la subjetividad de los trabajadores contratistas del cobre, giran en torno a dos dimensiones28: 3) El tamaño23. Vinculado con la producción de cada faena en cada periodo de tiempo. No sólo el tamaño de la producción determina la fracción de la fuerza de trabajo subcontratada, sino que además la fracción subcontratada también determina el tamaño de la empresa. Particularmente las empresas de la minería del cobre no establecen el nivel de producción que les permitiría maximizar las utilidades, sino que producen lo máximo en función de su capacidad instalada. La principal conclusión al respecto es que a mayor tamaño de la faena, mayor es el número de subcontratados24. 4) El precio del cobre. Mientras mayor sea el precio del metal rojo las compañías tienden a intensificar el grado de subcontratación. Con lo que obtienen mayores ganancias utilizando trabajadores subcontratados para, en estos periodos específicos, generar un mayor grado de explotación cuprífera25. Según este estudio, los costos laborales, es decir, del precio de la fuerza de trabajo interna y externa; los riesgos en las faenas y la propiedad (estatal o privada) del capital, no son variables que resultan significativas a la hora de subcontratar26. 1) Diferencia de “estatus” entre los trabajadores de planta y los contratistas. Obviamente explicable por la condición del trabajador, pero también por el problema del “doble mando” o “desperfilamiento del empleador”, puesto que es la empresa “mandante” y no la “contratista” quien genera las pautas de trabajo, lo cual se agudiza en los casos donde los grupos de trabajo están compuestos por ambos “tipos” de trabajadores y es facilitado, sobretodo, por las características de enclave que tiene la producción minera, donde existe una distancia absoluta con los empleadores contratistas. 2) Problema de identidad del trabajador. En la mayoría de los casos los trabajadores desarrollan fuertes vínculos de pertenencia, mucho más consolidados, con las empresas mandantes que con los contratistas. Esto se debe a: 2.1) Las trayectorias laborales están ligadas a la mandante, sea porque son ex trabajadores de planta o porque a pesar de cambiar de forma frecuente de empleador contratista, se mantienen trabajando por largo tiempo con subcontratado de la misma empresa matriz. 2.2) Es la empresa mandante y no la contratista la responsable principal tanto de su empleo como de las condiciones materiales de producción y existencia. La subcontratación permite utilizar la fuerza de trabajo según las necesidades de las compañías y está vinculada principalmente a la demanda de adaptabilidad que los vaivenes de los mercados le imprimen a la producción. Adaptabilidad. Es decir, mantener o disminuir los costos de la producción, transfiriéndolos a las empresas contratistas y, en último término, a sus trabajadores, en virtud de aumentar la tasa de ganancia. Pero la subcontratación, en tanto política de flexibilidad laboral, no sólo demuestra su eficacia y beneficio para el capital al ser una herramienta que permite obtener mayores utilidades disminuyendo los costos y el riesgo de la inversión. La subcontratación alcanza el estatus de técnica de dominación cuando es utilizada como un dispositivo que permite la gestión y el control de los trabajadores a través del deterioro de las condiciones laborales. Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., p. 79. Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., p. 84. 25 Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., pp. 83-84. 26 Perez, P. y Villalobos, P. (2010). Op. Cit., p. 85 27 Ver Escobar, P. (1999). Trabajadores y Empleo en el Chile de los noventa. Santiago: Lom ediciones. Ulloa, V. (2003). El movimiento sindical chileno del siglo XX hasta nuestros días. Santiago: OIT-CUT. Lara, C. (2008). La subcontratación en Chile. De la nueva ley a la movilización de los trabajadores. Santiago: Oxfam editorial. Núñez, D. (2009). El movimiento de los trabajadores contratistas de CODELCO: Una experiencia innovadora de negociación colectiva. En Aravena, A. y Núñez, D. (editores). El renacer de la huelga obrera en Chile. El movimiento sindical en la primera década del siglo XXI. (pp. 37 – 74). Santiago: Ical. Villalobos, C. (2010). Op. Cit. 28 Villalobos, C. (2010). Op. Cit., pp. 19 – 21. 23 24 8 2.3) Los trabajadores, independiente si son contratistas o de planta, se consideran “mineros”, principalmente debido a rigor propio de la actividad minera, su contexto y organización productiva. nuevas organizaciones sindicales vinculadas a los subcontratados. La organización capitalista del trabajo es siempre y a la vez técnica de producción y técnica de dominación y, por lo tanto, es también articulación de resistencia. La subcontratación, como táctica de dominio, tiende a disociar y contraponer a los sujetos que participan directamente de la producción, incluso a trabajadores que ejercen la misma función dentro de una empresa, bajo condiciones materiales similares pero diferentes formas contractuales de vinculación con sus empleadores. Crea trabajadores de distintas categorías a la vez que acota la potencialidad de estos a la producción. Complejiza los procesos de constitución identitaria, entremezclando y muchas veces confundiendo culturas laborales y desvirtuando los sentidos de los trabajadores. Las organizaciones sindicales que han conformado los trabajadores del subcontrato de la minería del cobre tienen una data que alcanza más de 20 años. Su emergencia se da a fines de la década de los ochenta y está vinculada al Sindicato Nacional de Montaje Industrial (SINAMI) y los trabajadores de la construcción con presencia en las obras de instalación de los yacimientos mineros (principalmente en El Teniente donde en el periodo 1987-1988 existían más de ocho mil trabajadores en régimen de subcontrato). En 1990, convocado por el Sindicato Interempresas de Trabajadores Contratistas (SITECO), se realiza el encuentro de dirigentes y delegados de personal de trabajadores de El Teniente y, en 1991, se constituyó la Federación Nacional de Trabajadores Contratistas que agrupaba al SITECO, Caucho del Sur y a otras dos contratistas de Potrerillos y El Salvador. Todos estos trabajadores de empresas contratadas por CODELCO30. La articulación de resistencia Aún así, la configuración productiva de la minería del cobre chileno, que además de mezclar la internacionalización del capital con la administración estatal de las mineras, genera diversidad en las formas de relaciones contractuales, segmentando el mercado del trabajo entre “ocupaciones típicas” y “ocupaciones atípicas y precarias”, impactando en la situación objetiva y subjetiva de los trabajadores29 ; entrega las condiciones para la emergencia de Durante la década de los noventa son reiteradas las denuncias relacionadas con bajos salarios, agotadoras jornadas laborales, problemas en el pago de horas extraordinarias, incumplimiento de los estándares de seguridad, precaria infraestructura y medios de transporte a las faenas y el constante despido y recontratación de trabajadores para evitar el pago de indemnizaciones de parte de los empleadores. Cuestión que estalla en el año 2003 con un gran conflicto en la mina El Teniente, que llegó incluso a la ocupación del yacimiento de parte de los trabajadores agrupados en el SITECO. Esto dio paso a una seguidilla de conflictos entre los trabajadores subcontratados y la estatal, los cuales tienen su punto más alto el año 2007 con la conformación, el 8 de junio, de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) y una huelga general que se extendió por 37 días y afectó a las 5 divisiones de CODELCO31. Agacino, R., González, C., y Rojas, J. (1998). Op. Cit., p. 219. Agacino, R., González, C., y Rojas, J. (1998). Op. Cit., p. 194-195. 31 Núñez, D., (2009). Op. Cit. 29 30 9 Tal como la organización y el descontento obrero respondió y ha respondido más que a la identificación de los trabajadores con su trabajo, a la enajenación que este trabajo les provoca, es posible afirmar que la subcontratación como modo de flexibilidad laboral dominante en la actividad cuprífera, además de generar las condiciones que permiten una atomización de los sujetos involucrados en la producción, en su radicalidad abre la posibilidad para la emergencia de subjetividades colectivas, que se identifiquen no precisamente con su labor sino que principalmente con las condiciones de sometimiento, control y explotación común que las constituyen; y, en este identificarse, se generen sentidos de resistencia que deriven en conflictos entre capital y trabajo y, por lo tanto, en identidades colectivas, sentidos de pertenencia que pueden ser construidos en lo extraordinario y particular de la acción colectiva, respecto a un determinado problema, relaciones sociales o enemigos32. 32 De la Garza, E. (1997). Trabajo y mundos de vida. En: Leon, E. y Zemelman, H. (coords.). Subjetividad: umbrales del pensamiento social. (p. 87). México: Anthropos editorial. y De la Garza, E. (2005). Del concepto ampliado de trabajo al de sujeto laboral ampliado. En: De la Garza, E. (compilador). Sindicatos y nuevos movimientos sociales en América Latina. (pp. 14-15). Bs. As.: Clacso. 10 Bibliografía Agacino, R., González, C., y Rojas, J. (1998). Capital Transnacional y Trabajo. El Desarrollo Minero en Chile. Santiago: Lom ediciones. Núñez, D. (2009). El movimiento de los trabajadores contratistas de CODELCO: Una experiencia innovadora de negociación colectiva. En Aravena, A. y Núñez, D. (editores). El renacer de la huelga obrera en Chile. El movimiento sindical en la primera década del siglo XXI. (pp. 37 – 74). Santiago: Ical. Caputo, O. y Galarce, G. (2007). Trabajo precario en el cobre chileno. Fuente: http://www.archivochile.com/ Ideas_Autores/caputoo/caputolo0050.pdf consultado el 26-09-2011. 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