llJ EL D Í A Domingo 10 de abril de 2016/ La s Ú ltim as Noticias Rodrigo López, el pasajero de más atrás, justo antes de mirar feo a un ciclista. M. EUGENIA SAUNAS R odrigo López hace clases de Educación Física en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile; un par de veces a la semana usa el paradero de Portugal con Marcolela, en Santiago Centro. Siempre antes de bajarse de la micro mira a su derecha, porque uno no baja directamente en el paradero, sino justo en medio de la ciclovía por donde se trasladan pedaleros hacia la Alameda. Rodrigo sabe en que hay que bajarse del bus con precaución, ¿pero qué pasa con quiey nes no son usuarios habituales de los recorridos que pasan por Portugal? Básicamente, corren el riesgo de ser embestidos por una bicicleta. En la zona del paradero, la ciclovía está pintada de color celeste y hay unas rayas blancas, pero la pintura ya está bastante desgastada. Un par de metros ant es de la parada, en el suelo está dibujada la señalética que muestra un peatón y hay un pequeño ceda el paso para los ciclistas, pero no todos lo respetan. "Yo siempre me bajo con cuidado. Los ciclistas creen que la ciclovía es un derecho y algunos no tienen noción de que acá la gente se tiene que bajar y cruzar", dice el profe, justo después de bajarse de la micro y mirar feo a un ciclista que no lo había visto. Expertos transporte, transeúntes pedaleros proponen soluciones. Extraño diseño: pasajeros bajan de la micro directam ente sobre ciclovía de Av. Portugal Quién tiene la preferencia acá: ¿ciclista o peatón? "El ciclista que venía no había frenado y lo hizo bien encima, cuando yo y otras personas nos bajamos de la micro. Es típico que acá se generen atados por eso" , agrega Rodrigo, quien en la foto aparece descendiendo del bus. Alejandro Tirachini, académico de la División de Ingeniería en Transporte de la U. de Chile, conoce muy bien el problema, porque ha pasado en bicicleta por ahí. " Es difícil solucionarlo, porque hay poco espacio. Lo princi- pal es que el ciclista debe darle preferencia al pasajero del transporte público, porque el peatón es el usuario más vulnerable", dice el doctor en Transporte. · ¿Se podría mejorar de al· guna manera? -Lo que se podría hacer es correr el paradero hacia delante, para que la gente que se baja de la micro quede directamente en él, y hacer que la ciclovía pase por detrás del paradero. Aunque eso igual puede generar conflicto entre los ciclistas y los peatones que quieren acceder al paradero. ¿V qué opinan los ciclistas? Héctor Soto, de 55 años, circula un par de veces a la semana por la ciclovía de Portugal y está consciente del problema. "Yo paso con precaución y bajo la velocidad en esa parte, así que no he tenido problemas, pero hay personas que son muy desconcentradas y se tiran nomás. Además, la pintura se desgastó muy rápido. Podrían pintarla de un color f luorescente y poner un ceda el paso más grande para los ciclis- tas" , recomienda. Desde la Municipa lidad de Santiago se mostraron dispuestos a pintar nuevamente. "En el caso de que la ciclovía necesite mantención, se realizarán los trabajos pertinentes en el corto plazo", dijeron a través de la Dirección de Tránsito, pero descartaron instalar señalética más grande, ya q u e " un manual de señalización de tránsito estandariza los tamaños de los símbolos y señaléticas, y las comunas se atienen a esa normativa".