Expressions•26•espagne 15/05/07 11:56 Page 18 REVISTA DE PRENSA Chanez P, de Blic J, Delacourt C et al. Rev Mal Respir 2006;23:607-18. Aspectos clínicos y terapéuticos del asma leve l asma leve, que según la clasificación del GINA (Global Initiative for Asthma) agrupa el asma intermitente (GINA 1) y el asma persistente leve (GINA 2), es un asma frecuente que a menudo no recibe el tratamiento adecuado. Se creó un grupo de trabajo con objeto de analizar los datos bibliográficos relativos a esta patología. A pesar de su prevalencia, que varía del 42 al 62%, el asma leve no se toma suficientemente en cuenta en la bibliografía médica y su indicación terapéutica es limitada. Además, es una patología más frecuente, más sintomática pero menos controlada en el niño que en el adulto. Los estudios muestran que el asma leve a veces puede complicarse con exacerbaciones graves que requieren asistencia médica urgente. Varios argumentos abogan a favor de un tratamiento antiinflamatorio continuado en los pacientes que padecen asma leve E persistente debido a su eficacia sobre la sintomatología, la disminución del riesgo de exacerbaciones graves, la mejoría funcional y la posible modificación del curso natural de la enfermedad. El tratamiento de base en el asma leve en su forma persistente es la corticoterapia inhalada a dosis bajas: una monoterapia que requiere continuidad. El control del asma sólo se puede lograr mediante un cumplimiento terapéutico satisfactorio, lo que justifica incorporar un elemento educativo a la consulta médica. Es necesario evaluar regularmente al paciente para reducir la dosis de corticoides inhalados al cabo de, por lo menos, tres meses de control óptimo del asma; o, por el contrario y después de haber analizado las causas del fracaso terapéutico, para ajustar el tratamiento al alza en caso de que el control sea insuficiente. Imboden M, Nieters A, Bircher AJ et al; SAPALDIA Team. Clin Mol Allergy 2006;4:9 Polimorfismos genéticos de las citocinas y atopia artiendo de la hipótesis de que los polimorfismos genéticos de las citocinas podrían intervenir en la regulación del equilibrio Th1/Th2, estos autores han estudiado la asociación de estos diferentes polimorfismos con la rinitis alérgica (RA) y con los niveles de IgE específicas y totales. Se analizaron dos cohortes prospectivas: - el subgrupo suizo del ECRHS (European Community Respiratory Health Survey) (n = 418 sujetos de los cuales 192 tenían RA); - la población del estudio SAPALDIA (Study on Air Pollution And Lung Disease In Adults) (n = 6.003 sujetos de los cuales 1.105 tenían RA). Los resultados confirman la asociación entre las P 18 variaciones genéticas de las interleucinas 4, 10, 6 y 18 (IL-4, IL-10, IL-6 e IL-18) y los fenotipos atópicos. En la cohorte SAPALDIA, con un amplio efectivo de sujetos bien caracterizados, los polimorfismos de la IL-6 (-174G>C) y de la IL-18 (-137G>C) se asocian a niveles elevados de IgE totales en sangre en sujetos con RA. También existe relación entre el polimorfismo del IL-18 (-137G>C) y la prevalencia de la RA. Actualmente son necesarios estudios a gran escala que permitan caracterizar la asociación entre perfiles de riesgo, definidos por una predisposición genética y factores de riesgo medioambientales, y fenotipos atópicos específicos. Expressions•26•espagne 15/05/07 11:56 Page 19 Rodriguez-Rajo FJ, Tedeschini E, Aira MJ, Jato V, Frenguelli G. Eur Ann Allergy Clin Immunol 2006;38:265. Cambios climáticos y polinización de las gramíneas en España y en Italia as grandes variaciones observadas en la duración de las estaciones polínicas en Europa se perciben como una señal del cambio climático global. En las últimas décadas se ha puesto de manifiesto un aumento significativo de la temperatura atmosférica en el hemisferio Norte que conlleva modificaciones en el transporte aéreo de los pólenes anemófilos. Se han analizado los datos meteorológicos y polínicos de la familia de las gramíneas en tres sectores geográficos: Italia (Peruggia, periodo 1982-2003) y España (Santiago de Compostela, periodo 19922003 y Vigo, periodo 1994-2003). Durante los últimos años, mientras la temperatura media anual en Peruggia y en Santiago de Compostela ha aumentado, en Vigo, que se halla bajo influencia oceánica, se ha producido el fenómeno L inverso. En la zona continental, la tendencia de la fecha de inicio de la estación polínica sigue una pendiente negativa, mientras que en los sectores españoles más cálidos sigue la tendencia opuesta. Por consiguiente, estos últimos años la estación polínica ha sido más corta. En general, en las zonas más frías las curvas de polinización tenían mayores coeficientes de curtosis (medida de la convexidad) y de asimetría de la distribución. Los cambios registrados tratan ante todo de la cronología de la polinización, pero también afectan al comportamiento de la diseminación polínica. En este estudio, como en muchos otros, las variaciones de temperatura son el principal factor determinante de las modificaciones observadas. Beggs PJ, Bambrick HJ. Environ Health Perspect 2005;113:915-9. ¿Es el aumento generalizado del asma una consecuencia precoz del cambio climático? l aumento de la incidencia, la prevalencia y la morbilidad del asma en las últimas décadas representa un verdadero reto para la sanidad pública. Aunque la etiología del asma sea compleja y multifactorial, estos autores australianos lanzan la hipótesis de que los cambios climáticos de origen antropogénico (asociados a las actividades humanas) son una explicación plausible al aumento observado de la incidencia y la prevalencia del asma. De hecho, los pólenes son un importante factor desencadenante de determinados tipos de asma, pero tanto la concentración de pólenes como las estaciones polínicas dependen de los cambios climáticos y metereológicos. El aumento de la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2) y de la temperatura puede incrementar la cantidad de pólenes en el aire, y parece originar E estaciones polínicas más prolongadas, puesto que cuando suben la temperatura y los niveles de CO2, las plantas producen una mayor cantidad de pólenes. Estos cambios climáticos también podrían generar una mayor alergenicidad en los pólenes. Además, la exposición precoz a un entorno más alergénico también podría originar el desarrollo de otras manifestaciones atópicas, como el eccema y la rinitis alérgica. El cambio climático podría contribuir a la vez a aumentar la prevalencia del asma y a agravar la enfermedad. Nota del editor: En el caso extremo de que nuestros campos o bosques se deserticen (como ocurre por ejemplo en el sur de España), ¿qué tipo de alérgeno se desarrollaría? 19