La influencia de la biografía y la teoría de Sigmund Freud

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La influencia de la biografía y la teoría de Sigmund Freud en los años de mi formación
psicoanalitica*
Ines Bayona Villegas
Sociedad Colombiana de Psicoanálisis
Candidata Promoción XIII
Carrera 10#96-25 (322)-Bogotá, Colombia
inesbayona@hotmail.com
…La batalla de la vida no
siempre la gana el hombre
más fuerte o el más ligero;
porque, tarde o temprano, el
hombre que gana… es aquel
que cree poder hacerlo.
Dr. Christian Barnard
Son muchos los obstáculos, dificultades, dudas que todo candidato enfrenta al iniciar el proceso
de formación psicoanalítica. Comenzando con los estudios básicos del área de la salud como
medicina o psicología, continuando con la práctica clínica en cualquiera que sea su área, en
algunos casos con alguna experiencia ya sea de terapia psicológica, psicoterapia o análisis, en
otros ninguna; el profesional de la salud puede iniciar realmente el proceso de formación
psicoanalítica. Continuando con investigar y seleccionar el instituto que con poco conocimiento
y opciones elegimos desde el punto de vista académico. Con esto, encontramos normas y
reglas a seguir como es elegir una analista didacta, vivir y esperar el duro proceso de dos años
de análisis y luego presentarse como candidato con hoja de vida, escritos y entrevistas por
seguir, hasta esperar el momento de la evaluación y decisión del comité para luego,
encontrarnos con la realidad. Aun más, hasta este momento no sabemos lo que es hacer la
formación analítica y todas sus implicaciones económicas, familiares y sociales. Hoy
escribiendo estas líneas habiendo terminado el primer semestre de mi formación, compartiendo
experiencias y especialmente estudiando, y aun sin comenzar el tercer pilar de la formación:
supervisión individual; sí puedo compartir y tengo cada vez más claro cual es uno de los
aspectos que me motiva a seguir este arduo proceso: la influencia de la Biografía y Teoría de
Sigmund Freud.
Desde que mi interés por la teoría psicoanalítica empezó a crecer en tiempos de la formación
como psicóloga en Buenos Aires, Argentina, y sin tener muy claro el motivo, con algunos

Versión modificada del trabajo presentado durante la Semana del Candidato en La Sociedad Colombiana de
Psicoanálisis, Bogotá junio 2004. También publicado en la revista de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis,
Bogotá, 2004. Vol.29. No 1
1
compañeros decidimos iniciar un grupo de estudio de Freud. Sentía que cualquier camino
profesional que fuese a tomar debía conocer a Freud y su teoría. Palabras de algunos
profesores se repetían en mi interior cuando decían que una persona no podía ser lo que es o
fue si deja de lado su historia, el momento histórico de su ambiente y sus experiencias de vida.
Hoy lo asocio con las series complementarias planteadas por Freud. También las notas de la
lectura La Viena de Freud de la Lic. Enriqueta Moreno (1989) “el pensamiento de un hombre no
es ajeno a la época en que discurre su vida”, son una muestra más que nosotros hoy, también
tenemos un país y una historia que nos hará ser distintos analistas a los de otros países; entre
nosotros mismos aquí en nuestra formación somos distintos, nos vamos formando con lo que
compartimos, creemos, nos sentimos cómodos, con lo que somos con nuestra propia historia;
pero igual, no estamos formando para ser psicoanalistas. Haciendo un corto recorrido por
algunos escritos sobre Freud, Edmund Engeldman (1988) recopiló algunas aspectos
importantes de la vida de Freud y en particular me llamo la atención cuando escribe sobre la
época entre 1920 y 1923 donde Freud además de haber experimentado la primera cirugía para
el cáncer, su hija Sophie había muerto de influenza y tres años mas tarde, su hijo menor
Heinele también murió de tuberculosis, y Freud escribe en una carta a Ferenczi: “I am in a
position similar to our poor Austria: suffering from the pains of restoration, and it is not even sure
whether it will be succesfull”1. Así, veía el inicio de la formación; lejana, complicada y hasta
oscura, era como una utopía, sentía que era imposible de alcanzar. Cuando leo y estudio,
cuando compartimos casos en supervisión y técnica, cuando intentamos entender conceptos
me doy cuenta de lo lejos que estoy hoy de llegar, pero estoy en el camino para alcanzarlo;
cuanto mas leo, mas quiero y mas sé lo mucho que me falta por saber, pero ahí sigo. Hoy,
estoy segura que al ir estudiando la teoría y la biografía donde se refleja permanentemente la
personalidad de Freud, es un aspecto fundamental para la formación de los analistas. Así como
el estudio de la teoría y el análisis didáctico son uno de los requisitos para hacer la formación,
para mí el conocer la vida e historia de Freud como persona ha sido un modelo fundamental
para iniciar y continuar mi formación
Freud (1915) en una de sus exposiciones, expresó a sus oyentes, “hay siempre personas, para
las cuales todo nuevo conocimiento posee un invencible atractivo, a pesar de los
inconvenientes que el estudio del mismo pueda traer consigo”. Cuando leia estas palabras que
Freud expuso ante estudiantes como nosotros, sentía que él estaba hablando en ese momento
frente a mi, dirigiéndose exclusivamente a mi en el hoy, aquí y ahora; su capacidad de anticipar
e intuir lo que uno esta pensado y sintiendo, además la forma como lo verbaliza, comunica
envuelve de una manera que hipnotiza a seguir, a seguir con el psicoanálisis, para acercarse
cada vez mas a ser psicoanalista. Pero no todo es tan lindo, nos encontramos con la realidad
externa donde aparecen las dificultades y obstáculos que ya mencione y entramos en conflicto,
conflicto que el mismo Freud definió como parte de la psique humana. En el acta numero 5 del
seminario de Conceptos Básicos en psicoanálisis (2003) en el tema de “la metapsicología
como la explicación de un acontecer psicológico visto desde varios enfoques: tónico, dinámico y
económico: concluimos que desde el punto de vista dinámico el conflicto no es patología es lo
natural. Lo que impone la psicología es el camino que se le da al conflicto”, me cuestiono una
vez más, sabiendo que no será la última vez, ¿qué tan posible será continuar con este proceso
de formación?, ¿sigo, lo dejo, podré aprender todo, y lo esencial: podré ser analista? Viene el
deseo, la fantasía inconsciente también la fuerza interna que proviene del inconsciente y
moviliza. Surge el deseo del cumplimiento de ese sueño diurno que ya era real en el
inconsciente y la fuerza de este mismo lo traduce en realidad, sin saber cómo, considerándolo
casi como “magia”, como si otra persona, no yo misma, es quien esta logrando este proceso
1
“Estoy en una posición similar a la de nuestra pobre Austria: sufriendo de los dolores de restaurarse, y ni siquiera es
seguro si esto será exitoso”.
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largo, doloroso y costoso. Recordando la lectura sobre el inconsciente que el Dr. Simón
Brainsky (2003) hace en su libro de Psicología y Psicopatología Dinámicas; quisiera transcribir
una cita que el autor toma de la obra de Freud, Lo inconsciente (1915) y dice: “Lo inconsciente,
como la vida psíquica toda, obedece a una causalidad y determinismo. No existe acto psíquico,
por baladí que aparente ser, que no tenga una intencionalidad y una dirección definida”.
La Sociedad Colombiana de Psicoanálisis y su Instituto de Formación el que por lo menos en
Colombia hoy no tiene reconocimiento con el Ministerio de Educación como institución de
Formación de postgrado, podría ser otro obstáculo para decidir continuar con este proceso;
pero lo aceptamos para acogernos a sus normas y procesos, sentimos que con el
reconocimiento internacional como filial de La Asociación Internacional Psicoanalítica-IPA y de
La Federación Psicoanalítica de América Latina-FEPAL nos sentimos salvados por lo menos en
la identidad como analista ya que es reconocida aquí y en cualquier lugar del mundo. Esos
momentos angustiantes donde está la decisión de escoger el analista didacta, donde en mi
experiencia cualquiera hubiera sido indiferente porque no había tenido la oportunidad de
pertenecer a este medio en mi país, por ese sentimiento interno que llamamos intuición surgió
una duda y me preguntaba como era que iba a entregar mi vida a cualquier analista, por lo
menos debería entrevistarme con otros y así aparentemente elegir. En ese momento solo pensé
en como me sentí durante esa primera entrevista y la zona del consultorio; hoy después de dos
años de análisis y un semestre de estudio entiendo un poco mas porque me quede con mi única
opción; no había otra. Con este duro trabajo de iniciar análisis, con todas nuestras resistencias,
defensas y expectativas puestas, seguimos a la presentación como candidato con todos sus
requisitos, hojas por llenar que solo hacen ver lo poco que sabemos y el largo recorrido que
falta para hacer realidad ese sueño de “ser analista” pero no cualquier analista por el simple
titulo; es “ser analista desde adentro, con pasión”. Vienen las entrevistas y todavía hoy
escribiendo estas letras recuerdo la angustia en los sueños y en las fantasías de no ser elegido
y la alta posibilidad de encontrarme con una realidad truncada y sin rumbo. Yo pensaba cual
sería el camino que podría seguir si no fuera aceptada, honestamente no encontré respuesta a
mi pregunta, no quise encontrar una opción, “yo iba hacer mi formación” y aquí estoy. Desde un
punto de vista mas interno, emocional; al iniciar, también elegimos un nuevo circulo de colegas,
amigos que nos dan la sensación de encontrarnos con una familia que no sabíamos que existía
pero sí seguramente permanecía latente en nuestro inconsciente, en otras palabras, al iniciar
el proceso de ser analistas adquirimos y aceptamos un nuevo estilo de vida, un Modus Vivendi
como lo decía Freud refiriéndose a la vida de los pacientes neuróticos.
En Colombia diferente a Argentina, Brasil, México entre otros, nos encontramos con una
sociedad y cultura con muchos mitos, con familias con resistencias sin siquiera conocer del
tema, con grandes dificultades para conseguir pacientes que ayuden a sostener el ritmo
económico que exige la formación, entre análisis didáctico-personal, seminarios, supervisiones,
gastos de consultorio y menos horas laborales de producción por el tiempo que consume la
formación. A estas dificultades, no podemos dejar de lado la situación de incertidumbre
violencia e inseguridad del país además de algunos de los aspectos que en mi parecer son
también muy importantes, si no los mas en la formación de un psicoanalista; es su familia, los
amigos y compañeros, la salud, los momentos de diversión entretenimiento y ocio; en
conclusión, su tiempo como persona e individuo que son los que le permitirán obtener el
complemento para ser y no parecer un mejor analista, para ser una mejor persona.
Durante una de las muchas discusiones académicas que tuvimos la oportunidad de tener en el
seminario de conceptos Básicos de Psicoanálisis (2003), en la primera semana durante la
revisión de la lectura de La Viena de Hoy de la Lic. Enriqueta Moreno (1989), surgió el siguiente
cuestionamiento frente a la siguiente pregunta hipotética: “¿si en ese momento histórico Freud
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no hubiera existido, habría surgido el psicoanálisis?”. Ante este mismo interrogante, yo me
pregunto algo similar, ¿si todas estas dificultades y obstáculos no se hubieran presentado y se
siguieran presentando, habría iniciado mi formación psicoanalítica y seguiría firme para
continuar? Hoy, todavía no estoy muy segura acerca de que me ha mantenido fiel a mis
convicciones, creencias, sueños y fantasías, pero me arriesgaría a decir que todo estaba en mi
inconsciente esperando que lo latente se hiciera manifiesto.
El proceso que he seguido para la realización de este ensayo, me ha confirmado aun mas los
conocimientos que he internacionalizado y aplicado; los veo, los siento como parte de esa
fuerza interior que me ha mantenido donde estoy. Ese deseo que me impulsa a seguir, es hoy
un deseo interno, viene de lo mas profundo de mi inconsciente, seguramente motivado por todo
lo que me rodea, el análisis didáctico-personal, la sociedad como familia y soporte académico,
mis compañeros, los pacientes, mi familia y amigos; pero mas que nada y algo que hasta ahora
he podido reconocer es el estudio, el conocimiento diario y hasta este momento de mi formación
es especialmente La Biografía y la Teoría de Sigmund Freud con ejemplos, frases como la
siguiente, además de todas la que ya he citado en este ensayo, (Freud1925) “El psicoanálisis,
os mostrara también cómo la orientación de vuestra cultura personal y todos los hábitos de
vuestro pensamiento os han de inclinar en contra del psicoanálisis, y cuantas cosas debéis
vencer en vosotros mismos para dominar la hostilidad”.
Hoy a meses de terminar mi formación, en este “continuo proceso”, como fiel estudiante y
seguidora de Freud, mi deseo de continuar con este ensayo esta motivado por su personalidad
y estilo del desarrollo de su teoría, de sus escritos donde cada uno es importante y necesario
para el siguiente, planteándose, replanteándose, preguntándose y continuando, sobrellevando
desilusiones y frustraciones como los que vivió en 1900 por las criticas desfavorables de su
obra La interpretación de los sueños”, acompañado de una complicada situación económica y
poco deseo de continuar su labor con sus pacientes, con sus escritos. Peter Gay en Freud Una
Vida de Nuestro Tiempo (1988) lo describe: “A fines del invierno de 1900, anhelando la
primavera y el sol, habló sobriamente de “catástrofe” y de “colapso”, se había visto obligado a
“demoler” todos sus “castillos en el aire”. Sin embargo, estaba haciendo cuanto podía para
“reunir un poco de coraje y volver a construirlos”.
También para este momento de mi formación otros autores post freudianos han influido en este
proceso de vida, de ser analista, pero analista con pasión por nuestra identidad y profesión.
Algunos de los escritos de A. Green como “Pasiones y Destinos de las Pasiones” en su libro De
Locuras Privadas (1972) nos permiten sentir su pasión por la profesión como un intento de
devolver el lugar que le corresponde al afecto en el entramado de la teoría y la practica
psicoanalítica. Winnicott en su obra El hogar nuestro punto de partida (1986) cuando se refiere
al concepto de creatividad, también se esta dirigiendo a nosotros, analistas en el proceso que
debemos vivir para desarrollar nuestra identidad psicoanalítica: “vivir creativamente implica
conservar algo personal, quizá secreto, que sea incuestionablemente uno mismo”.
Stefan Zweig (1942) escritor austriaco judío definió uno de los retratos más realistas de Freud y
escribió: “No se podía imaginar un ser de espíritu mas intrépido. Instante tras instante, Freud se
atrevía a expresar lo que pensaba, aun cuando sabia que inquietaba y perturbaba con sus
declaraciones claras e inexorables; nunca trató de hacer menos difícil su posición recurriendo a
concesiones, así fueran mínimas o puramente formales”. Con mayor capacidad de decisión,
criterio, identidad entre otras, siguiendo mis pensamientos, deseos e inquietudes y la necesidad
de lanzarme a un nuevo descubrimiento; cuatro años después de haber iniciado análisis
didáctico, empecé a pensar en la posibilidad de cambio de analista didacta. Con todos mis
miedos internos, fantasías, mis objetos perseguidores, posibles obstáculos en la formación,
tradiciones y expectativas propias y del instituto; emprendí el camino de una nueva decisión:
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lanzarme al cambio de analista. Ante todo pronostico desfavorable, por opiniones, por el hecho
de ser candidata en formación con posibilidad de juicio, con posibles criticas y comentarios
como ¿“esto se espera de un candidato, que tan bien visto esta ante el instituto, como puede
hacerle esto a un didacta”? Estos y otros pensamientos fueron mis fantasmas internos con algo
de la realidad externa que por momentos obstaculizaban mi decisión. Simultáneamente lo
trabajaba en mi análisis y durante varios meses intentando entender porque esta inquietud y
este deseo interno, esta necesidad que finalmente fue pensado-analizado-interpretado y no
actuado; de un pensamiento, pasó a ser una realidad. Escogí mi segundo analista con un
criterio propio, personal y de analista, con una cierta teoría interiorizada, con una experiencia
clínica, con esbozos de un modelo técnico. Hoy un año mas tarde en esta continua y nueva
experiencia me siento mas segura y tranquila por la decisión que tanto miedo y angustia me
costo para lograrlo: me atrevería a decir que es una experiencia valiosísima y hasta necesaria
para una formación integral mas completa, para des-idealizar a nuestros maestros y un poco
nuestra profesión, para estar cerca de la realidad unir el ideal del yo con el yo ideal, para
acercar la brecha entre realidad y fantasía y principalmente para ir creando el modelo propio,
individual de persona-analista que es nuestra herramienta primordial para SER psicoanalistas
de corazón, con pasión.
Siendo consecuente con mis pensamientos y valorando con pasión mi formación para cumplir
ese sueño de ser analista de corazón, desde adentro; hoy ya con experiencia vivida no puedo
dejar de integrar la otra y última parte de mi formación: la supervisión. Entre dificultad y
realidad, la deseo calificar como primordial. Es ante todo la que nos pone a prueba no ante los
demás pero si ante nuestro propio narcisismo termino tan estudiado, cuestionado y trabajado
por nosotros en nuestros seminarios, análisis y con los pacientes, pero con una falta grande por
comprender y unificar. Que prueba narcisista, que manera tan extraordinaria de poner a flor de
piel nuestro ser unido a nuestra experiencia profesional académica y clínica. Diría que es el
punto de unión entre la teoría y el análisis personal sin calificarlas en grado de importancia. Solo
las tres, análisis, seminarios y supervisión, “la triangularidad” como decía Freud o la “terceridad”
de Green es la que permite formar a un ser humano, a un analista. Es la prueba ante nosotros
mismos desde los tres aspectos de la triada psicoanalítica requerida para la formación que pone
en juego nuestra capacidad intelectual, nuestra pasión y nuestra realidad como analistas. La
supervisión individual, podría ser otro obstáculo podría ser una experiencia dolorosa pero es
de lo más valiosa; es la prueba de realidad.
La identidad psicoanalítica, objetivo primordial de la formación es obtener un modelo propio a
partir de la triada vivida, estudiada y trabajada durante los años de formación: análisis personalseminarios-supervisión. Es ante todo, tener presente las necesidades de cada uno, pacienteanalista, desarrollar, creer, valorar y amar nuestra profesión, utilizar todo lo que sucede en el
espacio analítico, entre el paciente, el analista y la pareja analítica sin dejar de interpretar,
vivenciando la relación por medio de la transferencia-contratransferencia. Finalmente, en este
continuo proceso de formación psicoanalítica de ir creando en cada uno de notros nuestra
propia manera interiorizada de sentir, de ser y trabajar, de encontrar la propia identidad
psicoanalítica en mí ha sido posible primordialmente por el estudio y credibilidad inspirada en la
teoría y vida de Sigmund Freud.
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Bibliografía
BRAINSKY L. S. (2003) Manual de psicología y Psicopatología Dinámicas. Ancora editores.
Bogotá 2003
DUPARC F. (1999) Andre Green. Biblioteca Nueva. Asociación Psicoanalítica de Madrid. 1999.
Madrid, España
ENGELMAN E. (1996). Sigmund Freud, Berggasse 19. Viena. Austria
FREUD S. Obras Completas, Lecciones Introductorias al Psicoanálisis, Tomo II, Traducción de
Luis López Ballesteros y de Torres, Biblioteca Nueva. Madrid, España 1996
GREEN A. (1986). De Locuras Privadas. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina. 1990.
MORENO E. La Viena de Freud, 1989
ROUDINESCO E. PLON M, Diccionario de Psicoanálisis. Editorial Fiados, Buenos Aires,
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Seminario de Conceptos Básicos de Psicoanálisis Acta # 5 Maria Clara Pinzón. Promoción
XXIII. Bogotá 2003
Seminario de Conceptos Básicos de Psicoanálisis Acta # 1 Camila Gutiérrez C. Promoción
XXIII. Bogotá 2003
WINNICOTT D. (1989). El Hogar Nuestro Punto de Partida. Editorial Paidos. 1994. Buenos
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