La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay LA BATALLA DEL RÍO GRÁNICO Gonzalo LORÉN GARAY1 RESUMEN En este artículo se estudia la batalla del río Gránico, la primera de las tres grandes batallas de Alejandro Magno contra el Imperio Persa. PALABRAS CLAVE Historia Militar; Historia Antigua; Alejandro Magno; Batallas. ABSTRACT This article analyzes the battle of the Granicus river, the first of three major battles fought between Alexander the Great and the Persian Empire KEY WORDS Military History; Ancient History; Alexander the Great; Battles. **** 1 Especialista Universitario en Historia Militar por el IUGM de la UNED (Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia) http://historiagonzalo5331.blogspot.com.es/ 1 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay Introducción Se ha escrito mucho sobre Alejandro Magno y sus conquistas. Aquí se hablará de su primera gran batalla campal en Asia, la del río Gránico. Antes de estudiar el combate en sí, se realizará un breve estudio sobre las herramientas para reconstruirlo, es decir, las fuentes. Escribir sobre Alejandro es un tema excesivamente manido y poco más se puede añadir a lo ya dicho. No obstante en estas páginas se tratará de aportar algún valor añadido. Las fuentes en las conquistas de Alejandro Magno No se conservan fuentes primarias para las campañas de Alejandro Magno. Pudo haber una veintena de autores contemporáneos que aportaron algo a la reconstrucción de la historia. El documento más valioso hubiera sido el diario oficial de la expedición, conocido como las “Efemérides Reales”, llevadas al día por Eumenes de Cardia2 y Diodoto de Eritras3. Estas Efemérides ardieron en la tienda de Eumenes en el 325 a. C. Otros autores fueron Calístenes de Olinto4, Tolomeo Lago5, Cares de Mitilene6, Aristóbulo de Casandra7, Nearco de Creta8, Onesícrito de Astipalea9, Marsias10 o Dicearco de Mesana. Además de los anteriores podríamos mencionar a Polícleto, Antígenes, Ister, Antíclides, Filo de Tebas, Filipo de Tengalea, Hecateo de Eretria, Filipo de Calcidia, Duris de Samos y Clitarco11. Hablando de éste último, se cree que nació en Colofón y que probablemente no participó en la expedición. Vivió después Alejandría, donde tuvo oportunidad de recopilar relatos de soldados de Alejandro que sí que lo hicieron. Con dichos relatos elaboró la Historia de las Campañas de Alejandro, una obra en doce volúmenes que escribió entre el 320 y el 300 a. de C. Por algún motivo la obra de este Clitarco se divulgó ampliamente y junto con algunos elementos tomados de Aristóbulo y Calístenes formó la tradición conocida como Vulgata. Esta Vulgata era ya criticada, por su poco rigor histórico, en época de Cicerón, aunque al tiempo era muy popular. En la Vulgata se basó sobre todo la obra de Diodoro de Sicilia para escribir su libro XVII de la Biblioteca de la Historia. También hizo lo mismo Pompeyo Trogo entre el 20 y el 2 a. de C. con sus Historias Filípicas (sobre la monarquía macedonia). En tercer lugar, Rufo Quinto Curcio escribió su obra Historia de 2 General, canciller y secretario (archigrammateus) de Alejandro. Ayudante del anterior. 4 Historiador “oficial” de la expedición hasta el 328. 5 Compañero de Alejandro y futuro faraón de Egipto. 6 Maestro de ceremonias. 7 Arquitecto e Ingeniero. 8 Almirante de la flota en el viaje de vuelta. 9 Timonel del barco de Alejandro. 10 Amigo de la infancia de Alejandro. 11 Plutarco nombra a estos diez últimos y a cinco de los anteriores a propósito del episodio de las amazonas. Todos los mencionados son contemporáneos pero no necesariamente vivieron los hechos en primera persona, Plutarco no establece diferenciación en este sentido. 3 2 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay Alejandro Magno, ente el 41 y el 50 ya de nuestra era. De Quinto Curcio poco se sabe y de sus libros se perdieron los dos primeros volúmenes. Como los dos autores anteriores se basó en la Vulgata aunque también consultó a otros, por ejemplo a Tolomeo. El trabajo de Pompeyo Trogo se perdió12 aunque Marco Juniano Justino realizó dos siglos después un resumen (Epítome) de su obra13. Por resumir lo dicho anteriormente, sólo conservamos en la actualidad los trabajos de Diodoro, Quinto Curcio y Justino como derivados de la tradición Vulgata. Por otra parte hay otra tradición, todavía menos fiable que la Vulgata, que derivó en la medieval Novela de Alejandro. Suele atribuirse erróneamente a Calístenes. Sólo se nombra aquí para evitar confusiones ya que no es recomendable darle mucho crédito. Por último, se deben resaltar dos historiadores: Plutarco de Queronea y Arhionos de Nicomedia. Plutarco utiliza hasta veinticuatro fuentes, algunas contemporáneas y otras de calidad discutible (incluyendo a Clitarco). No debe olvidarse que vivió cuatro siglos después de los hechos que narra. Arhionos, más conocido como Lucio Flavio Arriano y medio siglo más joven que el anterior, basa su obra en la de varios testigos directos, sobre todo Tolomeo y Aristóbulo. También bebe de Cares, Nearco y Onesícrito14. Por supuesto también tuvo acceso al texto de la Vulgata aunque procuró filtrar con buen criterio, a diferencia de todos los anteriores, por lo que en contraposición, Arriano representa la tradición “oficial” y suele considerarse la fuente más fiable15. Para la batalla que estudia este trabajo se ha utilizado el Libro I de Arriano y dentro de éste el capítulo 11 para las tropas que cruzaron el Helesponto, el 12 para la aproximación y del 13 al 16 para la batalla en sí. De Diodoro se ha extraído información de su Libro XVII en los capítulos 17 al 21. En cuanto a Justino, la descripción de la batalla aparece en el capítulo 6 de su Libro XI. Plutarco la describe en el capítulo 16 aunque cuantifica las fuerzas expedicionarias macedonias en el 15. Quinto Curcio debía describirla en sus libros I y II que, como se dijo, no se conservan, por tanto no se ha incluido en la bibliografía. Situación espacial y temporal En primer lugar se situará la batalla en el espacio y en el tiempo. Arriano dice que la expedición cruzó el Helesponto en el comienzo de la primavera. Por las vicisitudes relatadas puede fijarse la fecha del combate en la segunda mitad de la primavera. Diodoro afirma que cuando Alejandro cruzó a Asia, Ctesicles 12 Plinio y otros autores pudieron rescatar el prólogo. Hay dudas sobre la datación de la vida y obra de Justino: Entre el siglo II y el IV según diversos autores. 14 Por cierto que a veces critica a éste último. 15 Para todo este análisis genérico de las fuentes se ha utilizado sobre todo a Plutarco, 46; Caratini, 16‐17; Quesada, 2 y Vázquez, 30. 13 3 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay era arconte de Atenas16. Plutarco nos indica que la batalla aconteció en el mes de Daesius17. Al ser el calendario macedonio lunisolar y de 354 días resulta complicado buscar una equivalencia con un mes actual pero volvemos al entorno de mayo o junio. Otros autores modernos concretan el mes indicando que se desarrolló en mayo (Vázquez, 52) o junio (Caratini, 161). Este detalle mensual parece muy arriesgado a juzgar por los datos disponibles. En cuanto al año se acepta genéricamente que fue en el 334 a. de C. Sobre la hora de la batalla hay discrepancias. Diodoro dice que Alejandro tuvo noticia del ejército persa18, avanzó hacia ellos y acampó en su lado del río19. Por otra parte los persas descansaron en el suyo vigilando un posible cruce macedonio. Pero Alejandro cruzó el río al amanecer20 sin que los persas pudieran evitarlo y desplegó su ejército en buen orden de batalla. Otros autores no coinciden con Diodoro. Arriano indica que la intención de Alejandro fue la de atacar inmediatamente pero Parmenio le aconsejó acampar e intentar cruzar el río al romper el día por el riesgo que suponía hacerlo en ese momento. Alejandro reconoce la fuerza de los argumentos de Parmenio, sin embargo ordena el ataque en ese momento. Plutarco cuenta una historia parecida en la que Parmenio advierte que ya es tarde para forzar el cruce pero Alejandro no escucha su consejo y se lanza al ataque. En cuanto a la situación, según Estrabón (Ápud Thomson, 2007, 53)21 se dio en las orillas del río Gránico22, lo que da nombre a la batalla, aunque también se conoce como la batalla de las Planicies de Adrastia23. El río discurre hacia el norte desde el Monte Ida al Propontis, en Misia24. Según Arriano las tropas macedonias venían de Lampsaco25 y entre esta localidad y el mencionado río sólo se nombran Colonae y Hermontus26. Desde la última mandó Alejandro un destacamento, al mando de Panegorus para ocupar Príapo. Las tropas de los sátrapas persas se congregaron en Zeleia27 y se dirigieron hacia el oeste, al encuentro del ejército alejandrino. Al llegar al Gránico se situaron en su margen 16 No se ha seguido esta rama de investigación por no encontrar fuentes fiables de cuando sucedió esto. 17 El octavo del año, mes en el que, por cierto, un rey macedonio no podía llevar a sus tropas al combate. 18 Cuando en este trabajo se hable de “persas” o “macedonios” se refiere a los bandos en la batalla no a las procedencias étnicas de las tropas, salvo que así se especifique. 19 Lado oeste, margen izquierda. 20 Traducido del inglés “at dawn” que si bien significa alba o amanecer también puede significar el momento del ocaso. Sería bueno comprobar la versión original. 21 En Estrabón, Geografía 587 se determina que el río Gránico se encuentra entre Príapo (actual Karabiga) y el río Aesepus (actual Gönen Çai). 22 Gran Icus, probablemente a consecuencia de cierto comentario de Alejandro (Arriano I, 13). Actualmente llamado Kocabaç Çayi o Biga Çayi. 23 Justino (libro XI, 6) denomina la zona como Campis Adrastiae. 24 Actualmente, desde el Kaz Dag al Mármara, en Turquía. 25 Cerca de la actual Lapseki. 26 Desgraciadamente ninguna de las dos han sido identificadas. 27 Actual Gönen. 4 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay derecho, usando el río como línea defensiva. Aunque no se conoce con seguridad el punto exacto del río en el que transcurrió la batalla, algunos opinan que fue al este de la ciudad de Pegea28 (Thomson, 2007, 45). Las fuerzas y el despliegue inicial Para el cálculo de fuerzas en esta batalla hay que tener en cuenta la siguiente afirmación: No todas las tropas de Alejandro en Asia tuvieron porqué participar en esta batalla. Es de suponer que él trataría de que fueran las máximas, pero hay que contar con que habría fuerzas destacadas que se distribuirían en la zona por necesidades logísticas y tácticas y que estas tropas no participaron en la batalla. Tras esta importante observación algunas fuentes nos ofrecen los datos del ejército completo de Alejandro en Asia. Justino29 nos indica que fueron 32.000 soldados de a pie y 4.500 de caballería, apoyados por 182 embarcaciones. También nos dice que no eran soldados bisoños sino curtidos veteranos. Pone el ejemplo de que el oficial más joven tendría sesenta años. Arriano30 menciona que los hombres de infantería no eran muchos más de 30.000 (incluyendo infantería ligera y arqueros) y la caballería más de 5.000. Plutarco31 ofrece márgenes, las tropas a pie entre 30.000 y 43.000 y las de caballería entre 4.000 y 5.000 jinetes. Para lo anterior cita y detalla sus fuentes de la siguiente manera: Aristóbulo 30.000 y 4.000. Tolomeo 30.000 y 5.000 y Anaxímenes 43.000 y 5.500 de infantería y caballería respectivamente32. Con respecto a Diodoro33 es el que mejor detalla el ejército macedonio aunque curiosamente las cifras aportadas no coinciden con la suma de los parciales. Sobre la infantería nos dice que había 12.000 macedonios, 7.000 aliados y 5.000 mercenarios, todos ellos bajo el mando de Parmenio. Luego añade otras tropas, también a pie, por lo que técnicamente también son de infantería pero puede referirse a una infantería más ligera que la anterior: Odrisios, Tríbalos e Ilirios 7.000, y de arqueros y los llamados agrianos 1.000. Haciendo un total de 32.000 soldados de a pie. Con respecto a la caballería nos detalla 1.800 macedonios, 1.800 Tesalios, 600 del resto de Grecia y 900 tracios y exploradores peonios34. Nombra a los jefes respectivos de estos 4 contingentes 28 Actual Biga. Libro XI, Capítulo 6. 30 Libro I, 11. 31 15, 1. 32 En Vida de Alejandro, Capítulo 15. El detalle por fuentes es Ápud http://penelope.uchicago.edu Plutarco De la fortuna y Virtud de Alejandro 1.3 [327D/E]. No se ha consultado esta última obra para este trabajo. 33 XVII, 17. 34 Que es como decir que se compone de españoles y exploradores de Burgos pues los peonios eran una tribu tracia. 29 5 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay (Filotas, Calas, Erigio y Casandro35). Da un total de 4.500 caballeros. Como se ha dicho anteriormente, las sumas de los parciales son superiores al total aportado por Diodoro en 2.000 infantes y 600 caballeros. La explicación para esto puede ser sencilla, dejando claro que esto es una hipótesis del autor del trabajo: hay soldados contados dos veces. Por ejemplo, pongamos que 1.000 arqueros mercenarios (muchos de ellos cretenses) están contados a la vez entre los 5.000 mercenarios y también entre los 7.000 multiétnicos. Añadamos que otros 1.000 agrianos ya están también contabilizados en estos mismos 7.000. Ya está ajustada la infantería, pasemos a la caballería. La caballería pesada parece estar en orden, sin embargo podríamos decir que la caballería ligera se compone de 900 jinetes, de los cuales 300 son peonios y el resto provienen de Grecia. Si Diodoro hubiera querido decir esto las cifras casan a la perfección. No obstante se reitera la advertencia de que esto es sólo una hipótesis. Nombra Arriano entre seis y ocho jefes de brigada de infantería36. Teniendo en cuenta que una brigada (taxei) contaba en aquellos momentos con unos 1.500 hombres (Thomson, 2007, 56 y Vázquez, 2005, 72)37, la cifra de infantería macedonia para esta batalla estaría entre 9.000 y 12.000 hombres. Por el lado persa, Plutarco no da cifras. Justino38 ofrece un número muy exagerado: 600.000 en total. En la caballería no discrepan demasiado Diodoro, que da algo más de 10.000, y Arriano que indica que estaban cerca de 20.000. No coinciden en las fuerzas a pie, ya que Arriano ofrece poco menos de 20.000 y Diodoro los eleva hasta no menos de 100.000. Para recalcar la contradicción en infantes con Diodoro, Arriano39 pone en boca de Parmenio la creencia de que la infantería persa es muy inferior en número a la macedonia. Como una imagen vale más que mil palabras se expondrá gráficamente el despliegue previo a la batalla. La formación persa es descrita por Diodoro y la macedonia por Arriano. En algunos casos aportan datos sobre el tipo de unidad, la persona al mando o la cuantía de las fuerzas. En el esquema no se ha reflejado ningún detalle no indicado por estos autores. Por cuestiones de espacio la batalla se ha dividido en dos planos que reflejan las alas de la batalla. La flecha roja indica la dirección del río y coincide aproximadamente con el norte. Se recomienda mirar el gráfico que se encuentra al final de este trabajo. 35 Es posible que Erigio todavía no estuviera todavía al mando de estos escuadrones y también se duda de Casandro. 36 Esto se tratará más adelante, en el despliegue. 37 Ésta última detalla que cada taxei tenía 1.536 hombres: Tres pentacosiarquís de 512. 38 Libro XI, Capítulo 6. 39 Libro I, 13 y 14. 6 Mercenarios Griegos Batalla del río Gránico Ala derecha Macedonia según Arriano. Ala izquierda Persa según Diodoro. Realizado por Gonzalo Lorén Garay Spithridates Caballería Hircania Arsites Caballería Paflagonia Arsamenes Caballería propia Memnon Caballería propia Incluye el escuadrón de Sócrates Cinco unidades de infantería: Filipo / Amintas p / // Cratero // Coeno // Perdicas P. Escudo Caballería de Caballería de Nicanor Peonia lanceros Agrianos Arqueros Alejandro Caballería Compañeros p Filotas Batalla del río Gránico Ala izquierda Macedonia según Arriano. Ala derecha Persa según Diodoro. Mercenarios Griegos Realizado por Gonzalo Lorén Garay Realizado por Gonzalo Lorén Garay Caballería Media 1.000 Rheomithres Caballería Tesalia Calas Caballería 2.000 Rheomithres Caballería Aliados griegos Filipo Parmenio Caballería Bactriana 2.000 Tracios Agato Infantería Cratero Caballería Infantería Meleagro Caballería Infantería Filipo La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay Muchos autores aportan informaciones suplementarias fruto de la propia deducción. Estas deducciones no tienen porqué asumirse como hechos. Los temas de discusión más comunes se muestran a continuación. Sobre la formación macedonia, la caballería de lanceros (de larga pica) puede referirse a los exploradores a caballo aunque Arriano no lo dice explícitamente. Se hace un paréntesis para la palabra exploradores. En las traducciones inglesas aparece como scouts pero en griego podría emplearse skopoi. También podría usarse prodromoi que en inglés se diría forerunners, es decir, los que van a vanguardia. Así pues, es fácil confundir las funciones de exploración y vanguardia pues son casi sinónimas. Por otro lado podemos dividir a estas fuerzas de caballería ligera por etnias: Macedonios, griegos y peonios. Por último, la división por armamento: Con picas40 o con jabalinas. En resumen, hay cierta confusión con respecto a esta caballería de exploración y vanguardia ya que se la menciona como de lanceros, prodromoi o peonia. La hipótesis que se da en este trabajo es que los autores llaman algunas veces prodromoi a todos (lanceros y jabalineros, peonios y griegos) y otras a los lanceros griegos en exclusiva. Al hablar de infantería los autores antiguos suelen referirse sólo a la infantería pesada, pues la infantería ligera no entraba en esta categoría y solía denominarse tropa auxiliar. Dentro del ejército macedonio había tres tipos de infantería pesada: Los portadores de escudo o hipaspistas (una especie de guardia personal), los componentes de las taxeis de la falange, los pezetairoi, y los hoplitas aliados griegos. Al primer tipo se le llama a veces los compañeros de a pie, aunque también pueden recibir este nombre los segundos. En cuanto a la infantería ligera, o tropas auxiliares, la mayoría provenían del noroeste de Macedonia (ilirios) o del noreste (tracios). Dentro de estos últimos había subtribus, como los odrisios, tríbalos o agrianos. La mayoría de estos auxiliares combatían con un escudo llamado pelta y recibían el nombre de peltastas. Con estas aclaraciones pueden surgir más dudas. ¿Dónde se situaron estos peltastas en la formación macedonia?, los tracios de Agato nombrados por Arriano, ¿eran de infantería ligera o de caballería? Antes se ha dicho que los jefes de las brigadas de infantería eran seis u ocho. Tal duda es debida a que Cratero y Filipo son nombres que se repiten, así que, o bien se trata sólo de seis brigadas o bien son ocho y simplemente los jefes son tocayos. De todas formas no se aclara cuales eran macedonias y cuales griegas. Otros comandantes macedonios podrían deducirse atendiendo a la premisa de que el jefe de una unidad en Isos también lo sería en el Gránico. Esta afirmación parece demasiado arriesgada y por lo menos se debería de advertir al lector el método empleado para la deducción. Por ejemplo, Arriano nombra en Isos a Protomaco como jefe de los lanceros y a Aristo de los peonios. El jefe de los arqueros cretenses junto con los tracios es Sitacles. Los agrianos los manda Atalo y Antíoco los arqueros (se 40 Similares a las de los Compañeros, en cuyo caso sería una unidad de sarissophoroi 9 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay entiende que los no cretenses). Esto puede servirnos de indicación y sí que es probable que fueran los mismos jefes en el Gránico, pero, se insiste, probable. En cuanto a la formación persa además de los ya mencionados y situados en el gráfico por Didodoro (Rheomithres, Spithrobates, Arsites, Arsamenes41 y Memnon) Arriano nos da una lista de notables caídos: Niphates, Petines, Spithridates42, Mithrobuzanes, Mithridates, Arbupales, Farnaces (yerno, hijo y cuñado de Darío respectivamente), Omares y Arsites (que se suicidó posteriormente) cuya ubicación desconocemos. Ya en la batalla de Isos Arriano referencia tres jefes persas que habían participado en el Gránico al mando también de unidades de caballería: Arsames, Reomites y Atizes. De toda esta información se extraen varias enseñanzas: Spithrobates era sátrapa de Ionia, sin embargo se le sitúa al frente de la caballería Hircania (ambas informaciones son aportadas por Diodoro). De las frases anteriores podemos deducir que un jefe de una zona no tenía porqué mandar un contingente de esa misma zona. Otra cuestión es el discutido carácter del ejército persa en el Gránico. Los sátrapas provienen de zonas relativamente cercanas (todas dentro de la actual Turquía). Por otro lado aparecen unidades de la caballería hircania e incluso bactriana y algunos jefes son parientes del rey. Lo anterior demuestra que si bien las fuerzas persas tenían un marcado carácter regional también podrían considerarse de algún modo un ejército nacional. A pesar de lo dicho el autor de este trabajo alberga serias dudas sobre la presencia en esta batalla de caballería hircania y menos aún de 2.000 jinetes bactrianos, dada su lejanía a estas regiones. A Omares lo sitúa Arriano al mando de los auxiliares, pero no especifica si estos auxiliares eran infantería ligera persa, o sea, tropas auxiliares, o tropas mercenarias extranjeras. Esto último entienden muchos autores, colocando a Omares al mando de los mercenarios griegos. Desarrollo de la batalla Una vez visto el despliegue de ambos contendientes parece claro que los persas desplegaron con su caballería en primera línea. Una parte de las tropas macedonias del ala derecha avanzaron cruzando el río y abrieron una brecha en el frente persa. Este avance, según Arriano, fue encabezado por Alejandro y con él iban una fuerza combinada de caballería e infantería. Amintas, Tolomeo y Sócrates eran jefes de unidad que le ayudaron en esta operación. Los persas contestaron con armas arrojadizas (flechas y jabalinas) pero nada pudieron hacer contra las lanzas de los macedonios que ganaron la orilla. Después, todos los autores se centran en la lucha personal de Alejandro contra algunos líderes persas. No parece tener mucha importancia histórica la descripción de un 41 Puede ser el mismo que Arriano nombra como Arsames en Isos. Puede referirse al mismo que Diodoro llama Spithrobates aunque es difícil de precisar, ya que Arriano lo menciona como sátrapa de Lidia y Diodoro como de Ionia. Los autores que sostienen que era la misma persona lo ponen al mando de las dos regiones (están adyacentes). 42 10 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay combate individual por lo que se obviará en este trabajo43 (sí la hubiera tenido si Alejandro hubiera muerto). El resto de unidades atravesaron el río a la vez que la fuerza que ya lo había cruzado atacaba a los persas por el flanco. Ante esta situación la caballería persa se retira siendo perseguida por la macedonia. Entre tanto la infantería mercenaria griega del bando persa, que todavía no había entrado en el combate, se vio amenazada por la infantería macedonia de frente y por la caballería por la retaguardia, siendo, como es lógico, completamente derrotada. La versión de Plutarco no difiere mucho de la de Arriano, sólo que el de Queronea ofrece menos detalles. En ambas versiones la operación se realiza al acabar el día. Diodoro nos muestra un cruce del río sin mayores problemas para Alejandro y al amanecer. Parece como si los persas lo encontraran ya con su ejército perfectamente desplegado en su misma orilla. La caballería persa resiste con bravura el choque y después los hechos son similares (combate individual de Alejandro, retirada de la caballería persa y los mercenarios griegos rodeados y masacrados). Justino apenas describe la batalla en sí. Todos los autores coinciden en que el despliegue persa (situando la caballería delante de la infantería) no es muy habitual, y menos con un río de por medio que impide la carga en velocidad. De hecho la caballería persa combatió como si fuera infantería, en una posición totalmente estática y a la defensiva. Todos los autores han tratado de buscar una explicación a este extraño despliegue. Por ejemplo, Fuller opina que era una cuestión de honor “noblesse oblige” (Ápud Renault, 91)44. Como no podía ser de otro modo, en el último punto de este trabajo, también se reservará un espacio para la especulación. Las bajas persas y macedonias Justino no cuantifica las bajas persas en el Gránico pero sí indica que sufrieron una gran matanza. Los demás autores desglosan la cifra entre caballería e infantería y todos coinciden en que éstos últimos salieron mucho peor parados. La cifra de caballeros muertos va desde los 1.000 de Arriano, pasando por no menos de 2.000 que ofrece Diodoro, hasta los 2.500 de Plutarco. Con respecto a la infantería Arriano no da cifras pero asegura que murieron casi todos los mercenarios griegos. Sólo se salvaron los pocos que se escondieron entre los cadáveres y 2.000 prisioneros. Diodoro cifra los infantes persas45 caídos en más de 10.000. También habla de un número de prisioneros superior a 20.000. El número de infantes muertos para Plutarco es de 20.000. No menciona prisioneros. Arriano nombra ocho notables persas caídos en la batalla. Para las bajas en el bando macedonio Plutarco cita a Aristóbulo, nombrando a 34 caídos en total. De ellos nueve eran soldados de a pie, por tanto 43 No se va a hablar de Rhosaces y / o Mithridates ni de Clito… Fuller, John Frederick Charles (1958), The Generalship of Alexander the Great. 45 Es de suponer que, como en este trabajo, se refiere al bando y no a la nacionalidad. 44 11 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay se deduce que murieron 25 caballeros. No detalla a qué caballería pertenecían. Justino coincide con él en los nueve infantes muertos pero incrementa la cifra de jinetes a 120. Arriano nos ofrece 30 infantes fallecidos y nos desglosa la cifra de caballeros: 25 compañeros y 60 de otras caballerías. Diodoro no menciona las bajas macedonias. Un ejemplo de especulación histórica En historia no se debe especular. Se deben mostrar los hechos sin rellenar con la imaginación los huecos existentes en las descripciones de las fuentes. Pero los hechos indudables no existen, siempre hay un margen de error. Lo importante para quien escribe acerca de hechos históricos es que cuantifique y valore ese margen de error46. Así, cada afirmación debería de ir acompañada de expresiones del tipo “casi con seguridad”, “muy probablemente”, “es posible”, “podría ser”, “una teoría mantenida por… apunta que…”, de manera que el lector pudiera valorar las probabilidades de que determinado suceso ocurriera. Dicho lo anterior se procederá en este punto a realizar un ejercicio de especulación basado por un lado en Arriano, Plutarco y Didodoro y por otro en la lógica de las batallas de aquella época. La versión que se dará es lo que el autor de este trabajo considera la hipótesis más probable de lo ocurrido realmente, aunque una hipótesis al fin y al cabo. Los espías y avanzadillas de ambos bandos localizaron a los respectivos ejércitos. Los persas, dado que estaba oscureciendo presintieron que la batalla se pospondría para el día siguiente y acamparon el grueso de su ejército a unos dos kilómetros del río, en unas elevaciones que favorecían la defensa en caso de un improbable ataque macedonio. En su lado del río colocaron una fuerza de centinelas de poco más de un millar de hombres. Alejandro discutió con Parmenio la mejor forma de cruzar el río. Parmenio le propuso el amanecer pero Alejandro tenía otros planes. No lo haría al amanecer, ni tampoco en el ocaso, sino por la noche47, una hora antes del alba. El plan era que una fuerza compuesta por infantería ligera, seguramente agrianos y arqueros, cruzara el río en silencio e intentará eliminar discretamente a todos los centinelas para pasar después el grueso de su ejército que estaría a la espera. En algún momento de este golpe de mano nocturno algún persa consiguió dar la voz de alarma. En el campamento persa (que estaría distribuido por etnias) las unidades formaron a toda prisa y se encaminaron al río. Esta operación de prepararse para la marcha tuvo que durar entre cinco y diez minutos. Luego la aproximación al río sería de cinco minutos para las unidades a caballo y de quince o veinte para las de infantería. Mientras tanto, una vez dada la alarma, el ejército de Alejandro se lanzó al cauce para atravesar el río lo más rápido posible. Aquí entraría la historia del cruce de la fuerza de Alejandro y los veinticinco compañeros caídos (una cifra razonable según este planteamiento). 46 47 Lo que en ciencia se denomina Incertidumbre de Medida. Lo volvería a hacer años después en el Hidaspes con mucha mayor dificultad. 12 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay Con casi la mitad del ejército macedonio en el lado derecho del río, llegan las primeras unidades de la caballería persa (en cierto desorden y no todas a la vez). Lo que se encuentran son las sarisas de la falange, que si bien no ha terminado de formar correctamente, ya supone un obstáculo insalvable para la caballería. Acaba de salir el sol y Memnon contempla desesperado como han sido sorprendidos sin ni siquiera tener tiempo de preparar los sacrificios de la mañana. Si Arsites le hubiera hecho caso y se hubieran replegado durante la noche no habría pasado esto. Es hora de tocar retirada. Los caballos que quedan por llegar se cruzan con los que ya vuelven. No obstante, muchos jinetes persas no abandonan todavía la batalla e intentan luchar hasta el límite. Finalmente la situación se hace insostenible y toda la caballería se retira en desorden perseguida por la macedonia. Lo descrito desde que suena la voz de alarma hasta ahora ha durado treinta minutos. Los infantes griegos contratados al servicio de los persas llegan entonces en formación. De frente se encuentran con las picas de la falange. La caballería macedonia que ha dejado de perseguir a la persa se reagrupa y regresa. Así, los mercenarios griegos junto con otras tropas de a pié persas (que también las habría aunque apenas se mencionen) se ven completamente rodeados. Lo más sensato parecía deponer las armas y rendirse y eso es lo que hicieron. Pero Alejandro no perdona a los griegos que luchan contra él y pese a estar desarmados manda ajusticiarlos. Los infantes persas salvan sus vidas pero acaban convertidos en esclavos. Algunos mercenarios griegos originarios de Tebas corrieron esta misma suerte. Esta teoría parece materialmente plausible y además explicaría: La distinta hora del ataque dada por las diferentes fuentes, el hecho de que los persas colocaran la caballería delante y la infantería detrás, las pocas bajas macedonias, las tremendas bajas de la infantería persa y el desarrollo de la batalla en general. Consideraciones finales Para este trabajo no se ha utilizado ninguna fuente primaria (porque no queda ninguna en la actualidad). Las secundarias que se han consultado han sido las versiones en inglés traducidas por el propio autor. Las palabras claves y técnicas no deberían traducirse, sino mantenerse las originales con una aclaración del significado. Palabras como taxei, hetairoi o ilai tendrían que haber perdurado en todas las versiones pero desgraciadamente se han perdido antes de llegar a este trabajo. Por todo lo anterior el grado de fiabilidad para la reconstrucción de esta batalla es muy escaso y así debe advertirlo el lector. El valor de este trabajo, más que como aportación a la historia del Gránico, es como ejemplo de procedimiento para elaborar una investigación histórica de una batalla cualquiera. 13 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay Firmado: Gonzalo Lorén Garay 14 La batalla del río Gránico Gonzalo Lorén Garay REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Arriano Lucio de Nicomedia, Flavio, Anábasis de Alejandro. Libro I capítulos 11 a 16. Consultado el 14 de abril de 2011 en: http://www.alexander-sources.org/ Caratini, Roger (2001), Alejandro Magno. Barcelona: Plaza y Janes. Diodoro de Sicilia, Biblioteca de la Historia. Libro XVII. Capítulos 17 a 21. Consultado el 14 de abril de 2011: http://penelope.uchicago.edu/Thayer/E/Roman/Texts/Diodorus_Siculus/1 7B*.html Juniano Justino, Marco “Epítome” de Historia Filípica, de Pompeyo Trogo. Libro XI. Capítulo 6. Traducido al inglés por: Selby Watson, Jonh (London: Henry G. 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