Análisis Jurisprudencial VI Análisis Jurisprudencial Despido de un Trabajador con Contrato a Tiempo Parcial Ficha Técnica Autor : Dr. Ludmin G. Jiménez Coronado Título : Despido de un Trabajador con Contrato a Tiempo Parcial Fuente : Actualidad Empresarial, Nº 196 - Primera Quincena de Diciembre 2009 Sumilla “Para el despido de un trabajador sujeto al régimen de la actividad privada, que labore cuatro o más horas diarias para un mismo empleador, es indispensable la existencia de causa justa contemplada en la Ley y debidamente comprobada”. 1. Introducción La Sala Primera del Tribunal Constitucional, en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0990-2008-AA/TC, se pronuncia sobre una situación muy usual en el ámbito del Derecho Laboral; es decir, sobre la procedencia de un despido arbitrario, pese a que la pretensión del actor era la reposición; en el sentido que alegaba que tenía una relación de dependencia y subordinación con la parte demandada. En esta sentencia el Tribunal determina que en efecto los contratos por locación de servicios han sido de naturaleza laboral; y que, por lo tanto, aplicando el principio de primacía de la realidad, tendría los efectos laborales respectivos. En el presente análisis vamos a tomar en cuenta algunos puntos que se deben de tener en cuenta al momento de proceder a un despido del trabajador. 2. Posición del demandante El recurrente interpone demanda de amparo contra la Asociación Deportiva Los Inkas Golf Club, solicitando que se le reincorpore en su puesto de trabajo como profesor de tenis de campo. Manifiesta que prestó servicios para la demandada desde el 1 de febrero de 2001 hasta el 7 de julio de 2006, fecha en que fue despedido sin mediar causa alguna. Agrega que desempeñó labores de naturaleza permanente, ordinaria y presupuestada, al margen de la apariencia temporal de sus contratos, y en forma ininterrumpida, superando el período de prueba, por lo que se ha vulnerado su derecho constitucional al trabajo. VI-8 Instituto Pacífico 3. Posición de la empresa demandada La emplazada propone la excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la demanda y la contesta alegando que la acción de amparo no es la vía adecuada para dilucidarla, por lo que debe acudir a una vía ordinaria. El Vigésimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con fecha 4 de diciembre de 2006, declaró infundada la excepción propuesta e improcedente la demanda, por considerar que la controversia debe dilucidarse en la vía ordinaria, ya que la acción de amparo no es la idónea por carecer de etapa probatoria. Del mismo modo la Sala confirmó la apelada y por ende la causa llega al Tribunal Constitucional para que se pronuncie sobre la materia. 4. Pronunciamiento de la Sala Primera del Tribunal Constitucional En principio, lo que va a determinar, en el Tribunal es el tipo de relación que hubo entre el demandante y el emplazado; esto es, si existió una relación laboral de carácter subordinado o, por el contrario, una relación civil de carácter independiente. Ello es necesario a efectos de aplicar el principio de primacía de la realidad, pues de verificarse que hubo una relación laboral, el contrato civil suscrito por el actor deberá ser considerado como contrato de trabajo de duración indeterminada, en cuyo caso el demandante sólo podía ser despedido por causa justa relacionada con su conducta o capacidad laboral. Luego hace mención al principio de primacía de la realidad, el cual refiere que es un elemento implícito en nuestro ordenamiento jurídico y, concretamente, impuesto por la propia naturaleza tuitiva de nuestra Constitución, el Tribunal Constitucional ha precisado, en la STC N° 1944-2002-AA/ TC, que: “(...) en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de los documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de los hechos” (fundamento 3). Asimismo, hace una evaluación de los documentos presentados , como por ejemplo los contratos de locación de servicios, la constatación policial, las constancias de locación de servicios, el Acta de Inspección emitida por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y los recibos por honorarios profesionales, obrantes de fojas 3 a 126, documentos de los cuales se desprende que prestó servicios a favor de la emplazada desde el 1 de febrero de 2001 hasta el 7 de julio de 2007, como profesor de tenis. En el Acta del Ministerio de Trabajo las partes manifiestan que hasta marzo de 2006 la remuneración del demandante era de S/. 1,450.00 (mil cuatrocientos cincuenta nuevos soles mensuales), porque laboraba cuatro horas diarias, de lunes a viernes, y que a partir de abril de 2006, la remuneración era de S/. 1,087.50 (mil ochenta y siete nuevos soles con cincuenta céntimos) mensuales, porque laboraba tres horas diarias de lunes a viernes, siendo su último día de labores el 7 de julio de 2007. Y finalmente concluye que, al haber laborado el demandante desde abril de 2006 hasta el 7 de julio de 2007, durante tres horas diarias, no se encuentra amparado por el artículo 22º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, ya que éste dispone que: “Para el despido de un trabajador sujeto a régimen de la actividad privada, que labore cuatro o más horas diarias para un mismo empleador, es indispensable la existencia de causa justa contemplada en la ley y debidamente comprobada”; declarando Infundada la demanda. 5. Análisis y comentarios 5.1. Concepto de despido Alonso García, citado por Carlos Blancas Bustamante, define el despido como el acto unilateral de la voluntad del empresario por virtud del cual éste decide poner fin a la relación de trabajo. Por su parte Montoya Melgar, también citado por Blancas Bustamante, establece que el despido como extinción de la relación de trabajo fundada exclusivamente en la voluntad unilateral del empleador presenta los siguientes caracteres: es un acto unilateral del empleador, para cuya eficacia la voluntad del trabajador es innecesaria e irrelevante; es un acto constitutivo, por cuanto el empresario no se limita a proponer el despido, sino que él lo realiza directamente; es un acto recepticio, en cuanto su eficacia depende de que la voluntad extintiva del empleador sea conocida por el trabajador, a quien está destinada; es un acto que produce la extinción contractual, en cuanto cesan ad futurum los efectos del contrato1. 5.2. ¿Quiénes tienen protección contra un despido arbitrario? Con relación a la sentencia analizada, el enfoque que vamos a considerar es sobre el criterio adoptado por el Tribunal, 1 BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido en el Derecho Laboral Peruano;-2da Edición. Ara Editores-p. 45-46. N° 196 Primera Quincena - Diciembre 2009 Área Laboral en donde básicamente concluye que el accionante al tener un contrato a tiempo parcial, es decir por haber laborado menos de 4 horas diarias, no tiene la protección debida. De acuerdo a lo prescrito por el artículo 27º de la Constitución Política del Perú, la ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario. Es decir del texto constitucional descrito existe un reconocimiento expreso de protección para el trabajador en el caso exista un despido injustificado; sin embargo, es de carácter general. Cabe anotar, sin embargo, que admitir que el precepto constitucional recusa el despido “arbitrario” no es suficiente para superar la indeterminación de esta expresión, imponiendo, por ello, al legislador un contenido preciso, pues al no haberse incluido en este texto constitucional la exigencia de que el despido se funde en una “causa justa”, sustituyendo este concepto por la protección contra el despido “arbitrario”, bien podría la ley asumir una noción restringida de lo “arbitrario”, hasta reducir el ámbito de protección sólo a aquellos despidos basados en motivos prohibidos como los despidos “discriminatorios” o “lesivos de derechos fundamentales”, abriendo con ello la posibilidad de que en los despidos que no encuadren en esta clase de extinciones, la facultad extintiva del empleador se ejerza libremente, al menos en cuanto a la exigencia de acreditar causa justa, quizás con la única “protección” que pudiera derivarse de la exigencia de cumplir con garantías formales2. Ahora bien, de acuerdo a lo prescrito por el artículo 22º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR-TUO del Decreto Legislativo Nº 728; para el despido de un trabajador sujeto a régimen de la actividad privada, que labore cuatro o más horas diarias para un mismo empleador, es indispensable la existencia de causa justa contemplada en la ley y debidamente comprobada… Del citado articulado entonces podemos determinar que a quienes se les protege de un despido, es a aquellos trabajadores que laboren cuatro o más horas diarias; excluyéndose de esta manera a quienes hayan suscrito contratos a tiempo parcial. 2 BLANCAS BUSTAMANTE Carlos, El Despido en el Derecho Laboral Peruano, Op. cit., pág.116. 5.3. Contrato a tiempo parcial La tipificación del contrato a tiempo parcial se encuentra en el artículo 4º del D.S. Nº 003-97-TR; el cual refiere que pueden celebrarse por escrito contratos en régimen de tiempo parcial sin limitación alguna. En el artículo 11º del D.S. Nº 001-96-TR establece que los trabajadores contratados a tiempo parcial tienen derecho a los beneficios laborales, siempre que para su percepción no se exija el cumplimiento del requisito mínimo de cuatro horas diarias de labor. Por su parte en el artículo 12º refiere que se considera cumplido el requisito de cuatro horas en los casos en que la jornada semanal del trabajador dividida entre seis (6) o cinco (5) días, según corresponda, resulte en promedio no menor de cuatro horas diarias. En ese sentido, aquellos trabajadores que tengan un contrato a tiempo parcial, es decir que laboren en promedio diario menos de 4 horas diarias, no gozarán de la Compensación por Tiempo de Servicios, de las vacaciones ni tampoco de la protección contra el despido arbitrario; pero sí de las gratificaciones y la participación de utilidades de ser el caso. Es por esta situación que el Tribunal Constitucional, en la sentencia materia de comentario, haciendo una análisis de los contratos civiles, determina que el accionante laboraba tres horas diarias de lunes a viernes, y desde luego, tal como hemos venido citando las normas respectivas, a éste tipo de personal no le corresponde la protección debida frente a un despido. Hay que tomar en cuenta un hecho; si revisamos la petición del demandante, ESTE solicita una reposición, alegando que fue despedido sin mediar causa alguna. Es decir que implícitamente estaríamos frente a un despido incausado; y como es bien sabido, el Tribunal Constitucional en este tipo de circunstancias se ha pronunciado por la reposición. Suponemos que no se pronunció al respecto, porque consideró que si no cumple con la jornada mínima (cuatro horas diarias) para la protección de un despido, no cabría la posibilidad de poder reponerlo. De lo que se puede colegir entonces que un trabajador con contrato a tiempo parcial no tiene derecho a una indemnización ni tampoco a la reposición como medida reparadora del despido. VI Sin embargo, de la lectura de la sentencia, el Tribunal Constitucional hace una evaluación de ciertos contratos de naturaleza civil, y sobre la base de la aplicación del Principio de Primacía de la Realidad, determina que en efecto al margen de los contratos deben de primar los hechos; y de alguna manera pues concluye que sí ha tenido una relación laboral, pero que ha sido a tiempo parcial. Pero ¿por qué no establecer que por el hecho que se hayan sucritos contratos de locación de servicios, no se pueda presumir que ha existido una contratación fraudulenta? Nos hacemos esta interrogante, toda vez que por citar una sola sentencia, la recaída en el Expediente Nº 03589-2005-PA/TC; el Tribunal Constitucional, argumenta: … “En tal sentido, un contrato civil suscrito sobre la base de estos supuestos se debe considerar como un contrato de trabajo de duración indeterminada, y cualquier decisión del empleador de dar por concluida la relación laboral, sólo podría sustentarse en una causa justa establecida por la ley y debidamente comprobada, de lo contrario se configuraría un despido arbitrario, como ha sucedido en el caso de autos”. Finalmente, este Colegiado considera que la ruptura del vínculo laboral, sustentada en una utilización fraudulenta de una modalidad de contratación como la antes descrita, configura un despido arbitrario; por lo que, teniendo en cuenta la finalidad restitutoria del proceso de amparo constitucional, procede la reincorporación del demandante en el puesto de trabajo que venía desempañando a la fecha en que se produjo la violación de sus derechos fundamentales3. Respecto a las decisiones que ha tenido el Tribunal Constitucional con relación a contratos simulados o fraudulentos ha sido uniforme en cuanto a que una de las consecuencias es justamente que éstos pasen a ser contratos a tiempo indeterminado, y por ende se le repone al trabajador. En el caso materia de análisis podemos establecer que el Tribunal concluyó que no hay mérito para una reposición, porque el demandante no tenía la protección para un despido arbitrario; es decir, que si no tiene la protección resarcitoria tampoco debería de tener una protección reparadora. 3 Expediente Nº 03589-2005-PA/TC: Demanda interpuesta por Perbis Saldaña Rivadeneira contra la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Agua Potable y Alcantarillado de Loreto S. A. (EPS SEDALORETO S. A.), Glosario Laboral 1. Contratación Laboral Fraudulenta Es aquella contratación mediante el cual el empleador busca las formas de celebrar contratos de naturaleza civil o de similar naturaleza, con la intención de no celebrar contratos laborales. N° 196 Primera Quincena - Diciembre 2009 2. Principio de Primacía de la Realidad Es aquel principio que consiste que en caso de discordancia entre los hechos constatados y los hechos reflejados en los documentos formales debe siempre privilegiarse los hechos constatados. Actualidad Empresarial VI-9