el país LEY DE MEDIOS E l proyecto para incorporar el per saltum al Código Procesal Civil avanza en el Congreso impulsado por el gobierno nacional. Con la causa Clarín sobre la ley de medios como trasfondo, el instituto utilizado por la Corte Suprema de los noventa en forma polémica, abrió nuevamente la discusión en el mundo jurídico. Aunque los antecedentes locales no ayudan, la mayoría de los expertos coincide en que puede resultar útil, siempre y cuando no sea utilizado como instrumento para presionar a la Justicia. “Si la ley establece que sea la Corte la que decida, a su saber y entender, si se aboca a entender en una causa o no, fuera de todo tipo de presiones, y el recurso puede ser planteado por el Estado o por cualquier particular, no habría ningún problema en la incorporación del per saltum”, dice el abogado constitucionalista Félix Loñ. El proyecto presentado por el oficialismo –que toma como base uno elaborado por Cristina Fernández de Kirchner en 2002, cuando era senadora– tiene como objeto incorporar la figura del per saltum en casos de “notoria gravedad institucional, cuya solución definitiva y expedita sea necesaria”. La herramienta consiste en que la Corte 16 No es a la medida de nadie. La Corte decide si están dados los requisitos para su intervención y las partes litigantes lo pueden pedir.” Gr Ba ego de rio ni Escribe Gabriela Pepe Ba Edu rc ar es do at ¿Para qué sirve el per saltum? Más allá de algunos errores, el proyecto está bien armado. No presenta inconvenientes desde lo constitucional”. Suprema se aboque a entender en una causa salteando la intervención de la Cámara, que constituye la segunda instancia de todo Eduardo proceso. El per saltum –salto de instancia– Barcesat procede únicamente en causas de materia de derecho federal y sólo cuando la Corte lo entienda necesario. “Más allá de algunos errores de tipo procesal, el proyecto está bien armado. No presenta ningún inconveniente desde el punto de vista constitucional”, opina el jurista Gregorio Badeni. El proyecto reconoce un antecedente en la legislación nacional, aunque muy poco feliz. El 6 de enero de 2002, durante la presidencia de Eduardo Duhalde, cuando se sancionó la Ley de Emergencia Económica se modificó el artículo 195 del Código Procesal Civil y Comercial con la idea de que la Corte Suprema resolviera –en forma favorable al Gobierno– los amparos referidos a la pesificación de los depósitos, abocándose a las causas bajo el mando del per saltum. El Supremo Tribunal de Justicia fue a contramano: el 1º de febrero dictó la inconstitucionalidad de la pesificación en el fallo “Smith”. Tres meses después, la reforma del Código fue derogada. En la jurisprudencia tampoco hizo buena fama. Fue utilizado por la Corte Suprema durante el menemismo en dos causas clave relacionadas con las privatizaciones (en las 25 de octubre de 2012 25 de octubre de 2012 Si la ley establece que sea la Corte la que decida, fuera de todo tipo de presiones, no habría ningún problema en su aplicación.” M Pab an lo ili que benefició al Poder Ejecutivo), “Dromi” (Aerolíneas Argentinas), y “Jorge Rodríguez” (Aeropuertos), en el caso “UOM contra Estado nacional” y en la causa “Operación Langostino”. “En algunos casos, como fue el de Operación Langostino cuando la Corte dejó sin efecto las excarcelaciones de todos los acusados, puede resultar sumamente útil”, dice Badeni. Criticado en aquel entonces por quienes consideraban a la Corte “adicta” al menemismo, es hoy defendido por quienes interpretan que la actual composición del tribunal brinda garantías de independencia. Sin embargo, nadie sabe qué Corte deparará el futuro. ¿La reglamentación del per saltum abriría la puerta para la intervención indiscriminada de la Corte, en caso de que ésta no sea tan independiente? “En este caso, es la misma Corte la que decide si están dados los requisitos para su intervención, nadie se lo puede imponer. Y no está hecho a medida del Poder Ejecutivo, porque cualquiera de las partes litigantes lo puede pedir”, explica el jurista Edurdo Barcesat. Para el abogado constitucionalista Pablo Manili, el contexto político ensucia la discusión. “A nadie se le escapa que este proyecto tiene nombre y apellido. El Gobierno está haciendo esto por el famoso 7D”, opina. “Se legisla sobre lo coyuntural”, critica. Para F Lo élix ñ La incorporación del mecanismo que saltea instancias para llegar rápidamente a la Corte generó polémica hace 20 años y despertó el debate nuevamente. Qué opinan prestigiosos constitucionalistas. Su incorporación aumentaría demasiado la discrecionalidad de la Corte, que de por sí ya es lo suficientemente amplia”. el jurista, la incorporación del per saltum “aumentaría demasiado la discrecionalidad de la Corte, que ya de por sí es lo suficientemente amplia”. ¿Cómo lo recibirá la actual Corte Suprema? Por lo pronto, dos de sus jueces formaron parte del tribunal durante la década del noventa. Gran estudioso de la jurisprudencia norteamericana –que reguló la herramienta en 1925–, Enrique Petracchi fue el gran impulsor del per saltum en la Argentina. Por su parte, Carlos Fayt se opuso a su uso, argumentando que no estaba reglamentado. Si el proyecto del kirchnerismo prospera, habrá que ver cuál será su posición. La iniciativa que ya obtuvo dictamen en la Comisión de Asuntos Constitucionales fue defendida a rajatabla por el oficialismo y criticada por la oposición, aunque no tanto en lo jurídico como en lo político. “Esto fue armado como una decisión política mayor, que es la decisión del Poder Ejecutivo de crear un mapa de medios”, dijo el radical Ernesto Sanz. El kirchnerismo acusó recibo. “Sería hipócrita discutir como si esto fuera un recurso jurídico, es claro que tiene un trasfondo”, admitió Miguel Angel Pichetto. El oficialismo espera aprobar el proyecto en el Senado la semana próxima. gpepe@elguardian.com.ar 17