INTROITO La vida puede compararse a una gran caja llena de sorpresas o situaciones en las que éstas, unas veces resultan agradables y, otras, completamente desfavorables. A pesar de haber planificado concienzudamente nuestras actuaciones, siempre surge algún hecho imprevisto que da al traste con nuestro plan. Y es que, tal como reza el refrán: “El hombre propone, y Dios, dispone”. ¿Cuántas veces nos ha ocurrido que, después de planificar un viaje hasta los mínimos detalles, surge un imprevisto de última hora que lo estropea todo? O ¿en cuántas ocasiones, un simple resfriado, nos ha impedido asistir a un evento, al cual habíamos realizado la reserva con antelación? No basta con tenerlo todo meticulosamente planificado. Existe una fuerza o energía sobrenatural que parece que lo dirige y ordena todo según su voluntad. Y ante tal circunstancia, únicamente nos queda el consuelo de esperar a que su voluntad o deseo, coincida con el nuestro. Pero a pesar de nuestra limitada capacidad de disposición, tampoco estamos completamente desamparados. Existe un medio por el cual podemos saber cómo actuar; y aunque no nos aporte la total seguridad en obtener el éxito esperado, por lo menos sí nos ofrece una respuesta que, en todo caso, siempre será mejor que la pasividad, o lo que es peor: actuar desafortunadamente. Me estoy refiriendo a los refranes populares, o a las reflexiones emanadas de la experiencia y la sabiduría obtenida a través de ésta. Este libro no pretende aportar todas las respuestas o soluciones a los inconvenientes que surgirán en el transcurso de nuestra vida, puesto que entre otras muchas consideraciones, existen cientos de miles de circunstancias que afectarán en diferente grado o medida a cada persona pero, en cualquier caso, sí puede ayudar al lector a encontrar un modo de entender las diferentes situaciones en las que nos veremos inmersos y así, actuar de la manera que nos resulte más favorable. Mi intención pues, al compartir estas reflexiones, es con el objeto de que sirvan de pequeña guía o consejo, si se me permite la expresión, a aquellos que, en algún momento de su existencia, precisan apoyarse en la experiencia de la vida pues, el conocimiento, únicamente se alcanza a través de la experiencia y, la sabiduría, aparece cuando se sabe aplicar correctamente dichos conocimientos. José Luis Giménez *** (Extracto del capítulo) Actitud ante las diferentes vicisitudes de la vida “Aprende de lo que te ha hecho daño y recuerda lo que te ha causado felicidad, pues ambas cosas volverán a suceder.” “Que la mediocridad y la hipocresía no haga mella en ti, porque todo eso pasará. La fama también pasará, y de igual manera, pasará lo negativo. Todo pasará. Sólo el buen hacer quedará escrito por siempre en las estrellas. Actúa de manera que tu corazón se sienta satisfecho por tu buen hacer.” Todos tenemos en algún momento un mal día, unas horas bajas, una enfermedad que nos impide hacer lo que deseamos… pero de igual forma que tenemos estos inconvenientes, también tenemos días más alegres, éxito en alguna empresa o proyecto, momentos llenos de vitalidad… Todo eso pasará, lo malo y lo bueno. Cuando estemos abrumados por alguna de las primeras circunstancias mencionadas, deberemos recordar que tiene fecha de caducidad y que por lo tanto, llegará un momento en que será distinto y pasaremos a la segunda circunstancia, donde las cosas nos irán mucho mejor. Esto no significa que debamos conformarnos con las situaciones que no nos gusta o no nos benefician, sino que tenemos que superarlas aprendiendo a sobrevivir, porque todo se acaba, incluso lo malo, y después vendrán tiempos mejores. La rabia, el ímpetu, la fuerza bruta, no siempre es la mejor manera de afrontar una situación perniciosa, a veces es mejor hacer como la hierba, que se inclina a favor del fuerte viento para no ser arrancada del suelo y así poder sobrevivir hasta que pase el temporal. Por el contrario, no siempre el árbol más robusto y arraigado en la tierra es capaz de soportar los embates de las fuertes ráfagas del viento huracanado, pues éste es capaz de romper en pedazos el mayor de los troncos, o de arrancar de cuajo al árbol con las mayores raíces. No siempre podremos enfrentarnos en las mismas condiciones, por lo que, de sabios es dejarse llevar por la fuerza del viento hasta que éste amaine, o seguir la corriente del río, ya que, si nadásemos a contracorriente, nos cansaríamos antes de alcanzar la orilla y moriríamos ahogados. Lo inteligente es dejarse llevar por la corriente, hasta que ésta nos aproxime a la orilla. Cada cual que tome el consejo que mejor vaya con su situación y carácter. *** “Ser tolerante significa respetar otras opiniones, no tener que soportar el abuso de los demás contigo.” Tú tienes tu propia opinión, como los demás tienen la suya. Puede que tu opinión sea compartida por los demás, o puede que no, pero, la tolerancia y el respeto hacia los demás, se basa en aceptar que otros pueden tener una opinión diferente a la nuestra. Nadie tiene derecho a obligar a otra persona a opinar de forma diferente a su manera de pensar. *** “Si únicamente vives para complacer a los demás, nunca vivirás con satisfacción tu propia vida.” Hay quien, ante el temor de verse despreciado por los demás, opta por permitir que aquellos a los que desea agradar, le utilicen como objeto de diversión, permitiendo abusos y siendo el blanco de sus bromas. No permitas que nadie te robe tu propia identidad, mostrándote como no eres en realidad. Si no actúas tal como eres, nunca serás feliz. Quien no te acepte tal como eres, no te conviene. *** “Cuando recibas una injuria, espera 24 horas en responder, después es muy probable que ya no valga la pena hacerlo.” Cuando se recibe algún tipo de injuria, agravio o insulto, se tiende a responder de inmediato, sin reflexionar la respuesta, consiguiendo con ello estar al mismo nivel del insultante o injuriante. Lo inteligente y práctico, es demostrar poseer un nivel más elevado y, para ello, no hay nada mejor que reflexionar al respecto, tomándonos un tiempo en dar la correspondiente respuesta. Pero, si esperamos tan sólo 24 horas en responder, seguramente que ya no nos valdrá la pena hacerlo. *** “Cuando las acciones ajenas condicionen actuación, revisa que estás haciendo mal.” tu Las opiniones y acciones ajenas deben servir para ser contrastadas con las nuestras, y en caso de estar en el error, rectificar, pero nunca para seguirlas sin más, pues en ese caso se pierde el criterio personal. *** “¡No desesperes! Confía hasta el último instante, pues la vida puede cambiar completamente en un segundo.” “Posiblemente no llegues a superar todos los embates de la vida, pero actúa convencido de que vas a lograr conseguirlo.” Hay situaciones en la vida en que creemos que ya no hay solución a nuestros problemas y “tiramos la toalla”. La propia vida nos enseña como nunca hay que perder la fe, la confianza. Si nosotros no confiamos en nosotros mismos ¿quién lo hará? Podemos perder la batalla, pero no debemos rendirnos mientras exista una esperanza. Sólo la fe y la plena confianza en nosotros mismos, puede conseguir lo imposible. *** “Todos saben criticar y menospreciar a los demás, pero muy pocos saben reconocer sus propios errores.” Solemos ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Antes de criticar a otro, hagamos el ejercicio de ponernos en su lugar, seguramente que cambiará la opinión que teníamos de aquél. *** “Tienes la obligación de hacer todo lo que esté en tu mano para cambiar todo lo negativo del mundo, por eso debes empezar por cambiar tu forma de verlo.” Se suele decir que, hay que cambiar el mundo, pero en realidad no es el mundo el que tiene que ser cambiado, pues eso no es posible, sino que tenemos que ser cada uno de nosotros los que cambiemos nuestra forma de verlo y la manera de actuar. Cuando todos y cada uno de nosotros hayamos cambiado nuestra manera de verlo y actuar, coincidiendo en nuestras acciones, el mundo habrá cambiado. *** “Cuando critiques a alguien, mira bien a quién lo haces, pues si es alguien importante, deberás estar a su altura para no parecer tonto, y si es a un necio, te estarás rebajando a su nivel.” Habitualmente se critica con demasiada facilidad a otras personas por el mero hecho de que han dicho o hecho algo con lo que no estamos de acuerdo; pero muy pocos se molestan en comprobar las razones de quien así ha actuado. Un profesional o especialista del tema, sabrá en mayor o menor medida de lo que habla, pero si el que critica, no es un erudito del tema, habrá conseguido todo lo contrario a sus propósitos. *** “Si no deseas sentirte defraudado, o ver que tu trabajo no es reconocido por los demás, sé feliz y disfruta haciendo lo que te gusta, y haz las cosas sin esperar nada de nadie.” Realizar un trabajo que no es de nuestro agrado, puede llegar a convertirse en un martirio y, posiblemente, sea también causa de críticas justificadas. Para evitar dicha situación, lo mejor es realizar el trabajo que nos gusta o, cuando menos, disfrutar con lo que hacemos y sentirnos orgullosos de ello, pues nunca el mejor de cada oficio, ha obtenido la misma consideración de los demás. *** “Los inútiles y mediocres, únicamente ven la solución restando posibilidades. En cambio, el entusiasta, encuentra posibles soluciones en cada inconveniente.” La manera en cómo nos enfrentemos a los retos, hará posible el éxito o no de la acción realizada. Cuando se reducen los medios para lograr el objetivo, no se está actuando correctamente, pues a menor aportación y empeño, peores serán los resultados. Un claro ejemplo de ello lo tenemos en los “recortes” sociales, pues al reducir los medios, también se reducen las posibilidades de éxito. Quien no dispone de medios, no puede emplearlos en crear más beneficios.