Década en la que muchos grupos locales parecen haberse

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1980
Década en la que muchos
grupos locales parecen haberse
estancado, dice Liliana González
y que además actúe como un filtro para
la disquera.
Según Liliana González Lobo, quien
se desempeñó por varios años como representante artístico a nivel nacional,
el manager, en primer lugar, arma un
proyecto. “Las disqueras no quieren propuestas austeras, en el sentido de que no
cuenten con una estructura; la idea es
hacerles la vida fácil, y dejarles la única
tarea de la producción”.
El artista debe conocer al cien, y
creer en su proyecto, los ejecutivos, algunas veces proponen cambios, y es necesario contar con las bases para defenderlo.
El promotor debe conocer bien a sus
representados: quiénes son, qué quieren,
qué le pueden aportar al grupo, cuáles
son los defectos que hay que mejorar en
su beneficio, primero a nivel personal, y
después en conjunto.
Cuando el manager tiene claro el
proyecto, se procede a la creación de personajes: el serio, el alocado, la sexy, es decir, los integrantes tienen que formarse
una idea vendible de sí mismos, pero sin
perder su identidad como personas.
El siguiente paso es, “desmoronar” la
música; de forma individual, y detectar
a qué suena cada instrumento, la voz, la
forma de tocar, la personalidad, algo que
va a permitir tomar el rumbo del grupo,
o del solista. “Muchos grupos no saben
cómo definir su música, la crean, pero no
pueden determinarla”.
La dinámica de grabar un disco también implica hacer un análisis literario
de las letras de las canciones, sacar sentimientos, y situaciones, para dejar claro
el contenido de los temas. “La realidad es
que muchos artistas cantan sus canciones, no las interpretan, incluso hay quienes ni siquiera saben qué dicen”.
La imagen es lo que sigue. Se trabaja
la apariencia personal, y la del concepto
del proyecto (colores, logo, nombre, etc.).
El proceso llega a su fin con la grabación de un disco semi profesional, una
sesión fotográfica, y un video.
“Todos estos elementos forman parte de un trabajo completo, pero si a eso
le agregas la experiencia y el dominio
del escenario, lo hace aún más aún más
atractivo para las disqueras”.
Lograr el producto final, el que se
presenta a la empresa discográfica, requiere de invertir tiempo, esfuerzo, dedicación, pero también dinero, sin embargo, dice Liliana, vale la pena, cuando
el artista también lo vale.
Las casas discográficas, asegura, siguen siendo la mejor opción para grabar.
“Una disquera te abre muchísimas
puertas; es mucho más sencillo entrar a
festivales de radio, en las televisoras, entre otras muchas ventajas”.
La posibilidad de grabar un disco en
la región sin tener que emigrar al Distrito Federal, existe. La Laguna cuenta con
productores de gran nivel profesional,
sin embargo, la mayoría de los estudios
están más enfocados al género grupero.
González Lobo comenta que, en la
actualidad, el “dinero manda”, y éste
puede ayudar a construir fácilmente
una carrera, sin la necesidad del
respaldo de una disquera.
“Pagas tu disco, tu producción, y listo”.
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