Cajón de Ciencias Ecuaciones con matrices Igual que ocurría con los números reales, también pueden plantearse ecuaciones con matrices. En ellas, tanto los términos como las incógnitas son todos matrices. Para entender cómo se resuelven, primero debes tener claras un par de cosas: - Las operaciones básicas con matrices (suma, resta y producto). - Cómo calcular la inversa de una matriz. Si tienes dudas con alguno de estos puntos, conviene que los repases en tus libros, tus apuntes o las descargas de nuestra web. Si los tienes dominados (o si estás volviendo a leer esto después de irte a repasarlos), podemos empezar. Como todo se ve mejor a través de ejemplos, vamos a ir resolviendo una ecuación con matrices mientras explicamos cómo se hace. Tomemos esta ecuación: A·B·X – C = D Siendo A= ( 1 1 −1 0 ) B= ( −1 0 3 1 ) C= ( 2 2 −2 1 ) D= ( 0 4 −1 0 ) X, por supuesto, es la matriz incógnita. Fíjate que todo se indica utilizando letras mayúsculas, y que todas las matrices son cuadradas y tienen las mismas dimensiones. De lo contrario, la ecuación no podría resolverse. Igual que una ecuación normal, para resolver tenemos que despejar la matriz X. El primer paso es pasar la matriz C, que está restando, sumando al otro lado: A·B·X = D + C Hasta ahí nada nuevo. Lo que viene ahora, sin embargo, sí es distinto. En una ecuación normal, pasaríamos A y B dividiendo al otro lado de la igualdad, pero eso no puede hacerse (porque no existe la división entre matrices). Lo que se hace en su lugar, es multiplicar ambos lados de la igualdad por la inversa de A: www.cajondeciencias.com Cajón de Ciencias A-1·A·B·X = A-1(D + C) IMPORTANTE: las matrices no tienen propiedad conmutativa. Así que si he tenido que multiplicar por la inversa de A poniendo A-1 a la izquierda, tengo que hacer exactamente lo mismo al otro lado de la igualdad. Escribir A-1·A·B·X = (D + C) A-1 habría estado mal (tampoco puedo meter A-1 entre la A y la B). Ahora, antes de seguir, vamos a simplificar un poco, porque A-1·A da como resultado la matriz identidad (I), que es el elemento neutro de la multiplicación de matrices y por lo tanto se puede quitar1. A-1·A·B·X = A-1(D + C) I·B·X = A-1(D + C) B·X = A-1(D + C) Ahora hacemos lo mismo para despejar la B: B-1·B·X = B-1·A-1(D + C) X = B-1·A-1(D + C) Y ya tenemos despejada la X. Esta es la parte teórica. Si te fijas, hasta ahora no hemos hecho ni una sola cuenta. Ahora toca realizar todas las operaciones que aparecen en el lado derecho de la igualdad. Puede que no estés acostumbrado a hacer las cosas así, poniendo primero todo con letras para dejar los cálculos al final, pero créetelo: con las matrices es mucho más cómodo de esta manera. Empezamos calculando el paréntesis: D+C= 1 ( 0 4 −1 0 )+( 2 2 −2 1 )=( 2 6 −3 1 ) Recuerda que I es una matriz cuadrada con todos sus elementos iguales a ceros, salvo los de la diagonal principal, que valen 1. Cualquier matriz multiplicada por I da la misma matriz como resultado. Es como multiplicar por 1 los números reales. www.cajondeciencias.com Cajón de Ciencias Ahora calculamos las inversas de A y B y las multiplicamos2: A-1 = ( ( 0 1 1 −1 0 1 1 −1 )·( ) ( −1 0 3 −1 ) )=( 3 −1 −4 1 ) B-1 = −1 0 3 −1 Y lo único que queda ya es multiplicar esta última matriz por la que nos había salido de sumar D y C, por este orden. Una vez más, recuerda que no hay propiedad conmutativa y que hay que respetar el orden que nos salía al despejar la X. ( 3 −1 −4 1 )·( 2 6 −3 1 )=( 9 17 −11 −23 ) Esa es, por fin, nuestra solución: X= ( 9 17 −11 −23 ) Recapitulemos un poco los pasos. Lo primero, tener claro cómo se suman, restan y multiplican matrices, así como el cálculo de inversas. Luego, acostumbrarnos a resolver primero todo “con letras” y después operar. Despejaremos la matriz incógnita X sabiendo que las sumas y restas se despejan igual que en las ecuaciones de toda la vida, pero que los productos se simplifican a través de la matriz inversa. Cuando hayamos dejado la X sola a un lado, iremos calculando, en el orden adecuado, todas las operaciones con las matrices que nos den. Si trabajáramos con matrices de orden 3 o superior, el mecanismo sería exactamente igual. Lo único que las operaciones serían más largas (pero recuerda que “más largo” no significa “más difícil y ya no lo sé hacer”, sino “se trata de hacer lo mismo, aunque me lleve más tiempo”). ¡Y ahora, a practicar! 2 Si alguna de ellas no tuviera inversa por ser su determinante igual a cero, tendríamos que indicar que la ecuación no tiene solución. www.cajondeciencias.com