GEOGRAFIA RURAL,ESTUDIOS AGRARIOS Y DESARROLLO NACIONAL Dr. Efrén Rodríguez Departamento de Ciencias Sociales UPEL- Maracay efrenaugusto@gmail.com Resumen El objeto propio de la geografía es el espacio, pero este espacio no se puede estudiar como una realidad neutra, ni como un espacio abstracto, como lo había hecho el pensamiento geográfico hasta tiempos recientes. La concepción predominante se remitía por lo general a las diferencias en la densidad y ritmo de crecimiento de la población, a diferencias en las ventajas comparativas, distancias a los mercados, costos de transporte, diferencias a los mercados, costos de transportes, diferencias ambientales. Para entenderlo en los tiempos actuales se parte del contexto geo-social que predomina en su criterio y sus formas de articulación con el exterior. Es decir, que la organización geográfica del espacio rural atenderá a las formas de ocupación que se han venido desarrollando en una sociedad determinada, en este caso la sociedad venezolana. El análisis del espacio geográfico a partir de los sistemas agrarios permite particularizar la dinámica rural y sus relaciones con el modelo socio-histórico y económico donde se inscribe, es decir, que los sistemas agrarios permiten captar la diferenciación socio-espacial de la agricultura. La Geografía Rural tiene una enorme tarea que cumplir para darle el impulso que se requiere para desarrollar el campo venezolano de manera integral, básicamente genera opciones a partir de la valoración de los sistemas agrarios, abordar los estudios rurales desde un enfoque integral-global, evaluar los impactos ambientales de la modernización agrícola, producir planteamientos políticos a partir de la gestión de las comunidades, reconocer el carácter pluricultural y social de las comunidades campesinas, respetando sus valores y cosmovisión del mundo, examinar las consecuencias que generan sobre el espacio los medios de información, esforzarse para replantear alternativas de desarrollo agrícolas que atiendan la dinámica geohistórica de la agricultura venezolana, hacer énfasis en la localización geográfica de la agricultura y sus formas de articulación al conjunto económico nacional, a fin de derivar procesos que armonicen la distribución de la producción y su relación con una red nacional de abastecimiento de productos de consumo masivos, dar prioridad a una agricultura alimentaria de manera que se asegure la provisiones requeridas para la población, sobre todo aquellos que se asocien con los hábitos culturales del pueblo. Palabras claves: Geografía Rural, Sistemas Agrarios, Agricultura Campesina, Agricultura. 2 INTRODUCCION El siguiente trabajo se inscribe en la Línea de Investigación “Enseñanza Renovada de la Geografía” del Instituto Pedagógico de Maracay,se orienta al estudio de la realidad socio- geográfica del espacio local a los fines de producir formas de enseñanza alternativas que hagan de la clase una acción innovadora y sustentada en el abordaje de los contenidos de manera integradas. Insiste en el enfoque geohistórico como articulador de los procesos geosociales y pedagógicos que se desarrollan en el espacio cotidiano donde se encuentra envuelta la escuela. El producto de la línea se expresa en propuestas estructurada desde las realidades de la escuela de enseñanza y apoyadas en materiales didácticos construidos a partir de una conceptualizacion propia de la pedagogía de la geografía. Esta investigación documental parte de que la Geografía como una ciencia que estudia las diversas relaciones socio-históricas y económicas- ambientales que se producen en una determinada sociedad, ha adquirido una significativa relevancia en nuestro país en los últimos años, dada las posibilidades que ofrece en sus conceptos para abordar la problemática del desarrollo, desde una perspectiva basada en la realidad nacional. Se hace énfasis en los Sistemas Agrarios del país, los cuales han venido aportando elementos de interpretación a la realidad rural bajo un enfoque sistémico que posibilita abarcar el análisis con mayor rigurosidad que incluyen las características de ubicación, tecnología, historia, sociedad, cultura, economía y los paisajes agrícolas que de todas ellas ha resultado. El estudio de los Sistemas Agrarios señala que es imposible comprender la agricultura venezolana cuando no se tiene una apreciación de su evolución en el espacio y el tiempo. Se entiende el sistema de producción agrícola como un conjunto integrado por la modalidad social productiva, la tecnología y el medio ambiente natural. Así mismo se manifiesta que al estudiar la organización de un espacio donde predomina una agricultura empresarial él responderá a la racionalidad económica que lleva implícito, pues, estos espacios se organizan en base al mercado, buscan en todo momento maximizar el beneficio económico. Contrariamente a esta forma de ocupación del espacio tenemos a la agricultura campesina, la cual presenta una organización diferente en su funcionamiento. En efecto, la agricultura campesina posee una racionalidad que no se ajusta al criterio de maximizar beneficios económicos. Básicamente los criterios que prevalecen son los de procurar mayor seguridad posible a su familia. De esta forma las decisiones sobre qué van a producir, cómo y cuándo, no estarán definidas por los indicadores de precios, ni asentadas en el cálculo económico, estarán acondicionadas más bien por las formas tradicionales de producir, las costumbres, por lo que conocen y dominan. Finalmente se ofrecen un conjunto de propuestas donde la geografía rural tiene una enorme tarea que cumplir, para darle el impulso que se requiere para desarrollar el campo venezolano de manera integral,básicamente genera opciones a partir de la valoración de los sistemas agrarios, abordar los estudios rurales a partir de un enfoque sistémico, 3 evaluar los impactos ambientales de la modernización agrícola, producir planteamientos políticos a partir de la gestión de las comunidades, reconocer el carácter pluricultural y social de las comunidades campesinas, respetando sus valores y cosmovisión del mundo, esforzarse para replantear alternativas de desarrollo agrícolas que atiendan a la dinámica geohistórica de la agricultura venezolana, hacer énfasis en la localización geográfica de la agricultura y sus formas de articulación al conjunto económico nacional, a fin de derivar procesos que armonicen la distribución de la producción y su relación con una red nacional de abastecimiento de productos de consumo masivos,dar prioridad a una agricultura alimentaria de manera que se asegure la provisión de alimentos requeridas para la población, sobre todo aquellos que se asocien con los hábitos culturales del pueblo, finalmente definir claramente el papel del Estado,primordialmente en la planificación y áreas de inversión del espacio rural. El espacio Rural La Geografía, como una ciencia que estudia las diversas relaciones socio-históricas y económica- ambientales que se producen en una determinada sociedad, ha adquirido una significativa relevancia en nuestro país en los últimos años, dada las posibilidades que ofrece en sus conceptos para abordar la problemática del desarrollo, desde una perspectiva basada en la realidad nacional. La Geografía ha centrado su atención en el espacio como un producto social,pero este espacio no se puede estudiar como una realidad neutra, ni como un espacio abstracto, como lo había hecho el pensamiento geográfico hasta tiempos recientes, la concepción predominante se remitía por lo general a las diferencias en la densidad y ritmo de crecimiento de la población, a diferencias en las ventajas comparativas, distancias a los mercados, costos de transporte, diferencias a los mercados y diferencias ambientales. En este sentido,la crítica esencial a que se puede someter a esta concepción sería su orientación ideológica, que en el plano de la investigación científica le lleva a privilegiar los fundamentos utilitarios del positivismo y, en el plano social, se ha restringido a reproducir los mecanismos espaciales de la sociedad capitalista. Esto es lo que nos lleva según, Santos (1976),a la búsqueda de una concepción que nos permita estudiar al espacio geográfico como un espacio producido, creado por la acción de los grupos humanos Es decir que el espacio no constituye una estructura autónoma e independiente con sus propias reglas de construcción y transformación sino que representa una definida dimensión de una formación social determinada. En esta dirección el espacio geográfico no es más que la naturaleza transformada por las relaciones sociales de producción. Pero, según Rojas (1978), esta relación sociedad-naturaleza no se presenta de manera homogénea, sino que varía en el tiempo y el espacio,reproduce su tiempo histórico en determinadas formaciones económicas sociales Esta interpretación del espacio la podemos ubicar dentro de una nueva corriente en geografía que intenta crear las bases para una explicación de los fenómenos geográficos 4 donde se abarque toda la problemática social, además de las diversas gamas de fenómenos económico-culturales y ambientales que se operan en su contexto. En este particular, de acuerdo a Musso (2004),se busca la generación de un modelo alternativo para la utilización del espacio rural siendo uno de los desafíos más arduos en el siglo XXI, la contaminación que producen los usos agrarios.Frente a los costes ambientales que la ciudad impone al campo, es urgente tomar medidas integrales para frenar o reducir el proceso de degradación del campo y la ciudad y recuperar el equilibrio de los ecosistemas, principalmente, el de sus áreas protegidas (parques nacionales, reservas hidráulicas, áreas rurales de desarrollo integrado, reservas forestales, refugios de fauna, monumentos naturales, santuarios, zonas prístinas, biodiversidad, entre otros). Sánchez (1979), plantea en estos momentos al espacio desde una óptica global, para observar, una vez aceptado que el espacio es el marco de las relaciones sociales, sé efectúa mediante unas "leyes" que conforman el espacio mismo, es decir cómo el hombre actúa sobre el espacio, lo domina y los modifica, qué normas utiliza para ello y para adaptarlos a sus intereses. Dentro de esta conceptualizacion se ubica el espacio rural, para entenderlo se parte del contexto geo-social que predomina en su criterio y sus formas de articulación con el exterior. Es decir, que la organización geográfica del espacio rural atenderá a las formas de ocupación que se han venido desarrollando en una sociedad determinada, en este caso la sociedad venezolana.Ovalles (1980),hace referencia a la forma de ocupación del espacio rural, destacando que la Reforma Agraria y las políticas de desarrollo rural integrado no han tenido éxito para conformar un patrón diferente en el espacio rural. Los Sistemas Agrarios Se aspira captar la diferenciación socio-espacial de la agricultura como conjuntos de distintas naturalezas.Se entenderán como "sistemas" o "subsistemas" al presuponer una determinada coherencia interna entre sus elementos esenciales, pues la organización social de la producción, la tecnología y el medio ambiente se integrarían dinámicamente con una expresa racionalidad económica que determinaría su evolución y sus resultados en el tiempo. En este sentido el estudio de los sistemas agrarios en Venezuela ha venido aportando elementos de interpretación a la realidad rural bajo un enfoque sistémico que posibilita abarcar el análisis con mayor rigurosidad. En Venezuela,el estudio de los sistemas agrarios, incluyen las características de ubicación, tecnología, historia, sociedad, cultura, economía y los paisajes agrícolas que de todas ellas han resultado, señalando que es imposible comprender la agricultura venezolana cuando no se tiene una apreciación de su evolución en el espacio y el tiempo. De manera que el sistema de producción agrícola se entiende como un conjunto integrado por la modalidad social productiva, la tecnología y el medio ambiente natural. 5 Estas estructuras se encuentran interrelacionadas y mutuamente influenciadas entre sí, constituyendo un ente equilibrado con una fisonomía propia capaz de reproducirse en el tiempo y de expresarse exteriormente a nivel local y/o regional, bajo formas, explotaciones o unidades de producción concreta. Finalmente cabe resaltar el valor de la agricultura campesina como fuente de respuestas a las interrogantes que puedan surgir en la búsqueda de un modelo de producción agrícola más adecuado y como base de sustentación de la población rural y de un conjunto de rasgos culturales autónomos. De la caracterización de los sistemas agrarios se pueden derivar las siguientes consideraciones: a) La pluralidad de sistemas agrarios expresan las posibilidades y limitaciones de la agricultura venezolana. Sobre todo se destaca que la modernización agrícola no es la única opción para el desarrollo del campo venezolano. b) El análisis del espacio geográfico a partir de los sistemas agrarios permite particularizar la dinámica rural y sus relaciones con el modelo socio-histórico y económico donde se inscribe, es decir, que los sistemas agrarios permiten captar la diferenciación socio-espacial de la agricultura. Agricultura empresarial De manera particular podemos manifestar que al estudiar la organización de un espacio donde predomina una agricultura empresarial él responderá a la racionalidad económica que lleva implícito, pues, estos espacios se organizan en base al mercado, buscan en todo momento maximizar el beneficio económico. Esto quiere decir, que sus decisiones acerca de lo que conviene producir, en qué cantidad, cuándo y cómo producirlo, estarán sujetas y condicionadas al objetivo de maximizar el beneficio de su unidad productiva. Este modelo agrícola organiza el espacio, en base a un conjunto de técnicas orientadas a la explotación intensiva de la tierra sin considerar sus efectos negativos sobre las condiciones agrológicas, culturales y sociales. De este modo Fredy Gil, citado por Lanz (2004), expresa que los modelos actúales de la agricultura basados en el monocultivo y en uso indiscriminado de insumos y tecnologías apuntan a ser insostenibles ecológicamente, ineficientes para satisfacer las necesidades básicas de alimentación y financieramente ineficaces. Están fundamentadas en la expoliación de los recursos naturales, rompen el equilibrio de los ecosistemas, utilizan cantidades excesivas de pesticidas y fertilizante inorgánicos, aceleran la erosión del suelo, extermina innumerables especies de seres vivos y contamina las aguas subterráneas y ríos. Todas estas prácticas se inscriben en un paquete tecnológico que no obedece a un proceso histórico de creación y organización donde el hombre en base a sus experiencias derivadas de sus relaciones con las condiciones locales, es decir, sus medios de trabajo actúe sobre la realidad que debe intervenir. Pero, ¿este modelo de ocupación del espacio agrícola podrá mantenerse en el tiempo y el espacio? Las evidencias demuestran que por sus elevados costos, deterioro ecológico por la sobre aplicación de agroquímico, y el desarrollo cultural, 6 su tendencia es a fracasar, por lo que se requiere de verdaderos ajustes y reorientaciones en sus propósitos. Por otra parte, este sistema de producción esta dotado de una gran fuerza deformadora del espacio agrícola y la sociedad local a través de la tecnología que utiliza y de las relaciones sociales de producción que impone,lo que permite acelerar un proceso de diferenciación especulativo del espacio geográfico asociado a la inversión desigual de capitales en la agricultura. Agricultura campesina Contrariamente a esta forma de ocupación del espacio tenemos a la agricultura campesina, la cual presenta una organización diferente en su funcionamiento. En efecto, la agricultura campesina posee una racionalidad que no se ajusta al criterio de maximizar beneficios económicos. Básicamente, los criterios que prevalecen son los de procurar mayor seguridad posible a la familia. De esta forma las decisiones sobre qué van a producir, cómo y cuándo, no estarán definidas por los indicadores de precios, ni asentadas en el cálculo económico, estarán acondicionadas más bien por las formas tradicionales de producir, las costumbres, por lo que conocen y dominan. Su objeto principal es la reproducción del grupo familiar, siendo característico que los grupos no estén aislados entre sí, sino unidos por lazos consanguíneos afectivos y por objetivos comunes relacionados con el trabajo y los problemas de la comunidad. En este particular la virtud de la economía campesina e s precisamente que constituye una unidad de producción y de consumo; una célula de convivencia; un proyecto social que, a través de la comunidad y las empresas asociativas, encarna en un tejido mucho más amplio que ella misma. Esto, que en rigor es la reproducción ampliada de la unidad doméstica, configura un paradigma alternativo, no solamente para la vida rural sino también para la vida urbana. Así se mantienen estrategias organizativas que permiten resolver los problemas de circulación de dinero, mano de obra y escasez de tierras, consolidándose de esta forma la estabilidad del sistema. Por otra parte, el ambiente es manejado estrategias organizativas mediante en base a la tecnología y a la racionalidad campesina y de acuerdo a sus condiciones y capacidades. Esto quiere decir que, cuando el agricultor organiza sus actividades agrícolas y pecuarias, lo que hace es manejar en forma integral el ambiente, atendiendo a su variabilidad. Por ejemplo,en el espacio agrícola se hacen presentes estrategias como:el trabajo colectivo y el trueque de productos, además del manejo de plagas y maleza que son combatidas mediante rotaciones, asociaciones y diversificación de cultivos; las estrategias de conservación orientadas a resolver problemas específicos de suelos como las zanjas de laderas adaptadas a las formas de relieve, para evitar que las aguas de escorrentías erosionen el suelo, barreras de árboles y bosques para proteger los suelos y cultivos de la acción de los vientos, muros de piedra hábilmente orientados para mejorar y proteger las condiciones de los suelos. 7 Se evidencia que en el espacio agrícola predomina un conjunto de estrategias de producción que le permiten al campesino manejar al ambiente en una forma adecuada que exprese sus habilidades, experiencias y destrezas adquiridas a partir de su acervo cultural e histórico, además de que sus cultivos conforman una buena parte de los alimentos básicos de la cesta familiar. Se oponen, así, dos formas de organización del espacio rural (Figura 1) donde se manifiesta que su organización es una resultante de la forma y naturaleza de la distribución geográfica del capital. Se intenta a manera de ilustración, ofrecer una muestra concreta sobre la organización del espacio, nos referimos a la Cuenca del Lago de Valencia, la cual ha sido sometida a diversos estudios donde predominan como elemento fundamental los conflictos de uso de la tierra, manifestándose en una sustitución de áreas agrícolas, con una vocación natural comprobada, por actividades urbanas-industriales. En efecto, el 86% de las tierras de la Cuenca de Lago de Valencia son aptas para uso agrícola. En la generalidad de los casos se explica esta situación por la carencia de una planificación que armonice las actividades espaciales, y se le proporcione un uso de la tierra consonó con sus condiciones naturales. Sin discutir lo acertado de estos planteamientos consideramos que predomina un carácter funcional que no atiende a una explicación socio-histórica. En efecto, sí de acuerdo a la potencialidad de las tierras de la Cuenca del Lago de Valencia debería estar dedicada a la agricultura, ha habido suficientes razones que han hecho incrementar el uso urbano-industrial. En este sentido la explicación tendría que buscarse en la lógica y la racionalidad del modelo económico que ha predominado en el país. ¿ Por qué es más rentable la actividad urbana-industrial en relación con la agricultura ?La respuesta es obvia, los empresarios capitalistas buscan invertir en aquellas ramas de la producción que les garantice mayor tasa de beneficio y una rápida acumulación, en este caso prefieren las actividades urbanas industriales, dadas las condiciones geográficas favorables de la zona (vías de comunicación, terrestre, marítima y aérea adecuada, fuerza laboral barata, mercados de consumo seguro, servicios públicos accesibles.) hecho, que sin dudas, les garantiza sus inversiones. En cambio la agricultura, de la forma como se había concebido hasta el presente, es una actividad de mayor riesgo y con un retorno de capital más lento. Esta es la razón básica para que predomine el uso urbano-industrial, sobre el uso agrícola. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el uso que se le asigne al espacio agrícola es independiente de su vocación natural, pues quienes deciden su ocupación son los intereses del capital. En otras palabras,no son los factores naturales, sino los sociales, lo que determinan el tipo de agricultura que se desarrollan en un país o región particular. Entendemos que el medio rural no puede incorporarse como un dato fijo sino como un objeto de trabajo que sufre transformaciones en relación con unos objetivos de la organización social.En este contexto,la actividad agrícola que se practica en la Cuenca 8 del Lago de Valencia,donde la actividad se organiza mayoritariamente bajo formas de organización empresarial,se dirige primordialmente a satisfacer la demanda del mercado urbano-agro-industrial, especialmente la caña de azúcar, cítricos y otros frutales, igualmente se orienta hacia rubros hortícolas, dado que estos son los que ofrecen mayores dividendos, mientras que los tubérculos y leguminosas se explotan en menor proporción, encontrándose relegadas a un segundo plano. Consideraciones Finales. Se puede señalar que en Venezuela el espacio rural,a partir de un enfoque geográfico, no ha sido objeto de estudios en forma sistemática, esto por muchas razones, pero fundamentalmente: 1-Los organismos encargados de la planificación han privilegiado el análisis de los problemas urbanos y cuando han desarrollado trabajos dirigidos al sector rural lo han hecho con una óptica urbana, sin considerar histórico-social un conjunto de factores de orden que son necesarios tomar en consideración cuando se desempeñan políticas de desarrollo rural. 2- El Agro Venezolano se encuentra en una situación de minusvalía frente a los demás sectores, a pesar de su condición de generador de alimentos, de materia prima para la industria, y de fuente de ocupación de un sector importante de la población. La poca atención en el estudio del espacio rural se relaciona con el desarrollo del modelo económico sustentado en los recursos derivados del petróleo, hecho que ha descuidado y subvalorizado a la agricultura como una alternativa de desarrollo. A pesar de que el Artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que “El estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población”… Por lo tanto, en Venezuela a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos la agricultura no conforma un sector clave de extracción de excedentes, pues el desarrollo del capitalismo contemporáneo se ha sustentado,desde la década de 1930, en la explotación petrolera y,desde los años sesenta, las políticas de modernización de la agricultura, incluyendo el proceso de Reforma Agraria, han impedido el desarrollo de una agricultura cuyas formas de organización surjan de la realidad local; contrariamente, se han favorecido los espacios de agricultura empresarial y la integración agroindustrial. En esta dirección se han concentrado los esfuerzos de las políticas del Estado venezolano en los últimos años, con algunas señales importantes donde se comienza a revalorar este sector. Estos hechos resultan preocupantes, cuando sabemos que estas formas de organización del espacio no atienden a las condiciones del país, sino que refuerzan históricas - sociales las estructuras de ocupación espacial que han predominado desde la Venezuela colonial. Ceballo (1982) ofrece una amplia explicación 9 sobre la formación del espacio venezolano desde el período colonial hasta nuestros días. Se diferencian dos grandes estructuras espaciales: la estructura "seccionada" que define al espacio de la Venezuela Agraria (Colonia y reciente república, hasta fines de siglo XIX) y la estructura "centralizada" que define al espacio de la Venezuela Petrolera (1950 hasta nuestros días). Dentro de este contexto la geografía rural tiene una enorme tarea que cumplir, tal como se evidencia en la figura Nº 2, para dar el impulso que se requiere para desarrollar el campo venezolano de manera integral,básicamente genera opciones a partir de la valoración de los sistemas agrarios, al abordar los estudios rurales a partir de un enfoque integral-sistémico, evaluar los impactos ambientales de la modernización agrícola, producir planteamientos políticos a partir de la gestión de las comunidades, reconocer el carácter pluricultural y social de las comunidades campesinas, respetando sus valores y cosmovisión del mundo, examinar las consecuencias que generan sobre el espacio los medios de información, esforzarse para replantear alternativas de desarrollo agrícolas que atiendan a la dinámica geohistórica de la agricultura venezolana, hacer énfasis en la localización geográfica de la agricultura y sus formas de articulación al conjunto económico nacional, a fin de derivar procesos que armonicen la distribución de la producción y su relación con una red nacional de abastecimiento de productos de consumo masivos, dar prioridad a una agricultura alimentaria de manera que se asegure la provisión de alimentos requeridas para la población, sobre todo aquellos que se asocien con los hábitos culturales del pueblo, finalmente definir claramente el papel del Estado primordialmente en la planificación y áreas de inversión del espacio rural. La Geografía Rural deberá esforzarse,en este sentido, para explicar todas estas tareas a fin de ubicar en el lugar que le corresponde a los estudios agrarios y derivar su importancia para el desarrollo nacional, de manera que la Geografía Rural requiere sustentarse en una serie de componentes, expresados en la figura Nº 3 sobre una base social que servirán de criterios para abordar esta compleja actividad económica. De manera que la Geografía Rural se centra en el análisis y explicación de los paisajes rurales como resultado de elementos y factores naturales, culturales, históricos y económicos que dan cuenta de su funcionamiento y estructuración. Por otra parte, estudia y analiza la reestructuración de los espacios rurales como producto de la globalización y el impacto generado por los problemas sociales y económicos en el uso del suelo. Desde aquí surge la conveniencia de fortalecer a la agricultura como un componente vital en las políticas de desarrollo nacional. 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