geografia rural,estudios agrarios y desarrollo nacional

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GEOGRAFIA RURAL,ESTUDIOS AGRARIOS Y DESARROLLO NACIONAL
Dr. Efrén Rodríguez
Departamento de Ciencias Sociales
UPEL- Maracay
efrenaugusto@gmail.com
Resumen
El objeto propio de la geografía es el espacio, pero este espacio no se puede estudiar
como una realidad neutra, ni como un espacio abstracto, como lo había hecho el
pensamiento geográfico hasta tiempos recientes. La concepción predominante se remitía
por lo general a las diferencias en la densidad y ritmo de crecimiento de la población, a
diferencias en las ventajas comparativas, distancias a los mercados, costos de transporte,
diferencias a los mercados, costos de transportes, diferencias ambientales. Para entenderlo
en los tiempos actuales se parte del contexto geo-social que predomina en su
criterio y sus formas de articulación con el exterior. Es decir, que la organización
geográfica del espacio rural atenderá a las formas de ocupación que se han venido
desarrollando en una sociedad determinada, en este caso la sociedad venezolana.
El análisis del espacio geográfico a partir de los sistemas agrarios permite
particularizar la dinámica rural y sus relaciones con el modelo socio-histórico y económico
donde se inscribe, es decir, que los sistemas agrarios permiten captar la diferenciación
socio-espacial de la agricultura. La Geografía Rural tiene una enorme tarea que cumplir
para darle el impulso que se requiere para desarrollar el campo venezolano de manera
integral, básicamente genera opciones a partir de la valoración de los sistemas agrarios,
abordar los estudios rurales desde un enfoque integral-global, evaluar los impactos
ambientales de la modernización agrícola, producir planteamientos políticos a partir de la
gestión de las comunidades, reconocer el carácter pluricultural y social de las comunidades
campesinas, respetando sus valores y cosmovisión del mundo,
examinar
las
consecuencias que generan sobre el espacio los medios de información, esforzarse para
replantear alternativas de desarrollo agrícolas que atiendan la dinámica geohistórica de la
agricultura venezolana, hacer énfasis en la localización geográfica de la agricultura y sus
formas de articulación al conjunto económico nacional, a fin de derivar procesos que
armonicen la distribución de la producción y su relación con una red nacional de
abastecimiento de productos de consumo masivos, dar prioridad a una agricultura
alimentaria de manera que se asegure la provisiones requeridas para la población, sobre
todo aquellos que se asocien con los hábitos culturales del pueblo.
Palabras claves: Geografía Rural, Sistemas Agrarios, Agricultura Campesina, Agricultura.
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INTRODUCCION
El siguiente trabajo se inscribe en la Línea de Investigación “Enseñanza Renovada de la
Geografía”
del Instituto Pedagógico de Maracay,se orienta al estudio de la realidad socio-
geográfica del espacio local a los fines de producir formas de enseñanza alternativas que
hagan de la clase una acción innovadora y sustentada en el abordaje de los contenidos de
manera integradas. Insiste en el enfoque geohistórico como articulador de los procesos geosociales y pedagógicos que se desarrollan en el espacio cotidiano donde se encuentra
envuelta la escuela. El producto de la línea se expresa en propuestas
estructurada desde las realidades de la escuela
de enseñanza
y apoyadas en materiales didácticos
construidos a partir de una conceptualizacion propia de la pedagogía de la geografía.
Esta investigación documental parte de que la Geografía como una ciencia que
estudia las diversas relaciones socio-históricas y económicas- ambientales que se producen
en una determinada sociedad, ha adquirido una significativa relevancia en nuestro país en
los últimos años, dada las posibilidades que ofrece en sus conceptos para abordar la
problemática del desarrollo, desde una perspectiva basada en la realidad nacional. Se hace
énfasis en los Sistemas Agrarios del país, los cuales han venido aportando elementos de
interpretación a la realidad rural bajo un enfoque sistémico que posibilita
abarcar el
análisis con mayor rigurosidad que incluyen las características de ubicación, tecnología,
historia, sociedad, cultura, economía y los paisajes agrícolas que de todas ellas ha resultado.
El estudio de los Sistemas Agrarios señala que es imposible comprender la agricultura
venezolana cuando no se tiene una apreciación de su evolución en el espacio y el tiempo.
Se entiende el sistema de producción agrícola como un conjunto integrado por la modalidad
social productiva, la tecnología y el medio ambiente natural. Así mismo se manifiesta que
al estudiar la organización de un espacio donde predomina una agricultura empresarial él
responderá a la racionalidad económica que lleva implícito, pues, estos espacios se
organizan en base al mercado, buscan en todo momento maximizar el beneficio económico.
Contrariamente a esta forma de ocupación del espacio tenemos a la agricultura campesina,
la cual presenta una organización diferente en su funcionamiento. En efecto, la agricultura
campesina posee una racionalidad que no se ajusta al criterio de maximizar beneficios
económicos. Básicamente los criterios que prevalecen son los de procurar mayor seguridad
posible a su familia. De esta forma las decisiones sobre qué van a producir, cómo y cuándo,
no estarán definidas por los indicadores de precios, ni asentadas en el cálculo económico,
estarán acondicionadas más bien por las formas tradicionales de producir, las costumbres,
por lo que conocen y dominan.
Finalmente se ofrecen un conjunto de propuestas
donde la geografía rural tiene
una enorme tarea que cumplir, para darle el impulso que se requiere para desarrollar el
campo venezolano de manera integral,básicamente genera opciones a partir de la valoración
de los sistemas agrarios, abordar los estudios rurales a partir de un enfoque sistémico,
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evaluar los impactos ambientales de la modernización agrícola, producir planteamientos
políticos a partir de la gestión de las comunidades, reconocer el carácter pluricultural y
social de las comunidades campesinas, respetando sus valores y cosmovisión del mundo,
esforzarse para replantear alternativas de desarrollo agrícolas que atiendan a la dinámica
geohistórica de la agricultura venezolana, hacer énfasis en la localización geográfica de la
agricultura y sus formas de articulación al conjunto económico nacional, a fin de derivar
procesos que armonicen la distribución de la producción y su relación con una red nacional
de abastecimiento de productos de consumo masivos,dar prioridad a una agricultura
alimentaria de manera que se asegure la provisión de alimentos requeridas para la
población, sobre todo aquellos que se asocien con los hábitos culturales del pueblo,
finalmente definir claramente el papel del Estado,primordialmente en la planificación y
áreas de inversión del espacio rural.
El espacio Rural
La Geografía, como una ciencia que estudia las diversas relaciones socio-históricas
y económica- ambientales que se producen en una determinada sociedad, ha adquirido una
significativa relevancia en nuestro país en los últimos años, dada las posibilidades que
ofrece en sus conceptos para abordar la problemática del desarrollo, desde una perspectiva
basada en la realidad nacional. La Geografía ha centrado su atención en el espacio como un
producto social,pero este espacio no se puede estudiar como una realidad neutra, ni como
un espacio abstracto, como lo había hecho el pensamiento geográfico hasta tiempos
recientes, la concepción predominante se remitía por lo general a las diferencias en la
densidad y ritmo de crecimiento de la población, a diferencias en las ventajas comparativas,
distancias a los mercados, costos de transporte, diferencias a los mercados y diferencias
ambientales.
En este sentido,la crítica esencial a que se puede someter a esta concepción sería su
orientación ideológica, que en el plano de la investigación científica le lleva a privilegiar
los fundamentos utilitarios del positivismo y, en el plano social, se ha restringido a
reproducir los mecanismos espaciales de la sociedad capitalista.
Esto es lo que nos lleva según, Santos (1976),a la búsqueda de una concepción que
nos permita estudiar al espacio geográfico como un espacio producido, creado por la acción
de los grupos humanos Es decir que el espacio no constituye una estructura autónoma e
independiente con sus propias reglas de construcción y transformación sino que representa
una definida dimensión de una formación social determinada. En esta dirección el espacio
geográfico no es más que la naturaleza transformada por las relaciones sociales de
producción. Pero, según Rojas (1978), esta relación sociedad-naturaleza no se presenta
de manera homogénea, sino que varía en el tiempo y el espacio,reproduce su tiempo
histórico en determinadas formaciones económicas sociales
Esta interpretación del espacio la podemos ubicar dentro de una nueva corriente en
geografía que intenta crear las bases para una explicación de los fenómenos geográficos
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donde se abarque toda la problemática social, además de las diversas gamas de fenómenos
económico-culturales y ambientales que se operan en su contexto. En este particular, de
acuerdo a Musso (2004),se busca
la generación de un modelo alternativo para la
utilización del espacio rural siendo uno de los desafíos más arduos en el siglo XXI, la
contaminación que producen los usos agrarios.Frente a los costes ambientales que la ciudad
impone al campo, es urgente tomar medidas integrales para frenar o reducir el proceso de
degradación del campo y la ciudad y recuperar el equilibrio de los ecosistemas,
principalmente, el de sus áreas protegidas (parques nacionales, reservas hidráulicas, áreas
rurales de desarrollo integrado, reservas forestales, refugios de fauna, monumentos
naturales, santuarios, zonas prístinas, biodiversidad, entre otros).
Sánchez (1979), plantea en estos momentos al espacio desde una óptica global, para
observar, una vez aceptado que el espacio es el marco de las relaciones sociales, sé efectúa
mediante unas "leyes" que conforman el espacio mismo, es decir cómo el hombre actúa
sobre el espacio, lo domina y los modifica, qué normas utiliza para ello y para adaptarlos a
sus intereses.
Dentro de esta conceptualizacion se ubica el espacio rural, para entenderlo se parte
del contexto geo-social que predomina en su criterio y sus formas de articulación
con el exterior. Es decir, que la organización geográfica del espacio rural atenderá a las
formas de ocupación que se han venido desarrollando en una sociedad determinada,
en este caso la sociedad venezolana.Ovalles (1980),hace referencia a la forma de ocupación
del espacio rural, destacando que la Reforma Agraria y las políticas de desarrollo rural
integrado no han tenido éxito para conformar un patrón diferente en el espacio rural.
Los Sistemas Agrarios
Se aspira captar la diferenciación socio-espacial de la agricultura como conjuntos de
distintas naturalezas.Se entenderán como "sistemas" o "subsistemas" al presuponer una
determinada coherencia interna entre sus elementos esenciales, pues la organización social
de la producción, la tecnología y el medio ambiente se integrarían dinámicamente con una
expresa racionalidad económica que determinaría su evolución y sus resultados en el
tiempo.
En este sentido el estudio de los sistemas agrarios en Venezuela ha venido
aportando elementos de interpretación a la realidad rural bajo un enfoque sistémico que
posibilita
abarcar el análisis con mayor rigurosidad. En Venezuela,el estudio de los
sistemas agrarios, incluyen las características de ubicación, tecnología, historia, sociedad,
cultura, economía y los paisajes agrícolas que de todas ellas han resultado, señalando que es
imposible comprender la agricultura venezolana cuando no se tiene una apreciación de su
evolución en el espacio y el tiempo. De manera que el sistema de producción agrícola se
entiende como un conjunto integrado por la modalidad social productiva, la tecnología y el
medio ambiente natural.
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Estas estructuras se encuentran interrelacionadas y mutuamente influenciadas entre
sí, constituyendo un ente equilibrado con una fisonomía propia capaz de reproducirse en el
tiempo y de expresarse exteriormente a nivel local y/o regional, bajo formas, explotaciones
o unidades de producción concreta. Finalmente cabe resaltar el valor de la agricultura
campesina como fuente de respuestas a las interrogantes que puedan surgir en la búsqueda
de un modelo de producción agrícola más adecuado y como base de sustentación de la
población rural y de un conjunto de rasgos culturales autónomos.
De la caracterización de los sistemas agrarios se pueden derivar las siguientes
consideraciones:
a) La pluralidad de sistemas agrarios expresan las posibilidades y limitaciones de la
agricultura venezolana. Sobre todo se destaca que la modernización agrícola no es la
única opción para el desarrollo del campo venezolano.
b) El análisis del espacio geográfico a partir de los sistemas agrarios permite
particularizar la dinámica rural y sus relaciones con el modelo socio-histórico y
económico donde se inscribe, es decir, que los sistemas agrarios permiten captar la
diferenciación socio-espacial de la agricultura.
Agricultura empresarial
De manera particular podemos manifestar que al estudiar la organización de un
espacio donde predomina una agricultura empresarial él responderá a la racionalidad
económica que lleva implícito, pues, estos espacios se organizan en base al mercado,
buscan en todo momento maximizar el beneficio económico. Esto quiere decir, que sus
decisiones acerca de lo que conviene producir, en qué cantidad, cuándo y cómo producirlo,
estarán sujetas y condicionadas al objetivo de maximizar el beneficio de su unidad
productiva. Este modelo agrícola organiza el espacio, en base a un conjunto de técnicas
orientadas a la explotación intensiva de la tierra sin considerar sus efectos negativos sobre
las condiciones agrológicas, culturales y sociales. De este modo Fredy Gil, citado por Lanz
(2004), expresa que los modelos actúales de la agricultura basados en el monocultivo y en
uso indiscriminado de insumos y tecnologías apuntan a ser insostenibles ecológicamente,
ineficientes para satisfacer las necesidades básicas de alimentación y financieramente
ineficaces. Están fundamentadas en la expoliación de los recursos naturales, rompen el
equilibrio de los ecosistemas, utilizan cantidades excesivas de pesticidas y fertilizante
inorgánicos, aceleran la erosión del suelo, extermina innumerables especies de seres vivos y
contamina las aguas subterráneas y ríos.
Todas estas prácticas se inscriben en un paquete tecnológico que no obedece a un proceso
histórico de creación y organización donde el hombre en base a sus experiencias derivadas
de sus relaciones con las condiciones locales, es decir, sus medios de trabajo actúe sobre la
realidad que debe intervenir. Pero, ¿este modelo de ocupación del espacio agrícola podrá
mantenerse en el tiempo y el espacio? Las evidencias demuestran que por sus elevados
costos, deterioro ecológico por la sobre aplicación de agroquímico, y el desarrollo cultural,
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su tendencia es a fracasar, por lo que se requiere de verdaderos ajustes y reorientaciones en
sus propósitos.
Por otra parte, este sistema de producción esta dotado de una gran fuerza
deformadora del espacio agrícola y la sociedad local a través de la tecnología que utiliza y
de las relaciones sociales de producción que impone,lo que permite acelerar un proceso de
diferenciación especulativo del espacio geográfico asociado a la inversión desigual de
capitales en la agricultura.
Agricultura campesina
Contrariamente a esta forma de ocupación del espacio tenemos a la agricultura
campesina, la cual presenta una organización diferente en su funcionamiento. En efecto, la
agricultura campesina posee una racionalidad que no se ajusta al criterio de maximizar
beneficios económicos. Básicamente, los criterios que prevalecen son los de procurar
mayor seguridad posible a la familia. De esta forma las decisiones sobre qué van a
producir, cómo y cuándo, no estarán definidas por los indicadores de precios, ni
asentadas en el cálculo económico, estarán acondicionadas más bien por las formas
tradicionales de producir, las costumbres, por lo que conocen y dominan. Su objeto
principal es la reproducción del grupo familiar, siendo característico que los grupos no
estén aislados entre sí, sino unidos por lazos consanguíneos afectivos y por objetivos
comunes relacionados con el trabajo y los problemas de la comunidad. En este particular la
virtud de la economía campesina e s precisamente que constituye una unidad de producción
y de consumo; una célula de convivencia; un proyecto social que, a través de la comunidad
y las empresas asociativas, encarna en un tejido mucho más amplio que ella misma. Esto,
que en rigor es la reproducción ampliada de la unidad doméstica, configura un paradigma
alternativo, no solamente para la vida rural sino también para la vida urbana.
Así se mantienen
estrategias organizativas que permiten resolver los problemas
de circulación de dinero, mano de obra y escasez de tierras, consolidándose de esta forma la
estabilidad del
sistema. Por otra parte, el ambiente es manejado
estrategias organizativas
mediante
en base a la tecnología y a la racionalidad campesina y de
acuerdo a sus condiciones y capacidades. Esto quiere decir que, cuando el agricultor
organiza sus actividades agrícolas y pecuarias, lo que hace es manejar en forma integral el
ambiente, atendiendo a su variabilidad. Por ejemplo,en el espacio agrícola se hacen
presentes estrategias como:el trabajo colectivo y el trueque de productos, además del
manejo de plagas y maleza que son combatidas mediante rotaciones, asociaciones y
diversificación de cultivos; las estrategias de conservación orientadas a resolver problemas
específicos de suelos como las zanjas de laderas adaptadas a las formas de relieve, para
evitar que las aguas de escorrentías erosionen el suelo, barreras de árboles y bosques
para proteger los suelos y cultivos de la acción de los vientos, muros de piedra hábilmente
orientados para mejorar y proteger las condiciones de los suelos.
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Se evidencia que en el espacio agrícola predomina un conjunto de estrategias de
producción que le permiten al campesino manejar al ambiente en una forma adecuada que
exprese sus habilidades, experiencias y destrezas adquiridas a partir de su acervo
cultural e histórico, además de que sus cultivos conforman una buena parte de los
alimentos básicos de la cesta familiar.
Se oponen, así, dos formas de organización del espacio rural (Figura 1)
donde se manifiesta que su organización es una resultante de la forma y naturaleza de la
distribución geográfica del capital. Se intenta a manera de ilustración, ofrecer una muestra
concreta sobre la organización del espacio, nos referimos a
la Cuenca del Lago de
Valencia, la cual ha sido sometida a diversos estudios donde predominan como elemento
fundamental los conflictos de uso de la tierra, manifestándose en una sustitución de áreas
agrícolas, con una vocación natural comprobada, por actividades urbanas-industriales. En
efecto, el 86% de las tierras de la Cuenca de Lago de Valencia son aptas para uso agrícola.
En la generalidad de los casos se explica esta situación por la carencia de una planificación
que armonice las actividades espaciales, y se le proporcione un uso de la tierra consonó con
sus condiciones naturales.
Sin discutir lo acertado de estos planteamientos consideramos que predomina un
carácter funcional que no atiende a una explicación socio-histórica. En efecto, sí de
acuerdo a la potencialidad de las tierras de la Cuenca del Lago de Valencia debería estar
dedicada a la agricultura, ha habido suficientes razones que han hecho incrementar el uso
urbano-industrial. En este sentido la explicación tendría que buscarse en la lógica y la
racionalidad del modelo económico que ha predominado en el país. ¿ Por qué es más
rentable la actividad urbana-industrial en relación con la agricultura ?La respuesta es
obvia, los empresarios capitalistas buscan invertir en aquellas ramas de la producción que
les garantice mayor tasa de beneficio y una rápida acumulación, en este caso prefieren
las actividades urbanas industriales, dadas las condiciones geográficas favorables de la
zona (vías de comunicación, terrestre, marítima y aérea adecuada, fuerza laboral barata,
mercados de consumo seguro, servicios públicos accesibles.) hecho, que sin dudas, les
garantiza sus inversiones.
En cambio la agricultura, de la forma como se había concebido hasta el presente, es
una actividad de mayor riesgo y con un retorno de capital más lento. Esta es la razón
básica para que predomine el uso urbano-industrial, sobre el uso agrícola. Podemos decir,
sin temor a equivocarnos, que el uso que se le asigne al espacio agrícola es independiente
de su vocación natural, pues quienes deciden su ocupación son los intereses del capital. En
otras palabras,no son los factores naturales, sino los sociales, lo que determinan el tipo de
agricultura que se desarrollan en un país o región particular.
Entendemos que el medio rural no puede incorporarse como un dato fijo sino como
un objeto de trabajo que sufre transformaciones en relación con unos objetivos de la
organización social.En este contexto,la actividad agrícola que se practica en la Cuenca
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del Lago de Valencia,donde la actividad se organiza mayoritariamente bajo formas de
organización empresarial,se dirige primordialmente a satisfacer la demanda del mercado
urbano-agro-industrial, especialmente la caña de azúcar, cítricos y otros frutales,
igualmente se orienta hacia rubros hortícolas, dado que estos son los que ofrecen mayores
dividendos, mientras que los tubérculos y leguminosas se explotan en menor proporción,
encontrándose relegadas a un segundo plano.
Consideraciones Finales.
Se puede señalar que en Venezuela
el espacio rural,a partir de un enfoque
geográfico, no ha sido objeto de estudios en forma sistemática, esto por muchas razones,
pero fundamentalmente:
1-Los organismos encargados de la planificación han privilegiado el análisis de los
problemas urbanos y cuando han desarrollado trabajos dirigidos al sector rural lo han
hecho con una óptica urbana, sin considerar
histórico-social
un
conjunto de factores de orden
que son necesarios tomar en consideración cuando se desempeñan
políticas de desarrollo rural.
2- El Agro Venezolano se encuentra en una situación de minusvalía frente a los
demás sectores, a pesar de su condición de generador de alimentos, de materia prima para
la industria, y de fuente de ocupación de un sector importante de la población.
La poca atención en el estudio del espacio rural se relaciona con el desarrollo del modelo
económico sustentado en los recursos derivados del petróleo, hecho que ha descuidado y
subvalorizado a la agricultura como una alternativa de desarrollo. A pesar de que el
Artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que
“El estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural
integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población”…
Por lo tanto, en Venezuela a diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos la
agricultura no conforma un sector clave de extracción de excedentes, pues el desarrollo del
capitalismo contemporáneo se ha sustentado,desde la década de 1930, en la explotación
petrolera y,desde los años sesenta, las políticas de modernización de la agricultura,
incluyendo el proceso de Reforma Agraria, han impedido el desarrollo de una agricultura
cuyas formas de organización surjan de la realidad local; contrariamente, se han favorecido
los espacios de agricultura empresarial y la integración agroindustrial.
En esta dirección se han concentrado los esfuerzos de las políticas del Estado
venezolano en los últimos años, con algunas señales importantes donde se comienza a
revalorar este sector. Estos hechos resultan preocupantes, cuando sabemos que estas
formas de organización del espacio no atienden a las condiciones
del
país,
sino
que refuerzan
históricas - sociales
las estructuras de ocupación espacial que han
predominado desde la Venezuela colonial. Ceballo (1982) ofrece una amplia explicación
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sobre la formación del espacio venezolano desde el período colonial hasta nuestros días. Se
diferencian dos grandes estructuras espaciales: la estructura "seccionada" que define al
espacio de la Venezuela Agraria (Colonia y reciente república, hasta fines de siglo XIX) y
la estructura "centralizada" que define al espacio de la Venezuela Petrolera (1950 hasta
nuestros días).
Dentro de este contexto la geografía rural tiene una enorme tarea que cumplir, tal
como se evidencia en la figura Nº 2, para dar el impulso que se requiere para desarrollar el
campo venezolano de manera integral,básicamente genera opciones a partir de la
valoración de los sistemas agrarios, al abordar los estudios rurales a partir de un enfoque
integral-sistémico, evaluar los impactos ambientales de la modernización agrícola,
producir planteamientos políticos a partir de la gestión de las comunidades, reconocer el
carácter pluricultural y social de las comunidades campesinas, respetando sus valores y
cosmovisión del mundo, examinar las consecuencias que generan sobre el espacio
los medios de información, esforzarse para replantear alternativas de desarrollo agrícolas
que atiendan a la dinámica geohistórica de la agricultura venezolana, hacer énfasis en la
localización geográfica de la agricultura y sus formas de articulación al conjunto
económico nacional, a fin de derivar procesos que armonicen la distribución de la
producción y su relación con una red nacional de abastecimiento de productos de consumo
masivos, dar prioridad a una agricultura alimentaria de manera que se asegure la provisión
de alimentos requeridas para la población, sobre todo aquellos que se asocien con los
hábitos culturales del pueblo, finalmente definir claramente el papel del Estado
primordialmente en la planificación y áreas de inversión del espacio rural.
La Geografía Rural deberá esforzarse,en este sentido, para explicar todas estas
tareas a fin de ubicar en el lugar que le corresponde a los estudios agrarios y derivar su
importancia para el desarrollo nacional, de manera que la Geografía Rural requiere
sustentarse en una serie de componentes, expresados en la figura Nº 3 sobre una base
social que servirán de criterios para abordar esta compleja actividad económica. De
manera que la Geografía Rural se centra en el análisis y explicación de los paisajes rurales
como resultado de elementos y factores naturales, culturales, históricos y económicos que
dan cuenta de su funcionamiento y estructuración. Por otra parte, estudia y analiza la
reestructuración de los espacios rurales como producto de la globalización y el impacto
generado por los problemas sociales y económicos en el uso del suelo. Desde aquí surge la
conveniencia de fortalecer a la agricultura como un componente vital en las políticas de
desarrollo nacional.
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Datos Básicos del Autor
Doctor en Ciencias de la Educación
11
Instituto Pedagógico de Maracay
Enseñanza de la Geografía
Código Postal: 2101
Mail: efrenaugusto@gmail.com
Perfil: Orientación hacia la Didáctica de la Geografía, propuestas de estrategias
pedagógicas innovadoras
Línea de Investigación: “Enseñanza Renovada de la Geografía”
Ha recibido el Premio al Mérito Académico – CONABA (1999)
:
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