Origenes A.F.J.P. S.A. s/ despido

Anuncio
PROMOTOR DE AFJP. CONTRATO DE BECA. Prestación de servicios en los
términos
del
Art.
22
Ley
20.744.
Aplicación
del
CCT.
130/75.
Inaplicabilidad del Estatuto del Viajante de Comercio
S.D. 16737EXPTE. 27.071/ 07 - "Ansaldi Diena Juan Arturo c/ Origenes A.F.J.P.
S.A. s/ despido" - CNTRAB - SALA V - 30/06/2009
"La "práctica" que realizó el trabajador durante el período de duración del
contrato y que era uno de los objetivos del contrato en cuestión, lo fue en
exclusivo beneficio de la empresa a poco que se aprecie que la accionada abonó
la actividad que llevó a cabo el actor durante dicho período."
"Como dice Deveali en el campo del derecho del trabajo la expresión relación de
trabajo tiene un sentido propio. Afirma el autor que la relación de trabajo
existirá recién desde el momento en que el trabajador comience a prestar su
trabajo por cuenta del patrón y como consecuencia de esta prestación (ver
Tratado Práctico del Derecho del Trabajo, T I , pág. 669, Juan C. Fernández
Madrid)."
"De tal modo sugiero confirmar la fecha de ingreso que se fijó en la instancia
anterior. De acuerdo con lo señalado precedentemente, al quedar firme la fecha
de inicio del vínculo laboral considerada por la juez "a quo", quedan sin sustento
los agravios deslizados por la demandada en punto al progreso de la
indemnización del art. 1º de la ley 25.323 y la condena a entregar las
certificaciones de trabajo que contengan la verdadera fecha de inicio del vínculo
laboral, razón por la cual propongo su rechazo."
"Como lo ha sostenido esta Sala en otras oportunidades, no corresponde
desplazar la aplicación del convenio colectivo 130/75 con fundamento en lo
dispuesto en el CCT 308/75 que no resulta aplicable a la accionada por cuanto el
ámbito de aplicación personal de los convenios colectivos está dado por la
representatividad de los respectivos firmantes. Sumado a ello, señalo que
tampoco puede encuadrarse dentro del Estatuto del Viajante de Comercio al
promotor de una AFJP, ya que dicho régimen de excepción no puede ser
extendido a otras actividades que tienen similitudes pero que no son las de
viajantes de comercio (ver en esta Sala in re: "Marigonda Luis Alberto c/
Consolidar AFJP SA s/ despido" SD 15.972 del 4/3/08)."
TEXTO COMPLETO:
Buenos Aires, 30/06/2009
El Dr. DANIEL E. STORTINI dijo:
I- Llegan los autos a conocimiento de esta alzada a propósito de los agravios
vertidos por la actora y la demandada contra la sentencia dictada a fs. 299/304
a mérito de los memoriales obrantes a fs. 305/306 y fs. 311/318, mereciendo el
último de ellos réplica de la contraria a fs. 322/323.//-
A fs. 308 apela el perito contador por bajos los honorarios regulados en la
instancia anterior.II- Para una mejor exposición de los hechos en primer lugar me expediré sobre
los agravios introducidos por la demandada.Se queja la accionada porque la sentenciante de grado hizo lugar a la acción
porque consideró no probada la causal invocada para despedir y además que la
comunicación rescisoria no () reunió los requisitos exigidos por la normativa del
art. 243 de la L.C.T.La relación laboral concluyó en los siguientes términos: "Visto situación
inadmisible, al resultar que el día 14/02/07, en forma absolutamente
injustificada y adoptando actitud desafiante con superior jerárquico, se negó a
acatar las indicaciones de servicio que se le impartieron, persistiendo en su
actitud pese a señalársele la gravedad de su proceder. Configurando lo expuesto
inconducta inaceptable constitutiva de grave injuria a nuestros intereses,
comunicámosle hoy su desvinculación con justa causa...".Cabe memorar que el artículo 243 de la L.C.T. establece: "El despido por justa
causa dispuesto por el empleador como la denuncia del contrato de trabajo
fundada en justa causa que hiciera el trabajador, deberán comunicarse por
escrito, con expresión suficientemente clara de los motivos en que se funda la
ruptura del contrato. Ante la demanda que promoviere la parte interesada, no se
admitirá la modificación de la causal de despido consignada en las
comunicaciones de referidas".De la lectura de la comunicación rupturista se aprecia vulnerado el principio de
invariabilidad de la causal respecto del intercambio epistolar que existió entre
las partes, toda vez que no fue consignada fehacientemente la motivación de la
cesantía. Ello es así porque el contenido del mencionado colacionado resulta
genérico, ambiguo o impreciso. En efecto, repárese que de acuerdo a los
términos en que fue trasmitido el despido, no explican cuáles eran esas
indicaciones, qué perjuicio ocasionó a la empresa como tampoco se identificó al
superior jerárquico que se hizo mención en la comunicación.De todos modos, soslayando tal aspecto formal con la prueba testimonial
producida en autos (ver fs. 199 y 200)) a propuestas de la demandada resulta
insuficiente para acreditar la causal argumentada para despedir.En cuanto a la declaración de Marrone (fs. 199) corresponde desestimarla a los
fines probatorios porque el deponente sostuvo que el actor se desvinculó de la
accionada -según su entender- por baja productividad, hecho que se contradice
con lo manifestado por la accionada tanto en el comunicado rescisorio como en
el responde.Respecto de Thibaud, quien dijo ser "supervisor", tampoco es suficiente para
acreditar la causal invocada en el inicio. Ello es así toda vez que afirmó que con
el actor hubo "unas diferencias por lo que se desvinculó de la empresa" sin dar
razón de sus dichos ni explicar cuáles serían esas "diferencias" alegadas.
Tampoco resulta clara la declaración cuando el testigo hizo referencia a que "el
actor tenía un temperamento un poco áspero".Por los motivos expuestos sugiero mantener lo decidido en la instancia anterior
en cuanto concluyó la sentenciante que el despido dispuesto por la demandada
devino arbitrario y que en definitiva el actor tiene derecho a percibir las
indemnizaciones por la ruptura del contrato de trabajo en los términos del art.
245 y cctes. de la L.C.T.III- Cuestiona el fallo la demandada porque la sentenciante consideró que el
contrato de beca suscripto con el actor el 26/1/04 redundó en una práctica
rentada en beneficio de la actividad de la empresa y que ello constituyó la
prestación de servicios en los términos del art. 22 de la L.C.T.Llega firme a esta instancia que las partes suscribieron el día 26/1/04 un
contrato de beca conforme surge del documento acompañado a fs. 76.Un análisis del contrato que luce a fs. 76 me lleva a concluir que no asiste razón
al apelante ya que como lo afirmara la Sra. Juez que me precede, la "práctica"
que realizó el trabajador durante el período de duración del contrato y que era
uno de los objetivos del contrato en cuestión, lo fue en exclusivo beneficio de la
empresa a poco que se aprecie que la accionada abonó la actividad que llevó a
cabo el actor durante dicho período.Como dice Deveali en el campo del derecho del trabajo la expresión relación de
trabajo tiene un sentido propio. Afirma el autor que la relación de trabajo
existirá recién desde el momento en que el trabajador comience a prestar su
trabajo por cuenta del patrón y como consecuencia de esta prestación (ver
Tratado Práctico del Derecho del Trabajo, T I , pág. 669, Juan C. Fernández
Madrid).De tal modo sugiero confirmar la fecha de ingreso que se fijó en la instancia
anterior.De acuerdo con lo señalado precedentemente, al quedar firme la fecha de inicio
del vínculo laboral considerada por la juez "a quo", quedan sin sustento los
agravios deslizados por la demandada en punto al progreso de la indemnización
del art. 1º de la ley 25.323 y la condena a entregar las certificaciones de trabajo
que contengan la verdadera fecha de inicio del vínculo laboral, razón por la cual
propongo su rechazo.Con respecto a la multa establecida por la sentenciante de $ 50 diarios entiendo
que no asiste razón al quejoso ya que si, hipotéticamente, la parte se viera
obligada a afrontar el pago de los astreintes ante la mora en la entrega de los
certificados previstos por el art. 80 de la L.C.T., ello derivara de su propio
incumplimiento y por lo tanto no podría formular objeción según la disposición
contenida en el art. 1111 del Código Civil.
Por todo lo expuesto propongo mantener en este punto lo dispuesto en la
instancia anterior.IV- Se agravia la accionada por cuanto entendió la Juez "a quo" que se ha
violado lo dispuesto por el art. 108 de la L.C.T., argumentando tal postura con el
plenario nº 317.-
En autos resulta de aplicación el fallo plenario nro. 317 "Aguirre Olga Magdalena
c/Consolidar A.F.J.P. S.A. s/despido que dispuso: "En el marco del art. 108 de la
L.C.T., el derecho del promotor de una A.F.J.P. a la comisión por afiliación: 1º)
Requiere aprobación de la autoridad de superintendencia (S.A.F.J.P.) y 2º) No
requiere además el ingreso del aporte". Pero además los argumentos que en
esta instancia ensaya la quejosa no fueron sometidos a la consideración de la
Juez que me ha precedido, y además contradicen su postura anterior, su
tratamiento -en virtud de lo expresamente dispuesto por el art. 277 del
C.P.C.C.N.- está vedado a este Tribunal, toda vez que la expresión de agravios
no es la vía pertinente para introducir nuevos planteamientos o defensas que
debieron deducirse en el correspondiente estadio procesal.Ello es así ya que la propia demandada en el responde afirmó a fs. 80 que en
ocasiones el pago de las comisiones generadas pueden tardar un tiempo
prudencial, afirmó que "...el sistema es simple. Una vez presentada la ficha, la
misma pasa por un proceso de aprobación y si la misma es aprobada, ingresado
el primer aporte, el promotor cobra la comisión, conforme los porcentajes que
siempre se han mantenido en el tiempo, salvo cuando han aumentado en
beneficio del trabajo y ella en la intención de mejorar el rendimiento", alegando
en el recurso -contrariamente a lo sostenido en la contestación de demandaque la comisión se abona como "tres o cuatro meses después de efectuada la
operación por el empleado... porque hay todo un procedimiento de evaluación y
aprobación final por la SAFJP que, indefectiblemente, hace que se demore el
pago de las comisiones.Atento lo propuesto, sugiero mantener lo decidido en este aspecto en la
sentencia de grado.V- No prospera el agravio vertido por la demandada respecto de la rebaja
salarial determinada en la instancia anterior con base lo dispuesto por el art. 12
de la L.C.T., la remuneración tomada como base de cálculo a los fines del art.
245 de la L.C.T. y la indemnización del art. 2º de la ley 25.323, en tanto es
sabido que el escrito de expresión de agravios debe contener una crítica
concreta y razonada de la sentencia o parte de ella que se considere equivocada
y no basta para ello transcribir textualmente los mismos fundamentos expuestos
en el responde, tal como sucede en el presente.Sobre tal base y lo dispuesto por el art. 116 último párrafo de la L.O.,
corresponde declarar desierto este segmento del recurso interpuesto a fs. 312
vta., fs. 314 y fs. 316, cuarto, quinto y sexto agravio.VI- Apela la demandada la condena dispuesta con apoyo en el art. 16 de la ley
25.561.Afirma que no es aplicable la ley 25.561 a los empleadores en lo atinente a los
nuevos trabajadores que sean incorporados a partir de enero de 2003. Si bien le
incumbía a la demandada la prueba relativa a que se encontraba incluida en la
excepción dispuesta por la ley, lo cierto es que ante la falta de registración de la
relación laboral invocada en el inicio, mal puede hoy pretender ampararse en
dicha normativa más cuando ni siquiera acreditó que haya existido un
incremento en la plantilla de empleados de la empresa como lo requiere el art.
4º tercer párrafo de la ley 25.972 al no producir prueba alguna que avale tal
postura (art. 386 C.P.C.C.N.).VII- Resta expedirse sobre los agravios vertidos por el actor.En primer lugar cuestiona la decisión de grado porque se desestimó la
indemnización prevista en el art. 80 de la L.C.T.-
Cabe memorar que según la normativa indicada, el trabajador debe intimar en
forma fehaciente, la entrega de las certificaciones una vez que el empleador se
encuentre en mora respecto de la respectiva obligación.Con la misiva transcripta a fs. 22 (TCL 68444248), emitida con posterioridad a
la ruptura del vínculo laboral que la demandada decidiera el día 15/2/07 se
aprecia que el actor dio oportuno cumplimiento con lo dispuesto por el art. 80
L.C.T. y con lo determinado por el art. 3 decreto 146/01 en la medida en que
intimó a que se haga efectivo la entrega de los certificados, luego de producido
el cese contractual.Aun cuando se considerase que la demandada puso a disposición del trabajador
los certificados exigidos y que los agregara a los autos, lo cierto es que no
resultan correctamente confeccionados toda vez al momento de la ruptura del
vínculo laboral el actor no se encontraba registrado desde la real fecha de
ingreso.Por lo expuesto, propongo modificar en este punto lo decidido en la instancia
anterior y condenar a la demandada a abonar al actor la suma de $ 10.044,87
por tal concepto ($ 3.347,29 x 3).VIII- Considero que le asiste razón al accionante en lo concerniente a la condena
a extender las certificaciones previstas en el art. 80 LCT, carga ésta que, si bien
fue impuesta por la señora juez "a quo", ante un eventual incumplimiento se
consignó como apercibimiento su suscripción por parte del juzgado.Tal como ya ha tenido ocasión de señalar en el pasado año esta Sala X (ver SD
Nº 15653 del 6/11/07 in re "Juarez Manuel Antonio c/ Oversee Segurity S.R.L. y
otro s/ despido") no se visualiza de qué forma la sentenciante podría
confeccionar los certificados de aportes previsionales en tanto que, por otra
parte, aún tratándose del certificado de trabajo, parece clara la escasa o nula
utilidad que puede resultar de un instrumento suscripto por un magistrado
judicial dado que implicaría, para quien lo porta, la admisión de que ha
mantenido un litigio con un anterior empleador, lo cual, seguramente, no va a
estimular a quien se le exhiba para que lo tome a su servicio.En suma, pienso que en este aspecto corresponde modificar el decisorio
cuestionado, dejar sin efecto la limitación temporal allí establecida y disponer
que si dentro del plazo de cinco días los obligados no acompañan las
certificaciones de trabajo y aportes y contribuciones serán pasibles de la multa
fijada en el fallo de origen por cada día posterior de retardo (art. 666 bis Cód.
Civil y 37 CPCC).IX- La queja vertida respecto a la indemnización por clientela regulado por el
art. 14 de la ley 14.546 no podrá prosperar.Al momento de la desvinculación del actor y conforme lo reconoció en el escrito
de inicio la relación laboral se encuadró dentro del CCT 130/75.
Como lo ha sostenido esta Sala en otras oportunidades, no corresponde
desplazar la aplicación del convenio colectivo mencionado con fundamento en lo
dispuesto en el CCT 308/75 que no resulta aplicable a la accionada por cuanto el
ámbito de aplicación personal de los convenios colectivos está dado por la
representatividad de los respectivos firmantes. Sumado a ello, señalo que
tampoco puede encuadrarse dentro del Estatuto del Viajante de Comercio al
promotor de una AFJP, ya que dicho régimen de excepción no puede ser
extendido a otras actividades que tienen similitudes pero que no son las de
viajantes de comercio (ver en esta Sala in re: "Marigonda Luis Alberto c/
Consolidar AFJP SA s/ despido" SD 15.972 del 4/3/08).En suma, en base a lo hasta aquí reseñado, no cabe más que confirmar el
pronunciamiento de la instancia anterior.X- Por todo lo expuesto y de prosperar la modificación que propicio, la acción en
definitiva prosperar por la suma total de $ 61.413,58 que deberá ser abonada
por la demandada con más los intereses dispuestos en el fallo de grado.En atención a la modificación sugerida (art. 279 C.P.C.C.N.) cabe mantener lo
resuelto en materia de costas porque la demandada ha resultado vencida en lo
principal (art. 68 del CPCCN).Propongo incluso mantener los porcentajes de honorarios fijados en origen, los
que deberán calcularse sobre el nuevo monto de condena incluido los intereses
(conf. art. 38 L.O., ley 24.432 y arts. 3º y 12 decreto ley 16.638/57).Las costas de alzada, atento la forma en que se resolviera la cuestión debatida,
se imponen a la demandada vencida (art. 68 del CPCCN), a cuyo fin propicio
regular los honorarios de la representación y patrocinio letrado de la parte
actora y la demandada en el 25% de lo que le corresponda percibir por su
actuación en la instancia anterior (art. 38 LO).XI- Por todo lo expuesto, de prosperar mi voto correspondería: 1) Modificar
parcialmente el fallo de grado y, consecuentemente, elevar el monto de condena
a la suma total de PESOS SESENTA Y UN MIL CUATROCIENTOS TRECE CON
CINCUENTA Y OCHO CENTAVOS ($ 61.413,58) que deberá ser abonada por la
demandada con más los intereses establecidos en la instancia anterior. Disponer
asimismo que si dentro del plazo de cinco días la obligada no acompaña las
certificaciones de trabajo y de aportes y contribuciones del art. 80 de la L.C.T.
será pasible de la multa fijada en el fallo de origen por cada día de retardo en el
cumplimiento de la obligación;; 2) Confirmarla en todo lo demás que fue
materia de recurso y agravios; 3) Imponer las costas de alzada a cargo de la
demandada (art. 68 C.P.C.C.N.) a cuyo efecto regulase los honorarios de la
representación y patrocinio letrado de la actora y la demandada en el 25 % respectivamente- de lo que les corresponda por las tareas efectuadas en la
anterior instancia.-
El Dr. GREGORIO CORACH dijo:
Por compartir los fundamentos del voto precedente, adhiero al mismo.Por lo que resulta del acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE: 1)
Modificar parcialmente el fallo de grado y, consecuentemente, elevar el monto
de condena a la suma total de PESOS SESENTA Y UN MIL CUATROCIENTOS
TRECE CON CINCUENTA Y OCHO CENTAVOS ($ 61.413,58) que deberá ser
abonada por la demandada con más los intereses establecidos en la instancia
anterior. Disponer asimismo que si dentro del plazo de cinco días la obligada no
acompaña las certificaciones de trabajo y de aportes y contribuciones del art. 80
de la L.C.T. será pasible de la multa fijada en el fallo de origen por cada día de
retardo en el cumplimiento de la obligación; 2) Confirmarla en todo lo demás
que fue materia de recurso y agravios;; 3) Imponer las costas de alzada a cargo
de la demandada (art. 68 C.P.C.C.N.) a cuyo efecto regulase los honorarios de la
representación y patrocinio letrado de la actora y la demandada en el 25 % respectivamente- de lo que les corresponda por las tareas efectuadas en la
anterior instancia.-
Se deja constancia que se encuentra vacante la tercer vocalía (art. 109 R.J.N.).Cópiese, regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase.//-
Descargar