155-036546 del 29 de julio de 2002 Ref.: Los actos celebrados en ejecución del acuerdo deben reputarse sin cuantía para efectos de liquidar el Impuesto de Registro. INDUSTRIAS COLIBRÍ S.A. Me refiero a su escrito radicado en esta Superintendencia el pasado 9 de julio de 2002 con el número 2002-01090058. En él se solicita el concepto de esta Entidad acerca del alcance del artículo 31 de la ley 550 de 1999 en lo relativo al impuesto de registro que grava las operaciones que se llevan a cabo en cumplimiento de lo estipulado en el acuerdo de reestructuración, lo anterior teniendo en cuenta que la División de Rentas Departamentales de Antioquia afirma que el aumento del capital suscrito llevado a cabo conforme a lo convenido en el acuerdo causa el impuesto de registro como cualquier acto con cuantía, de acuerdo con los artículos 153 de la ley 488 de 1998 y 226 de la ley 223 de 1995, normas de carácter especial y que por ende prevalecen sobre la norma general contenida en el artículo 31 de la ley de intervención económica. Sobre el particular me permito manifestarle que el citado artículo 31 de la ley 550 de 1999 indica que "El acuerdo deberá constar íntegramente en un documento escrito, firmado por quienes lo hayan votado favorablemente o por el representante o representantes legales o voluntarios de éstos, cuyo contenido será reconocido ante notario público por cada suscriptor, o ante el respectivo nominador del promotor, o ante éste, quien para estos efectos por ministerio de la ley queda legalmente investido de la función correspondiente; y deberá elevarse a escritura pública cuando incluya estipulaciones que requieran legalmente dicha formalidad. El acuerdo también podrá constar íntegramente en varios de los documentos a que se refiere el parágrafo 2° del artículo 29 de esta ley. Dicho acto se considerará sin cuantía para efectos de los derechos notariales, de registro y de timbre, al igual que las escrituras públicas que se otorguen en desarrollo de los acuerdos, incluidas aquellas que tengan por objeto reformas estatutarias o enajenaciones sujetas a dicha solemnidad. Los documentos en que consten las deudas reestructuradas quedan exentos del impuesto de timbre" (negrillas fuera de texto). La disposición en mención es clara al definir que no sólo el acuerdo de reestructuración, sino también las escrituras públicas que se otorguen en desarrollo del mismo, se considerarán sin cuantía para efectos de los derechos notariales, de registro y de timbre, razón por la cual no cabe duda que el aumento de capital llevado a cabo en cumplimiento de lo estipulado en el acuerdo de reestructuración debe reputarse sin cuantía en lo relativo al impuesto de registro, tal como lo establece la ley de intervención económica. La División de Rentas Departamentales, alega la especialidad de las leyes 448 de 1998 y 223 de 1995 frente a la ley 550 de 1999, frente a lo cual resulta pertinente recordar que el artículo 79 de la última dispone que durante el término de su vigencia, la llamada ley de reactivación empresarial se aplicará de preferencia sobre cualquier norma legal que le sea contraria, incluidas las tributarias, máxime si se tiene en cuenta que la ley 550 de 1999 es posterior a las leyes a que se refiere tal entidad. Así las cosas, se debe necesariamente concluir, tal como lo ha señalado este Despacho en reiteradas oportunidades, que no sólo el acuerdo de reestructuración, sino también los actos celebrados en ejecución del mismo, se considerarán sin cuantía para efectos de los derechos notariales, de registro y de timbre, lo cual quiere significar que el impuesto de registro deberá liquidarse como un acto sin cuantía. En los anteriores términos se responde a su consulta, no sin antes advertirle que el alcance de este pronunciamiento es el contemplado por el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.