1. Nos encontramos aquí reunidos porque los últimos 20 años de

Conclusiones
Seminario de Infraestructura
para el Cambio Climático
David Victor, Profesor de la Facultad de Relaciones
Internacionales y Estudios sobre el Pacífico-Universidad
de California, San Diego
1. Nos encontramos aquí reunidos porque los últimos 20 años de diplomacia
en materia de cambio climático no han generado impactos serios sobre las
emisiones, y no es probable que nuevas rondas de diplomacia (como la
convención del año pasado en Durban) tengan un mayor impacto
inmediato.
Las emisiones están aumentando, al igual que las
probabilidades de cambios climáticos extremos. De hecho, al estudiar la
ciencia del cambio climático, lo que hay que examinar el la probabilidad de
impactos EXTREMOS—como, por ejemplo, aumentos mayores a los
esperados en el nivel del mar o en la intensidad de las tormentas. Al
construir infraestructuras tales como vías, túneles u obras de protección
contra inundaciones, lo que realmente importa son los extremos.
A
medida que aumentan las emisiones, los efectos medios del cambio
climático se vuelven más severos, pero cada vez hay más evidencia que
demuestra que las probabilidades de que se presenten más impactos
extremos están aumentando a un ritmo aun más rápido.
2. El desafío de la infraestructura para el cambio climático no es sólo un
problema de ingeniería. De hecho, los ingenieros saben básicamente cómo
superar todos los retos que se han comentado aquí hoy. Ellos saben cómo
construir mejores vías y mejores puentes, y saben cómo levantar murallas
oceánicas más altas y más resistentes.
Los verdaderos desafíos se
presentan en el campo del diseño institucional, especialmente en relación
con la gestión de riesgos. Todos los grandes fracasos en materia de
adaptación que se conocen actualmente—como, por ejemplo, Nueva
Orleans después de los huracanes Katrina y Rita—se debieron a fallas de
competencia institucional. Conocemos mucho sobre las mejores prácticas
en este campo, como por ejemplo, la necesidad de una gestión integral (de
la cuenca entera), líneas múltiples de defensa, etc. Yo les hago un llamado
para que su Centro de Pensamiento no se dedique únicamente a hacer
listas de estas mejores prácticas, pues ya hay cantidades de listas buenas.
Lo que realmente importa es la ejecución. Su Centro de Pensamiento
puede organizarse para practicar auditorías y brindar asesoría técnica para
la implantación de prácticas institucionales en la región—y eso sí sería muy
útil.
3. La gestión de riesgos es esencial, y es imposible evitar una de las
implicaciones de la estrategia de gestión de riesgos: hay algunos riesgos
"residuales" que es imposible eliminar. Eventos climáticos extremos, como
inundaciones de 100 años, pueden generar impactos extremos. A los
políticos les queda muy difícil manejar este tipo de cosas, porque en la
política, la tendencia es pretender que todos los riesgos son manejables y
que van a estar bajo control. Su Centro de Pensamiento puede ayudar a
crear un "manto" de protección política para aquellos políticos y aquellas
burocracias que van a verse obligadas a tomar decisiones complejas ---se
podría pensar en establecer una visión de cómo funciona realmente la
gestión de riesgos, explicando por qué hay algunos riesgos que
simplemente no se pueden eliminar (especialmente a medida que el
cambio climático aumenta la probabilidad de que se presenten eventos
climáticos extremos. Si los gobiernos adoptan políticas que traten de
eliminar todos los riesgos, van a terminar sobre-invirtiendo masivamente
en infraestructura.
4. Naturaleza. Quizás el mejor ejemplo de un riesgo "residual" imposible de
eliminar es la naturaleza.
Hoy estamos aquí para hablar de
infraestructura, y cuando hablamos de infraestructura, necesariamente
estamos hablando de gente. Una de las grandes ventajas de la gente es
que es inteligente y adaptable—la gente es capaz de mirar hacia el futuro,
identificar tendencias, y reaccionar. La naturaleza no hace nada de eso.
La naturaleza opera a través de la extinción y la evolución. Eso es un
problema enorme para los ecosistemas naturales que consideramos
valiosos—como aquí en Colombia, donde el ecoturismo es tan importante y
donde la gente piensa que proteger la naturaleza es de importancia
fundamental. Hay mucha evidencia que demuestra que la naturaleza corre
el riesgo de sufrir grandes embates—especialmente en aquellos
ecosistemas frágiles como las márgenes de los bosques tropicales y las
zonas montañosas. No podemos olvidarnos de la naturaleza, y debemos
tratar de encontrar formas de ayudarle a adaptarse. Por ejemplo, es
posible que tengamos que revisar la forma como hemos diseñado y como
hemos manejado hasta ahora áreas protegidas como los parques
naturales. Si la naturaleza necesita migrar, podría encontrarse con el
obstáculo de docenas de parques fragmentados; en ese caso, podría ser
aconsejable la creación de corredores entre parques y áreas protegidas
más grandes (quizás sin necesidad de declararlas parques nacionales como
tal).
5. Comunidad internacional. Es posible que la adaptación sea un tema
exclusivamente local, que haya que financiar con recursos nacionales.
Hasta la fecha, el financiamiento real para la adaptación por parte de la
comunidad internacional no representa sino quizás una diezmilésima parte
del gasto anual en infraestructura a nivel mundial. Si manejamos bien este
tema, entonces podremos adaptarnos a la rotación y a la inversión normal
de nuestros presupuestos para la infraestructura, y los fondos
internacionales formales probablemente pasen a desempeñar un papel
menor, si no irrelevante.
2
6. Finalmente, pero quizás lo más importante, es que debemos recordar que
mientras hablamos de la infraestructura para la adaptación hoy, lo que
verdaderamente importa cuando se trata del tamaño y de la calidad de la
infraestructura es, en últimas, la economía en general—los incentivos a la
inversión, la calidad de las instituciones, los sistemas de protección a la
propiedad privada (cuando hay participación del sector privado), etc. Esos
son factores que casi siempre dominan cualquier debate en materia de
infraestructura, y si queremos que el proceso "normal" de inversión en
infraestructura se adapte mejor al cambio climático, entonces tenemos que
empezar por hacer que ese proceso normal sea lo más efectivo posible.
3