Michael Camdessus, expresidente del FMI “Si Europa no se une será imposible superar esta crisis” EXPERTOS DE DISTINTAS DISCIPLINAS COMPARTEN SU EXPERIENCIA EN LA SEGUNDA EDICIÓN DEL PROGRAMA DE ALTA DIRECCIÓN DE EMPRESAS LÍDERES, ADEL, CON UNA NUTRIDA REPRESENTACIÓN DE EMPRESARIOS, ALTOS DIRECTIVOS Y POLÍTICOS DE ANDALUCÍA Raquel Martín López-Soldado Rmartin@santelmo.org De la mano de ponentes como Michel Camdessus, expresidente del Fondo Monetario internacional (FMI), el profesor Santiago Álvarez de Mon, el profesor Pankaj Ghemawata, ambos de IESE, o el Profesor de San Telmo, Fernando Faces, dio comienzo una nueva edición del Programa de Alta Dirección de Empresas Lideres, ADEL. Con más de cincuenta participantes, todos ellos presidentes o directores generales de sus respectivas empresas, este programa tiene como objetivo desarrollar temas estratégicos de futuro como liderazgo, coyuntura económica, etc. Se trata de analizar y debatir sobre las nuevas tendencias económicas y humanas que definirán los grandes grupos empresariales del S. XXI, para un entorno de estrategias globales en el que las diferencias todavía importan. De esta manera, el ADEL reúne a los principales empresarios, políticos y altos cargos del sur de España en un foro de reflexión estratégica que se centra en el contexto actual y que trata de diseñar las estrategias de negocio rentables y sostenibles en el tiempo, hasta alcanzar una posición de liderazgo a nivel internacional. 80 vida académica Michael Camdessus En la fecha de publicación de esta información ya habrá concluido el programa, ya que se desarrolla en cuatro módulos intensivo de dos días de duración entre los meses de marzo y junio. Han pasado por “el atril” un gran número de expertos, además de empresarios y directivos de relevancia, como Rafael Domínguez de Gor, presidente de Mayoral; Manuel Roca, director general de Atrápalo.com; José López, vicepresidente mundial de operaciones de Nestlé; y los profesores Luis Mª Huete, José Antonio Segarra, y Juan Antonio Palacios, entre otros. Creo que merece una atención especial el expresidente del FMI, Michel Camdessus. Su experiencia en anteriores crisis y sus aportaciones respecto a la búsqueda de una Europa unida frente a la crisis actual, bien lo merece. Por este motivo, voy a tratar de compartir tanto su intervención en el programa ADEL, como algunos comentarios que me hizo en una conversación que tuve la oportunidad de mantener con él. El expresidente del FMI comentó que ha conocido muchas crisis durante su trayectoria profesional, pero matizó que ésta es muy diferente, y la madre santelmo 33 // junio 2009 de todas ellas: “aquellas eran crisis en la globalización. Esta es una crisis de la globalización”. Para Camdessus, una crisis tiene la capacidad de desestabilizar el sistema global y, en la actualidad, “tenemos un sistema completamente desquiciado”. Puso de manifiesto que lo que actualmente vivimos, no es una sola, sino que contiene en sí misma siete crisis que deben ser superadas conjuntamente. Tres de ellas son heredadas del siglo pasado, debido a las negligencias de los gobiernos para enfrentarse a los problemas del sistema. Las dos primeras exigen enfrentarse a la pobreza de los países y al cambio climático, problema este ´ultimo importante, con el que tendremos que vivir en las próximas décadas. La tercera es institucional, del gobierno mundial, que se ha creado por el unilateralismo de las grandes potencias, debilitando así las instituciones multilaterales. En cuanto a las otras cuatro, que completan las siete que plantea, que no son heredadas, sino de este siglo, se refirió al terrorismo, con una capacidad para actuar en cualquier parte del mundo que quedó patente el 11 S (EE.UU.), el 11 M (Madrid) y el 7 J (Londres), la cri- En la actualidad, tenemos un sistema completamente desquiciado. sis alimentaría mundial, la crisis energética mundial y, por encima de todas las anteriores, la crisis financiera. Superar conjuntamente las siete crisis es una tarea que estima imposible si tratamos de asumirlo a solas, sin el fortalecimiento de Europa. “Este es mi convencimiento más profundo después de las muchas crisis que he vivido”, manifestó. “Quisiera compartir con ustedes este convencimiento. Si Europa no se une será imposible superarla. Europa debe identificar un nuevo paradigma de crecimiento europeo. Casi todos los países tememos a Europa y somos escépticos. Estamos dispuestos a aprovecharnos lo máximo posible y contribuir lo mínimo. Esto debe cambiar. España, Irlanda, Italia, no serían lo que son hoy sin la contribución europea. El mundo necesita que una experiencia tan audaz como la de Europa salga adelante. Debemos responder a la globalización unidos.” Pero no toda su intervención tuvo un tono pesimista. También habló de las oportunidades que ofrece una situación como al actual, afirmando: “hay algo con más peligro que una crisis; una crisis cuyas oportunidades no se aprovechan”. santelmo 33 // junio 2009 vida académica 81 De esta manera, se centró en la crisis financiera. “Nadie había previsto la profundidad de la misma. Como decía, ante todo, se trata de una crisis financiera y es muy relevante tener una estructura europea para poder superarla entre todos. Superada ésta, habrá que mirar las otras seis crisis. Lo que parece obvio es que si el crédito continua parado, continuará parada la economía”. Como comienzo, para resolverla, Camdessus plantea la necesidad de preguntarnos qué hay detrás. En su opinión, existe una carencia de regulación de supervisión, de entidad interna nacional habilitada para hacer respetar los acuerdos y, sobre las anteriores, unas carencias éticas. Para el expresidentde del FMI, hemos pasado por una importante depresión ética que nos ha llevado a la situación actual. “Es notable que en cada una de las etapas de la crisis, desde la subprime hasta hoy, se pone de manifiesto una falta de ética grave vinculada a errores”. Así, se refirió a la desaparición de las exigencias éticas que, para Adam Smith, padre de la economía de mercado, eran imprescindibles para que ésta sobreviviera. Según Smith, para que una economía de mercado funcione, hay que superar el ánimo de lucro por el bien de la comunidad. Es obvio que esto se ha olvidado, priorizando beneficios a corto plazo. En este sentido, comentó Camdessus: “estamos ante una crisis de la civilización. No hay razones para que la economía de mercado sea una economía de cinismo y del benefi82 vida académica cio a corto plazo. Hay que retomar los valores que se estaban olvidando y que hay que adaptarlos al entorno mundial. Adam Smith mantenía que había que tener en cuenta el interés del vecino y de la sociedad. Por no haberlo tenido en cuenta se nos está cayendo el sistema. El Estado debe ser también más solidario.” Comentó que los gobiernos no deberían dejarse llevar por cuestiones populistas que les lleven a endeudarse y que les perjudiquen en el futuro. Hay que tomar las suficientes soluciones coyunturales, pero hay que hacer tanto más para solventar las tres principales carencias. Hacer todo lo necesario para restablecer la confianza y desestancar la crisis. Hay que tener fe en el autocontrol. Según el expresidente del FMI, el Estado no debería meterse en la esfera financiera. En la actualidad, la mayoría de los países están dando pasos determinados en la dirección contraria. El G20 dijo que no debe haber ningún sector financiero sin reglas y sin control. En este sentido, hay que ser consciente de la actual carencia regulatoria. También de que es muy difícil reformar sin crisis. “En las instituciones europeas, nos quedamos en el año 45, cuando se creó el BCE y otras instituciones. Hasta la fecha, teníamos un “guardia” al que se le prohibía meterse en los sistemas financieros. En anteriores crisis, se le dio cierta capacidad de actuación al FMI, pero tras la crisis del 97 esto se olvidó. Parece que, viendo la profundidad de la crisis actual, los veinte han recordado que aquello fue un error santelmo 33 // junio 2009 y ahora están pensando qué recursos le dan al FMI”. En el ámbito financiero no se adelantó en lo que debe ser en el marco institucional, pero comentó: “hay que dar mandato y jurisdicción en toda la esfera financiera. Pero ese poder debe ser democrático. Los mecanismos de control son necesarios. Debe haber también una supervisión sobre los organismos internacionales”. Cada vez se hace más patente que Europa debe continuar trabajando en cooperación total si se quiere resolver los aspectos financieros de la crisis, creando los instrumentos necesarios para responder a ella y que no vuelvan a producirse. La solidaridad es clave para sobrevivir a nivel mundial. Es la única solución razonable. Y, por supuesto, hay que basar nuestra economía en el concepto de desarrollo sostenible. Debemos reconocer que este desafío es nuestro. Sólo así podremos ofrecer a nuestros hijos un futuro ilusionante. Como conclusión manifestó: “hay que desarrollar el concepto de ciudadanía mundial (se describe como ciudadano del mundo). Es la hora de Europa y de regresar a los valores básicos”. Nos estamos jugando el futuro de nuestros hijos.