Desgarro del flexor profundo del dedo Esta es una lesión de carácter grave que afecta al tendón flexor profundo del dedo en las proximidades de su inserción en la falange distal. Es una lesión que se puede producir por quedar enganchada la punta del dedo en la propia ropa o en la de los compañeros de juego. El mecanismo mas habitual consiste en el golpeo de la pelota sobre la punta aislada de un dedo, también puede producirse al golpear el suelo o la pared izquierda en una pelota arrimada. El pelotari referirá la aparición de un dolor súbito en la punta del dedo, así como la incapacidad de flexionar activamente la articulación interfalangica distal, rápidamente la punta del dedo adquirirá un aspecto tumefacto. Hay que tener en cuenta que el padecimiento de esta lesión no impide el correcto funcionamiento del resto del dedo, ya que el dolor y la tumefacción por si solo no van a impedir la flexión de las otras articulaciones no afectadas. Se ha de examinar minuciosamente la cara palmar de la articulación afectada con el fin de localizar los síntomas anteriormente citados. El pelotari, en el caso de no recibir asistencia inmediata puede esperar entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas antes de hacerse examinar por el medico, pero bajo ningún demorara mas de este tiempo la asistencia del mismo. concepto Una vez se haya verificado la existencia de un desgarro del tendón flexor, el tratamiento será inevitablemente quirúrgico. En el caso de los pelotaris se ha de modificar en parte la técnica habitual empleada para realizar este tipo de intervención. Esta modificación se ha de producir en lo que respecta a la vía de abordaje proximal, que consiste en la práctica de una incisión que permite la localización y transporte del tendón roto hasta el lugar donde resulto desgarrado y así poder proceder a su sutura. En un caso normal, esta vía de abordaje proximal se practica sobre la zona metacarpofalangica por su parte palmar, en el caso de los pelotaris esta incisión se ha de practica lo mas próximamente posible, con el fin de que sobre la zona preferente de golpeo a la pelota no exista posteriormente una cicatriz que pudiera ser causa de molestias y lesiones secundarias. Esta intervención quirúrgica no se ha de retrasar nunca más de cinco semanas, ya que si la operación se realiza transcurrido este plazo, las posibilidades de éxito de esta pueden ser mínimas o nulas. Pedro J. García García. © Copyright Aspepelota.com