CUADRANTEPHI No. 16 1 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia El lenguaje fisicalista en Carnap* Angélica Páez Rizo Licenciatura en filosofía Pontificia Universidad Javeriana Bogotá pr.angelica@gmail.com Resumen El tema de este trabajo es el lenguaje fisicalista planteado por el filósofo Rudolf Carnap. La tesis de dicho planteamiento consiste en establecer un lenguaje fisicalista al que las leyes y teorías científicas puedan ser traducidas, esto quiere decir que partiendo de la base de la observación se puede construir un lenguaje puramente analítico de la realidad. Carnap consideró además que es la experiencia de la observación la base sobre la cual debe reposar todo el conocimiento científico posterior. Para esclarecer en qué consiste el lenguaje fisicalista desarrollo a continuación tres puntos: (1) el fisicalismo radical, (2) distinción entre lenguajes y (3) la unificación de las ciencias. Palabras clave: Carnap Rudolf, lenguaje fisicalista, lenguaje fenomenalista, lenguaje-objeto, lenguaje-sintaxis, lenguaje protocolar, fisicalismo radical. Abstract The paper is an attempt to understand the Rudolf Carnap’s physicalist language. The physicalist thesis consists to establish a physicalist language where the laws and scientific theories could be translated, this means that starting of the observation can be constructed a purely analytical language of the reality. To clarify what is the physicalist language, I developed the next three points: (1) the radical physicalism, (2) distinction between languages and (3) unification of sciences. Key words: Carnap Rudolf, physicalist language, phenomenalist language, language-object, language-syntax, protocolar language, radical physicalism. * Este texto es una versión mejorada de la ponencia presentada en el XXI Coloquio Interno de Estudiantes de Filosofía, organizado por la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana los días 18 y 19 de Abril de 2007. CUADRANTEPHI No. 16 2 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia La complejidad de la filosofía no reside en su temática, sino en nuestro enredado entendimiento. [Wittgenstein] Introducción En este texto examinaré la tesis de uno de los miembros más sobresalientes del Círculo de Viena, Rudolf Carnap, quien con una calidad intelectual enorme logró hacer una contribución a la teoría lógica del siglo XX, además de grandes aportes, no sólo a la lógica, sino también a la filosofía y a la matemática en general. A pesar de sus aportes y del reconocimiento que Carnap obtuvo en su época, dentro del contexto académico actual es poco conocido y considero importante rescatar su tesis central que ayudó al progreso y desarrollo de ciertos aspectos de la ciencia moderna. Más que un análisis de la metafísica, Carnap desarrolló una teoría no frecuencial de la probabilidad. Dentro de esta teoría hay una tesis importante que le ha dado bastante reconocimiento no sólo en lógica, sino también en Filosofía del Lenguaje y en Filosofía de la Ciencia: campos de conocimiento que han permitido que se conozcan más en detalle los planteamientos de Carnap. Su tesis, denominada por Neurath1 como la tesis del fisicalismo, consistía en establecer un lenguaje fisicalista en el que las leyes y teorías científicas pudieran ser traducidas, esto quiere decir que partiendo de la base de la observación se puede construir un lenguaje puramente analítico de la realidad. Carnap consideró además que es la experiencia de la observación la base sobre la cual debe reposar todo el conocimiento científico posterior. Esta tesis ha sido aceptada por varios de los miembros del Círculo de Viena, puesto que tal lenguaje cumple con un criterio de universalidad en el que caben todos los contenidos de los demás lenguajes científicos; por consiguiente, el lenguaje fisicalista va a ser considerado como el lenguaje básico de toda la ciencia. 1 Neurath fue un escritor extremadamente prolífico, principalmente sobre economía aplicada, pero también sobre temas muy diversos, que iban desde la lógica formal hasta la historia, la política y los métodos educativos aplicados a la teoría de la guerra. Su plataforma política consistía en una hostilidad extrema hacia la metafísica y en una proclamación a favor de la unidad de la ciencia. Cfr. AYER, Alfred Jules, La filosofía del siglo XX, p. 147. CUADRANTEPHI No. 16 3 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia Vale la pena aclarar que dentro de este lenguaje que propone Carnap no se consideran las proposiciones metafísicas2, en tanto el autor concibe la metafísica como un conglomerado de enunciados aparentes carentes de sentido cognitivo que se presenta bajo dos aspectos: como si se ocupase de una presunta clase especial de objeto filosófico y como si sus objetos, siendo los mismos que los de las ciencias, hubiesen de ser considerados desde una perspectiva filosófica presuntamente actual3. A continuación expondré con más detalle los siguientes puntos: El propósito de la tesis fisicalista desarrollada por Carnap. La distinción entre el lenguaje fenomenalista y el fisicalista, donde este último es la opción de Carnap en tanto que este lenguaje es capaz de dar razón de las experiencias y los fenómenos inmediatos. La unificación de las ciencias. 1. El fisicalismo radical A mi entender, una de las ventajas más importantes del lenguaje fisicalista es su intersubjetividad; es decir, el que los hechos descritos en ese lenguaje son en principio observables por todas las personas que lo utilizan [Carnap] El fisicalismo radical, en su pretensión de ser una filosofía del lenguaje, se va a limitar a hacer un análisis del significado en el lenguaje. Así, el fisicalismo no puede considerarse como una rama de la ciencia natural de la epistemología, pues la epistemología o teoría filosófica del conocimiento no es otra cosa que una parte especial del análisis lógico, frecuentemente mezclada con algunos aspectos psicológicos relativos al proceso de conocimiento. Fue el absolutismo empírico que existía en los comienzos del positivismo lógico lo que llevó a este movimiento a un replanteamiento lingüístico, en tanto que el lenguaje puramente empírico no favorecía en gran parte la pretensión de un “espíritu” científico y no metafísico. En este orden de ideas, Carnap se 2 Carnap llama proposiciones metafísicas a todas aquellas proposiciones que afirman representar conocimientos acerca de algo que se encuentra sobre o más allá de toda experiencia, por ejemplo, acerca de la verdadera esencia de las cosas, acerca de las cosas en sí mismas, del Absoluto, y de otras parecidas. Cfr. CARNAP, Rudolf, Filosofía y sintaxis lógica, p. 10. 3 SAUER, Werner, El rechazo de Carnap a la metafísica, p. 47. CUADRANTEPHI No. 16 4 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia ocupa de dos asuntos importantes para lograr instituir el lenguaje fisicalista: en primer lugar considera el análisis de la sintaxis lógica de los lenguajes (este asunto será profundizado más adelante, cuando hable de la distinción entre los diferentes tipos de lenguajes); y en segundo lugar, de los problemas del método científico. Ante esta intencionalidad del positivismo lógico por obtener una exposición general de la estructura de las teorías científicas, basada en proposiciones básicas empíricas con la ayuda de la lógica rigurosa, Carnap “desarrolla entonces un plan que consiste en establecer un ‘lenguaje empirista’ en el que las leyes y teorías científicas (pero no las proposiciones metafísicas) pudieran ser traducidas”5, traducidas a un lenguaje físico que por medio de la descripción pudiera dar razón de los hechos fenoménicos que se dan en la inmediatez. En últimas lo que el lenguaje fisicalista o lenguaje-cosa pretendía era ser un lenguaje universal, que sirviera de alguna manera como resultado al plan de la unificación de las ciencias, a saber, las ciencias naturales y las ciencias del espíritu, y también ser un lenguaje accesible a cada individuo, pues en cierto modo este lenguaje es una forma de tener un conocimiento más amplio del mundo. 2. Distinción entre lenguajes En este punto es importante resaltar la distinción que existe entre los diferentes tipos de lenguaje, porque precisamente el uso indiscriminado del lenguaje es el que va a llevar a las confusiones y a las antinomias, que se presentan especialmente en el lenguaje corriente. Además los principales problemas relativos al lenguaje de un determinado sector de la ciencia son problemas referentes al carácter de los términos que contiene, al carácter de las oraciones y, sobre todo, al de las reglas de transformación o traducción que conectan aquel lenguaje con los otros lenguajes especiales, es decir, con los otros sistemas parciales que forman el lenguaje de la ciencia. Entre estos lenguajes, el físico es el de mayor importancia. a. Lenguaje-objeto y lenguaje-sintaxis 5 OLDROY, David, El arco del conocimiento, p. 355. CUADRANTEPHI No. 16 5 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia El problema de la sintaxis lógica de los lenguajes, Carnap lo aborda distinguiendo en primera instancia entre dos tipos de lenguaje, el lenguaje-objeto (lenguaje de las ciencias naturales y las matemáticas) y el lenguaje-sintaxis (lenguaje que se refiere a la estructura y constitución del lenguaje-objeto). Debido a que el lenguaje cotidiano no tematiza esta distinción, el lenguaje corriente presenta inconsistencias que se deben a dos circunstancias: Primero a que el lenguaje ordinario no tiene principios sintácticos fijos que limiten absolutamente los tipos de expresiones que en él pueden darse, segundo, el lenguaje corriente contiene proposiciones-objeto y proposiciones sintácticas sin distinguirlas con precisión, sino tratándolas por igual. Como consecuencia de ello, los términos sintácticos y los términos-objeto se dan en las mismas proposiciones y las expresiones connotativas y formales se duplican entre sí, pudiendo esperarse, por este motivo, la 6 aparición de antinomias . El lenguaje-sintaxis es el que marca la pauta característica del lenguaje fisicalista en tanto que por medio de este tipo de lenguaje (lenguaje-sintaxis) se puede analizar la estructura lógica de cada una de las proposiciones del lenguaje-objeto. Este análisis lógico-sintáctico de los lenguajes es fundamental en el desarrollo del fisicalismo, porque ayudará a construir la formulación de enunciados no necesariamente empíricos que den cuenta de los fenómenos observables, inmediatos. b. Lenguaje fenomenalista y lenguaje fisicalista Dentro de las discusiones entre algunos de los miembros del Círculo de Viena, se encontraban diversas posiciones respecto a estos dos tipos de lenguaje (fenomenalista y fisicalista): Por lenguaje fenomenalista entendíamos un lenguaje que empezase con enunciados sobre los datos de los sentidos tales como ahora hay un triángulo en mi campo visual. Los enunciados de un lenguaje fisicalista o lenguaje-cosa (thing-language) hablan de cosas materiales, adscribiéndoles propiedades observables, como por ejemplo esta cosa 7 es negra y pesada . 6 WEINBERG, Julius Rudolph, Examen del positivismo lógico, p. 308. 7 CARNAP, Roudolf, Autobiografía intelectual, p. 96. CUADRANTEPHI No. 16 6 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia En principio, Carnap, en su obra más importante, La construcción lógica del mundo, se inclinó especialmente por el lenguaje fenomenalista, pues consideró que para un análisis filosófico del conocimiento este lenguaje era el mejor8: Creía que el cometido de la filosofía consistía en la reducción de todo el conocimiento a bases de certidumbre. Puesto que el conocimiento más cierto es el de lo inmediatamente dado mientras que el conocimiento de las cosas es derivativo y menos cierto, parecía obvio que el filósofo debía emplear un lenguaje que utilizase como base los datos de los 9 sentidos . Posteriormente esta primera posición que Carnap había adoptado cambió radicalmente y fue entonces cuando decidió postular su tesis del fisicalismo, en tanto que un lenguaje fisicalista no se limita a la observación de objetos meramente empíricos e inmediatos, sino que además, a estos objetos (empíricos e inmediatos) les adscribe una serie de cualidades que se pueden inferir de la observación de lo inmediato, es decir, que por medio de la descripción se pueden a la vez definir muchas otras propiedades de los objetos. Pero el lenguaje fisicalista no solamente es capaz de dar razón de los objetos materiales, sino que, como veremos en seguida, también es capaz de dar razón de las experiencias humanas, que no son particulares, sino intersubjetivas. c. Lenguaje protocolar y lenguaje fisicalista El lenguaje protocolario desarrollado por Neurath es el que se emplea para realizar una especie de informe de las experiencias personales de un determinado individuo. En el aspecto psicológico, este lenguaje no es satisfactorio para Carnap, pues un informe que contiene básicamente descripciones de eventos que suceden dentro de la experiencia personal de un individuo es meramente particular, y a pesar de describir eventos físicos no se puede generalizar, por tanto, no se puede presentar como un lenguaje universal. Entonces, la propuesta de Carnap será “fundar” un lenguaje universal al cual puedan ser traducibles las proposiciones de las diferentes ciencias. 8 Esta idea surgió en Carnap en un principio dentro de las discusiones que mantuvo con Mach y Russell (que no era miembro del Círculo de Viena y cuyos discípulos tomaron muchas de sus enseñanzas que sirvieron de inspiración para las nuevas ideas que se postularían más adelante). 9 CARNAP, Rudolf, Autobiografía intelectual, p. 96. CUADRANTEPHI No. 16 7 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia El lenguaje físico o fisicalista difiere del protocolario en tanto que se caracteriza por el hecho de que las proposiciones de forma más simple atribuyen un valor definido o un campo de valores de un coeficiente de un estado físico a una serie concreta de coordenadas. Toda proposición de la física tiene que formarse de modo tal que toda proposición protocolaria que pueda traducirse a ella está contenida en la misma. El lenguaje fisicalista es un lenguaje universal en el sentido de que toda proposición puede 10 ser traducida a él . El lenguaje protocolar se entiende como lenguaje subjetivo, es decir, se limita a ser particular por cuanto depende de las experiencias personales y de las afecciones que éstas provoquen en la vida de cada individuo, mientras que el lenguaje fisicalista dentro de una perspectiva psicológica es más amplio por su carácter intersubjetivo. 3. La unificación de las ciencias Aparte del lenguaje de la física no se conoce otro lenguaje intersubjetivo. La ciencia es un sistema de proposiciones válidas intersubjetivamente. El lenguaje de la física es, por consiguiente, el lenguaje de la ciencia [Weinberg] El lenguaje físico es el lenguaje básico de toda la ciencia, es decir, que como lenguaje universal incluye todos los contenidos de todos los demás lenguajes científicos. Por tanto toda proposición del lenguaje científico es traducible a las proposiciones del lenguaje fisiscalista sin sufrir ningún tipo de alteraciones en su contenido. a. Tesis del positivismo lógico Uno de los aportes más importantes de Carnap además de su tesis del fisicalismo fue el planteamiento de las principales tesis del positivismo lógico: 1). La lógica de la ciencia prescinde del contexto social del historiador, 2). La distinción entre ciencias empíricas y formales es de contenido, no de concepto, 3). Las ciencias empíricas constituyen un todo continuo, que va desde la física hasta la sociología, y que incluye no sólo a los hechos sino a las leyes, 4). No hay ciencias empíricas diferentes que tengan fuentes de 10 Para ampliar el tema sobre la distinción entre lenguaje fisicalista y protocolario, al igual que para comprender más a fondo los términos: coeficiente de un estado físico y coordenadas, sugiero la lectura del capítulo 11 de WEINBERG, Julius Rudolph, Examen del positivismo lógico. CUADRANTEPHI No. 16 8 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia conocimiento diferentes o usen métodos fundamentalmente distintos, sino divisiones convencionales para propósitos prácticos, 5). El progreso de la ciencia es un avance en los niveles de exactitud pero, sobre todo, de reducción, 6). Las leyes científicas sirven para hacer predicciones; en esto consiste la función práctica de la ciencia. Dichas tesis son también la base para el desarrollo de la pretensión de la unificación de las ciencias. Este planteamiento de las tesis del positivismo es muy diciente en lo que respecta al ámbito de la ciencia en general (aquí no se está hablando de la ciencia como algo meramente científico, sino como algo que va más allá, por eso aquí Carnap habla más bien de la ciencia que abarca todos los demás campos de conocimiento), puesto que por medio de esta delimitación de lo que es la ciencia se nos permite una comprensión más amplia del objetivo que se propone en el programa de la unificación de las ciencias. A continuación se verá que en últimas este programa de la unificación de las ciencias es un reduccionismo y en este caso es casi imposible traducir las proposiciones científicas al lenguaje fisicalista. Este hecho hace que posteriores filósofos del lenguaje y filósofos de la ciencia cuestionen toda la tesis de Carnap. b. Programa de la unificación de las ciencias La tesis del positivismo lógico, mencionadas anteriormente dan a conocer de manera general a concepción que esta corriente tenía de la ciencia, lo que ayuda a plantear el programa de la unificación de las ciencias, en el que se verá de manera más explícita la relación de Carnap con la ciencia y con uno de los pioneros en la filosofía de la ciencia, Popper, quien se destacó por su propuesta de un método falsacionista que hace una contrastación con lo empírico para falsearlo, mas no para hacer corresponder lo teórico con lo práctico; su propósito es la confiabilidad, y la evaluación de esta teoría falsacionista se da en el debate crítico con otras teorías. Carnap aceptó la crítica de Popper, de que las hipótesis científicas nunca pueden verificarse completamente por medio de la observación, y cambió el método verificacionista -que consiste en una correspondencia inmediata entre lo empírico y lo teórico- por el principio de la confirmación. De acuerdo con este principio, las hipótesis CUADRANTEPHI No. 16 9 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia pueden ser más o menos confirmadas o desconfirmadas por los datos observacionales. Pero además Carnap distinguió entre la confirmabilidad y la noción más fuerte de “experimentalidad”. Una proposición es confirmable si existen registros de observaciones que la confirmen o desconfirmen, y una proposición confirmable es también experimentable cuando podemos definir y realizar a voluntad experimentos que conduzcan a su confirmación. De lo anterior se desprende que una proposición dada puede ser confirmable sin ser experimentable (como cuando sabemos que la observación de un grupo de eventos la confirmaría pero no es posible realizar los experimentos pertinentes), mientras que todas las proposiciones experimentables también son confirmables. Con respecto al reduccionismo, Carnap relajó la exigencia de que un símbolo siempre sea equivalente a otros símbolos, a que sólo lo sea en ciertas circunstancias; el resultado es que reconoció dos tipos de proposiciones científicas, unas que llamó “definiciones” y que sí son reducibles, y otras que llamó “reducciones” y que no lo son. En las definiciones siempre es posible sustituir el nuevo símbolo por medio de otros símbolos equivalentes, mientras que en las reducciones esto ya no es posible; en vista de que muchos términos científicos, según Carnap, son reducibles pero no definibles, no es posible sostener la exigencia de que se logre una traducción de cada proposición científica al mismo lenguaje de la física. CUADRANTEPHI No. 16 10 Enero - junio de 2008, Bogotá, Colombia Bibliografía AYER, Alfred Jules, El positivismo lógico, Fondo de cultura económica, México, 1981. AYER, Alfred Jules, La filosofía del siglo XX, Crítica, Barcelona, 1983. AYER, Alfred Jules, Lenguaje, verdad y lógica, Trad. Marcial Suárez, Martínez Roca, S.A, Barcelona, 1971. BROWN, Harold, La nueva filosofía de la ciencia, Tecnos, Madrid, 1994. CARNAP, Rudolf, Autobiografía intelectual, Paidós, Barcelona, 1992. CARNAP, Rudolf, Pseudoproblemas en la filosofía, UNAM, México, 1990. CARNAP, Rudolf, Filosofía y sintaxis lógica, UNAM, México, 1998. GUERRERO, Germán, Introducción a la filosofía de la ciencia, Universidad del Valle, 2006. OLDROY, David, El arco del conocimiento, Crítica, Barcelona, 1993. STROLL, Avrum, La filosofía analítica del siglo XX, Trad. José Francisco Álvarez y Eduardo de Bustos Guadaño, Siglo Veintiuno, Madrid, 2002. WEINBERG, Julius Rudolph, Examen del positivismo lógico, Aguilar, Madrid, 1959.