Tema 8 EL SIGLO XVII I. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII 1.1 Los Austrias del siglo XVII a) Felipe III (1598-1621) b) Felipe IV (1621-1665) c) Carlos II (1665-1700) 1.2 El sistema político: la figura del valido II. EL GOBIERNO DE LOS VALIDOS Y LOS CONFLICTOS INTERNOS 2.1 El duque de Lerma durante el reinado de Felipe III: la expulsión de los moriscos a) Características de su gobierno b) La expulsión de los moriscos (1609-1614) 2.2 El Conde-Duque de Olivares en el reinado de Felipe IV (1621-1665): la crisis de 1640 a) Las reformas del conde-duque (1621-1643) b) La crisis de 1640: la rebelión de Cataluña y Portugal • La rebelión de Cataluña • La independencia de Portugal 2.3 El final de los validos durante el reinado de Carlos II (1665-1700) III. EL OCASO DEL IMPERIO ESPAÑOL EN EUROPA. LA POLÍTICA INTERNACIONAL 3.1 Objetivos y condicionantes de la política exterior 3.2 La política exterior pacifista de Felipe III a) La paz con Inglaterra b) La paz con Holanda (Provincias Unidas): la Tregua de los Doce Años 3.3 La política exterior de Felipe IV. La Guerra de los Treinta Años. La paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos a) La Guerra de los Treinta Años (1618-1648). La Paz de Westfalia b) Prolongación de la guerra entre Francia y España. La Paz de los Pirineos (1659) 3.4 La política exterior de Carlos II. La Liga de Augsburgo IV. EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL. LA CULTURA DEL SIGLO DE ORO 4.1 La crisis demográfica 4.2 La crisis económica a) La crisis agraria b) La crisis de la artesanía c) La decadencia comercial 4.3 La estructura social a) Se mantuvo la sociedad estamental • La nobleza • El clero • El pueblo llano b) Los valores dominantes en la sociedad española 4.4 La cultura del Siglo de Oro a) El arte barroco español b) Las letras en el Siglo de Oro c) Ambiente intelectual de pesimismo crítico: Los arbitristas Tema 8 EL SIGLO XVII Los Austrias del siglo XVII.- Gobiernos de validos y conflictos internos.- El ocaso del Imperio Español en Europa.- Evolución económica y social. La cultura del Siglo de Oro Si el siglo XVI fue la época de la expansión del imperio español, el siglo XVII se caracteriza por la crisis demográfica, económica y política que afectó a España, así como por la decadencia militar y la pérdida de la hegemonía en Europa. Desde el punto de vista político se desarrolló la monarquía absolutista bajo los reinados de los Austrias Menores, conocidos con este nombre por ser los reyes de la crisis y la decadencia: Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos II (1665-1700). Este último murió sin heredero, abriéndose una guerra de sucesión (1700-1713) que terminará con la llegada de los Borbones a reinar en España. A pesar de la profunda crisis, desde el punto de vista literario y artístico se vivió un período de esplendor conocido como el Siglo de Oro de las letras y las artes. No obstante, la pobreza intelectual y científica del país fueron patentes, debido al estricto control del pensamiento a través de la Inquisición. I. LOS AUSTRIAS DEL SIGLO XVII A lo largo del siglo XVII continuaron reinando los Austrias, nombre con el que se denomina a la dinastía de los Habsburgo reinante en España durante los siglos XVI y XVII. A los tres Austrias que reinaron en el siglo XVII- Felipe III, Felipe IV y Carlos II- se les conoce como Austrias Menores, en contraposición a los Austrias Mayores del siglo XVI (Carlos I y Felipe II), haciendo referencia a la debilidad política y la decadencia económica y militar del país, que pierde su papel hegemónico en Europa. Marcan, por tanto, el declive español. Desinteresados por las tareas de estado, dejaron el gobierno en manos de validos o privados, que dirigían la política en su lugar. 1.1 Los Austrias Menores: a) Felipe III (1598-1621) Fue hijo y heredero de Felipe II. Nacido en Madrid, fue un rey con escasas cualidades como gobernante, despreocupado de la política y aficionado a las ceremonias y fiestas cortesanas, por lo que delegó los asuntos de gobierno en manos de su valido, el DUQUE DE LERMA. Por influencia del duque, la corte española se trasladó temporalmente a Valladolid en 1601, volviendo luego a Madrid en 1606. Desde los inicios de su reinado, aparecieron los síntomas del agotamiento económico de Castilla y las dificultades para sostener las guerras exteriores, motivo por el cual el rey procuró mantener la paz exterior, evitando guerras que mostraran la debilidad real del país. b) Felipe IV (1621-1665) Fue el hijo y heredero de Felipe III. Nacido en Valladolid, reinó durante casi 45 años, hasta su muerte. Era también aficionado a la vida cortesana, perezoso y poco constante en las tareas de gobierno, aunque con gran sensibilidad artística (fue el mecenas de Velázquez). A diferencia de su padre, sí se mantuvo al tanto de los problemas políticos, lo que le permitió adquirir experiencia, aumentando su dedicación al gobierno a lo largo de su reinado. Nombró como valido al CONDE-DUQUE DE OLIVARES y, cuando éste cayó en desgracia se hizo cargo directamente del gobierno, con la ayuda de cortesanos influyentes. Su objetivo era el mantenimiento la hegemonía española en Europa pero las continuas guerras contra la Europa protestante y contra Francia condujeron al declive español y la ruina de la monarquía hispánica. Es en este reinado cuando comienzan las pérdidas territoriales del imperio español. 1 c) Carlos II (1665-1700) Era hijo de Felipe IV de Mariana de Austria. Accedió al trono con 4 años, por lo que durante casi 10 años actuó de regente su madre. Se le conoce como el Hechizado debido a que se atribuía a la brujería su lamentable estado físico. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia, además de estéril, lo que acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Austrias. Este reinado se caracterizó por el debilitamiento del poder del rey mientras la nobleza recuperaba su posición de fuerza frente al rey. El problema sucesorio Carlos II no tuvo hijos en ninguno de sus dos matrimonios, por lo que la sucesión se convirtió en una cuestión prioritaria. Había dos candidatos al trono: El candidato francés: era Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV y bisnieto de Felipe IV. En su testamento, firmado un mes antes de morir, Carlos II le nombró su heredero. El candidato austriaco: era el archiduque Carlos de Habsburgo, pariente lejano perteneciente a los Habsburgo austriacos. Contaba con el apoyo de Inglaterra, Holanda y Austria que se oponían al candidato francés por considerar que esto implicaba un excesivo poder de Francia. Cuando, en 1700, murió Carlos II, Felipe V ocupó el trono español iniciando una NUEVA DINASTÍA REINANTE EN ESPAÑA: LOS BORBONES. Pero las potencias europeas negaron la validez del testamento de Carlos II, iniciándose así la Guerra de Sucesión española (1701-1715). 1.2 El sistema político: la figura del valido El sistema político imperante era la monarquía absolutista, que evolucionó desde la monarquía autoritaria. El poder de origen divino recaía en un monarca hereditario. Sin embargo, éste delegaba las tareas del gobierno en el VALIDO (o privado), que era un aristócrata de la confianza del rey que dirigía la vida política. El noble que conseguía este nombramiento acumulaba un enorme poder pero siempre supeditado a la confianza del rey; si perdía dicha confianza caía en desgracia y todo su poder. En el caso español la personalidad de los Austrias Menores propició el enorme peso político del valido, que gobernaba sin contar con los Consejos, lo que suponía que las instituciones de épocas anteriores quedaban en desuso hasta prácticamente desaparecer. Desde el poder apartaban de los cargos a sus enemigos y se rodeaban de los hombres de su confianza, lo que supuso un aumento de la corrupción. Los reyes delegaban en los validos por una serie de CAUSAS: La mayor complejidad administrativa hacía imposible que el rey pudiera ocuparse personalmente del gobierno. La incapacidad de estos reyes del siglo XVII para las tareas de gobierno era patente: en concreto Carlos II daba muestras evidentes de una debilidad física y mental. En general, se dedicaban a la vida ociosa, a la caza y a las fiestas cortesanas. Las CRÍTICAS HACIA LA FIGURA DEL VALIDO vinieron desde distintos sectores sociales: los nobles de los Consejos que protestaron cuando se vieron desplazados por los validos los letrados que veían como los validos nombraban a sus familiares y amigos para los puestos importantes, aunque fueran incompetentes. Con ello la administración funcionaba peor. las clases populares que identificaban al valido directamente con el desgobierno y la decadencia. Por su parte, la Corona utilizó la VENTA SISTEMÁTICA DE CARGOS para conseguir dinero rápido en situaciones de emergencia. Estos cargos eran hereditarios por lo que el rey en la práctica perdía la posibilidad de nombrar a sus funcionarios. 2 II. EL GOBIERNO DE LOS VALIDOS. LOS CONFLICTOS INTERNOS 2.1 El duque de Lerma durante el reinado de Felipe III: la expulsión de los moriscos Fue el valido de Felipe III, que inauguró la costumbre de delegar el ejercicio del poder en un valido. Se convirtió en el principal líder político durante la mayor parte del reinado, rodeándose de amigos y parientes a los que concedió los mejores cargos. a) Características de su gobierno: Alcanzó altas cotas de poder, ocupando los principales cargos del Estado: presidió el Consejo de Castilla y la Inquisición, e incluso fue nombrado cardenal. Aprovechó su posición para enriquecerse, acumulando una poderosa fortuna, manifestada en sus extensos dominios. La influencia ilimitada que el valido ejercía sobre el monarca quedó demostrado en 1601, cuando la capital del reino se trasladó temporalmente desde Madrid a Valladolid (de 1601 a 1606), supuestamente para estar más cerca de sus posesiones (alquiló al rey el llamado Palacio Real en la Plaza San Pablo). Mantuvo una política pacifista en Europa pero no fue unida a logros en política interior. Las revueltas contra los elevados impuestos y los abusos de poder de los gobernadores fueron continuas. Fue destituido por Felipe III en 1618 por la enorme oposición que había en el reino hacia él, así como por los continuos escándalos. Fue sustituido por su hijo, el duque de Uceda, aunque con los poderes más recortados. b) La expulsión de los moriscos (1609-1614) Fue el principal conflicto interno del reinado de Felipe III, que en 1609 decretó la expulsión de los moriscos de los reinos peninsulares. Las causas: 1. Se les acusaba de seguir practicando la religión musulmana, acusación en gran parte falsa, motivada por su aislamiento, el mantenimiento de sus costumbres, a pesar de su forzada conversión (hablaban árabe, mantenían la indumentaria y formas de vida). Además, su población crecía más rápidamente que la de los cristianos viejos. 2. Se sospechaba que colaboraban con los piratas berberiscos que asolaban las costas levantinas, lo cual era manifiestamente falso. 3. Lo más importante era la idea de conseguir la homogeneidad cultural de los súbditos de la monarquía, expulsando a aquellos sectores de la población de costumbres y orígenes diferenciados. Proceso de la expulsión: En 1609 Felipe III firma el Decreto de Expulsión, mediante el cual la flota española trasladaría a todos los moriscos de la Península al Norte de África. El decreto se ejecutó primero en el Reino de Valencia, en donde estaban más concentrados y luego se extendió al Reino de Aragón, para finalmente aplicarse en los demás reinos, donde la población morisca era muy minoritaria. La expulsión afectaba a todos, sin discriminar a quienes sinceramente profesaban el cristianismo. De nada sirvieron sus protestas. En Valencia se produjeron dos intentos de rebelión que fueron aplastados por los tercios traídos de Italia para la ocasión. Consecuencias: 1. Se calcula que salieron de la Península entre 275.000 y 400.000 moriscos y, aunque las repercusiones fueron escasas en la Corona de Castilla, éstas fueron muy graves en Aragón, que perdió un importante contingente de campesinos dóciles y trabajadores al servicio de los nobles. Aunque éstos protestaron, la Corona se limitó a compensarles con la entrega de los bienes de los expulsados. 2. Se tardó mucho en repoblar las tierras dejadas por los moriscos, en un momento de crisis demográfica. 3 2.2 El Conde-Duque de Olivares en el reinado de Felipe IV (1621-1665): la crisis de 1640 Fue el valido de Felipe IV y su objetivo era establecer un GOBIERNO CENTRALIZADO, para lo cual aplicó una serie de reformas, que provocaron la GRAVE CRISIS DE 1640. a) Las reformas del conde-duque (1621-1643) • OBJETIVO: era reforzar la autoridad real dentro de un estado centralizado. Para ello consideraba necesario que las leyes y los impuestos fueran iguales en todos los reinos que formaban parte del Estado, tomando como modelo a seguir el de Castilla. Para conseguirlo elaboró un ambicioso programa de reformas que envió al rey: El gran memorial. En él incluía dos medidas esenciales: La reforma fiscal: aumentó los impuestos de forma autoritaria para conseguir más ingresos para la Corona con los que financiar su costosa política exterior al participar de nuevo España en las guerras europeas (se abandona la política pacifista llevada a cabo por Felipe III). La reforma más importante imponía más impuestos a los reinos no castellanos, evitando que la presión fiscal recayera casi exclusivamente sobre Castilla. La creación de la Unión de Armas: era un proyecto para crear un ejército permanente de 140.000 soldados, procedentes de todos los reinos y provincias del estado. Se establecía un sistema de cuotas por el cual cada reino debía aportar un número determinado de hombres armados y pagados proporcionalmente a su población y riqueza. Con ello pretendía que no solo fuera Castilla la que soportara el peso de las guerras europeas e implicar en el empeño al resto de los reinos peninsulares • EL FRACASO DE LAS REFORMAS: este proyecto chocó de inmediato con la crisis económica y social y con los distintos fueros y privilegios que existían en los territorios de la Corona de Aragón. Éstos solicitaron que fueran sus Cortes las que decidieran sobre su contribución a la Unión de Armas; tras muchas discusiones y presiones, los reinos de Aragón y de Valencia aceptaron una rebaja de la aportación y que ésta fuera en metálico y no en soldados; Cataluña se negó a realizar contribución alguna y quedó al margen de la Unión de Armas. El intento de forzar la contribución militar de Cataluña y de Portugal provocaron las rebeliones de estos dos reinos en 1640. b) La crisis de 1640: la rebelión de Cataluña y Portugal. El conflicto estalló inicialmente en Cataluña en 1640 y luego se extendió a Portugal en ese mismo año. Durante la década de los años 40 las revueltas internas se extendieron y crearon la inestabilidad política de la monarquía. • LA REBELIÓN DE CATALUÑA (1640-1652): Causas: Al iniciarse la guerra contra Francia (1635) el conde-duque pretendió obligar a Cataluña a que aportaran tropas y dinero para defender la frontera pirenaica. Las instituciones catalanas accedieron a recaudar dinero pero, apoyándose en sus fueros, se negaron a reclutar tropas, alegando que ellos no tenían competencias para enviar soldados al extranjero. En 1640, el conde-duque forzó que el campo de batalla se desplazara hacia la frontera catalana forzando a Cataluña a reclutar tropas para el frente. Sin embargo, con el pretexto de la guerra, los tercios del rey también entraron en Cataluña, cometiendo continuas tropelías y desmanes que dieron lugar a las protestas de las instituciones catalanas y a la sublevación de la población. Desarrollo de la rebelión: los campesinos de Gerona atacaron a los tercios del rey y a ellos se unieron los segadores de Barcelona, que protagonizaron el Corpus de Sangre: se hicieron con el control de la ciudad, asesinaron al virrey y a todos los delegados del monarca, incluyendo a la aristocracia que gobernaba en la ciudad y que apoyaba al rey. Se conoce con este nombre ya que se produjo el día del 4 Corpus, cuando los segadores estaban en la ciudad para asistir a la procesión. Esto suponía prácticamente la guerra civil en Cataluña. Por temor a las represalias del rey y a la radicalización de los campesinos, las autoridades de la Generalitat pidieron a Luis XIII su incorporación a Francia. A partir de este momento, las tropas francesas ocuparon Cataluña y se hizo cargo del gobierno un virrey francés. Resolución del conflicto: tras doce años de guerra, Felipe IV puso fin a la independencia catalana, que regresó a la corona española. Las razones fueron: ¾ El desengaño de los catalanes ante la actitud francesa: sometió Cataluña mientras los soldados franceses campaban a sus anchas por el territorio. ¾ Cataluña estaba agotada por la guerra y pactó con Felipe IV su rendición: consiguieron la amnistía general y el mantenimiento de las instituciones catalanas pero el rey controlaba el nombramiento de las autoridades municipales. • LA INDEPENDENCIA DE PORTUGAL (1640-1668): Causas: se inició por el reclutamiento forzoso de soldados portugueses para sofocar la rebelión de Cataluña siguiendo lo establecido en la Unión de Armas, lo que hizo aumentar el gran descontento en Portugal, que veía aumentar los impuestos mientras las tropas españolas eran incapaces de defender las colonias portuguesas frente a los ataques holandeses e ingleses, hasta tal punto que se habían perdido alguna de ellas. Desarrollo de la guerra de Restauración: Ante la exigencia del reclutamiento forzoso para sofocar la rebelión de Cataluña, por lo que los nobles portugueses proclamaron al duque de Braganza como rey de Portugal con el nombre de Juan IV. La corona española, más preocupada por aplacar la sublevación de Cataluña y por las guerras de Europa, no envió las tropas suficientes para acabar con el conflicto, conocido en Portugal como Guerra de Restauración. El reconocimiento de la independencia de Portugal: Cuando, tras el fin de la guerra con Francia, se intentó reconquistar el reino, era ya demasiado tarde. La regente Mariana de Austria, viuda de Felipe IV, reconoció la independencia definitiva de Portugal y sus colonias en 1668. Las revueltas y sublevaciones contra la monarquía se extendieron por numerosos puntos del imperio, aunque fracasaron. Fue el caso de Andalucía, Valencia, Aragón, Nápoles y Sicilia. Este clima de descontento generalizado tuvo como consecuencia la caída del conde-duque en 1643, que fue reemplazado por su sobrino, Luis de Haro, pero con mucho menos poder. 2.3 El final de los validos durante el reinado de Carlos II (1665-1700) La situación política empeoró con la llegada al poder de Carlos II, cuyo reinado se caracterizó por el debilitamiento del poder del rey mientras la nobleza recuperaba su posición de fuerza frente al rey. La figura del valido se mantuvo durante la minoría de edad de Carlos II. Mariana de Austria gobernó aconsejada por los últimos validos (su confesor, Everardo Nithard, un jesuita austriaco muy antipático en la Corte y posteriormente Fernando de Valenzuela, un noble muy impopular). Sin embargo, cuando Carlos II alcanzó la mayoría de edad el cargo de PRIMER MINISTRO sustituyó al de valido. El primer ministro era un noble que gobernaba apoyando al rey pero su nombramiento no es fruto de la voluntad del rey, sino que eran impuestos por las camarillas de la corte. El primero en ocupar el cargo fue don Juan José de Austria (hermano bastardo de Carlos II) que protagonizó un auténtico golpe de estado. Contó con el apoyo de la aristocracia, especialmente de Aragón, y con un ejército de 15.000 soldados 5 entró en Madrid aclamado por la multitud. Él mismo se autoproclamó primer ministro y acabó definitivamente con la figura del valido. Sus sucesores intentaron aplicar una serie de MEDIDAS económicas y políticas de carácter REFORMISTA que pretendían reorganizar el caos administrativo y económico del Estado, pero el clero, la nobleza y los altos cargos no lo aceptaron y conspiraron contra estos ministros que amenazaban con disminuir su influencia. III. EL OCASO DEL IMPERIO ESPAÑOL EN EUROPA. LA POLÍTICA INTERNACIONAL El siglo XVII marca el final de la hegemonía europea, especialmente a partir de Felipe IV. 3.1 Objetivos y condicionantes de la política exterior: a) Los objetivos: Fueron similares a los de los Austrias Mayores: la defensa a ultranza de su herencia patrimonial, de su imperio colonial americano, que suponía una fuente importante de ingresos, y de la religión católica. Para ello contaron con la diplomacia pero sobre todo se embarcaron en las guerras europeas, a pesar del coste financiero y el endeudamiento que implicaba. b) Los condicionantes Sin embargo, la situación económica y militar había cambiado respecto al siglo anterior. Las nuevas circunstancias que condicionaban la política belicista española eran: • LA ESCASEZ DE RECURSOS FINANCIEROS: Las remesas de metales preciosos (imprescindibles para pagar a los soldados) procedentes de América disminuyeron. Esto tuvo dos efectos: Hubo que aumentar los impuestos, lo que provocó descontentos y rebeliones como la de Cataluña y Portugal de 1640 En algunos casos se vieron forzados a firmar la paz al no tener dinero para mantener al ejército. Las derrotas en Europa eran continuas, hasta el punto que en las últimas décadas del siglo XVII los Austrias eran ya incapaces de defender sus propios territorios. • LA DISMINUCIÓN DE SOLDADOS: había enormes dificultades para encontrar soldados, por lo que hubo que recurrir al reclutamiento forzoso. Así, los prestigiosos tercios españoles del siglo XVI se convirtieron en el siglo XVII en un ejército mal armado en el que la deserción se convirtió en algo habitual, especialmente cuando no se les pagaba. Incluso los generales se negaban a participar en el ejército. Esto explica las continuas derrotas que sufrieron. • HUBO QUE INVERTIR CADA VEZ MÁS RECURSOS ECONÓMICOS PARA DEFENDER LAS COLONIAS ante los continuos ataques holandeses, ingleses y franceses, en lugar de destinarlos a las guerras europeas. Éstos empezaron a ocupar parte de las colonias del Caribe y desde ellas practicaban el contrabando y la piratería en las colonias españoles. 3.2 La política exterior pacifista de Felipe III Se la considera pacifista en comparación con la actividad bélica de su padre, Felipe II, y de su hijo, Felipe IV. Cuando los problemas financieros se agravaron trató de ocultar la situación real de las finanzas evitando la guerra, para lo cual firmó tratados con sus enemigos: Francia, Inglaterra y Holanda. a) La paz con Inglaterra: El enfrentamiento se debía al apoyo que Inglaterra daba a los rebeldes de los Países Bajos. España daría facilidades al comercio inglés a cambio de que éstos dejaran de suministrar armas a los holandeses y suspendieran la piratería en el Atlántico b) La paz con Holanda (Provincias Unidas): la Tregua de los Doce Años Desde el reinado de Felipe II, Holanda luchaba por su independencia de España. El cansancio de los independentistas tras décadas de guerra, unido a los problemas 6 financieros españoles llevaron a que en 1609 firmaran la TREGUA DE LOS DOCE AÑOS, durante la cual ambos países se prepararon para un nuevo enfrentamiento. Por eso, transcurridos los 12 años, en 1621, la tregua no se renovó. 3.3 La política exterior de Felipe IV. La Guerra de los Treinta Años. La paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos Felipe IV se propuso recuperar la hegemonía europea, iniciando una política belicista que su padre había intentado evitar. Por ello mantendrá a lo largo de su reinado dos conflictos: la participación en la Guerra de los Treinta Años y la guerra contra Francia. En ambas será derrotado. a) La Guerra de los Treinta Años (1618-1648). La Paz de Westfalia • ORIGEN DEL CONFLICTO: comenzó como un conflicto religioso dentro del Sacro Imperio entre el emperador, católico, y los protestantes de Bohemia (cuestionaban la autoridad del emperador) pero pronto traspasó las fronteras alemanas ya que España acudió en ayuda del emperador y los países protestantes (Provincias Unidas, Suecia y Dinamarca) apoyaron a Bohemia. Al conflicto se unió Francia, en el bando protestante (a pesar de ser católica) para medir sus fuerzas con España, su tradicional enemiga. Así pues, fue un conflicto de intereses, aunque todos pusieron como excusa las cuestiones religiosas. • DESARROLLO DE LA GUERRA: Tuvo cuatro fases, siendo las tres primeras favorables a las tropas imperiales, a pesar del apoyo que recibieron los príncipes protestantes de daneses y suecos. En 1635, cuando los Habsburgo parecían haber derrotado a sus enemigos, Francia (gobernada por el cardenal Richelieu) decidió intervenir a favor del bloque protestante y acabó por vencer frente a los Habsburgo españoles y austriacos. Los tercios españoles fueron derrotados por el ejército francés en la batalla de Rocroi (1643). La guerra continuó hasta 1648, año en el que se firmó la Paz de Westfalia • CONSECUENCIAS DE LA PAZ DE WESTFALIA PARA ESPAÑA: Supuso el fin del poderío militar español en Europa. Francia se consolidó como la potencia hegemónica en Europa, amenazando la supervivencia de las posesiones españolas en Europa, al intentar cortar la comunicación por tierra entre Flandes y los estados italianos, territorios en manos españolas. España aceptó la independencia de las Provincias Unidas (Tratado de Münster) b) Prolongación de la guerra entre Francia y España. La Paz de los Pirineos (1659) El enfrentamiento entre España y Francia se prolongó hasta 1659. La entrada en la guerra de INGLATERRA en 1657 a favor de Francia facilitó la victoria francesa, por lo que España tuvo que firmar el tratado de PAZ DE LOS PIRINEOS en 1659. Luis XIV y Felipe IV se reunieron en la isla de los Faisanes y acordaron: • Los Pirineos se convertían en la frontera entre ambos países: suponía que el Rosellón y la Cerdaña pasaban a Francia • Francia se anexionaba algunos territorios de los Países Bajos del Sur (españoles) próximos a su frontera. • El matrimonio de Mª Teresa de Austria (hija mayor de Felipe IV) con Luis XIV, previa renuncia de ésta a la corona española. Era una humillación para España que veía como Francia se inmiscuía en los asuntos internos españoles. Esta paz no supuso demasiadas pérdidas territoriales para España, aunque sí el reconocimiento de la hegemonía francesa. Todavía quedaban dentro del imperio español: Los Países Bajos del Sur (Flandes), Nápoles, Sicilia y Cerdeña, Milanesado y FrancoCondado. 7 Puede decirse que los reinos españoles habían tocado fondo a finales del reinado de Felipe IV: España había perdido la hegemonía y parte de los territorios europeos (Portugal y las Provincias Unidas se declararon independientes); dominio en el mar era de franceses, ingleses y holandeses; en el interior los gastos de la guerra habían hundido la economía de los reinos: excesivos impuestos, reclutamientos forzosos, caos monetario, .... 3.4 La política exterior de Carlos II. La Liga de Augsburgo Francia continuó acosando a España y apoderándose de algunos de los territorios que le quedaban a España en Europa: parte de Flandes y la totalidad del Franco-Condado fueron conquistados por Luis XIV. La debilidad militar española era tan evidente y la prepotencia francesa tan avasalladora que las otras potencias europeas, fundamentalmente las Provincias Unidas, Inglaterra y los Habsburgo austriacos, formaron una alianza política, denominada LA LIGA DE AUGSBURGO para frenar el expansionismo francés y defender la integridad territorial del Imperio español en el continente. Finalmente, la muerte en 1700 de Carlos II sin sucesor, legando el trono al nieto de Luis XIV (Felipe de Anjou), sumió a España en una GUERRA DE SUCESIÓN en la que perderá definitivamente sus posesiones europeas. IV. EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL. LA CULTURA DEL SIGLO DE ORO Buena parte de Europa, especialmente los países mediterráneos, sufrieron a lo largo del siglo XVII una profunda crisis demográfica, económica y social que se tradujo en una inestabilidad política. 4.1 La crisis demográfica Al iniciarse el siglo XVII había unos 8,5 millones de habitante en España pero a lo largo del siglo XVII descendió a 7 millones. Este descenso fue especialmente grave en la Corona de Castilla. Las CAUSAS de esta crisis demográfica fueron: • Las sucesivas crisis de subsistencia: se produjeron por malas cosechas que provocaban hambre, enfermedad y elevaban la tasa de mortalidad. • Epidemias: se vieron favorecidas por la desnutrición de la población. La peste rebrotó con gran virulencia. Se ha calculado en 1.250.000 el número de personas fallecidas. • Las guerras: permanentes a lo largo de todo el siglo. Como cada vez era más difícil pagar a soldados mercenarios, hubo que recurrir al reclutamiento forzoso de jóvenes, lo que reducía la mano de obra disponible y generaba un enorme descontento. • La expulsión de los moriscos: supuso la salida forzosa de 300.000 moriscos, en su mayoría campesinos. • La emigración a América: especialmente hombres jóvenes en edad de procrear y trabajar. 4.2 La crisis económica a) La crisis agraria: tuvo dos manifestaciones: • DESCENDIÓ LA PRODUCCIÓN AGRARIA: a las malas cosechas (cada 8 ó 10 años) se unió el abandono del campo debido al aumento de los impuestos que cobraban la Corona y los nobles. El hambre se generaliza. • DISMINUYÓ LA PRODUCCIÓN LANAR: disminuyó 1/3 el número de ovejas, especialmente al reducirse drásticamente la exportación de lana como consecuencia de las guerra contra Holanda e Inglaterra. Sólo en la segunda mitad del siglo XVII se observará una cierta recuperación del sector. b) La crisis de la artesanía Afectó a sectores importantes como: • LA INDUSTRIA TEXTIL: numerosos talleres tuvieron que cerrar, especialmente en Castilla, debido a la competencia de los paños extranjeros, de buena calidad y más 8 baratos que los nacionales. Además, las ventas nacionales también descendieron por los escasos recursos de la población. • LA MINERÍA Y LA INDUSTRIA DEL HIERRO: al principio mantuvo su prosperidad gracias a la demanda de armas para el ejército, pero sus precios poco competitivos frente a los de otros países acabaron con el cierre de muchas herrerías, especialmente en el País Vasco • LA CONSTRUCCIÓN NAVAL: al principio se mantuvo su pujanza debido a la demanda para el comercio con América pero los costes de producción eran tan altos que no pudieron competir con los fabricados en Holanda o Inglaterra que acabaron por utilizarse para comerciar con América. Supuso la decadencia de los astilleros de Cantabria. Las consecuencias más graves fueron el aumento del paro y los conflictos que esto conllevaba pero, sobre todo dependencia de los productos extranjeros. c) La decadencia comercial • COMERCIO INTERIOR: sufrió la crisis económica ya que era más barato importar productos europeos por mar que comprarlos en la Península, debido a las malas condiciones de los transportes y las barreras aduaneras entre los reinos que formaban España. • COMERCIO CON AMÉRICA: también entró en una clara decadencia ya que, al disminuir al oro y la plata americanos y destinarse las escasas remesas que llegaban a mantener los gastos militares de la corona española, los mercados coloniales quedaron desabastecidos de manufacturas y aumentaron los intercambios entre las propias colonias. Además, la situación fue aprovechada por comerciantes holandeses e ingleses que se dedicaron al contrabando o establecieron relaciones comerciales con las colonias americanas, vulnerando el monopolio que tenían los españoles. Sólo hubo una cierta recuperación en la segunda mitad del siglo XVII, pero los productos que España enviaba a sus colonias eran fabricados en Europa y sólo el 5 % eran de procedencia española: se enriquecieron genoveses, franceses y holandeses. 4.3 La evolución social a) Se mantuvo la sociedad estamental propia de la Edad Media • La nobleza: Era cerca del 10 % de la población española. El número de nobles se incrementó ya que fue frecuente, sobre todo con Felipe IV, la venta de cargos y títulos para conseguir dinero con el que financiar la política real. Llevaban una vida ociosa, sin trabajar ni pagar impuestos, por lo que la alta burguesía enriquecida ansiaba igualarse con ellos y compraba títulos y certificados de nobleza (sobornaban a letrados para que les otorgaran esos documentos). Por eso, para la nobleza tradicional era cuestión de honra poder demostrar su limpieza de sangre, como elemento diferenciador de estos burgueses que compraban títulos y que, en muchos casos, tenían entre sus antepasados antiguos judíos (se les llamaba cristianos nuevos de forma despectiva). El derroche y su elevado tren de vida hacía que algunos linajes tuvieran serios problemas financieros Así, las diferencias dentro de la nobleza eran enormes: LA ALTA NOBLEZA O ARISTOCRACIA: estaba en la cúspide social, eran muy reducidos y se les conocía como los Grandes de España. Su poder, ante la debilidad económica de la monarquía, salió fortalecido. NOBLEZA DE TOGA: eran altos funcionarios BAJA NOBLEZA: vinculada en muchos casos al medio rural, vivía de las rentas de la tierra. Controlaban los cargos municipales. En el estrato más bajo estaban los hidalgos, cuya situación económica era, en muchos casos, precaria al no disponer de rentas propias. 9 • El clero: En España tuvo más peso social que en otros países europeos, debido a su papel como defensora del catolicismo. Aunque muy reducido, su número aumentó (10 %) ya que era una salida para miembros de los otros dos estamentos. Había dos tipos de clero: ALTO CLERO: procedía de la nobleza; en concreto accedían los segundones que, al no disponer de títulos ni de tierra, veían en el alto clero una forma de mantener su nivel de vida gracias a las rentas que producían las tierras de abadías y obispados. BAJO CLERO: procedían del pueblo llano y, aunque no estaban enriquecidos, conseguían unas rentas que les permitía vivir dignamente. La Iglesia mantuvo, pues, su riqueza, de tal forma que poseía en torno a la sexta parte de las tierras cultivables y entre un 30% y un 50% de los inmuebles urbanos; además de las rentas, percibía el diezmo y otros ingresos procedentes de misas, administración de sacramentos y donaciones múltiples. • El pueblo llano: LA BURGUESÍA: fue escasa y perdieron protagonismo, que paso a manos de prestamistas y grandes comerciantes extranjeros. Además, abandonaron sus negocios industriales y su aspiración era ennoblecerse mediante la compra de títulos de nobleza; una vez que obtenían el título era esencial no trabajar y vivir de las rentas. PEQUEÑOS COMERCIANTES Y ARTESANOS ORGANIZADOS EN GREMIOS: empeoraron sus condiciones de vida como consecuencia de la crisis generalizada; algunos de ellos acabaron convirtiéndose en grupos marginales a los que no les quedaba otra salida más que la mendicidad. CAMPESINOS: cada vez sufrieron más presión fiscal por parte de la Corona y de los señores feudales. Muchos perdieron la tierra y se convirtieron en jornaleros o bien abandonaron el campo para ir a la ciudad donde engrosaban el número de pobres y mendigos. En conjunto, la situación del campesinado empeoró y fueron frecuentes las revueltas y la extensión del bandolerismo que se convirtió en un fenómeno prácticamente endémico en el litoral mediterráneo español. b) Los valores dominantes en la sociedad española: • Dominaba la mentalidad aristocrática: obsesión por el ennoblecimiento, la dignidad y el honor. • El rechazo del trabajo manual, considerado “vil”: quienes tenían dinero lo derrochaban para demostrar públicamente su posición. Quienes no lo tenían preferían la mendicidad y la pobreza antes que “manchar” sus manos con el trabajo. Esto lo refleja muy bien la novela picaresca: ciudades plagadas de mendigos y delincuentes que pululaban atraídos por el dinero de ricos y poderosos • Los valores religiosos: la limpieza de sangre, la misa diaria, la participación en procesiones, donativos públicos a la Iglesia y los pobres,….. Para la mayor parte de los españoles, su fe cristiana marcaba totalmente su pensamiento y vida cotidiana. 4.4 La cultura del Siglo de Oro El siglo XVII, desde el punto de vista cultural, es conocido como la época del Barroco, corriente surgida en Italia pero que tuvo un gran desarrollo en España. Así, la crisis económica, política y militar no impidió que España experimentase un gran esplendor artístico y literario, en medio de un ambiente intelectual de pesimismo crítico (los arbitristas) y un estancamiento científico, que sólo en el último tercio del siglo empezó a superarse. En general, el Barroco español será un movimiento propagandístico de exaltación de la monarquía absoluta y en defensa a ultranza del catolicismo y la Contrarreforma. El arte y las letras sirvieron para enmascarar la crisis, mostrando una riqueza y un boato que distaban 10 mucho de la realidad pero con una elevada calidad artística, por lo que se conoce también como El Siglo de Oro de las letras y el arte español. a) El arte barroco español Tuvo su máxima representación en la pintura, mientras escultura y sobre todo la arquitectura, fueron secundarias. • Pintura: Predominó la pintura religiosa, aunque también surgió una pintura cortesana que nos ha dejado buenos retratistas. Uno de los centros artísticos importantes fue Sevilla, donde se formaron y trabajaron algunos de los pintores más reconocidos: ZURBARÁN, MURILLO, VALDÉS LEAL,... pero sobre todo VELÁZQUEZ. Pintor cortesano de Felipe IV vivió prácticamente toda su vida en Madrid, salvo dos viajes que realizó a Italia, donde conoció las corrientes más modernas de Europa. Está considerado uno de los grandes maestros de la pintura europea, sobre todo por su aportación a la creación de la perspectiva aérea que culminó en dos obras: Las Hilanderas y las Meninas. Hizo una pintura realista reflejando magistralmente los tipos populares (El triunfo de Baco, los Enanos,...) y los objetos cotidianos que se convierten en cuadros dentro del cuadro (La vieja friendo huevos).Trabajó en todos los campos: Retrato: captó la sicología de los retratados (retratos de Felipe IV, del Príncipe Baltasar Carlos o del Conde-duque de Olivares) Pintura mitológica: La fragua de Vulcano o El triunfo de Baco Desnudo: La Venus del Espejo (único desnudo de la pintura barroca española) Histórico: La rendición de Breda (conocida como las Lanzas) • Escultura: se limitó a la temática religiosa contrarreformista: santos, milagros inmaculadas,... al servicio de la religión. Los escultores se dedicarán a realizar obras en madera policromada destinadas a ser procesionadas para conmover al espectador y reforzar la devoción popular y el poder de la Iglesia en un momento de crisis. Una escuela importante será la de Valladolid, donde destacó el escultor GREGORIO FERNÁNDEZ. También fue importante la de Sevilla. • Arquitectura: al ser más costosa, tuvo menos importancia. Se realizaron sobre todo conventos pero tuvo especial importancia la realización de plazas mayores de las cuales la más importante fue la de Madrid y la de Salamanca (ésta es barroca pero realizada en el siglo XVIII). Sólo al final del Barroco, pero ya en el siglo XVIII, se realizarán obras de importancia vinculadas a los primeros Borbones: los palacios reales, entre los que destaca el de Madrid, aunque se llamó a arquitectos extranjeros. b) Las letras en el Siglo de Oro La literatura española conoció un momento de esplendor en la época barroca. Un grupo muy numeroso de autores destacaron en todas las ramas de la literatura y dejaron un legado magnífico. • La novela: destacó CERVANTES que escribió Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de la novela universal, un excelente reflejo de las angustias y las perplejidades humanas de aquel complicado siglo XVII. Además, en este período continuó la tradición de la novela picaresca, con piezas tan destacadas como El Buscón de Francisco de QUEVEDO, muestra de la penuria económica y de la esclerosis social de la España del momento. • El teatro: era una de las diversiones preferidas del momento por todos los grupos sociales, que coincidían en los llamados Corrales de Comedias. Las obras se escribían en verso y contenían elementos tan variados que interesaban a todo tipo de públicos: violencia, enredo y celos para los espectadores más superficiales, reflexión filosófica para el público culto, conceptos morales, crítica política, etc. Los autores más destacados fueron LOPE DE VEGA y CALDERÓN DE LA BARCA. • La poesía: GÓNGORA que pretendía plasmar en su poseía la belleza absoluta y QUEVEDO que realizó poesías llenas de sátira y de crítica social y política, en las que analizaba la sociedad de su tiempo 11 En general, en la literatura del Barroco fue frecuente el tema del desengaño, de la caducidad de la vida y de la vanidad de las ilusiones terrenas, todas muestras del pesimismo reinante ante el declive económico, político y militar de España. c) Ambiente intelectual de pesimismo crítico: Los arbitristas Este esplendor cultural se produjo en un ambiente intelectual complejo, dominado, a un tiempo, por la religiosidad propia de la Contrarreforma y por la literatura crítica de la decadencia, como lo demuestra la proliferación de los llamados “arbitristas”, conjunto de pensadores que acusaban de la crisis al peso de la política exterior, a la competencia extranjera, al gasto suntuario y a la excesiva inversión en censos y rentas. Eran partidarios de la protección a los productores, el fomento de la industria y el comercio, la educación científica y técnica y las reformas agrarias y fiscales. Se mostraban críticos con las costumbres sociales aristocratizantes y con el excesivo número de clérigos. Aunque su influencia sobre el poder político fue muy escasa, por lo menos hasta las dos últimas décadas del siglo XVII, se les puede considerar como los precursores de los ilustrados del siglo XVIII, ya que muchos de ellos elaboraron proyectos de reforma que se realizarían en el siglo siguiente. TÉRMINOS HISTÓRICOS I. PERSONAJES HISTÓRICOS Austrias Menores Felipe III Felipe IV Carlos II Duque de Lerma Conde-Duque de Olivares Juan José de Austria II. ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS Expulsión de los moriscos (1609-1614) Rebelión de Cataluña (1640-1652) Rebelión de Portugal (1640-1668) Guerra de Restauración portuguesa Guerra de los Treinta Años (1618-1648) Batalla de Rocroi III. INSTITUCIONES, ACUERDOS Y TRATADOS Valido Grandes de España Primer ministro Unión de Armas Paz de Westfalia (1648) Paz de los Pirineos (1659) Liga de Augsburgo (1686-1697) Tregua de los Doce Años IV. CULTURA Y PENSAMIENTO Siglo de Oro Barroco Arbitristas 12 Felipe III Felipe IV Carlos II PAZ DE WESTFALIA (1648) 13 14 PREGUNTAS: 1.- Ubica el texto en su contexto histórico 2.- Resume el contenido del texto 3.- ¿Quiénes eran los moriscos y cómo eran sus formas de vida en España? 4.- Causas por las que se les expulsa. 5.- Consecuencias que tuvo para España 15