Según Lea Baider: Debemos ayudar al paciente oncológico a dar sentido a su vida Afrontar un diagnóstico de cáncer no resulta fácil ni para el paciente ni para sus familiares. Las unidades de psico-oncología se crean para ayudar a que el enfermo oncológico comprenda su situación, aunque el trabajo de los profesionales médicos a lo largo de toda la enfermedad también es crucial. Los profesionales médicos debemos trabajar en equipo para ayudar al enfermo con cáncer y a su familia a dar un sentido a su situación", ha dicho la profesora Lea Baider, directora de la Unidad de Psico Oncología del Sharett Institut of Oncology del Hadassah University Hospital, de Jerusalén, en Israel. Lea Baider ha participado en un Taller sobre Técnicas de Intervención Familiar en Psico-Oncología, organizado por el Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra (CUN) y por la Sociedad Española de Psico-Oncología. El objetivo de esta disciplina es la atención al enfermo con cáncer como miembro de un entorno social y familiar. "El cáncer no se puede tratar como un elemento individual. Es una enfermedad crónica que afecta a todos los ámbitos de la vida. El enfermo es una persona que tiene una vida detrás, una familia, un trabajo, que se trastoca con la llegada de la enfermedad. Por eso, cuando estudiamos al enfermo no sólo hay que centrarse en el proceso de la enfermedad sino que se deben tener en cuenta los cambios que surgen en su entorno". La atención psico-oncológica está supeditada a las características individuales de cada caso. Enfermedad familiar Según Salvador Cervera, director del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica de la CUN, "la repercusión social y familiar es distinta según sea la edad, cargas familiares y situación del enfermo. Además, las técnicas se deben ajustar al diagnóstico, protocolo de tratamiento y pronóstico. En función del tipo de enfermedad y su severidad, y el momento del proceso -inicio, tratamiento y rehabilitación- se indicarán las técnicas más apropiadas". Existen numerosas técnicas de intervención familiar en psico-oncología que están orientadas en función de las etapas de la enfermedad y de las características de cada enfermo. "En general, van encaminadas a disminuir los miedos que surgen ante la enfermedad: ansiedad, soledad y depresión. Pero, sobre todo, lo que pretenden es dar un sentido a lo que les ha pasado. Para la mayoría, el cáncer supone enfrentarse por primera vez a la muerte, aunque eso no suceda. Por eso tienen que aprender a vivir con esa incertidumbre", ha explicado Cervera. La aparición de la enfermedad hace que el enfermo se replantee todos los principios que fundamentan su vida. Según Baider, "…de repente deja de tener control sobre ella. Pero tiene la oportunidad fantástica de aprender a vivir el momento. Ése es un mensaje que debe llegar a las personas sanas. En vez de estigmatizar a los enfermos con cáncer debemos compartir con ellos cada experiencia, como una forma de ayuda en su enfermedad". Trabajo en equipo En la aplicación de las técnicas intervienen especialistas de diversos ámbitos de la medicina: psiquiatría y oncología, psicología y enfermería. "En oncología no se puede trabajar aisladamente; por eso debe convertirse en una labor de equipo. La integración de los distintos niveles profesionales enriquece el resultado final. Cada uno aporta su punto de vista al comportamiento de la enfermedad, lo que revierte en una mejora de la calidad de vida del enfermo", ha concluido Salvador Cervera. Para Baider, existen diversos grupos de investigación internacional que consideran que "lo más importante de estas técnicas terapéuticas es que ayudan a la adaptación del enfermo y de su familia en el mantenimiento de la salud mental. Un paciente motivado y contento se seguirá sintiendo un enfermo con cáncer, pero se enfrentará con mayor fuerza a la realidad que le ha tocado vivir". fuente: http://www.cmv.es/fiatcsalud/cgi-bin/default.asp?lGO=SELDOCU&lid_informacion=335