KANT: CONTEXTO HISTÓRICO, CULTURAL Y FILOSÓFICO Dado que vamos a comentar un texto que se ocupa de la fundamentación de la moral, centraremos nuestro contexto, especialmente el filosófico, en los elementos que más influyeron en la configuración del proyecto moral kantiano. Contexto histórico-cultural La Fundamentación (1785) es la primera obra del “período crítico” en la que kant dirige su atención a la moral. Defiende que sin una razón autónoma no hay acción moral. La preocupación por explicar las condiciones que hacen posible que el ser humano sea autónomo es propia del contexto en el que nace esta obra: la Ilustración. Kant (1724-1804) describió su tiempo afirmando que no era una “época ilustrada”, sino una “época de ilustración”. La Ilustración, según nuestro autor, consiste en la liberación del ser humano de su culpable incapacidad para servirse de su razón sin la guía de otro. La Ilustración debe convertir a ese “menor de edad” en un ilustrado, es decir, en alguien capaz de tener el valor de servirse de su propia razón (“Sapere aude!”). Por eso, los pensadores de esta época se centran en la necesidad de conquistar la autonomía. Sin ella la Ilustración es imposible. La Ilustración nace en Inglaterra y a lo largo del siglo XVII llega a Francia desde donde se difunde por casi todo el continente. En cada uno de sus focos de desarrollo esta nueva cultura adquirió características propias. Los estados alemanes soportaban una economía atrasada , ausencia de capitales privados y muy poca burguesía. Por eso, aquí la Ilustración se convirtió en un proceso elitista, dirigido por la corte y que se apoyaba en miembros del clero y de la universidad. Kant, profesor de la universidad de Königsberg, ejemplificaba bien esta característica. Las reformas políticas promovidas desde la monarquía crearon las condiciones para la Ilustración. Estas reformas comenzaron con Federico Guillermo I. Pero cuando Kant llama a esta época la “época de Federico”, se refiere a Federico II el Grande. El nuevo monarca, haciendo suya la idea de progreso, continuó el desarrollo económico y militar iniciado por su padre. Lo más carqacterístico de su reinado fue el despotismo ilustrado (cuyo lema era “todo para el pueblo pero sin el pueblo”): suprimió la tortura, reformó la justicia y garantizó la libertad religiosa. Insistió en otra idea clave de la Ilustración: la educación. Instauró la enseñanza obligatoria hasta los trece años y potenció la secundaria para nutrir al eEstado de funcionarios. El Berlín fundó la Academia de las Ciencias. Contexto filosófico En el ámbito filosófico, la Ilustración alemana también presentó características específicas. Mientras que las francesas y británicas tuvieron un componente esencialmente empirista, la alemana fue racionalista. Los dos autores del contexto anglo-francés más influyentes en Kant fuero Hume y Rousseau. Precisamente las críticas empiristas de Hume llevaron a Kant la revisión del racionalismo dogmático de Wolff, discípulo de Leibniz y dominante en las universidades alemanas. El resultado fue lo que se ha llamado el “periodo crítico kantiano”. Durante este tiempo Kant se ocupó, en primer lugar, de buscar las condiciones que hacen posible el conocimiento universal y necesario, que es el objeto de la Crítica de la razón pura. Concluyó que tales condiciones se cumplen tanto para las matemáticas como para la física, pero no para la metafísica. En segundo lugar, analizó las condiciones que hacen posible también una moral universal y necesaria, que es el objeto iniciado con la Fundamentación. Newton, uno de los padres de la Ilustración junto a Locke, había descrito un mundo determinado por leyes físicas; un mundo en el que no cabe la libertad. El propio Kant había confirmado esta descripción en la Crítica de la razón pura: el mundo fenoménico es el ámbito de la necesidad y la universalidad. Incluso había concluido que la libertad es indemostrable. ¿Quería decir eso que el hombre no es libre? Por su parte, Hume había denunciado lo que se ha llamado la falacia naturalista: el intento de los filósofos por fundar la moral (cómo deben ser las cosas) en el ser (en cómo son). Argumentaba el empirista británico que lo único que la experiencia nos proporciona son hechos: acciones, motivos, pasiones, sentimientos...La bondad, maldad, virtud o vicio no aparece por ningún sitio. Lo único que hay son cosas que nos producen sentimientos agradables, y a esas las llamamos buenas, y otras que nos desagradan y que llamamos malas. La moral, por tanto, es un hecho, una emoción. Desde este enfoque, la existencia de leyes prácticas universales era imposible. En tercer lugar, hay que citar la influencia del determinismo calvinista que define a un ser humano al que solo le queda averiguar cuál es el destino que Dios le ha prefijado. El pietismo de Kant se revelaba contra esa predeterminación. En este contexto, la Fundamentación supone el esfuerzo de Kant por salir al paso de estas amenazas para la libertad. En primer lugar, pretende subrayar que la física newtoniana implica un determinismo aplicable sólo al ámbito de los fenómenos y busca un espacio propio en el que tenga sentido hablar de capacidad de autodeterminación del ser humano. En segundo lugar, y frente a Hume, intenta demostrar que la universalidad no sólo se da en las leyes naturales, sino también en las morales. Finalmente, y frente al calvinismno, explica cómo es que la libertad es posible. Estas claves pueden iluminar el fragmento que vamos a comentar.