Curso: Formar ciudadanos Titulo: Lección 1: Presentación de José Unidad: 1 Módulo: Desarrollo Objetivos de Aprendizaje Presentación de José Nací 1788 en la hacienda de Melipilla, propiedad de un acaudalo vecino de Santiago. A mi padre no lo conocí y mi madre era sirvienta de la casa patronal. Ahí me crie, en el tercer patio. La patrona quería mucho a mi madre y se la llevó a la casa de Santiago para que se encargara de los quehaceres. Yo la acompañé. En esa inmensa casa jugaba con los hijos del patrón, un jurista, Juan Egaña, que tenía una gran biblioteca. Allí aprendían sus hijos a escribir y yo aprendí con ellos. No entendía mucho lo que escribía, pero tenía una caligrafía envidiable. Don Juna lo notó y por eso me pidió que realizara copias de sus escritos, en ese tiempo en Chile no había imprentas. Así fue como me hice copista. A los hombres letrados les copiaba ejemplares, a los analfabetos les escribía sus cartas y peticiones. Mi oficio era muy apreciado y cuando empezaron los conflictos luego de que el rey Fernando fuera apresado por Napoleón en 1808, fui convocado por las nuevas autoridades, “los patriotas”, a copiar proclamas y decretos que circularan por la ciudad, varias de las cuales hablaban de educación y de la necesidad de crear escuelas, las que yo, como la mayoría de los de mi generación, no conoció. ¿Por qué razón? Profundicemos en esto a partir de la siguiente imagen. Como se sabe, el 18 de septiembre de 1810 se constituyó una Junta de Gobierno que dio el primer impulso a nuestra independencia. 1 Ministerio de Educación Prohibida su reproducción La Junta fue una respuesta a la invasión francesa a España y el cautiverio del rey Fernando VII, lo que planteó en todo el imperio del cual Chile formaba parte, el dilema de la representación de la monarquía. Se desataron intensos debates sobre el origen del poder. Sin rey, se dijo, su soberano poder volvía a “los pueblos” representada por los cabildos de las ciudades. Aquella fue la justificación para convocar a los vecinos y formar juntas de gobierno las cuales establecieron, de hecho, su autonomía de la metrópolis. Los patriotas que propiciaron la junta y que anhelaron la total independencia total, estuvieron influidos por el ideario ilustrado el cual, entre otras ideas, concebía la educación como una herramienta fundamental para alcanzar e implantar el valor de la razón que hace al hombre libre. Libre del despotismo y libre del oscurantismo que era, según afirmaban, lo que la monarquía española había impuesto para oprimirlos. En sus discursos los patriotas, criticaron la falta de instrucción de la población, acusando de esto al sistema monárquico. Eso no fue del todo cierto. Durante la colonia hubo escuelas, colegios y hasta una universidad, la Real Universidad de San Felipe (fundada en tiempos de Felipe V, primera mitad del siglo XVIII); claro que el acceso a estos establecimientos, por escasos, era mínimo. En cuanto a escuelas, las pocas que existían se diferenciaban por lo siguiente: estaban las conventuales, en especial las de los jesuitas adjuntas a cada uno de sus colegios. Era una escuela alfabetizadora concurrida por hijos de españoles pobres. También hubo escuelas particulares y sostenidas por el cabildo. Ellas brindaron una educación altamente selectiva dirigida a los hijos de la elite. Los patriotas quisieron romper con ésto, extendiendo escuelas por doquier y convocando a todos los niños a ella. Detrás de esto operó la convicción que la razón, sinónimo de libertad, se desarrollaba a través de la educación, por lo mismo correspondía que una nación libre, dueña de su destino, educara a todos sus hijos. Este fue el raciocinio que animó a los ilustrados criollos de la Patria Vieja. 2 Ministerio de Educación Prohibida su reproducción