MENCIÓN PEDAGÓGICA CASO TRES Un estudiante especial: como tantos. Juan es un estudiante de 15 años que asiste a un liceo diurno de la ciudad, está en primer año, ha repetido dos veces el curso y su cuadro de notas en el año actual sigue siendo desalentador. Es un “buen muchacho”, sus compañeros lo quieren, no genera problemas graves de conducta, pero en reiteradas oportunidades se aburre en clase y se pone a realizar otras tareas que sonde su interés, por ejemplo realiza permanentemente caricaturas de profesores, compañeros, el director, los adscriptos y en eso pasa las horas en el liceo. Es de destacar que los dibujos que realiza son de muy buena calidad. Los docentes frente a esta situación han tenido diferentes posturas; unos, lo dejan hacer lo que el quiera siempre que no les moleste, ni le llaman la atención, ni se ocupan demasiado de él; otros, sin embargo se molestan por su actitud y han llamado a su madre, lo han observado y hasta retirado de clase. La madre ha asistido, habló con los docentes, también se ha hablado con el alumno y el dice que lo que le enseñan los docentes no le interesa. El Director no está al tanto de la situación. El tiempo transcurre sin “mayores problemas” para todos, salvo para Juan que se siente desmotivado en el liceo, que lleva una historia de fracasos, que no encuentra su lugar y que parece no estar muy atendido. Juan es un joven como puede haber tantos en el liceo. Ante esta situación y posicionándonos como profesionales de la educación, comprometidos y responsables de nuestra tarea, ¿Qué actitud puede adoptarse desde el rol de adscripto?, ¿Qué acciones se pueden iniciar para atender esta situación?, ¿Con quiénes puedo trabajar en forma conjunta?