acuerdos sobre la aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias

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ACUERDOS SOBRE LA APLICACIÓN DE MEDIDAS SANITARIAS Y
FITOSANITARIAS DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL COMERCIO Y SU
APLICACIÓN EN VENEZUELA
María Guerra*; Alexis López y María López
Universidad Simón Bolívar.
maguerra@usb.ve
Introducción
El Acuerdo sobre la Aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias (AMSF) de la
Organización Mundial del Comercio, confirma el derecho que tienen los países miembros de
aplicar las medidas necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y animales y
preservar los vegetales. Estas medidas pueden adoptar muchas formas: referirse a la necesidad de
que los productos procedan de zonas libres de enfermedades; a la inspección de los productos; a
su tratamiento o elaboración por medios específicos; al establecimiento de niveles máximos
autorizados de residuos de plaguicidas o a la exclusi6n del uso de determinadas sustancias. Estas
medidas se aplican a los alimentos de producción nacional, a las enfermedades locales de
animales y vegetales, así como a productos procedentes de otros países.
La aplicación de estas medidas puede dar lugar a restricciones al comercio, ya que
muchas veces suelen utilizarse para proteger a los productores nacionales de la competencia de
sus homólogos foráneos. Una restricción sanitaria o fitosanitaria que no este debidamente
justificada puede ser un instrumento proteccionista muy eficaz y, debido a su complejidad
técnica, un obstáculo engañoso, difícil de impugnar. Sobre este particular vale mencionar que el
AMSF pretende mantener el derecho de los gobiernos a ejercer la protección que consideren
oportuna, y tratar de garantizar que tales derechos no den lugar a barreras innecesarias al
comercio internacional.
Los países en desarrollo han confrontado muchos problemas para la correcta aplicación
del Acuerdo, es por ello que en el mismo se contempla la prestación de asistencia técnica a estos
países, tendiente al logro del cumplimiento de la normativa planteada. No obstante, estas
naciones continúan confrontando inconvenientes derivados de las dificultades que tienen para
cumplir con los requisitos sanitarios de los Miembros importadores, que ofrecen una justificación
científica para sus propias medidas sanitarias y fitosanitarias y participan de manera significativa
en la elaboración y aprobación de normas internacionales.
El presente trabajo de investigación se refiere al Acuerdo sobre la aplicación de las
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial del Comercio y su aplicación en
Venezuela. En este sentido haremos referencia a dos casos donde ha sido cuestionada la
transparencia de estas medidas adoptadas por Venezuela, y que podrían acarrearle futuras
sanciones comerciales en un futuro próximo.
Esta investigación surge como consecuencia de los continuos cuestionamientos que se le
han hecho a las medidas sanitarias y fitosanitarias adoptadas por Venezuela, en foros como la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Organizaci6n Mundial del Comercio (OMC), donde
se ha catalogado a tales prácticas como proteccionistas, causante de distorsiones al comercio
bilateral, entre nuestro país y sus aliados comerciales.
Al respecto, es importante señalar que, en el seno de la CAN, se han aplicado sanciones
comerciales a cinco productos venezolanos a raíz de una controversia suscitada con Perú. Es por
ello que este trabajo tiene como finalidad, determinar la posibilidad de que se establezcan
sanciones comerciales en contra de nuestro país en el seno de la OMC, como consecuencia de sus
posibles controversias con Argentina y Estados Unidos. Asimismo, sé intentará, específicamente,
conocer las disposiciones del Acuerdo sobre Aplicación de las Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias de la OMC, analizándose las situaciones planteadas con los referidos países.
En el presente trabajo, en primer lugar, se hará referencia al Acuerdo sobre la Aplicación
de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, enfatizando en sus objetivos, características y
elementos que lo conforman. En segundo término nos abocaremos al estudio de los
cuestionamientos de que están siendo objeto las medidas sanitarias y fitosanitarias venezolanas,
por parte de Argentina y Estados Unidos. Finalmente, se mencionaran las conclusiones.
Para el desarrollo de esta investigación se utilizó el método de investigación descriptivo /
documental, ya que se consultaron diversos documentos emanados de la Secretaría de la
Organización Mundial del Comercio; del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de esa
organización; del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria, organismo adscrito al Ministerio
de Agricultura y Tierras y páginas de Internet vinculadas a la materia.
Las diversas controversias que ha generado para Venezuela la aplicación de las medidas
sanitarias y fitosanitarias en la Comunidad Andina de Naciones y en la Organización Mundial del
Comercio, obligan a la realización de un estudio profundo de las mismas a objeto de conocer
cuales son los deberes y derechos que tienen los países miembros en esos foros, con el propósito
de determinar si realmente las utilizan para proteger la salud y la vida de las personas y animales,
y preservar los vegetales o, si por el contrario, tienen un carácter proteccionista que contribuyen a
distorsionar el comercio internacional y podrían afectar las relaciones comerciales internacionales
de Venezuela.
Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias v Fitosanitarias de la organización
Mundial del Comercio. Origen, Objetivos características v elementos que lo conforman.
Con el espíritu de preservar la salud de la población, tanto humana como animal y
mejorar la situación fitosanitaria en el territorio de todos los países miembros, se estableció el
Acuerdo Sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, de la Organización Mundial del Comercio en
1995. En este sentido, era el deseo de todos los gobiernos de establecer un marco multilateral de
normas y disciplinas que sirvieran de guía a la elaboración, adopción y observancia de este tipo
de medidas, para reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el comercio.
El Acuerdo está fundamentado en el derecho que tienen los países miembros de adoptar
las medidas que estimen necesarias para proteger la salud y la vida de su población, de la flora y
de la fauna. Vale mencionar que este Acuerdo forma parte del tratado por el que se constituyo la
Organizaci6n Mundial del Comercio.
Objetivos del Acuerdo
El objetivo fundamental del Acuerdo es reafirmar el derecho soberano de todo gobierno a
garantizar el nivel de protección sanitaria que estime apropiado y evitar al mismo tiempo un mal
uso de ese derecho con fines proteccionistas, que se traduzca en la imposición de obstáculos
innecesarios al comercio internacional.
Específicamente el acuerdo persigue:
¾ Proteger la vida de las personas de enfermedades propagadas por animales,
plagas, vegetales, y de los riesgos resultantes del uso de los aditivos,
contaminantes, toxinas u organismos patógenos en comidas o bebidas.
¾ Proteger la vida de los animales de los riesgos derivados del uso de aditivos,
toxinas, plagas, enfermedades y organismos patógenos.
¾ Proteger la vida de los vegetales de los riesgos resultantes de plagas,
enfermedades y organismos patógenos.
¾ Prevenir o limitar a un país de los perjuicios causados por la entrada, radicación
o propagación de plagas.
Sobre este particular es menester hacer las siguientes aclaratorias: el término animales
incluye a los peces y a la fauna silvestre; los vegetales incluyen a los bosques y la flora silvestre;
las plagas incluyen a las malas hierbas; los contaminantes incluyen los residuos de plaguicidas y
medicamentos veterinarios y sustancias extrañas. Asimismo, vale mencionar que el Acuerdo no
se aplica a las medidas de protección del medio ambiente o de los intereses de los consumidores,
ni a las adoptadas en defensa de los animales.
Entre las formas que pueden adoptar las medidas sanitarias están aquellas que se refieren
a la necesidad de que los productos procedan de zonas libres de enfermedades; a la inspección de
los productos, a su tratamiento o elaboración por medios específicos; al establecimiento de
niveles máximos autorizados de residuos de plaguicidas o a la exclusión del uso de determinadas
sustancias. Estas medidas se aplican tanto a los artículos alimenticios de producción nacional o a
las enfermedades locales de animales y vegetales, como a los productos procedentes de otros
países. Las mismas pueden dar lugar a restricciones al comercio, ya que muchas veces son
utilizadas para proteger la producción nacional de la competencia extranjera. Como se mencionó
anteriormente, la complejidad de las normas técnicas, sanitaria o fitosanitaria, aplicadas a los
bienes que se intercambian en los mercados internacionales se constituyen en instrumentos
proteccionistas de gran eficacia porque, aunque su aplicación no esté debidamente justificada, se
convierten en instrumentos proteccionistas cuya impugnación requiere de juicios prolongados y
costosos para los litigantes.
Derechos y obligaciones de los países miembros
El Acuerdo autoriza a los miembros a asegurarse de que cualquier medida sanitaria o
fitosanitaria se aplique solo cuando sea necesaria para proteger la salud y la vida de las personas,
de los animales y para preservar los vegetales; deben estar basadas en principios científicos, no
se deben mantener sin testimonios científicos suficientes, y que no exista discriminación de
manera arbitraria o injustificable entre los miembros para que prevalezcan condiciones idénticas
o similares.
Al mismo tiempo establece que las medidas impuestas a las importaciones no pueden ser
más restrictivas que las aplicadas en el plano nacional y que se establezcan en consonancia con
las normas y recomendaciones internacionales. Asimismo, los miembros tendrán derecho a
adoptar medidas provisionales cuando los testimonios científicos sean insuficientes, sobre la base
de la información pertinente de que disponga con inclusión de la procedente de las
organizaciones nacionales competentes. No obstante, el acuerdo autoriza a los países miembros a
aplicar diferentes métodos y diferentes normas para la inspección de los productos.
Vinculación del Acuerdo MSF con el Acuerdo de Obstáculos Técnicos al Comercio
(AOTC).4
Existe la tendencia a confundir el ámbito de aplicación de ambos convenios, no obstante,
a diferencia del AMSF, el Acuerdo de Obstáculos Técnicos al Comercio abarca todos los
reglamentos técnicos y todas las normas de aplicación voluntaria, al igual que los procedimientos
utilizados para su cumplimiento.
Ambos convenios se relacionan en la medida que la naturaleza y la finalidad de la norma
se solape dentro del alcance de los mismos, ya que se intenta garantizar que los reglamentos
técnicos y las normas, así como los procedimientos de prueba y certificación, no ocasionen
obstáculos innecesarios al comercio.
Medidas MSF
• Inocuidad de los alimentos
• Protegen la vida humana contra enfermedades
propagadas por animales o vegetales
• Protegen animales o vegetales de enfermedades
de o plagas
Ejemplos:
• Contaminación microbiológica
• Residuos de plaguicidas/medicamentos
veterinarios.
• Aditivos
•
•
•
Medidas OTC
Contaminación de enfermedades humanas
(excepto inocuidad de los alimentos)
Información nutricional
Embalaje y calidad de los alimentos
Ejemplos:
• Farmacéuticos
• Etiquetado – calidad
• Seguridad de vehículos
Elementos Fundamentales del Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias.
El acuerdo establece una serie de elementos a través de los cuales se pretende sistematizar, en
términos sanitarios, el comercio internacional agropecuario. Entre las disposiciones más
importantes se destacan las siguientes:
Justificación de las Medidas:
El acuerdo permite a los gobiernos garantizar la protección sanitaria y fitosanitaria
apropiada, pero reduce la posible arbitrariedad de las decisiones y fomenta la coherencia en la
adopción de tales medidas, cuya aplicación no puede tener mas finalidad que la de garantizar la
inocuidad de los alimentos y la protección sanitaria de los animales y los vegetales. En particular,
en el Acuerdo se especifica, que factores han de tenerse en cuenta al proceder a la evaluación del
riesgo existente. Dichas medidas deben basarse, en la mayor medida posible, en el análisis y en la
evaluación de datos científicos, objetivos y exactos.
La evaluación del riesgo se hará con el fin de minimizar los efectos negativos del comercio
agropecuario, de manera que se eviten:
"Perjuicios por perdida de producción o de ventas en caso de entrada, radicación o propagación
de una plaga o enfermedad; los costos de control o erradicación en el territorio del miembro
importador y la relación costo-eficacia de otros posibles métodos de limitar los riesgos"
Armonización:
Se anima a los gobiernos a establecer medidas sanitarias y fitosanitarias nacionales que estén en
consonancia con las normas, directrices y recomendaciones internacionales, cuando existan. A
este proceso se le denomina armonización. Dichas normas son elaboradas por otras
organizaciones internacionales, diferentes de la OMC, en la cual participan los representantes
gubernamentales de los países miembros de esa organización. En la práctica, prominentes
científicos y expertos gubernamentales en materia sanitaria son los encargados de la elaboración
de dichas normas.
Adaptación a las Condiciones.
Teniendo en cuenta las diferencias en cuanto al clima, las plagas o enfermedades existentes, o la
situación en materia de inocuidad de los alimentos, no siempre resulta apropiado imponer las
mismas prescripciones sanitarias y fitosanitarias a los artículos alimenticios y a los productos de
origen animal o vegetal, procedentes de diferentes países. Por consiguiente dichas medidas varían
a veces según el país de origen, del artículo alimenticio o del producto animal o vegetal de que se
trate. El Acuerdo toma en cuenta estas diferencias. Además, los gobiernos deben reconocer la
existencia de zonas libres de enfermedades que pueden no corresponder a fronteras políticas y
deben introducir en sus prescripciones las modificaciones apropiadas para adaptarlas a los
productos procedentes de esas zonas. Sin embargo, el Convenio impide la discriminación
injustificada en la aplicación de tales medidas, ya sea a favor de los productores nacionales o
entre los abastecedores extranjeros.
Equivalencia.
Los miembros deberán aceptar como equivalentes las medidas sanitarias y fitosanitarias
de otros miembros si el país exportador demuestra objetivamente al miembro importador que sus
medidas logran el nivel adecuado de protección. A menudo existen diversos medios para lograr
niveles de riesgo aceptables, siempre que esos medios sean viables desde el punto de vista
técnico y económico y garanticen un mismo nivel de inocuidad de los alimentos o protección
sanitaria de los animales y los vegetales; los gobiernos deben optar por los que no entrañen un
grado de restricción del comercio mayor del requerido, para lograr su objetivo en esta esfera.
Además, si otro país demuestra que las medidas que aplica garantizan el mismo nivel de
protección sanitaria, estas deben aceptarse como medidas equivalentes. Con ello se pretende
asegurar que los consumidores dispongan de la mayor cantidad y variedad posible de productos
alimenticios inocuos, que se facilite el acceso a los productores a insumos igualmente inocuos y
que exista una competencia saludable en la esfera económica.
Transparencia.
La transparencia hace referencia a la necesidad de alcanzar un mayor grado de claridad,
previsibilidad e información acerca de las políticas, las normas y los reglamentos comerciales de
los miembros. En este sentido, se tiene que los gobiernos miembros tienen la obligación de
notificar ante la Secretaría de la OMC las prescripciones sanitarias y fitosanitarias, nuevas o
modificadas, cuya aplicación afecte el comercio, con antelación a su entrada en vigor, de manera
que los miembros interesados puedan conocer su contenido, hagan observaciones, y tengan
tiempo para adaptar sus productos y métodos de producción a las prescripciones del país
importador.
Asimismo, estos países tienen la obligatoriedad de crear oficinas - denominadas servicios
de información y notificación - para atender las peticiones de información complementarias
sobre tales medidas y encargarse de las notificaciones propiamente dichas. También deben
ofrecer la posibilidad de que se examine la manera en que aplican sus reglamentaciones en
materia de inocuidad de los alimentos y control sanitario de los animales y los vegetales.
Asistencia Técnica y Trato Especial y Diferenciado
El Acuerdo prevé la prestación de asistencia técnica, especialmente a los países en
desarrollo y menos adelantados, para ayudarlos a cumplir con las medidas sanitarias y
fitosanitarias. Esta puede adoptar la forma de suministro de tecnología, investigación e
infraestructura, asesoramiento, créditos, donaciones, capacitaci6n de recursos humanos,
conocimientos técnicos, formación y equipos.
En materia de Trato Especial y Diferenciado se reconocen las necesidades especiales de
los países en desarrollo y en particular de los menos adelantados, ya que el acuerdo estipula
cierta flexibilidad para la introducción de nuevas medidas sanitarias y fitosanitarias, así como la
posibilidad de establecer excepciones de duración limitada al cumplimiento de las obligaciones
emanadas de sus disposiciones. Asimismo, contempla la participación de dichos países en las
organizaciones internacionales competentes.
Solución de Diferencias.
El acuerdo fomenta la resolución bilateral de las diferencias comerciales, preferiblemente
antes de ser discutidas en las reuniones ordinarias del Comité de Medidas Sanitarias y
Fitosanitarias. Para solucionar tales controversias los gobiernos deben agotar los mecanismos
establecidos para tal fin en el "Entendimiento relativo a las normas y procedimientos por los
que se rigen la solución de diferencias de la OMC" - buenos oficios, conciliación, mediación,
arbitraje o la petición del establecimiento de un grupo especial de expertos comerciales que
garanticen el asesoramiento científico de expertos técnicos y esté facultado para hacer
recomendaciones.
Estos grupos especiales inducen cambios de procedimientos en la aplicación de las MSF,
si concluyen que un país no cumple con las obligaciones derivadas del AMSF; someten sus
recomendaciones a la consideración del Órgano de Soluci6n de Diferencias (ASD), el cual
decidirá sobre la pertinencia de la aplicación de las mismas, y el país objeto de la reclamación
está obligado a ejecutarlas e informar el modo en que se les ha dado cumplimiento.
Administración.
Se creó un Comité de Medidas Sanitaria y Fitosanitarias (CMSF) el cual se encarga de
vigilar el cumplimiento del Acuerdo, examinar las cuestiones que puedan tener repercusiones en
el comercio y mantener una estrecha cooperación con las organizaciones técnicas competentes, y
servir de foro para la celebración de deliberaciones y consultas. Anualmente celebra tres
reuniones ordinarias, en las cuales se ventilan las diferencias bilaterales existentes entre los
países miembros y se continúan las negociaciones sobre los distintos elementos que conforman el
Acuerdo.
Estándares y Directrices internacionales en materia Sanitaria y Fitosanitaria.
Las medidas Sanitarias y Fitosanitarias se refieren a las normas sobre inocuidad de los
alimentos, protección de los animales y preservación de los vegetales. El AMSF no elabora tales
medidas, sin embargo, alienta a los miembros a armonizar en el mayor grado posible sus medidas
sanitarias, basándolas en normas, directrices o recomendaciones internacionales y autoriza a los
países a que establezcan sus propias normas. En este sentido la OMC, reconoce a tres
organizaciones de normalización competentes, llamadas comúnmente "las tres hermanas": El
Codex Alimentarius, en materia de inocuidad de los alimentos; La Convención Internacional de
Protección Fitosanitarias (CIPF), en lo que concierne a la protecci6n fitosanitaria; y a la
Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE), en lo relativo a las normas y directrices
sobre salud animal y zoonosis.
Venezuela y el Acuerdo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias.
Por su propia naturaleza, las medidas sanitarias y fitosanitarias pueden dar lugar a
restricciones del comercio. Todos los gobiernos reconocen que puede ser necesario y conveniente
aplicar algunas restricciones al comercio para garantizar la inocuidad de los alimentos y la
protección sanitaria de los animales y los vegetales. Sin embargo, los gobiernos se ven a veces
sometidos a presiones a fin de que, en lugar de limitarse a aplicar las medidas estrictamente
necesarias, utilicen las restricciones sanitarias y fitosanitarias para proteger a los productores
nacionales de la competencia extranjera.
El Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias está basado en las
precedentes normas del GATT, tendentes a restringir la utilización injustificada de medidas
sanitarias y fitosanitarias con fines de protección comercial. El objetivo fundamental del Acuerdo
es reafirmar el derecho soberano de todo gobierno a garantizar el nivel de protección sanitaria
que estime apropiado y evitar, al mismo tiempo, un mal uso de ese derecho, con fines
proteccionistas, que se traduzca en la imposición de obstáculos innecesarios al comercio
internacional.
En esta parte del trabajo haremos referencia a los cuestionamientos de que han sido objeto
las medidas sanitarias aplicadas por Venezuela para restringir las importaciones de ajo, papa y
cebollas procedentes de la Argentina, por una parte, y a los señalamientos hechos por el gobierno
de Estados Unidos de América, a través de los cuales se cuestionan los fundamentos científicos
esgrimidos por Venezuela para no otorgar permisos sanitarios a determinados rubros originarios
de ese país.
Restricciones impuestas por Venezuela a las importaciones de ajos, papas y Cebollas
procedentes de la Argentina.
De acuerdo con un informe procedente del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria,
SASA, Venezuela restringió las importaciones de ajo y cebollas procedentes de la Argentina a
partir de 1997, cuando se detectó un cargamento contaminado con el hongo denominado
Urocystis Cepulae1, el cual fue confirmado por los análisis de laboratorio. Venezuela considera al
referido hongo una plaga Cuarentenaria A1, debido a que no existe en Venezuela, y su entrada al
país causaría graves daños económicos al país, ya que produce daños directos a los cultivos y es
de dificil erradicación.
Después de un largo proceso de consultas bilaterales, ambos países decidieron establecer
una agenda de trabajo, la cual contemplaba entre otros aspectos la visita de técnicos venezolanos
a varias provincias de ese país, con el propósito de determinar la existencia o no de la plaga en
determinadas áreas productoras de ajo y cebolla. La mencionada inspección se llevó a cabo en
diciembre del 2002. De acuerdo con el informe de la referida visita, en las regiones visitadas no
1
Urocystis cepulae: hongo causante de la enfermedad denominada carbol del ajo y la cebolla, la cual esta calificada en Venezuela como
enfermedad de importancia cuarentenaria, debido a los daños directos que produce en el cultivo y su difícil control. La diseminación de la
enfermedad se efectúa por medio de esporas contenidas en las semillas, que una vez sembrada el hongo puede perpetuarse en el suelo y
conservarse latente hasta por un periodo de diez años. CABI1999, CROB Protection Compencium.
se encontró la presencia del mencionado hongo. No obstante, dada la condición de plaga
cuarentenaria A1 del Urocystis cepulae para Venezuela, mencionado reporte recomendó abrir la
importación de los referidos rubros, bajo un plan de trabajo que se estableciera entre las partes, y
que garantizara a Venezuela que los mismos procedían de las áreas inspeccionadas y que en lo
sucesivo se mantuvieran con el status o situación fitosanitaria que permita la importación con el
nivel adecuado de protección.
Ese Plan de Trabajo quedó establecido en un Proyecto de Protocolo Sanitario de áreas
libres de la referida plaga, que la parte venezolana sometió a la consideración de las autoridades
sanitarias argentinas en octubre de 2003, para su correspondiente evaluación. Se desconocen
cuales ha sido la respuesta argentina en este sentido.
Sobre este caso, vale mencionar que el mismo ya ha sido llevado a consulta en el Comité
de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC en siete ocasiones. En la última oportunidad,
octubre de 2003, el Presidente de ese grupo insto a las partes a buscar una pronta solución a la
situación planteada. La delegación argentina notificó haber recibido el proyecto de Protocolo y
que oportunamente enviará los respectivos comentarios.
Cuestionamiento de los Estados Unidos de América a los permisos sanitarios y
fitosanitarios requeridos por el Servicio de Sanidad Agropecuaria de Venezuela a las
importaciones de uvas, peras, manzanas, carnes de cerdo, aves y vacuna.
En mayo de 2003, la Misión Permanente de los Estados Unidos de América en Ginebra,
sometió, a través de su homologa venezolana, a la consideración de las respectivas autoridades de
Venezuela, un cuestionario, donde cuestionaba los permisos sanitarios requeridos por el SASA a
los importadores, venezolanos, de los rubros uvas, peras, manzanas y carnes de cerdo, aves y
vacuno, con el argumento de que tales medidas estaban afectando las exportaciones
estadounidenses de esos productos realizadas a Venezuela y parecían no estar basadas en
evidencias científicas, ni se había demostrado que estuvieran afectando la salud y la vida de las
personas y los animales.
Asimismo, sostenían que estas medidas parecían estar basadas en estándares
internacionales, y no existían evidencias de que hubieran sido notificadas ante el Comité de
Medidas Sanitarias de la Organización Mundial del Comercio.
Vale mencionar que los Estados Unidos hicieron los referidos cuestionamientos, basados
en el derecho que les confiere el articulo 5.8 del Convenio AMS, de acuerdo con el cual estipula
que todo Miembro tiene derecho a pedir explicaciones a otro Miembro cuando considere que las
medidas sanitarias adoptadas por este último restringen o pudieran restringir sus exportaciones.
Venezuela respondió el mencionado cuestionario a través del envió de una serie de
legislaciones nacionales en las cuales esta contemplada la emisión de permisos sanitarios, como
un requisito indispensable, previo a la importación de productos agropecuarios. Al parecer esta
respuesta no satisfizo los requerimientos de las autoridades sanitarias norteamericanas, toda vez
que el referido caso fue sacado a relucir en las dos últimas reuniones del Comité de Medidas
Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, realizadas después del envío de las mencionadas
preguntas.
Igualmente, el asunto ha sido tema de discusión en varias reuniones bilaterales que se han
celebrado tanto en Ginebra como en Caracas, lo cual evidencia el interés del país norteño en el
asunto.
Conclusiones
Dentro del comercio internacional las medidas sanitarias comportan dos elementos: el
primero, se distingue en el contexto de las operaciones comerciales agropecuarias de alta
seguridad sanitaria, en el cual prevalece el criterio de seguridad por encima de la certidumbre
científica; basado en normas, directrices y recomendaciones internacionales, establecidas por
instituciones competentes en la materia, como son el Codex Alimentarius, la CIPF y la
Organization Internacional de Epizotias, las cuales trabajan conjuntamente con la OMC para
complementar las disposiciones del AMSF.
El segundo, se conecta con el tema comercial debido a la posibilidad de los países de
hacer uso de tales medidas como barreras no arancelarias, ya que al suprimirse total o
parcialmente los aranceles en las operaciones de comercio exterior y otras restricciones paraarancelarias, estas son las únicas regulaciones que subsisten en el comercio agropecuario
internacional. Esta potencialidad negativa, fue originalmente combatida en los años de vigencia
del GATT y complementada con la entrada en vigor del Acuerdo de Medidas sobre la Aplicación
de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC, el cual busca blindar el comercio internacional
de esas posibles distorsiones.
En los casos analizados, siempre se ha acusado a Venezuela de aplicar medidas
proteccionistas, restrictivas del comercio de los rubros mencionados, y estimamos que la defensa
venezolana ha sido muy débil, en el sentido de que han aplicado tácticas dilatorias a unas
controversias que parecen estar a la vuelta de la esquina.
Sobre este particular, es menester informar que el Presidente del Comité de Medidas
Sanitarias siempre insta a las partes a buscar una solución amistosa a las diferencias que puedan
suscitar, a fin de evitar llegar a instancias mas altas que pudieran desencadenar en la convocatoria
de una panel, lo cual podría acarrear sanciones comerciales al país que incumpla con las
recomendaciones de este grupo de expertos. Venezuela no es ajena a esta realidad, ya una vez fue
sancionada en el marco de la comunidad andina, al no poder justificar la prohibición de las
importaciones de ajo procedentes de Perú. Si bien es cierto que la convocatoria de un panel y la
posterior sanción a un determinado país es un proceso que lleva años, la posibilidad siempre esta
latente.
Esta es una razón valedera que explica porque se debe llegar a soluciones amistosas, a fin
de evitar sanciones comerciales que pudieran ser negativas a nuestros intereses. Sin embargo,
estimamos que en el caso con Argentina no se vislumbra una solución a corto plazo, toda vez que
el Plan Agrícola para el 2004, plantea entre sus objetivos, la disminución de las importaciones de
aquellos rubros susceptibles de ser producidos en el país, entre los cuales esta la papa. Mas aún,
el Ministro de Agricultura expresó, en una oportunidad que Venezuela tiene producción
suficiente de ese tubérculo como para abastecer al mercado interno.
Decir quien tiene la razón, no es el objetivo de este trabajo, ya que todo país, por una
parte, tiene todo el derecho de tomar las medidas que estime pertinente para proteger la salud y la
vida de sus nacionales, pero, también es cierto, que todo Estado soberano, de acuerdo con el
AMSF, tiene el derecho de demandar el levantamiento de una medida, cuando considere que esta
restringiendo sus exportaciones, lo cual ha ocurrido en el caso argentino, ya que Venezuela
prohibió la importación de los rubros en cuestión, procedentes del país sureño, hecho que se ve
reflejado en las importaciones venezolanas originarias de ese país en 2002.
En definitiva, creemos que si no se presta la debida atención a este caso, y se deja pasar el
tiempo, podría ocurrir lo que sucedió con el Perú. Tal vez el buen momento político que están
viviendo las relaciones entre los dos países, podría ayudar positivamente.
El caso con los Estados Unidos lo estimamos de mayor cuidado, en virtud de las
implicaciones comerciales que tiene. A juicio de muchas personas, dada la experiencia previa, la
táctica empleada por este país indica que vamos directo a la apertura de un panel. Ya han hecho
referencia al caso en tres oportunidades a nivel de la OMC. La próxima etapa sería la
convocatoria de consultas y posteriormente, de no ser satisfactorias las respuestas de Venezuela,
se pudiera acudir al Organismo de Solución de Controversias de la OMC, para resolver la
diferencia, lo cual podría desencadenar en la convocatoria de un panel. De hecho, en fecha
reciente Estados Unidos llevó a consultas a Venezuela, en el marco de la OMC, donde se pidió
aclaratoria sobre la política de emisión de licencias de importaciones aplicadas en el país.
Otro hecho que así lo presagia, es el tenso clima de las relaciones bilaterales, atizado por
las diferencias mostradas por los gobiernos de ambos países sobre diversos tópicos. Tampoco,
hay que olvidar que a este país tampoco le tiembla el pulso a la hora de imponer sanciones
comerciales, con o sin el consentimiento de la OMC. Por todas estas razones, creemos que dicha
controversia podría ocurrir en un plazo no tan lejano
Anexo I
BALANZA COMERCIAL
BALANZA COMERCIAL VENEZUELA • ARGENTINA
(Millones de Dólares*)
1.999
2.000
1.998
2.001
2.002
Intercambio Comercial
385.1
300.9
241.0
249.1
147.0
Exportaciones Totales
53.30
62.54
23.25
22.35
9.143
Petróleo y derivados
33.53
49.38
7.720
471
1.968
0
0
0
0
0
No tradicionales
19.77
13.16
15.53
21.88
7.175
Importaciones Totales
331.8
238.4
217.7
226.7
137.8
Saldo
•278.
•175.
•
•
•128.
Mineral de Hierro
Fuente: Procesado por BANCOEX - Cifras sujetes a revisión - Diciembre 2003
Instituto Nacional de Estadística - INE
Dirección de Hidrocarburos, MEM
Gerencia de Planificación y Economía Minera, MEM
Anexo II
Principales exportaciones
PRINCIPALES EXPORTACIONES VENEZUELA ARGENTINA
AÑ0 2002
PRODUCTOS
VALOR
Atilenglicol(etanodiol)
1.087.57
Demás productos de panadería, pastelería o galletería
893.909
Demás chapas y tiras de aluminio sin alear, de espesor superior a 0.2 mm, excepto cuadradas o rectangulares
500.477
Polietileno de densidad inferior a 0,94 en forma primarias
852.517
Cables, trenzas y artículos similares de aluminio sin alma de acero
350.972
Radiadores de vehículos automóviles
328.683
Medicamentos que contengan otros antibióticos
278.401
Partes de maquinas o aparatos de sondeo o de perforación
254.969
Demás aparatos para filtrar o depurar gases
168.749
Unidades de procesos digitales, excepto las de las subpartidas Nros.8471 .41 .00
143.898
Tabacos homogenizados o reconstruidos
132.282
Subtotal
4.139.91
Resto
2.004.92
Total
Fuente: Comunicación O.DGCE/ del MPC de noviembre 2003.
6.144.83
Anexo III
Principales importaciones
PRINCIPALES IMPORTACIONES VENEZUELA – ARGENTINA
AÑO 2002
PRODUCTOS
VALOR (US$)
Aceite de soya (soja), en bruto, incluso desgomado
7.296.4
68
Tubos de entubación ("casing") o de producción ("tubing"), del tipo de los utilizados para la extracción de
petróleo o gas, sin soldadura (sin costura), de hierro o ácero.
1.082.848
Demás partes de las demás bombas para líquidos de la partida 84.13vehiculos con motor de embolo o pistón
alternativo, de encendido por chispa, para el transporte de personas, de cilindrada superior a 1 .000 cm3 pero
589.184
Tubos del tipo de los utilizados en oleoductos o gasoductos, sin soldadura, de hierro o de acero.
485.380
Demás construcciones o partes de construcciones, de fundaci6n de hierro o acero, excepto las construcciones
prefabricadas de la partida 94.06
419.791
Bombonas, botellas, frascos y artículos similares de capacidad inferior a 18,9 litres (5 gal.)
362.898
Demás fríjol (poroto, alubia, judía, fréjol) común (Phaseolus vulgaris), excepto para siembra
325.426
Contracarriles y cremalleras, curias, bridas de unían, placas y tirantes de separación y demás piezas diseñadas
especialmente para la colocación, unión o fijación de carriles (rieles) de fundación hierro o acero.
264.971
Demás vehículos para el transporte de mercancía con motor de embolo o pistón, de encendido por chispa, de
peso total con carga maxima1 inferior o igual a 5 1.
255.675
Chicharrones
231.542
SUBTOTAL
11.314.
183
RESTO
6.479.1
75
TOTAL
17.793.
358
BIBLIOGRAFIA
Organización Mundial del Comercio (1998). Serie de Acuerdos de la OMC. Suiza.
Organización Mundial del Comercio (1994). Los Resultados de la Ronda Uruguay de
Negociaciones Comerciales Multilaterales. Suiza.
Secretaría Comité de Medidas Sanitarias OMC. Minuta de la XXV reuni6n ordinaria. Suiza,
abril 2003.
Secretaría Comité de Medidas Sanitarias OMC. Minuta de la XXVI reunión ordinaria. Suiza,
Junio 2003.
Secretaría Comité de Medidas Sanitarias OMC (2003). Minuta de la XXVII reunión
ordinaria. Suiza, octubre 2003.
Informe del Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria acerca de la visita de inspecci6n
sanitaria a Argentina, Caracas, enero 2003
http:/www.wto.org
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