XL REUNIÓN ANUAL DE LA SENFC Neurofisiología del desarrollo y la maduración del sistema nervioso periférico A. García-García, J. Calleja-Fernández NEUROPHYSIOLOGY OF THE DEVELOPMENT AND MATURATION OF THE PERIPHERAL NERVOUS SYSTEM Summary. Introduction. Peripheral nerve maturation accounts during fetal life and infancy and varies with age. Nerve conduction studies are a objective procedure to investigate the development of the motor and sensory nerves. Method. We present a review of peripheral nervous system maturation studies in infancy, including our normal control group of infants from 1 week to 6 years of age. Motor and sensory nerve conduction velocity at birth is about one-half that of the normal adults, increases very quickly during the first year of life and reaches adult values between 3 and 5 years of age. All these electrophysiologic changes parallel the increase in numbers of large myelinated fibres throughout infancy. Conclusions. Nerve conduction studies are an accurate and no invasive method of evaluating the peripheral nerve maturation in paediatric population when motor and sensory functions are particularly difficult to assess clinically. [REV NEUROL 2004; 38: 79-83] Key words. Infancy. Maturation. Nerve conduction. Peripheral nerve. INTRODUCCIÓN Los estudios de conducción nerviosa periférica tienen un interés especial en la infancia, dada la dificultad en el examen clínico del sistema nervioso periférico (SNP) en esta etapa de la vida. Además, permite evaluar el estado de maduración de las fibras nerviosas motoras y sensitivas, en particular, del proceso de mielinización. En 1948, Hodes concluyó que ‘la velocidad de conducción motora de los niños era similar a la del adulto’ [1]. Acertó porque los niños que estudió eran mayores de 5 años, y a esta edad la mielinización del SNP es prácticamente completa [2]. A partir de 1960, cuando Thomas y Lambert describieron la curva de maduración normal de la velocidad de conducción motora (VCM) del nervio cubital en los primeros años de vida, comenzaron a aplicarse en la clínica estos estudios [1]. Presentamos una revisión de los trabajos que existen en la bibliografía, que incluye el que realizó nuestro propio grupo como control durante los cinco primeros años de vida, es decir, durante la etapa posnatal de la maduración de la conducción nerviosa periférica. definida por el denominado ‘factor de conversión’. En las fibras de calibre grueso es de 5 a 6 m/s por cada micra de diámetro. La velocidad de conducción también aumenta con un mayor grosor de la vaina de mielina; la máxima velocidad se alcanza cuando el coeficiente g (diámetro del axón/diámetro de la fibra) tiene valores entre 0,6 y 0,7 [4]. Por último, la velocidad de conducción es mayor si aumenta la distancia internodal. Este factor, como el grosor de la vaina mielínica, es proporcional al diámetro de la fibra nerviosa. La relación entre la distancia internodal y el diámetro del axón es óptima cuando su valor se encuentra entre 100 y 200, lo que ocurre en la mayoría de las fibras mielínicas normales. Esta proporción aumenta durante toda la primera década [4,5]. Ahora bien, aunque la mielinización comienza simultáneamente a lo largo de toda la fibra nerviosa, tanto la distancia internodal como el grosor de la fibra nerviosa presentan una gran variabilidad en el recién nacido, que va disminuyendo al avanzar el proceso madurativo del SNP [6]. RESEÑA HISTOLÓGICA Y FISIOLÓGICA PROCEDIMIENTOS ELECTROFISIOLÓGICOS El proceso de mielinización del SNP comienza en la 15.ª semana de gestación, es similar intrauterina o extrauterinamente, y concluye aproximadamente a los 5 años de edad. El histograma de fibras del nervio sural en el recién nacido a término es unimodal, y el mayor diámetro de las fibras tiene la mitad que las del adulto. Antes de alcanzar el primer año de vida, un 35% de las fibras mielínicas son gruesas (diámetro de 8 µm o mayor) y a los dos años el histograma es bimodal. Aunque el diámetro de las fibras gruesas aumenta durante toda la primera década, al alcanzar los 5 años de edad el histograma de fibras es ya muy similar al del adulto [3]. En las fibras mielínicas existe una relación casi lineal entre la velocidad de conducción y su diámetro externo, que viene En primer lugar, hay que considerar dos factores que pueden influir en la obtención de los parámetros electrofisiológicos: la temperatura corporal y la medida de las distancias. Cuando la temperatura cercana al nervio es inferior a 36 ºC, la velocidad de conducción nerviosa desciende 2 m/s/ºC y la latencia motora distal (LMD) aumenta 0,3 ms/ºC. Si se mantiene una temperatura cutánea de 34 ºC, la temperatura cercana al nervio alcanza los 36 ºC, por lo que el resultado es correcto; si no, es preciso calentar la extremidad o aplicar el factor de conversión de temperatura. No obstante, la variación de temperatura en los recién nacidos no es un factor tan influyente en la conducción nerviosa como en los adultos, y el gradiente de temperatura en las extremidades es menor [1]. La medida de las distancias entre el punto de estimulación y de registro sí tiene un interés especial en la infancia, al tratarse de segmentos más pequeños que en el adulto, cuya influencia en los resultados, por tanto, es mayor. De hecho, un error de 1 cm en la medida del antebrazo o la pierna en un neonato altera la velocidad de conducción en un 15% [7]. Además, debido a la variación en longitud según la edad, en la infancia es necesario corregir el valor de las LMD a una deter- Recibido: 28.10.03. Aceptado: 12.11.03. Servicio de Neurofisiología Clínica. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander, Cantabria, España. Correspondencia: Dr. Antonio García. Servicio de Neurofisiología Clínica. Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Avda. Valdecilla, s/n. E-39008 Santander (Cantabria). E-mail: nflgga@humv.es. 2004, REVISTA DE NEUROLOGÍA REV NEUROL 2004; 38 (1): 79-83 79 A. GARCÍA-GARCÍA, ET AL. minada distancia (p, ej., con la fórmula de Slomic et al) como recomiendan Wagner y Buchthal [5]. Algunos estudios de conducción nerviosa infantil se han realizado con electrodos de aguja [5,8]. Sin embargo, por ser más cómodo y no precisar de la colaboración del niño, el procedimiento actual que más se emplea en la infancia es el no invasivo, mediante electrodos de superficie, tanto para la estimulación nerviosa como para el registro del potencial motor (PM) y el potencial sensitivo (PS). Además, como el registro del PM se realiza habitualmente en músculos superficiales, su obtención con electrodos cutáneos representa mejor el número de fibras activadas [9,10]. También, aunque el PS que se obtiene ortodrómicamente en la superficie es de menor amplitud que con el registro de aguja, presenta menos variabilidad intraindividual, circunstancia a tener muy en cuenta en estudios evolutivos infantiles [11,12]. Otro requisito es la disposición ‘monopolar’ de los electrodos para el registro del PS, pues refleja mejor la suma de los potenciales de acción de la fibras nerviosas que el método ‘bipolar’ [13]. Otra observación es que con el registro ‘bipolar’ del PS los valores que se obtienen no pueden intercambiarse con otros laboratorios si la distancia entre los polos no es la misma [14]. Todos estos factores, junto a una estandarización de las medidas de las amplitudes de los PM y PS son importantes al diseñar exploraciones seriadas [11]. En cualquier caso, debe asegurarse una estimulación supramaximal, ya que la excitabilidad de los nervios en el prematuro y el recién nacido a término es menor que en el adulto [1]. En nuestro laboratorio de neurofisiología clínica hemos obtenido las curvas de maduración de la VCM (nervios mediano, cubital, peroneal y tibial posterior) y VCS (nervios mediano y tibial posterior), las LMD corregidas a una determinada distancia, las ondas F y los PM y PS en el estudio transversal de un grupo control, formado por 92 niños de edades comprendidas entre 1 semana de vida y 6 años, con las directrices que se han descrito anteriormente [15]. La edad que debe considerarse en los niños es la edad concepcional, definida como la duración de la gestación (edad gestacional) más los días de vida posnatal [5]. MADURACIÓN DEL COMPONENTE PERIFÉRICO MOTOR Velocidad de conducción motora (VCM) La VCM en los neonatos es independiente del peso al nacer y está relacionada directamente con la edad concepcional, porque la maduración de la VCM es similar intrauterina o extrauterinamente [1,5,16,17]. En prematuros de 23 a 27 semanas la VCM del nervio mediano es de tan solo 9-11 m/s, con un rápido incremento en las últimas semanas de la gestación [18,19]. Thomas y Lambert [1] observaron que el promedio de la VCM del nervio cubital en prematuros de 36 semanas es de 21 m/s, y en los recién nacidos a término de 28 m/s, es decir, ligeramente inferiores al 50% del valor del adulto (60 m/s); los valores de éstos se alcanzan entre los 3 y 5 años de edad. Dichos autores consideraron que los valores de la VCM estaban en consonancia con el desarrollo histológico de las fibras nerviosas. Ulteriores investigaciones en la infancia ofrecieron valores similares de VCM en otros troncos nerviosos periféricos [5,16,18,20-26]. En nuestro grupo control también apreciamos que la VCM del neonato era un 50% del valor del adulto, con un rápido incremento en los primeros meses de vida, de tal forma que el valor 80 Figura 1. Curva de maduración posnatal de la VCM (m/s). Apréciese que el máximo incremento ocurre en el primer año de vida. La VCM del nervio tibial posterior llega a ser significativamente inferior a la VCM de los nervios mediano, cubital y peroneal. Comparación de medias NS: no significativo (en ésta y las siguientes figuras, los resultados son del grupo control propio [15]). Figura 2. Evolución de las latencias motoras distales corregidas a una determinada distancia en los nervios de las extremidades inferiores. Obsérvese cómo su valor disminuye en los primeros meses de vida, coincidiendo con el período de mayor maduración de la VCM, para después aumentar a partir de los 2-4 años. medio alcanzaba el límite inferior del adulto al finalizar el año de vida en los nervios peroneal y tibial posterior, y durante el segundo año de vida en los nervios mediano y cubital [15]. Esta circunstancia puede significar que el proceso madurativo del SNP es más acelerado en los nervios de las extremidades inferiores que en los de las superiores, como ocurre con el desarrollo motor [16,20,25]. No hemos encontrado diferencias significativas en el valor medio de la VCM de los nervios mediano, cubital y peroneal. Sin embargo, la VCM del nervio tibial posterior fue inferior a la de los nervios mediano y cubital a partir de los seis meses, e inferior también a la VCM del nervio peroneal a partir del año de vida (Fig. 1) [15]. Esta circunstancia puede deberse a un trayecto anatómico menos directo en el nervio tibial posterior que en el peroneal [21]. Latencias motoras distales (LMD) En los estudios en los que se han obtenido las LMD sin corregir a una determinada distancia, el valor en el recién nacido es inferior al del adulto, debido a la menor longitud del segmento explorado [7,16,24]. Sin embargo, cuando se obtienen las LMD REV NEUROL 2004; 38 (1): 79-83 XL REUNIÓN ANUAL DE LA SENFC Figura 3. Comportamiento de la latencia de la onda F en relación con la maduración de la VCM (nervio mediano) y el crecimiento de la extremidad superior (distancia entre la muñeca y Cv7). En el primer año de vida (período A) la latencia de la onda F disminuye a pesar del crecimiento de la extremidad debido al gran incremento de la VCM. Entre 1-3 años (período B) la latencia de la onda F es prácticamente constante. A partir de los 3 años (período C) la latencia de la onda F se incrementa paulatinamente, cuando ya casi ha madurado la VCM, pero la extremidad continúa creciendo. Figura 4. Curva de maduración posnatal de la VCS (m/s) de los nervios mediano (dedo 3-muñeca) y tibial posterior (dedo 1-maléolo interno). Como ocurre con la VCM, el máximo incremento de la VCS acontece durante el primer año de vida. corregidas a la misma distancia que en el adulto, se observa que las del neonato son superiores a las del adulto [5,15,26]. Esta circunstancia era de esperar porque, como ya hemos visto, la VCM del neonato es la mitad que la del adulto. En nuestro grupo control apreciamos, además, que el valor de las LMD decrece sobre todo durante el primer año de vida (Fig. 2), lo que coincide con el período de mayor incremento de la VCM [15]. Estos resultados pueden explicar el comportamiento de la latencia motora del nervio frénico, ya que la latencia decrece durante los primeros meses de vida a pesar del aumento de la distancia entre el punto de estimulación (fosa supraclavicular) y de registro (diafragma) [27, 28]. Ondas F Este parámetro apenas ha sido estudiado en el recién nacido y la infancia. Misra et al (1989) describieron una distribución bifásica en las latencias de las ondas F, al ser mayores en los recién nacidos (1-28 días) y en los niños de dos a 12 años que entre un mes y un año de vida [29]. Otros estudios apreciaron un REV NEUROL 2004; 38 (1): 79-83 incremento lineal de las latencias de las ondas F entre los seis meses y los seis años de vida [24], e incluso que las latencias de las ondas F permanecían prácticamente invariables durante los tres primeros años de vida [25]. En el grupo control de nuestro laboratorio observamos un comportamiento de este parámetro dependiente del crecimiento longitudinal de la extremidad y del grado de maduración de la VCM (Fig. 3). Durante el primer año de vida se da una disminución de las latencias que coincide con el período de mayor incremento de la VCM, el cual supera la influencia del crecimiento. Después, hasta los 3 años de edad, las latencias permanecen estables, y a partir de esta edad crecen linealmente debido probablemente a que las extremidades siguen creciendo cuando ya apenas aumenta la VCM [15]. La amplitud de la onda F se ha descrito que es mayor en los recién nacidos y en los niños de corta edad por la inmadurez del sistema nervioso [29]. Potenciales motores La amplitud de los PM no se ha analizado sistemáticamente en los estudios de maduración de la conducción nerviosa infantil y, en general, incluso con un registro mediante electrodos de superficie, presenta una gran variabilidad. En el recién nacido, la amplitud y duración del PM son menores que en el adulto [1]. En la eminencia tenar [16], la hipotenar [1], el pedio [24] y el abductor del quinto dedo de la mano [16] la amplitud del PM se triplica a lo largo de toda la primera década de la vida. En coherencia con estos resultados, en nuestro grupo control las amplitudes del PM en los músculos tenar, hipotenar y pedio de los neonatos tenían aproximadamente un tercio del valor del adulto; sorprendentemente, la amplitud del PM del músculo abductor del primer dedo del pie al nacer casi alcanzaba el 50% del valor del adulto, y a los dos años eran ya similares, por lo que es un músculo de elección en los estudios electrofisiológicos en la infancia [15]. La morfología de los PM desde el nacimiento es bifásica (negativa-positiva, con la mayor fase negativa), excepto en la eminencia hipotenar, que puede tener como variante normal un desdoblamiento del pico negativo, hecho que debe tenerse en cuenta para evitar una interpretación errónea [15]. MADURACIÓN DEL COMPONENTE PERIFÉRICO SENSITIVO Velocidad de conducción sensitiva (VCS) Como ocurre con la VCM, la VCS en los neonatos está relacionada linealmente con la edad concepcional, con un incremento de 0,8 m/s/semana [5,7]. Entre las 33 y 43 semanas de edad concepcional, la VCS (dedo-muñeca) pasa de 17 a 25 m/s, por lo que a término es ya cercana al 50% del valor del adulto, seguido de un incremento más acusado durante el primer año de vida. La VCS alcanza los valores del adulto entre los 3-5 años de edad, primero en los miembros inferiores, como sucede también con la VCM [15,25,26,30-33]. Ahora bien, si se comparan estadísticamente las curvas de maduración de la VCS de los nervios mediano y tibial posterior hasta los 6 años de edad (Fig. 4) no hay diferencias significativas [15]. En el recién nacido, y después de la maduración del SNP, la VCS en los segmentos proximales (muñeca-codo) de los nervios mediano y cubital es mayor que en los segmentos distales (dedomuñeca) [33]. Un método indirecto de obtener la VCS en los segmentos intermedios de los troncos nerviosos es mediante el 81 A. GARCÍA-GARCÍA, ET AL. reflejo H, que en la mano puede registrarse durante el primer año de vida [1,5,17,18,34]. Estimulando el nervio mediano en dos puntos, la velocidad de conducción de las fibras aferentes calculada con el reflejo H es un 10% mayor que la VCM en el mismo segmento, como era de esperar al tratarse de fibras Ia [1]. Potenciales sensitivos Los estudios pioneros tenían dificultades técnicas en la obtención del PS en superficie durante los tres primeros meses de vida [30]. Actualmente, como ocurrió en nuestro grupo control, los PS pueden obtenerse sin dificultad con electrodos cutáneos en todos los recién nacidos sanos, por lo que su ausencia debe considerarse patológica [15,32]. Al nacer, las amplitudes son aproximadamente un 30% del valor del adulto, y alcanzan el valor de éstos hacia los 2 años de edad, es decir, antes que los PM [15,25,26,30,31]. A diferencia de los adultos, los PS en la infancia pueden tener desdoblado el pico negativo, que se acentúa cuanto más distancia haya entre los puntos de estimulación y registro. Este hecho es fisioló- gico y se atribuye a un diferente grado de maduración en dos poblaciones de fibras sensitivas [5,32]. CONCLUSIONES Los estudios de conducción nerviosa periférica constituyen un procedimiento objetivo muy útil para valorar la maduración del SNP, ya que ésta ha demostrado tener una estrecha correlación con el desarrollo histológico de las fibras nerviosas. Permiten además el estudio tanto de las fibras motoras como de las sensitivas desde el nacimiento, cuando la semiología clínica está limitada. Dado que los resultados varían con la edad hasta que se alcanzan los valores del adulto, es preciso conocer con la mayor exactitud posible los valores normales durante los cinco primeros años de vida. En un procedimiento básico debe estudiarse no sólo la velocidad de conducción, sino también las latencias motoras (corregidas a una determinada distancia), la ondas F y las características de los PM y los PS. BIBLIOGRAFÍA 1. Thomas JE, Lambert EH. Ulnar nerve conduction velocity and H-reflex in infants and children. J Appl Physiol 1960; 15: 1-9. 2. Webster HF, Favilla JT. Development of peripheral nerve fibres. In Dyck PJ, Thomas PK, Lambert EH, Bunge R, eds. Peripheral neuropathy. Vol. 1. 2 ed. Philadelphia: WB Saunders; 1984. p. 329-59. 3. Ouvrier RA, McLeod JG, Conchin T. Morphometric studies of sural nerve in childhood. 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Los estudios de conducción nerviosa son un procedimiento objetivo para explorar el desarrollo de las fibras motoras y sensitivas de los troncos nerviosos periféricos. Desarrollo. Hemos realizado una revisión de los trabajos destinados al estudio electrofisiológico de la maduración del sistema nervioso periférico en las primeras etapas de la vida, incluido el de nuestro grupo control que se obtuvo en niños con edades comprendidas entre una semana de vida y 6 años. La velocidad de conducción nerviosa motora y sensitiva al nacer es aproximadamente la mitad que la del adulto, con un rápido incremento durante el primer año de vida, seguido de un aumento más paulatino hasta que alcanza definitivamente los valores del adulto entre los 3 y los 5 años de edad. Estos hallazgos están en concordancia con el desarrollo histológico de las fibras nerviosas, en particular con el grado de mielinización. Conclusiones. Los estudios de conducción nerviosa son un procedimiento muy útil en la exploración del sistema nervioso periférico en la infancia, pues nos revela, de forma no invasiva, el estado de maduración de las fibras nerviosas en una etapa de la vida en la que es particularmente difícil la semiología clínica. [REV NEUROL 2004; 38: 79-83] Palabras clave. Conducción nerviosa. Infancia. Maduración. Nervio periférico. REV NEUROL 2004; 38 (1): 79-83 segundo a idade. Os estudos de condução nervosa são um procedimento objectivo para explorar o desenvolvimento das fibras motoras e sensitivas dos troncos nervosos periféricos. Desenvolvimento. Realizámos uma revisão dos trabalhos destinados ao estudo electrofisiológico da maturação do sistema nervoso periférico nas primeiras etapas da vida, incluindo o do nosso grupo de controlo que se obteve em crianças com idades compreendidas entre uma semana de vida e os 6 anos. A velocidade de condução nervosa motora e sensitiva à nascença é aproximadamente metade que a do adulto, com um rápido incremento durante o primeiro ano de vida, seguido de um aumento mais lento até alcançar definitivamente os valores do adulto entre os 3 e os 5 anos de vida. Estes achados estão em concordância com o desenvolvimento histológico das fibras nervosas, em particular com o grau de mielinização. Conclusões. Os estudos de condução nervosa são um procedimento muito útil na exploração do sistema nervoso periférico na infância, pois revelanos, de forma não invasiva, o estado de maturação das fibras nervosas numa etapa da vida em que é particularmente difícil a semiologia clínica. [REV NEUROL 2004; 38: 79-83] Palavras chave. Condução nervosa. Infância. Maturação. Nervo periférico. 83