RASGOS DE LA EJS LO COTIDIANO “Nació Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes” (Mt 2, 1) Lo cotidiano, nos da la sensación de rutina, monotonía, sin embargo, la Espiritualdad de lo cotidiano nos enseña que “cuando miramos el conjunto de nuestra vida, nos damos cuenta que aún con una gran fantasía no hubiéramos sabido imaginar tantas vicisitudes que hemos experimentado (…) Con razón el más grande libro para aprender a leer es el de la vida: y en esto, un alfabeto creyente puede ser mejor lector que tantos “sabiondos”. Así podremos realizar la integración entre la fe y la vida, en donde en la vida diaria se juega nuestro ser cristianos, ya que no es necesario alejarse de la vida ordinaria para encontrarse con Dios. La profundización del Misterio de la Encarnación nos ayuda a vivir la espiritualidad de lo cotidiano. Es vivir diariamente sabiendo que Jesús vino en un tiempo determinado, “en tiempos del rey Herodes”, viene cada día a nuestro encuentro y vendrá definitivamente en el fin de los tiempos. Lo cotidiano nos hace estar atentos al encuentro que Jesús quiere tener con cada uno de nosotros cada día. “Y todo esto es un ejercicio de contemplación: vida interior realísima; no un éxtasis de evasión o de sueño sino un esfuerzo de leer toda la realidad, hasta el fondo sin dejar nada escondido (…) para verla a la luz interiorizaste de la óptica de Dios” (oración personal, Sacramentos) Esta óptica nos hace asumir lo de cada día, como designio misterioso de Dios, amando la vida, pero no con lindas palabras o grandes discursos, no de forma genérica, sino amar mi vida, a cada hermano y en cada circunstancia que me toque vivir. BEATO ARTÉMIDES ZATTI. (Salesiano Hermano, de origen Italiano. Nació en el año 1880 y fallece en el año 1951 en Viedma, Argentina.) Algunos testimonios del proceso de beatificación: “Se lo veía en la calle empuñar con una mano el manubrio de su bicicleta y con la otra el rosario” (Luis de Palma). “Si se buscaran hechos extraordinarios en la vida de Don Zatti no los encontraría, pero tenía la perfección de lo ordinario.” (P. Victor Zenni) “Lo extraordinario estaba en que siempre se mostraba igualmente dispuesto, trabajador, amable, con una vivaz atención para comprender el estado de ánimo de sus enfermos” (Dr. Pedro Echay). “El Siervo de Dios ejerció la virtud de la esperanza cristiana en toda su manera de ser. La manera de hablar, tratar y conversar con la gente, continuamente demostraba que era una persona con los pies en la tierra, pero con la mente en el cielo” (P. Alfredo de Mira). “Una vez un médico impaciente le gritó al Siervo de Dios: “¡Hay que trabajar más y rezar menos!” y el Siervo de Dios le respondió: “¡Eh, Doctor, la máquina se para si no le echa carbón!” (P. Feliciano Lopez). RASGOS DE LA EJS EL SERVICIO Uno de los rasgos de la EJS (Espiritualidad Juvenil Salesiana) es el SERVICIO. Este rasgo nos invita a orientar nuestra propia existencia según el proyecto de servicio responsable a la Iglesia y a los hombres. Con esto queremos decir que es necesario adoptar una sensibilidad especial y conocer las necesidades de los demás, con una actitud habitual de servicio gratuito, con experiencias concretas de compromiso. Compromiso y responsabilidad de asumir la propia tarea de colaborar en la construcción de una sociedad más humana y más justa, a la luz de los valores del Evangelio, con predilección por los jóvenes más pobres. Esta espiritualidad que heredamos de nuestros fundadores produce en los jóvenes un renovado compromiso apostólico para la transformación del propio ambiente hasta, incluso, el compromiso vocacional. Es la apertura a los otros, es cultivar el espíritu apostólico y misionero. Es entregar la vida por Cristo y por los demás. Es hacer realidad el mandamiento del amor. Y en lo cotidiano de nuestra vida, es ser signo de la presencia de Dios en mi familia, en el colegio o universidad, con mis amigos, en la Parroquia, en el Centro Juvenil, en los Grupos Asociativos, o allí dónde nos encontremos. ¿Cómo logramos servir a los demás? El servir nace de una auténtica opción fundamental por el amor, por el "nosotros". Implica no sólo que mi felicidad personal está unida a la felicidad ajena, sino más aún, que mi felicidad será consecuencia de la felicidad ajena. Cuando los demás sean felices, yo seré feliz. A lo único que podemos llamar auténticamente servicio es el que nace del amor que se entrega por los demás. Y esto lo sabemos sin ninguna duda porque fue la actitud de Jesús en toda su vida. Así, el servicio es el instrumento por excelencia del amor. El amor le da sentido auténtico al servicio, pero el servicio concretiza el amor. Todo amor, si es verdadero, se concreta en actitudes de servicio. Incluso podemos afirmar que el grado de servicio es el mejor termómetro del amor que se tiene. "No hay amor más grande que este: dar la vida por sus amigos" (Jn 15,13), dice Jesús. Y ese dar la vida es día a día, en la renuncia personal en favor del otro. En acciones concretas de lo cotidiano. Esto implica abrirse al otro, pero abrirse de tal manera como para llegar a descubrir sus necesidades y deseos más profundos y reales, incluso aquellos de los que ni siquiera es consciente Así visto es más exigente aún, porque ya no se trata de hacerle servicios al otro (en lo que yo decido lo que es mejor para él), sino que se trata de ponerme al servicio del otro (en que él decide lo que es mejor para él). Supone un total respeto y aprecio por la persona del otro, por su ritmo, sus experiencias, sus criterios. El único servicio cristianamente válido es el que implica a toda la persona y a toda la vida. Dar de lo que me sobra, de lo que en definitiva no cambia mi vida (aunque sea mucho), no me permite encontrarme realmente con Cristo. Por último, no desanimarse. Es imprescindible reconocerse y asumirse. Hay que respetarse profundamente a sí mismo: mis cualidades, mi historia, mi origen. Es de nuestra realidad personal concreta que Jesús nos ama y nos invita a crecer. El crecimiento en el amor es un camino lento de servicio, camino que nunca termina, camino con etapas, con marchas y contramarchas, con una realidad de entrega. No podemos exigirnos más de lo que podemos. Pero tampoco menos. Y ahora es momento de pensar en nuestra propia vida. ¡Seguro que desde el primer contacto con Don Bosco o María Mazzarello has sentido un deseo de continuar con su misión! Es la llamada que te invita a gastar tu vida por otros, a entregarla a los que te rodean. Pregúntate: ¿Cómo puedo servir a los demás? Para muchos, la respuesta a ésta llamada es, sin duda, a una profesión u oficio y la formación de una familia. Para otros, podrá ser el sacerdocio o la vida religiosa. En cualquier caso, todos, bajo la guía del Espíritu y animados por los valores de la Espiritualidad Juvenil Salesiana, llevan a cabo su propia existencia como una vocación. Cada uno tiene un lugar para servir y los dones de todos se necesitan. Estamos llamados a colaborar con Dios, con entrega y disponibilidad total, para la construcción de un mundo mejor. RASGOS DE LA EJS COMUNIÓN El deseo de estar juntos ECLESIAL Sostenido por una espiritualidad nacida de la relación entre las personas que encuentran en Cristo un amigo común, los jóvenes sienten una gran necesidad de estar juntos. Como amigos comparten y celebran la alegría de vivir, con el fin de ayudarse unos a otros. De esta manera se sienten a sí mismos como levadura en medio de otros niños y jóvenes. Para una comunión en la responsabilidad La relación personal con Cristo resucitado y la experiencia del grupo conduce automáticamente a una relación filial con la Iglesia. También hoy, la diversidad de intereses, regalos y valores de convivencia en la comunidad educativa, dan testimonio de la presencia del Señor, que une a todos en un solo corazón y una sola alma. Este espíritu de familia es un signo eficaz de la Iglesia que todos queremos construir juntos, un servicio fraterno a los más necesitados. El encuentro con Cristo en los sacramentos El encuentro y la relación con el Cristo resucitado se vive de una manera especial en la celebración de los sacramentos. La tradición salesiana reconoce y afirma su importancia en el crecimiento cristiano de los jóvenes. En la pedagogía de Don Bosco y María Mazzarello, se pone énfasis en la santidad, principalmente en la influencia educativa de los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. María, Madre y Auxiliadora de la Iglesia La espiritualidad juvenil salesiana se reserva un lugar especial en la persona de María. Los jóvenes aprenden a mirar a María como la persona que "infunde la esperanza" y les sugiere algunas actitudes evangélicas: la escucha, la fidelidad, la pureza, la auto-donación, el servicio. Una vez que han adquirido una bien motiviada devoción mariana, el joven descubre los horizontes que María Auxiliadora abre ante ellos: un ardiente celo apostólico en la lucha contra el pecado y en contra de una visión del mundo y la humanidad, frente a las bienaventuranzas y el nuevo " mandamiento”. RASGOS DE LA EJS OPTIMISMO Una espiritualidad pascual de la alegría y del optimismo ALEGRÍA La verdad decisiva de nuestra fe es Jesús Resucitado, por eso creemos que la espiritualidad juvenil salesiana está centrada en su Pascua y con Él como destino definitivo de nuestra vida. Las tendencias más arraigadas en el corazón de la persona son el deseo y la búsqueda de la felicidad. La alegría es la expresión más noble de la felicidad y nuestra fe es por vocación un anuncio de felicidad radical, promesa y regalo de “vida eterna. El descubrimiento del Reino de Dios y el encuentro con Jesús se convierten en bienaventuranzas del hombre”. Sin embargo, estas realidades no son una conquista, sino un don. Dios es la fuente de la verdadera alegría y de la esperanza. Don Bosco entendió, e hizo entender a sus jóvenes, que compromiso y alegría van unidos, que santidad y alegría son inseparables. Don Bosco es el santo de la alegría de vivir, y sus jóvenes aprendieron bien su lección de vida, en lenguaje típicamente oratoriano: la “santidad consiste en estar siempre alegres”. La alegría amplia y profunda que brota de la persona de Don Bosco es, muchas cosas a la vez: «Es el entusiasmo de vivir, manifestado en lo cotidiano; es la aceptación de los acontecimientos como camino concreto y valiente para la esperanza; es la intuición de las personas con sus dones y sus limitaciones para formar familia; es el sentido agudo y práctico del bien, con la íntima convicción de que es (en nosotros y en la historia) más fuerte que el mal. “Los que viven en gracia de Dios están siempre alegres y, aún en medio de los sufrimientos, tienen el corazón contento” “Estén siempre alegres” RASGOS DE LA EJS El secreto del éxito de Don Bosco educador es su intensa espiritualidad, es decir, aquella energía interior que une inseparablemente en él el amor de Dios y el amor del prójimo, de modo que logra hacer una síntesis entre evangelización y educación. AMISTAD CON JESÚS La Espiritualidad Salesiana, expresión concreta de esta caridad pastoral, constituye, pues, un elemento fundamental de la acción pastoral salesiana, es su fuente de vitalidad evangélica, su principio de inspiración y de identidad, su criterio de orientación. ORACIÓN En una escala de 1 a 10 cómo ubicarías la oración en tu vida. ¿Qué importancia tiene para ti? La oración es una relación personal, consciente y amorosa con Dios. Es un dialogo familiar con Dios o, como decía Santa Teresa, “un trato amistoso con quien sabemos que nos ama”. La oración, por tanto, es una relación vital entre dos personas. Es encuentro personal. Mutua presencia, intimidad gratuita y amistosa. La oración alimenta nuestra vida. RECONCILIACIÓN Un amigo que siempre perdona Experiencia básica para restablecer los vínculos, entre los amigos a nivel cotidiano, pero sobre todo con el Dios de la vida que nos hizo sus hijos en el Bautismo. La oportunidad del reencuentro y de romper todo aquello que nos impide vivir en libertad. Es ponernos es su presencia desde nuestra fragilidad, así como somos y dejar que su misericordia actúe. ¿Con que palabra definirías la reconciliación en tu vida? ¿En qué te ha ayudado en tu crecimiento personal? ENCUENTRO CON LA PALABRA UN MENSAJE DE AMOR DE DIOS… El encuentro cotidiano con la Palabra de Dios es para el cristiano alimento para vivir la jornada e iluminar el actuar de cada día. La Palabra profundizada y compartida es la base de toda comunidad cristiana. ¿Cuál es la importancia de la Palabra en mi vida? Comparte un trozo de la Palabra que sea significativo para ti EUCARISTÍA La Eucaristía memorial del sacrificio de Cristo, es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestra forma de relacionarnos con Él. Los dones de Pan y Vino es la forma más cercana y simple en la Dios se no regala como alimento y fuerza para el camino. ¿De qué manera la Eucaristía es alimento para mi fe? Una experiencia significativa que hayas vivido…