www.fagotera.com EL CÍRCULO DE FUEGO Los bomberos han estacionado las autobombas frente al edificio de oficinas. La policía acaba de cortar el tránsito de la calle Sarmiento entre Callao y Rodríguez Peña. Las tres plantas ya fueron evacuadas: todo el personal de la Empresa está en la calle y observa anhelante las operaciones. El fuego parece por ahora circunscripto al piso alto. Una de las cuadrillas despliega la escalera retráctil: sólo alcanza hasta el segundo piso. En el tercero un humo denso y negro escapa por dos de las ventanas; en la restante acaban de estallar los vidrios y un resplandor rojizo presagia la inminente aparición de las llamas. -¡Oficial, oficial!, grita el portero del edificio- , dicen los empleados que la que no bajó es la piba que hace la limpieza, la que sirve el café, una rubiecita que tomaron hace poco. A lo mejor está bloqueada y no puede salir… Con los ojos exorbitados el hombre sigue vociferando enronquecido: -Hay que sacarla, por favor… pobrecita, es una chiquilina. Uno de los bomberos, el novato de la brigada sin duda, porque no parece tener más de veinte años, lo mira azorado. De pronto, violentamente se lanza escaleras arriba sin atender los gritos de sus compañeros y del público que intentan detenerlo. En un instante llega a la planta alta; un gran resplandor guía al joven. Se enfrenta con las llamaradas que le parecen tan elevadas como si no las contuviera techo alguno, como si se dirigieran hacia un cielo infinito. Respira con mucha dificultad, le arden los ojos por la humareda. A pesar del casco siente una gran opresión y aturdimiento debido al intenso calor. Al acercarse más, descubre una suerte de fortaleza en cuyo centro le parece ver flotar un curioso estandarte o insignia, muy antiguo. La escena empieza a resultarle alucinante. Vislumbra más allá una especie de roca solitaria y sobre ella un Círculo de Fuego. Es como un encantamiento que más parece proteger que acosar a un cuerpo humano tendido en su centro. ¿Alguien desmayado o dormido? ¿Quién? -se pregunta- tan extrañamente vestido como un guerrero medieval, cubierto por su escudo… Utiliza su barreta y a través de las llamas le levanta el casco: el guerrero es una mujer bellísima, de largos cabellos rubios, muy rubios. Entonces, magnetizado, cruza el Círculo de Fuego y despierta a la joven con un beso. Estalla el éxtasis del amor; ambos se abrazan y se poseen circundados por las llamas: son el héroe y la valquiria. Brunilda lo ha elegido por su arrojo, como en los campos de batalla donde su misión es escoger a los más valientes para que sean glorificados. Ahora lo recogerá y lo llevará en su cabalgadura a través de los cielos hasta la morada de los muertos heroicos, al palacio de su padre Wotan, para que entre en el Valhala, donde gozará eternamente los placeres infinitos del banquete divino reservado sólo a los paladines del valor. www.fagotera.com - Afirmativo, Antonio. El fuego está totalmente extinguido, sí, sí, hombre, sólo la planta alta…Todo el personal de la Empresa a salvo pero tenemos que lamentar la baja de uno de nuestros hombres, el cabo Sigfrido Romanelli. ¡Claro que se hizo todo lo humanamente posible. Teníamos aquí la ambulancia que lo llevó de inmediato al Churruca en cuanto se lo pudo rescatar, pero ya había fallecido; creo que por el monóxido… Sabés, Antonio, aquí ninguno de nosotros se puede explicar por qué este chico subió como un loco sin pedir mi autorización ni escuchar a nadie. El portero del edificio dice que quiso salvar a una empleada que estaría adentro, en la última planta… Pero no se encontró ninguna persona, ni viva ni muerta en todo el edificio. Cuando lo sacamos ni siquiera tenía puesta la máscara reglamentaria… En fin, anotá: la Empresa es Autoadhesivos Argentinos S.A., calle Sarmiento 1735. Empezame el encabezamiento del Parte que ya salimos para allá.