vida y obra del profr. gustavo rodríguez gonzalez

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VIDA Y OBRA DEL PROFR. GUSTAVO RODRÍGUEZ GONZALEZ
1932—2008
Autor: Mtro. Jesús María Oyervides Silva
Ex Subdirector Administrativo de la
Escuela Normal Profr. Serafín Peña
Entregados al mundo de lo citadino, no
siempre comprendemos lo que sucedió en décadas
pasadas. Hasta el día en que volvemos la mirada de
manera retrospectiva denotamos aquellos sucesos que
trascienden las épocas del tiempo. Comúnmente se
sabe que los ojos de un niño pueden ver la vida hacia
adelante, mientras que los ojos de los adultos
podemos ver tranquilamente la vida hacia atrás, y
más los que estamos próximos a llegar a la etapa final
como miembro activo en la educación.
Escribir la biografía del Profr. Gustavo Rodríguez González, no es una tarea fácil, como
tampoco lo es resumir en corto espacio la obra en experiencia que nos deja un humanista en
educación, pues fue una persona íntegra, que sirvió a su gente en su contexto y a su
comunidad. Un profesional que no se entrega a la vanagloria, tampoco a la nostalgia, sino
que se convierte en referente en la profesión para ser considerado en su época y en nuestro
tiempo.
La disciplina en el trabajo, la perseverancia, y la constancia son características que
distinguieron al profesional que se forjó en tiempos difíciles cuando apenas se iniciaba la
escuela pública como Proyecto Educativo de Unidad Nacional, tiempo que la escuela
pública apenas dejaba la característica de afirmar la democracia, junto con los ideales de
cooperación, solidaridad y justicia para la humanidad como educación socialista.
La Política Educativa que imperaba a partir de 1940 fue: sembrar la República Mexicana de
Escuelas Normales ya fueran urbanas o rurales, según lo exigía el medio geográfico que se
trataba de remediar; pero eso sí, capaces de identificarse con el elemento humano que
solían tener, con el medio físico en el cual iban a actuar, con espíritu humanitario que les
permitía hundir sus raíces en un determinado sitio y sentir libre el pensamiento para poder
trabajar bien. Por ello el Profr. Gustavo dejó huella de su trabajo académico en la región
citrícola del Estado.
En tiempos de antaño, los retos educativos eran la formación de un nuevo tipo de Maestro
Normalista, que fuera un elemento seguro de afirmar nuestra nacionalidad, educador
amante de su escuela, comunidad y de su profesión que nada tiene de apostólica, sino al
contrario,
tiene
mucho
de
actividad
creadora,
de
profesionalidad,
capacidad,
responsabilidad, satisfacción y de lucha que lleva alegrías y tristezas; por lo tanto, el
maestro supo interiorizar las políticas educativas que en su tiempo llevaban las escuelas
normales del Estado de Nuevo León.
El Profr. Gustavo Rodríguez González nace un 29 de julio de 1932, en la comunidad de
“San Vicente”, lugar localizado al oriente de la cuidad de Montemorelos, Nuevo León; hijo
de Don Francisco Rodríguez y Doña Guadalupe González.
Cursó la educación básica en instituciones del municipio, su primaria en la escuela “David
G. Berlanga” hoy Monumental “Gral. Mariano Escobedo”, la educación secundaria en la
escuela “Antonio de la Garza García”. Siendo apenas un adolecente, es decir a la edad de
14 años, inicia la educación profesional en la escuela Normal Profr. “Serafín Peña”; al
mismo tiempo desarrolla la docencia en la escuela primaria “Miguel Hidalgo” en la
comunidad del “Desagüe” en el municipio de Montemorelos.
La vida profesional del Maestro Gustavo Rodríguez González inicia a muy temprana edad,
ahora que las modalidades de la docencia inician con un acompañamiento de tutoría
durante el servicio social de los normalistas, podemos conocer el valor real del reto al que
estaban llamados los normalistas de antaño, sin mayores armas pedagógicas que su
inquebrantable perseverancia y su actitud hacia el desarrollo personal y profesional.
El documento en el cual constan los estudios del Profr. Gustavo es expedido por la
Dirección General de Educación Primaria, Secundaria y Normal, un solo documento
certifica y evidencia las calificaciones de la educación secundaria y la educación normal.
Los estudios de educación secundaria y normal fueron realizados simultáneamente entre los
años 1943 y 1949. Para 1943 las materias de primer año en educación secundaria fueron:
Aritmética, Español 1° curso, Solfeo y Orfeones, Escritura, Dibujo Lineal, Trabajos
Manuales, Modelado, Educación Física; sin embargo a partir del tercer año de secundaria el
maestro combinaba tanto materias de secundaria como de educación Normal, por ejemplo
para el quinto año las materias de secundaria por cursar Historia Gral. 2° curso, Geografía
Humana y Pequeñas Industrias; para educación Normal eran: Aritmética y Geometría,
Lengua Nacional, Ciencias Naturales, Historia de las Religiones, Psicología 2° curso,
Biología, Pedagogía y Literatura 2° curso.
En aquellos tiempos, la duración de las sesiones de trabajo eran de 50 minutos así se
estipulaba en el certificado, ello lo añoramos ahora que hace falta tiempo para desarrollar la
currícula de los programas educativos tanto para la Licenciatura en Educación Primaria del
1997,
y para la Licenciatura en Educación Preescolar 1999; así como la Reforma
Curricular de Educación Normal 2012.
En los Programas Educativos para las escuelas Normales, uno de los indicadores que
siempre se considera en las reformas educativas es el que concierne a la evaluación; por
ejemplo para evaluar el Programa de Transformación y Fortalecimiento Académico para las
Escuelas Normales se implementó el acuerdo 261, documento que desarrolla toda una
normativa de evaluación. Por el año 1943, en el mismo certificado se precisa que la escala
de calificaciones es de cero a 100, la menor para ser aprobada es de 60 para las materias de
educación secundaria y de 70 para el plan de educación profesional. Sin embargo, en la
actualidad la normativa de evaluación toma en cuenta la escala de 5 al 10 para las escuelas
normales la nota mínima de pase es 6.0 como promedio semestral
El Profr. Gustavo Rodríguez González sustentó su examen profesional en 1949, apegado a
la Ley de Enseñanza Normal vigente en el Estado de Nuevo León, dicho examen
comprendió tres momentos: Clase Práctica, Tesis y Tema del momento. La Clase Práctica
versó sobre la materia de geometría con el tema “El área del romboide” en un grupo de
cuarto grado. En un segundo momento inició con la tesis de “La Función del Maestro y la
Organización de la Escuela”, donde el jurado hizo uso de cuestionamientos y
explicaciones para analizar profundizar y extender el tema, que en otro momento tuvieron a
bien de cerrar, no sin antes felicitar al sustentante por sus respuestas.
Por último, desarrolló por escrito el tema del momento que fue “Programas y Horarios
para las Escuelas Primarias”. Allí se puso de manifiesto la preparación y eficiencia del
sustentante para dar respuestas a las interrogantes del exigente jurado.
Los valores aprendidos de quienes nos han formado dan a nuestro espíritu la firmeza de una
roca. No hay instancia de la vida por difícil que parezca, en la que no podamos acudir a ese
núcleo sólido para resolver la actitud correcta que debemos seguir. Cabe mencionar que el
Examen Profesional del Profr. Gustavo Rodríguez González fue presidido por los
siguientes sinodales: como Presidente el Profr. Jesús Muñoz Balderas, y los vocales
fueron la Profra. Nicea Treviño de Treviño y el Profr. Felipe de Jesús Jasso; siendo
Director, el fundador de la escuela normal el Maestro Ciro R. Cantú.
La carencia de lo material algunas veces tiene su lado positivo, pues aparece la capacidad
de inventar, de desarrollar el ingenio, la imaginación: de aprovechar los recursos de que se
dispone. La vida académica del Profr. Gustavo fue por demás prolífera en el desarrollo de
una docencia eminentemente humanista y con gran sentido social. En todo momento el
maestro se distinguió por conocer a sus alumnos por nombre, apellido, además de ello,
conocer a la familia de cada uno de los estudiantes, daba gusto escucharle mencionar los
nombres de hermanos y padres de los alumnos, así como la actividad a la que se dedicaba la
familia y el domicilio de los padres.
La experiencia docente del maestro Gustavo es por demás amplia, como director en
escuelas primarias “Miguel Hidalgo”, de Montemorelos, en Allende en la escuela “Profr.
Félix B. Lozano”, y “Veteranos de la Revolución”.
Además de ello colaboró como
profesor fundador de la escuela anexa “Lic. Arturo B. de la Garza”, director fundador de la
Escuela Secundaria Nocturna en Allende. Su experiencia en educación secundaria es:
profesor de planta en la secundaria “Antonio de la Garza García”, y más tarde fue
Subdirector Secretario en la misma, fue Director de la Escuela Secundaria “Centro Escolar
Morelos”. Su mayor logro fue ser director de La Escuela Normal “Profr. Serafín Peña”, y
en los anales de la institución queda como el primer exalumno que tiene el honor de ser
director, y lo fue a partir de 1978 hasta 1987.
Cuando se logran reunir en una persona características como preparación, talento y
confianza se producen verdaderos héroes con apego al contexto social. En cuanto a su
presentación personal era un verdadero modelo a imitar en su vestimenta, siempre formal
con ropa que denotaba una actitud con sobriedad y seriedad al conducirse de manera única
para abordar a cada alumno. Hacía hasta lo imposible por no faltar a la institución, puntual
en la llegada al centro de trabajo, siempre tratando de dar ejemplo de valores. Predicó
siempre con el ejemplo, fue un buen maestro, pero sobre todo un gran ser humano, con
humildad, viviendo los valores en su diario actuar, su capacidad para comprender a los
alumnos permitió que se identificaran con él, le guardaran estima y se apreciara como lo
era, un gran ser humano.
Desde joven el Profr. Gustavo tenía claro que los sueños se transforman en metas, las metas
en proyectos, los proyectos en realidades, tenía claro que el camino es largo pero solo se
puede recorrer paso a paso. No hay saltos, no hay milagros, solo un continuo devenir que
debe ser transitado poniendo el corazón en cada acto. Siempre atendiendo la faceta humana
del estudiante, ganando la confianza y la estima de cuantos estudiantes fueron sus
discípulos. Ahora que la sociedad se debate en un fuerte marasmo de antivalores, ante
tantas tensiones sociales; cómo hacen falta maestros de fino trato, de carácter formativo con
valores consagrados. Sus alumnos recordamos y añoramos en tiempos actuales las clases
de Civismo, del libro “El Buen Ciudadano”, que por muchos años impartió en la escuela
secundaria nocturna; o para otros alumnos las clases del idioma inglés.
Fue candidato a la Medalla Ignacio M. Altamirano entregada por la Secretaría de
Educación Pública, por sus 40 años de servicio ininterrumpidos; además de ello incursionó
en la faceta de servidor público, sirvió a la comunidad y a su gente como Secretario del
Ayuntamiento de su Municipio en dos ocasiones lo hizo en los periodos de 1986-1988 y
1992 –1994.
Se jubiló en el año de 1987, siendo Director de la Escuela Normal Profr. Serafín Peña, aún
se extrañan valores que dejó para la posteridad, sus alumnos recuerdan la puntualidad del
director para ser testigo de la llegada de los docentes y alumnos. Aún después de su retiro
como docente activo, invitado a ceremonias conmemorativas, era puntual en la llegada,
con muchas experiencias por comentar, con una armonía que daba gusto saludarlo, siempre
afable, con comentarios positivos de la vida y de las personas. Recordemos que un docente
trabaja para la posteridad, difícilmente se puede predecir donde acabará su influencia. Lo
que no se tiene se desea, pero lo que se pierde es lo que se añora, por ello se añoran los
buenos maestros.
La comunidad normalista Profr. Serafín Peña , reconocen la labor educativa de un notable
docente, por haber comprendido a sus alumnos, por ser un buen maestro, pero sobre todo,
por su sensibilidad de gran ser humano.
Bibliografía
1. Krause, Enrique, 1947; Mexicanos Eminentes, México: SEP: Tusquets, Editores,
México, 2005.
2. Ordoñez, Plinio D. 1950; El Benemérito Educador Ing. Miguel F. Martínez, Notas
Biográficas, Talleres Linotipográficos, del Gobierno del Estado de Nuevo León.
3. Pérez, Ramos Manuel (coordinador), Benigno Benavidez Martínez, Juan Sánchez
García, Juan Pardo Flores; Escuela Nuevoleonesa, Pensamiento Pedagógico.
Gobierno del Estado De Nuevo León, 2004.
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