NADIA O LOS ENANOS VAN CRECIENDO Antonio Onetti Obra en cuatro escenas Sevilla, 2005 Espacio escénico. Una mesa de restaurante de lujo, con mantel, platos, cubiertos, copas y velitas, para dos personas. Personajes. Él, profesor de interpretación y dramaturgo. Viste moderno, con traje y corbata. Ella, actriz de teatro. Vestida con mucha sofisticación. Muy moderna y atractiva. Nadia, camarera-actriz. Alumna y amante de él. Vestida de camarera de restaurante de lujo. ESCENA PRIMERA: TEATRO A LA CARTA. Una pareja muy bien vestida a lo moderno, sentada a la mesa de un restaurante, mirando el menú en las cartas. Se lanzan miraditas por encima de ellas. Se sonríen con cara de circunstancias. ÉL ¿Te diviertes, amor? Tras una pausa, mortalmente aburrida. ELLA Mucho, cielo. Muchísimo. Risitas tontas de ambos mientras se cogen la manita. Llega NADIA, con bloc de notas y bolígrafo, extremadamente amable. NADIA ¿Han decidido los señores? ÉL ¿Qué te apetece? ELLA No estoy segura… ¿De qué va el número cinco? NADIA Espléndido. Se lo recomiendo. Política internacional. ÉL ¿Es muy profundo? NADIA Para mí no… ELLA ¿Qué lleva? NADIA Un fondo de análisis global, envuelto en un discurso ecologista light, con salsa rosa y reivindicaciones convencionales. A mí me resulta bastante digerible. ELLA No. El cuerpo me pide algo más contundente. NADIA ¿Le interesa la telebasura? ELLA No mucho. NADIA ¿Y la violencia de género? Viene en un marco de tolerancia cero, con ribetes de feminismo radical… ÉL No, nada de radicalismo. (A ELLA) A ti te sienta fatal, yo me pongo de mala leche y al final siempre acabamos discutiendo. NADIA Fuera de carta puedo ofrecerles terrorismo islamista, acuerdos entre patronal y sindicatos -muy divertidos-, apuntes para un nuevo concepto del macho ibérico… ELLA ¿No tiene algo más personal? Algo que de verdad nos llegue a lo más hondo. NADIA ¿Más íntimo…? ELLA Que nos emocione. ÉL ¿Estás segura, mi amor? ELLA Hoy es una noche muy especial… Y hace tanto que no siento nada… NADIA La verdad es que lo personal hace mucho que no lo trabajamos. ELLA ¿Por qué? NADIA Era demasiado catártico. ELLA Por nosotros no se preocupe. La catarsis es lo nuestro. Él, sin ir más lejos, es dramaturgo. ÉL Autor. ELLA Es lo mismo. ÉL No exactamente. El dramaturgo es un creador de lenguajes escénicos, que hunde las raíces de su obra en la antropología moderna y el arte contemporáneo. El autor no. El autor es un autócrata que se autorrecrea en una autocrítica autofreudiana desde una autoridad autista, como un auténtico autómata, ¿no le parece? NADIA sigue sonriendo impertérrita por respuesta. ELLA Y yo soy actriz. Pero usted no me conoce porque soy de teatro. NADIA (Tras una pausa) ¿Se lo pongo para compartir? Lo personal, digo. ELLA ¿Es muy fuerte para uno sólo? NADIA Puede generar ansiedad, confusión y problemas de comunicación… ELLA Perfecto. Eso es exactamente lo que necesitamos. EL Está bien. Algo personal para cada uno. NADIA ¿Y de beber? ELLA Una copa de Rioja. ÉL Y un agua mineral. NADIA recoge las cartas y se marcha. Oscuro. ESCENA SEGUNDA: ALGO PERSONAL, PARA ÉL. ÉL y ELLA esperan en su mesa. Aparece NADIA, con su vestido de camarera, pero sin nada en las manos. ELLA (Sorprendida) Perdone, ¿hay algún problema? NADIA no la mira. Se acerca bastante a ÉL y se detiene delante, mirándole con una sonrisa de emoción… ELLA Oiga, ¿no me oye? ÉL Cariño, ya ha empezado… NADIA sigue mirándole a ÉL fijamente, cada vez más emocionada. ELLA ¿Seguro? ÉL Sshhhh…. ÉL corresponde a NADIA con una sonrisa de expectación. ELLA observa la acción sin saber qué pensar. NADIA le sigue mirando inmóvil, mientras las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos, sin que su preciosa sonrisa desaparezca de sus labios, como si de repente se hubiera encontrado con un viejo amor al que creyera muerto o desaparecido. ÉL empieza a ponerse nervioso. ÉL (A ELLA) Interesante, ¿verdad? ELLA Psé… ÉL Muy interesante. Además es buenísima… ELLA Un poco sobreactuado para mi gusto. ÉL Cariño, mírala. Su emoción es auténtica… Las lágrimas siguen fluyendo de los ojos de NADIA. Por sorpresa abraza a ÉL y lo besa en los labios sin darle tiempo a reaccionar. ELLA ¡Eh! Está bien, no está sobreactuando. Su interpretación es muy sincera… El beso continúa. ÉL, poco a poco, se ha ido relajando y ahora comienza a también a besarla a ella, ambos muy apasionados, con caricias y apretones intensos. El beso se alarga y se alarga, mientras ELLA se va poniendo nerviosa. ELLA Cariño, te vas a hacer daño… El beso continua. Por fin, NADIA se aparta ligeramente para liberar un pecho de su sujetador y ofrecérselo a ÉL para que lo bese. NADIA Toma, mi amor… ELLA ¡Bueno, ya está bien! NADIA ¡Silencio! Ambos se muestran desconcertados. NADIA Todo, mi amor… NADIA sigue ofreciendo su pezón muy cerca de los labios de ÉL, que está cada vez más excitado. ÉL (A ELLA) ¿Puedo…? ELLA, asombrada, se encoge de hombros y se tapa los ojos para no ver. ÉL abre los labios para besar el pecho de NADIA, pero apenas lo roza, lo retira, lo guarda en su lugar correspondiente, da dos pasos atrás y se inclina para saludar, indicando que su actuación ha terminado. ÉL está desconcertado. De repente estalla en una forzada carcajada y aplaude a rabiar. ÉL Bravo, bravo… (A ELLA) Cariño, ya está. Terminó. No pasó nada. ELLA mira a través de los dedos con que ocultaba su mirada. NADIA la mira por fin a ella. ÉL Aplaude, mujer. Ha sido genial… ELLA Sí, todo un espectáculo… NADIA se marcha dando por terminada la actuación. ÉL ¿No te ha gustado? ELLA Cállate. ÉL no sabe qué hacer. Temblando, se sirve agua y bebe, bajo la mirada inquisidora de ELLA. Luego se afloja la corbata y trata de calmarse. Oscuro. ESCENA TERCERA: ALGO PERSONAL, PARA ELLA. ÉL y ELLA esperan en su mesa. ELLA Deberíamos haber pedido para compartir… ÉL ¿Quieres que anule la comanda? NADIA (Apareciendo) Es demasiado tarde… Ambos se quedan en silencio, temiendo lo que pueda suceder. NADIA vuelve a sonreír, esta vez sin emoción, con algo de pena en su mirada, que ahora dirige a ELLA. Se acerca un poco más y ELLA se retrae. ELLA ¡No se le ocurra besarme…! NADIA Perdóneme. No quería molestarla. Usted no me conoce, pero yo a usted sí. Es una gran actriz, ¿verdad? Actriz de teatro. Su marido siempre me habló de usted. Él solía decir que era muy mediocre y que comparada conmigo no me llegaba ni a la suela del zapato. Pero yo creo que lo decía sólo por adularme. De hecho ya ve que no he llegado muy lejos. ELLA (Desconcertada, a ÉL) ¿Esto, de qué va? ÉL Es teatro, mi amor… ELLA Pues no me está gustando nada. NADIA No tiene de qué preocuparse. Su marido está con usted. Él nunca se hubiera atrevido a romper su matrimonio por alguien como yo. Por una simple alumna de interpretación. Y yo lo supe siempre. Supe que entre las dos, usted era la más fuerte… ÉL Lo sabía… Es una versión de un monólogo de Cocteau… Sólo que lo está recreando al revés… ELLA (A ÉL) Dime que no la conoces… ÉL Es teatro… No la conozco… NADIA Pero yo le amaba con todo mi corazón. Tal vez era sólo la admiración de la pupila por el genio, pero le amaba. Y él a mí también. Nos reuníamos para hacer el amor en su casa mientras usted se iba de gira. Yo me ponía sus vestidos y sus joyas. Al principio no quería, pero él insistía. Decía que le gustaba pensar que su esposa era joven, bonita y alegre, pero yo sabía que en el fondo nunca la dejaría. Porque usted era la más fuerte. ELLA Señorita… NADIA ¡Silencio! Estuvimos juntos más de dos años. Dos años prometiéndome que la abandonaría, que viviríamos juntos después de su divorcio. Hablábamos de arte, de cine, de teatro… Discutíamos sobre el papel de la intelectualidad de izquierdas en el mundo contemporáneo, de cómo combinar el espíritu burgués con un arte por y para el pueblo. En aquella época, hasta hacíamos autocrítica en privado… Pero pronto descubrí que era un cobarde y que todo su discurso no era más que una mentira para hacerme el amor. Lo hace bien, hay que reconocerlo. Si fuera tan buen dramaturgo como amante sería el genio de este siglo. Hasta que me cansé de esperar. Sus caricias perdieron el cariño, empezó a esquivarme y se encaprichó de otra alumna. Las tenía a montones, todas dispuestas a escucharle embelesadas, a dejarse engatusar por sus cantos de sirena, a meterse en su cama mientras usted se iba de gira con su compañía. Y esa es toda la historia. Ya ve, yo fui una pobre idiota y él tan sólo cobarde. Pero usted puede estar tranquila, porque sigue siendo la más fuerte. ÉL y ELLA son incapaces de articular palabra. NADIA da dos pasos y se inclina para indicar que su actuación ha terminado. ÉL rompe a aplaudir. Ella no. NADIA se marcha. ELLA se levanta y le da una bofetada a ÉL. Oscuro. ESCENA CUARTA: QUIÉN PAGA LA CUENTA. ÉL y ELLA, sentados en la mesa, serios. ELLA Así que era tu amante. ÉL ¿Por qué te lo tomas tan a la tremenda? ELLA Me has engañado, me has dejado en ridículo delante de todo el mundillo, porque estoy seguro de que no te has resistido a presumir de tus conquistas. ÉL Cariño, no la conozco, te lo juro. No sé si todo es teatro, o se trata de una simple perturbada, pero no la conozco. Si la conociera, si me hubiera acostado con ella, la recordaría. ELLA ¿Te acostaste con ella sí o no? ÉL ¡No…! ELLA ¿Sí o no? ÉL ¡No lo sé…! ELLA ¡Por una vez en tu vida di la verdad! ÉL ¡No lo sé! ¡No puedo acordarme de todas las alumnas con las que me he acostado! Silencio. ELLA no sabe si llorar o reír. ÉL ¿Por qué tuviste que pedir algo personal? ELLA Yo sólo quería un poco de emoción. ÉL ¡Le has dado la oportunidad de destrozarnos! ELLA ¡La culpa no es mía! ÉL ¿Y de quién es entonces? ¡Yo quería ver un musical! Aparece NADIA con la cuenta. NADIA Les traigo la cuenta. ¿Han disfrutado los señores? ÉL y ELLA se miran un instante, agarran cuchillos y tenedores de la mesa, se lanzan sobre NADIA y se lo clavan una y otra vez hasta matarla. ÉL ¡Mátala, mátala! ELLA ¡Puta, esto es lo que te mereces! ÉL ¡Aún respira! La rematan con saña. NADIA muere. Ambos se sientan agotados. ÉL Muy bien, ya está. Será mejor olvidar lo ocurrido. ELLA Vámonos a casa, mi amor. Estoy muy cansada. ÉL saca su cartera y deja unos billetes. ÉL Ya está. ELLA ¿Has dejado propina? ÉL El diez por ciento… Como siempre… ELLA No se la merece. Se levantan y se marchan a toda velocidad. El cadáver de NADIA sigue en el suelo. Oscuro final.