Editorial 15 de septiembre Independencia ¿Para quiénes? Realidad Nacional Diálogo sobre la violencia “La violencia no sólo nos acosa sino que nos impide trabajar con paz, nos llena de temores y destroza posibilidades de cohesión social”... José María Tojeira E l término independencia nos ubica frente a un país o nación que no está sometido a la autoridad de otro, es decir, aquél que sólidamente constituido traza libremente los caminos a seguir política, económica, social y culturalmente, con estructuras bien establecidas. Esto le permite desarrollarse, con libertad, buscando el bienestar de sus habitantes. Págs. 8-9 Artículo Se conmemoraron en este mes de septiembre 189 años de la proclamación de independencia de la Capitanía General de Guatemala, que incluye los países de Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, de España. Sin embargo, luego de estos años, cabe la pregunta: ¿quiénes fueron los que realmente se independizaron? Págs. 12-13 La época de la Colonia española marcó siglos de sometimiento, genocidio, violencia contra la población de nuestros pueblos indoamericanos, un fenómeno que se desarrolló en diferentes etapas y que desembocó en las situaciones de privilegios en que vivían los españoles peninsulares frente a la Colonia española y por otro lado, la sostenida explotación del resto de pobladores, sobre todo los indígenas y mestizos de la época. En medio de estos grupos encontramos los criollos, hijos de padres españoles nacidos en América. Mientras más cercana fuera la relación parental con los españoles, mayores eran los privilegios de que gozaban. De forma contraria, mientras más lejana fuera, más era la esclavitud a la que eran sometidos. Psicológicamente ¿somos libres? Como realidad histórica de la raza humana, siempre ha estado presente en el hombre el afán de poder y de riquezas, pues no es lo mismo ser dependiente de un Reino o Estado a ser un Estado independiente que se convierta de oprimido en opresor, con los consecuentes beneficios. Prosa y poesía humana Págs. 14-15 Importancia de la memoria en el crecimiento humano - espiritual Págs. 16-17 2 Esta serie de acontecimientos y situaciones llevaron a los denominados criollos a un deseo de poder frente a los peninsulares y a la Corona española, de forma que son ellos quienes van propiciando el ambiente en torno a la independencia, que los beneficiaría directa- Editorial mente, puesto que como ellos eran hijos de españoles habían tenido mayor acceso a la educación y poseían un mayor conocimiento de las ventajas que para ellos representaba, ya que quitando toda conexión con los españoles administradores, el poder quedaría en sus manos. Además, la marginación que éstos ejercían sobre pobladores amerindios era devastadora, pues robaron sus tierras, destruyeron sus organizaciones y esparcieron una cultura de total desprecio a los indios, haciendo imposible el acceso de éstos últimos a poder ni autoridad alguna. Este es el origen del movimiento que terminó en lo que hoy se reconoce y celebra como independencia; podríamos decir, el paso de mando de un poder a otro. Un traspaso que se realizó fundado en los intereses particulares de un grupo en especial, pero que en ningún momento representó, ni continúa siendo hoy, la expresión de la gran mayoría mestiza o indígena que habitaron nuestros pueblos, los cuales ciertamente clamaban una situación justa y digna para ellos, y era lo que deseaban expresar en lo que expresa el Acta de Independencia como “el clamor de Viva la Independencia, que repetía de continuo el pueblo que se veía reunido en las calles,” que buscaba ante todo el fin del sometimiento y la explotación. Sin embargo, la clase en cuestión, se adelanta a dar el paso que los posicionaría en una situación de privilegio frente a los otros y así “prevenir las consecuencias, que serán temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo”, como lo señalaron en aquél momento. Llevado a cabo el hecho, los años posteriores se suceden en una lucha de poderes entre los descendientes de aquellos criollos españoles de la época colonial, que buscan en todo momento acrecentar y mantener el preciado botín y ante todo conservar calladas las conciencias de los pobres, descendientes de los indígenas y mestizos, que continúan siendo los esclavos, sirvientes y luego empleados de la clase criolla. Hoy en día, como cosa paradójica, se celebra la independencia de nuestros pueblos, en un ambiente totalmente festivo, donde se derrocha en despliegue de fuegos artificiales, exhibición de armas, desfiles cívicos estudiantiles, con protestas por la presencia de señoritas porristas en estos eventos, todo enmarcado en el discurso patriótico que manejan los gobernantes y que busca mantener callados los sentimientos de las grandes mayorías. Discurso que habla de independencia en un mundo globalizado e interdependiente en el cual se hace difícil para los países subdesarrollados avanzar sin apoyarse en los más fuertes, sin ser sometidos a sus exigencias, cuando son los países desarrollados quienes financian sus políticas capitalistas. No es posible hablar de independencia en un país sumido en la miseria de las mayorías, en medio de situaciones de violencia desmedida, que son propiciadas por los mismos grupos que han buscado mantener el poder de los medios de producción del Estado a través de la historia. En un ambiente de inestabilidad económica y social, en el cual no se satisfacen las necesidades poblacionales de salud, educación y vivienda; la destrucción del medio ambiente a costa del beneficio económico de unos pocos; la alta tasa de desempleo unida a los bajos salarios que se pagan a la mayoría de los trabajadores; el mal estado de la red vial, las cárcavas que amenazan a los pobladores; la corrupción en la administración pública que aumenta la desconfianza en el sistema y propicia los movimientos migratorios al extranjero con la consecuente inseguridad y marginación de estos grupos; la delincuencia en general que aumenta cada día a niveles capaces de paralizar la vida normal de un país. Todas estas situaciones se presentan como un espejo frente a la celebración de independencia que continúan pregonando aquéllos que en su momento buscaron posicionarse y tomar el control del poder que hasta entonces codiciaban y que en adelante han mantenido, a costa de la explotación y marginación de los descendientes de los primeros pobladores de estas tierras, a quienes les fue arrebatado el derecho a ser verdaderamente independientes, tal como lo eran antes de la colonización española en esta tierra. ¿Independencia? Habría que recapitular y mirar con objetividad este término y lo que él encierra de cara a la realidad que hoy viven millones de centroamericanos en la tierra de sus antepasados, manchada con sangre, a costa de una lucha sucesiva de poderes que no termina y que antes de buscar la verdadera libertad que propicia este hecho, mantiene la dominación de las grandes mayorías frente a los privilegios de unos pocos. 3