Canales Cortos de Comercialización La estructura de la cadena agroalimentaria La cadena agroalimentaria (sector primario, industria de alimentación y bebidas, canales de distribución y restauración) constituye uno de los principales sectores económicos andaluces. Desarrolla la función de trasladar las materias primas desde el origen al consumo, sufriendo en el proceso una mayor o menor transformación mediante la cual el producto agrario se convierte en el alimento listo para el consumo. Esta actividad engloba a un conjunto de sectores económicos sometidos a altos niveles de madurez e intensidad competitiva como consecuencia del bajo crecimiento del mercado (poco desarrollo poblacional y techo de consumo), del alto nivel de competencia empresarial, de la reducción de los mecanismos de protección e intervención estatal de los mercados y de la progresiva liberalización del comercio internacional. Existe una enorme presión sobre los diferentes eslabones que se ha acentuado desde el inicio de la crisis económica general, la cual ha sensibilizado al consumidor sobre los precios de los productos, modificando su conducta en busca de mejores ofertas para sus economías domésticas. Por todos los motivos expuestos anteriormente, la actividad empresarial relacionada con la agroalimentación en España ha variado mucho en los últimos años y una de las transformaciones más importantes está relacionada con la concentración de algunos eslabones de la cadena y con ello la aparición de importantes desequilibrios a lo largo de la misma. Tabla comparativa entre las 10 princpales empresas/grupos de la distribución alimentaria frente a las de fabricación alimentaria mercantiles y cooperativas. Volumen de ventas de 2009 (Millones de €). Nº DISTRIBUCIÓN VENTAS 2009 FABRICACIÓN ALIMENTOS VENTAS 2009 COOPERATIVAS VENTAS 2009 1 MERCADONA S.A. 14.402 COCA-COLA ESPAÑA 2.970 COREN S.C.G. 942 2 GRUPO CARREFOUR 14.296 EBRO FOODS S.A. 2.198 AN, SOC. COOP 554 NESTLE ESPAÑA S.A. 2.077 "ANECOOP" S.COOP. 467 1.846 S.C.A. HOJIBLANCA 340 1.664 COVAP 272 1.473 ACOREX S.C.L. 212 189 3 4 EROSKI DIV. ALIMENTACIÓN CORTE INGLÉS S.A. GRUPO ALIMENTAC. 6.755 4.830 5 GRUPO AUCHAN 4.684 6 LIDL 2.400 7 8 9 10 CONSUM S. COOP. DINOSOL SUP. S.L. GRUPO MAKRO AUTOSER. MAYORISTAS S.A. AHORRAMAS. S.A. GRUPO CAMPOFRÍO FOOD S.A. GRUPO BUNGE IBÉRICA S.A. PESCANOVA S.A. GRUPO 1.584 SOS 1.358 CAMP D´IVARS D´URGELL 1.494 NUTRECO ESPAÑA S.A. 1.161 CASI 169 1.332 DANONE S.A. 1.159 COBADU 167 1.264 HEINEKEN ESPAÑA S.A. 1.106 COPAGA 131 Fuente: Anuarios Alimarket 2010 y OSCAE 2010. Elaboración COAG. Las cooperativas agrarias representan los procesos de concentración en el sector productor. Si observamos la tabla anterior podemos observar que las 10 principales empresas de alimentación tienen un tamaño 5 veces mayor que sus homólogas cooperativas, relación que sube hasta 10 veces en el caso de las empresas de distribución. En el marco económico actual, la gran distribución se convierte cada vez más en la única puerta de acceso del agricultor y ganadero al consumidor y viceversa. “Acción gratuita cofinanciada por el FSE” 1 En la actualidad, el sector agrario tiene una dependencia cada vez mayor de grandes clientes, dependencia que muchas veces es aprovechada para la imposición de precios y determinadas condiciones comerciales. El resultado es un poder de negociación desigual que tiene un impacto negativo en la competitividad de la cadena puesto que los operadores más débiles se ven obligados a actuar con un margen reducido, cuando no negativo, lo que limita su capacidad de inversión y socava sus posibilidades de sosteniblidad, trasladándose la falta de rentabilidad hasta la producción. La coyuntura actual, agravada por la “guerra de precios” entre las grandes cadenas de distribución, se traduce en la creciente desaparición de agricultores y ganaderos; la falta de inversión y crecimiento en la industria agroalimentaria local; la falta de eficiencia, competitividad, innovación y desarrollo en la cadena de valor; el cierre definitivo de establecimientos de venta especializados y tradicionales y la pérdida de variedad y calidad de productos que puede encontrar un consumidor en los establecimientos de compra. En resumen, un caldo de cultivo para la entrada de productos indiferenciados procedentes de terceros países a precios baratos y sin ninguna garantía de calidad higiénico sanitaria ni de abastecimiento. Contrariamente a lo que podría parecer, esta enorme competencia no se traduce en ventajas para las personas consumidoras de Andalucía. Los bajos precios en origen no se traducen en unos precios razonables para los consumidores y consumidoras sino en un incremento de los márgenes comerciales de determinados operadores de la cadena agroalimentaria. Este hecho queda claramente reflejado en el Índice de Precios en Origen y Destino, IPOD, que elabora mensualmente esta organización junto con organizaciones de consumidores y que refleja que el diferencial entre los precios en origen y destino es enorme y no tiene ninguna justificación. Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) “Acción gratuita cofinanciada por el FSE” 2 Los canales cortos de comercialización como alternativa La situación actual se traduce en un estado de insatisfacción, tanto por parte de quienes producen como por parte de las personas consumidoras. El sector agrario no encuentra un mercado estable y una rentabilidad a su actividad, mientras que la sociedad demanda productos de calidad y una mayor información sobre el origen y modelo de producción o transformación de los productos que consume. Frente a más de un 70% de las compras que se realizan a través de los canales dinámicos (Hiper, Super, Discconuts…) existe un sector de la población que busca relaciones más directas con quienes producen, que reivindica el derecho a elegir qué consume y quién se lo suministra. Este deseo de participar más activamente en su alimentación incluye otros aspectos no solos relacionados con la salud sino también de componente ético, social y medioambiental. Conscientes de esta demanda y de la necesidad de buscar alternativas, la Junta de Andalucía promueve la figura del “consumo responsable” como parte de una estrategia de reorientación de la política alimentaria de Andalucía. Características del consumo responsable (Fuente Junta de Andalucía) Es un hecho consciente, premeditado que antepone la libre elección a la presión de la publicidad y las modas impuestas. Es crítico, ya que indaga sobre las condiciones ecológicas de la producción y comercialización. Es ético. Se basa en valores como la responsabilidad, la austeridad frente al consumismo o el respeto a los productores y su entorno. Es ecológico. Es saludable porque fomenta un estilo de vida basado en hábitos alimenticios sanos. Es sostenible. Es solidario con otros pueblos y con las generaciones futuras. Es socialmente justo ya que se basa en los principios de no discriminación y no explotación. Tiene poder de transformación social. Las personas consumidoras tienen el poder de transformar un mero acto de consumo en un verdadero acto de ciudadanía. En este contexto encajan los canales comerciales de cercanía, que satisfacen todas estas demandas. Podíamos resumir los beneficios de esta fórmula en: Para productores y productoras Oportunidad de mercado, sobre todo para explotaciones familiares. Mejora de la rentabilidad por precios basados en costes de producción. Mayor valoración de su actividad y producto. Mejores condiciones en los acuerdos comerciales. Fomento del empleo y de la incorporación de jóvenes y mujeres. Mayor vinculación personal con las personas consumidoras y mejor conocimiento de sus demandas. “Acción gratuita cofinanciada por el FSE” 3 Para consumidores y consumidoras Cercanía, confianza y comunicación con las personas productoras. Poder de decisión. Posibilidad de intervenir en su propia alimentación y comunidades. Acceso a productos con un alto valor añadido. Garantía de calidad y seguridad. Precios razonables. Mejora del acceso a alimentos ecológicos y locales. Fomento de un consumo responsable y de una dieta más saludable. Punto de encuentro y socialización con el sector agrario. Para el medio ambiente y la sociedad en general Menores gastos en transporte y disminución de emisiones de CO2. Conservación del paisaje. Conservación y aumento de la agrobiodiversidad. Menor generación de residuos plásticos de envases, embalajes, etc… Refuerzo de las redes sociales, promoción del voluntariado y concienciación sobre la situación del sector. Puesta en marcha de iniciativas sociales en pro de la mejora y el desarrollo de las comunidades. Mantenimiento de la agricultura periurbana. Existen muchas modalidades de canales cortos de comercialización, que tienen en común las ventajas expuestas anteriormente. Podemos destacar las siguientes: Mercados de productores: iniciativas recientes y específicas promovidas, en muchos casos, por los propios agricultores y agricultoras. Se basan en la venta de hortalizas, fruta, frutos secos, legumbres y transformados caseros. Suelen estar vinculados a la producción ecológica, artesanal y/o local. En algunos casos apoya y participa la administración. Es un tipo de canal exigente por las condiciones de horario y gestión del transporte. Grupos de consumo: personas que se organizan paras obtener alimentos bajo criterios comunes, como los de proximidad, mejores precios, adecuadas condiciones laborales o producciones ambientalmente respetuosas. Su base son los productos frescos y elaborados, que suelen comprar a productores locales, complementando en tiendas o a través de distribuidoras (incluyendo productos de comercio justo). Existe gran diversidad de modelos de grupos y un mayor desarrollo en zonas urbanas. Requieren una organización por parte de los productores y los consumidores, quienes realizan pedidos periódicos a un punto común para el grupo. Se han generado redes entre productores y grupos de consumo, realizándose experiencias de intercambio entre agricultores. Están ligados a movimientos sociales. Se intenta formar y sensibilizar al consumidor. Estructura de cajas a domicilio: los productores suelen informar y contactar con los consumidores a través de Internet o telefónicamente para formalizar la compra. Se suele comunicar la disponibilidad de los productos a través de páginas web. Éstas incluyen habitualmente otro tipo de información como recetas o propiedades de los “Acción gratuita cofinanciada por el FSE” 4 productos. La estructura de las cajas puede ser propuesta por el productor (cerrada) o bajo pedido seleccionado por el consumidor. Venta en explotaciones: el consumidor compra los alimentos en la propia explotación agrícola de origen. Existen diversas modalidades: puesto con dependiente, recogida y pesado por el propio cliente con referencia a precios e incluso cosechando el propio consumidor. Tiendas especializadas o de productos locales: algunas tiendas especializadas tienen acuerdos comerciales directos con productores o son locales gestionados por los propios agricultores o las cooperativas. En algún caso, lo propios agricultores y ganaderos participan en la venta y establecen una relación directa con el consumidor. Restauración y comedores colectivos: los productores a nivel individual o agrupados, distribuyen de forma directa a escuelas, hospitales, centros de asistencia social o restauración. Mediante estos canales se buscan unas implicaciones medioambientales, sociales, culturales y relativas a la salud y a la nutrición. Suele estar asociado a un consumo de los alimentos locales y ecológicos. “Acción gratuita cofinanciada por el FSE” 5