2-E-96R. Recinos vrs. Juez Tercero de Paz de Santa Ana

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2-E-96R. Recinos vrs. Juez Tercero de Paz de Santa Ana
SALA DE LO CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San
Salvador, a las ocho horas treinta minutos del día cuatro de junio de mil novecientos
noventa y seis.
El Licenciado José Eduardo Recinos Lima actuando en la calidad de defensor de ADOLFO
AMILCAR ESCALANTE GUERRA, expone a la Cámara de lo Penal de la Primera
Sección de Occidente, que éste se encuentra guardando prisión a la orden del Juez Tercero
de Paz de Santa Ana por los delitos de comercio, tráfico y almacenamiento ilícito,
homicidio doloso y resistencia, violándosele el principio constitucional establecido en los
arts. 2 y 11 Cn como es el derecho a la libertad, en virtud que el procedimiento que efectuó
la División Antinarcóticos de la PNC no fue conforme a lo establecido en la Carta Magna,
ni conforme a la ley reguladora de las actividades relativas a las drogas, violándose así el
principio constitucional del debido proceso de los artículos 11 y 12 Cn, puesto que el art.
193 ord. 3º Cn. expresa claramente que corresponde al Fiscal General de la República
dirigir la investigación del delito, y que bajo su dirección funcionará un organismo de
investigación en los términos que define la ley; que la División Antinarcóticos en ningún
momento se apegó a la Constitución, ni a lo que ordena el art. 19 de la Ley Orgánica de la
PNC y art. 2 del Reglamento relativo a la dirección funcional del Fiscal General de la
República en la PNC; sino que capturaron en base al art. 10 literal d) de la Ley Reguladora
de las actividades relativas a las drogas y en base a ese artículo efectuaron la detención
ilegal, haciendo una mala interpretación de dicho artículo pues en su parte final expresa
"...respetándose para ello los derechos que garantiza la Constitución y demás leyes" y en
este caso no respetaron los derechos constitucionales de su defendido, no informando al
Fiscal General el inicio de cualquier investigación dirigida a esclarecer un delito y
consultarse cualquier decisión que tenga relación con la privación de los derechos
fundamentales como la detención, allanamiento y decomiso. Agrega que además el Juez
mencionado decretó la detención provisional no fundamentándose en dicha interlocutoria
en cuanto a la necesidad de tenerlo detenido guardando prisión, pues su comparecencia al
acto del juicio puede ser garantizada con otro tipo de medidas cautelares, contraviniendo al
art. 13 Cn y los arts. 9.3 de Pacto Interamericano de Derechos Civiles y Políticos y 7.5 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, que son leyes de la República según el Art.
144 Cn. estableciendo que la detención preventiva no debe ser la regla general.
El Juez Ejecutor estableció que Guerra Escalante ya había sido puesto a la orden del
Juzgado Tercero de lo Penal de Santa Ana, y además manifiesta que efectivamente hay
violación al art. 193 ordinal 3º Cn, violando así el debido proceso, contraviniendo así el art.
8 C que nadie puede alegar ignorancia de la ley y "con mucha menor razón una autoridad
encargada de velar por el orden público". Agrega el Juez Ejecutor, que el imputado fue
puesto a la orden del Juez a las quince horas cuarenta minutos del 29 de febrero pasado,
excediéndose cinco minutos del término para la detención para inquirir, violando el art. 13
inc. 3º. Cn., no exponiendo además las razones de orden legal en cuanto a tenerlo
guardando prisión, contraviniendo el art. 13 inc. 1º Cn.
La Cámara estimó que las pruebas relacionadas en el auto de detención, son suficientes
para restringir la libertad del favorecido. En cuanto a la investigación realizada sin la
dirección funcional de la Fiscalía, la Cámara considera que es facultad constitucional tanto
de la Fiscalía como de la PNC la investigación del delito relativo a drogas, pues ésta
institución lo puede hacer por lo prescrito por el art. 12 Cn y art. 10 lit. "d" de la Ley
Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas; agregando que la División
Antinarcotráfico, cuando la Fiscalía no la dirige en la investigación de los hechos, es guiada
por la misma Policía conforme las facultades que la Constitución reconoce. Concluye sobre
este punto la Cámara, que la PNC esta facultada para restringir la libertad de una persona,
con la detención administrativa, plasmada en el art. 13 Cn. y 138 Pr. Pn. y 243 Pr. Pn., por
lo que el actuar de la División Antinarcotráfico bajo la dirección de la Policía Nacional
Civil ha sido constitucional.
Sostiene dicho tribunal: "Finalmente, las circunstancias del caso particular, entre ellas su
trascendencia social, la no radicación domiciliaria formal del mismo en el lugar del hecho,
el derecho de las víctimas a garantizarles su derecho de justicia, el de la Sociedad; el
derecho del Estado a la sanción directa del imputado y especialmente la gravedad de los
hechos acontecidos, ha de reconocerse que subsiste una presunción suficiente y razonable
acerca de que existiría peligro de fuga por parte del favorecido ESCALANTE GUERRA o
la posibilidad de obstaculización por parte de éste de un acto concreto de investigación si se
le otorgara su libertad y se garantizara ésta con otras medidas cautelares diferentes a la
detención provisional, lo que le restaría eficacia al proceso penal de manera que su
comparecencia no puede estar subordinada a otro tipo de garantías como las de carácter real
que no implique necesariamente privación de libertad, pues la restricción de la misma no es
inconstitucional y resulta propia de la legislación penal procesal ordinaria cuando se trata
de homicidios dolosos comunes, por la gravedad no sólo de éste sino de los hechos
investigados en su conjunto. Por ello, esta Cámara estima que no se han contravenido los
Arts. 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 7.5 de la Convención
Americana de Derechos Humanos y, por ende, del Art. 144 de la Constitución".
El Licenciado Recinos Lima interpone el recurso de revisión para ante esta Sala en vista de
lo resuelto por la Cámara que existe fundamento legal para la detención de Escalante
Guerra, repitiendo los mismos argumentos expuestos en su petición original.
El control de la constitucional mediante el Hábeas Corpus pretende, cuando se trata de
detenciones ordenadas por un funcionario judicial, establecer con claridad si este
funcionario basó su resolución con el respeto a los principios y normas de la Constitución
de la República.
Esta Sala, en sentencia del veintitrés de enero del presente año, dejó sentado que de
conformidad al art. 193 Nº 3 corresponde a la Fiscalía General de la República la
investigación del delito y de los hechos que deben someterse a la jurisdicción penal, y que
bajo la dirección de ella funcionará el organismo de investigación del delito. Toda
investigación realizada por la División Antinarcótico de la PNC sin esa dirección funcional
va contra el artículo constitucional dicho. El argumento de la Cámara que de acuerdo al
Art. 12 Cn. puede constitucionalmente realizar la investigación, cae frágilmente.
Textualmente dicho artículo expresa: "Toda persona a quien se impute un delito, se
presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley y en juicio
público, en el que le aseguren todas las garantías necesarias para su defensa. La persona
detenida debe ser informada de manera inmediata y comprensible, de sus derechos y de las
razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar. Se garantiza al detenido la
asistencia de defensor en las diligencias de los órganos auxiliares de la administración de
justicia y en los procesos judiciales, en los términos que la ley establezca. Las declaraciones
que se obtenga sin la voluntad de la persona carecen de valor, quien así las obtuviere y
empleare incurrirá en responsabilidad penal". Dicho artículo trata de la presunción de
inocencia, del juicio público, de garantías de la defensa, de los derechos de la persona
detenida, y que las declaraciones obtenidas sin la voluntad de la persona carecen de valor.
En ninguna parte de dicho artículo, aparece ni directa ni indirectamente esa facultad policial
de investigar que la Cámara dice. Careciendo la PNC de esa posibilidad de investigar en
base al art. 12 Cn, la sentencia de esta Sala ya mencionada, debe ser atendida. En cuanto a
que la Policía Nacional Civil puede restringir la libertad de una persona, este Tribunal no lo
niega, y ha emitido sentencia en ese sentido, pero en respeto al art. 193 Cn, Art. 19 Ley
Orgánica PNC y art. 2 del Reglamento relativo a la dirección funcional.
Ahora bien, la Cámara ha razonado porqué no se han contravenido al Pacto Internacional
de los Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos, tal
como se transcribió en párrafos anteriores demostrándose en ello que la detención no es
ilegal. Motivado claramente lo anterior, si bien la Policía Nacional Civil se desvió de la
normativa legal, ese vacío es cubierto en el ámbito judicial.
Por todo lo expuesto esta Sala RESUELVE: Permanezca en la detención en que se
encuentra ADOLFO AMILCAR ESCALANTE GUERRA. Certifíquese la presente y
remítase al Tribunal de origen junto con el proceso Penal.
HS02E96R.96
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