situación concreta - problemasconocimiento

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—SITUACIÓN CONCRETA—
[NOTAS FSG - 10/09/10]
(1) LOS TÉRMINOS: ‗SITUACIÓN‘- ‗CONCRETA‘
 ‗Situación‘: sitio; lugar; localización; acción de situarse; estar in situ; estado o
disposición con respecto al „lugar‟ que se ocupa; circunstancias o realidades que se
dan en un momento dado y que afectan algo o a alguien; situación social y/o
económica; posición socio-económica; emplazamiento; condición (dramática;
segura; crisis etc.); asentamiento; ocasión (DRAE).
 ‗Concreta‘: determinada; particular; específica (presente o no); sólido; compacto;
material; preciso; sin vaguedad; (número concreto: el que expresa la cantidad
determinada de algo); limitada dentro de ciertas posibilidades; real y no imaginaria
(DRAE).
 DEWEY, J., Logic: Theory of Inquiry, (LW 12: 48-65): ―Contexto total de objetos
y de eventos del entorno experimentados por un organismo psico-físico‖ |
‗Entorno‘: ritmo básico que sucede en toda experiencia. | ‗Experiencia‘: inmediata
y cualitativa o cualificada en que no sólo „se padece‟ sino „se hace‟. | ‗Experiencia
reflexiva‘: nexos entre „quehacer‟ y „padecer‟. | ‗Experiencia enriquecida‘:
nuevos y más profundos significados de la experiencia que tienden a generar un
equilibrio estético y religioso, en gran medida. (Dewey: LW: 10-20).
 J.-P. SARTRE: Cuestiones de método, (1963: 48): ―Lo concreto no es una
representación caótica del conjunto‖ Situarse es situarse en el contexto de las
relaciones sociales de producción y sus conflictos en la historia de una sociedad
particular (Ibid., 38-9). Supone captar la especificidad del acontecimiento histórico
y, mediante un método regresivo y progresivo permanente, aprehender el papel del
individuo en la sociedad y en la comprensión de lo social (Ibid.). “La realidad
individual humana mundana concreta como fundamento de la existencia; supone un
„embarcarse‟ y „comprometerse‟, de acuerdo con Pascal. No se puede vivir en la
absoluta abstracción conceptual. Con todo, la situación es también una experiencia
de compromiso en medio del desamparo, la angustia, la indecisión, la
indeterminación; es experiencia de la necesaria contingencia, de la existencia
concreta y dramática que conlleva una „dureza optimista‟ de elegir y no sólo de
aceptar, de ser y de proyectarse en lo que queremos ser, de manera concreta. La
situación no es límite, ni determinación total, sino condición de la libertad. El
mundo siempre está en una situación determinada y hay que asumir compromisos
con ella; no pasar de „agache‟. El compromiso consiste en que cada individuo se
1
elija a sí mismo, ya que „estamos condenados a ser libres‟ y „no somos libres de
dejar de ser libres‟. Es „ser libres aún frente al torturador‟. La libertad consiste en
enfrentarse a la situación, al entorno, al pasado, al prójimo. Es tener conciencia del
arraigo y cuestionarse su ser histórico. Estar comprometidos no sólo es estar
inmersos en la situación, sino tomar conciencia de la misma y comprometerse con
ella como resultado de una elección. Así, los intelectuales han de comprometerse
con las masas, investigarlas, conocerlas, orientarlas, mediante la escritura y la vida.
El compromiso se articula mediante el examen de las posibilidades en la situación y
articulando un proyecto propio, no por voluntarismo ni decisionismo (J.-P. Sartre:
El existencialismo es un humanismo).
(2) Situación concreta: ¿Punto de partida y de llegada?
(a) “El conocer no principia cotidianamente con el conocimiento del conocimiento
sino que emana del cotidiano „trato responsable o preocupado‟ (besorgender
Umgang) con el mundo”. “La filosofía debe hacer despertar el acontecer
fundamental del „ser ahí‟ humano (no brinda seguridad, ni es garantía de ella).
Es preciso una búsqueda de orientación, de dirección y de sentido de la
existencia; decidirse, pro-yectarse, re-nacer [Safranski, R., “Filosofar no es más que
saber principiar. Heidegger como principiante” en Revista de Filosofía 92, (May./Agst., UIA,
Mex.D.F.): 174-193].
(b) Heidegger, M., Ontología. Hermenéutica de la facticidad (1923):
“En estas lecciones, Heidegger hace de la cuestión ontológica del sentido del
ser la pregunta central de su filosofar. El título Ontología denota claramente la
orientación del proyecto que justifica en la Introducción: “un preguntar y
determinar dirigido hacia el ser en cuanto tal; qué ser y de qué modo, eso queda
totalmente indeterminado [18]. “Ontología” es aquí una indicación formal vacía
(formal Anzeige); un concepto que no tiene un contenido material. Su modo de
remitir a algo no está determinado por un conjunto de rasgos ónticos de la cosa
que designa. No es un concepto susceptible de ser llenado por la presencia del
objeto mentado, mediante una intuición “impletiva” (que complete el sentido de
la intención significativa), según la terminología de Husserl. Pero, tampoco
significa vaciedad completa, sino una exigencia de desempeño. Tenemos que
recorrer un camino para que la indicación formal se llene de sentido y se haga
ella misma inteligible en sus propios desempeños. La indicación formal reclama
un ejercicio del concepto como condición del proceso hermenéutico de
interpretación o de explicitación del contenido posible. De ninguna manera se
trata de un método que el filósofo simplemente adopta en forma libre o
selecciona de los estantes del supermercado intelectual. La vida fáctica impone
2
este procedimiento desde sí misma, y no mediante un artificio metódico, como
la epojé de Husserl. Por eso Heidegger reemplazará la epojé por una disposición
afectiva: la angustia, que rompe con toda objetivación (De La Maza, 2005).
El despliegue metódico de la Ontología es, para Heidegger, en primera
instancia, una "hermenéutica de la facticidad". „Hermenéutica‟, porque plantea
cuestiones que sólo surgen de habérselas con las cosas que sólo existen aquí si
se tiene ojos, si se está despierto; „de la‟ facticidad (en un genitivo subjetivo y
no tanto objetivo), porque la vida fáctica procura comprenderse a sí misma de
un modo pre-teórico, como una cierta forma de ser en una peculiar relación con
todas las otras cosas que son; porque al ocuparse de sí misma está presente esa
comprensión de su propio ser. En esta forma, define su tarea como
"interpretación que la facticidad hace de sí misma", siendo „la facticidad‟ el
nombre asignado al carácter de “nuestro” existir “propio” [25]; un modo de ser
y un cómo del ser; indicación de la vía posible del estar despierto [26].
„Hermenéutica‟, como un “modo unitario de abordar, plantear, acceder,
cuestionar y explicar la facticidad” [27]. La exigencia del movimiento de auto
comprensión del existir viene determinada por el hecho de que la vida fáctica se
da de un modo distorsionado, siempre encubriéndose a sí misma. Este
encubrimiento es tan originario como la noticia que la vida originaria tiene de sí
misma, pero no es un encubrimiento absoluto sino una especie de desfiguración.
El problema de la hermenéutica consiste en descubrir una interpretación que
disuelva este encubrimiento originario, haciendo ver cómo la ontología
tradicional habría perdido de vista el suelo originario de la existencia propia y
ocasional.
La hermenéutica de la facticidad parte de un preguntarse por la situación a
partir de la cual comprender el ser de la vida fáctica. Heidegger piensa que no se
puede adoptar alguna actitud, ni siquiera la pura reflexión teórica, sin que ello
implique un determinado modo de situarse al que corresponde un modo
correlativo de aparecer. No existe la pura auto-transparencia de la mirada
teórica, un puro reflejo neutro de lo que es. La situación hermenéutica se define
por un lugar desde donde se mira, una dirección hacia la que se mira y un
horizonte hasta donde llega la mirada y dentro del que se mueve lo que ella
aspira a ver1.
La facticidad se cumple en el “aquí” ocasional y su determinación es “la
actualidad”, el existir histórico; su presente, la cotidianidad; el estar con los
1
Vollzug es una expresión que indica de modo general la acción de vivir o el cómo se realiza la vida, sin
reducirla a los actos noéticos, aunque tampoco excluyéndolos. El Vollzugssinn tiene una primacía sobre los
demás en la medida que determina de qué modo concreto se realiza la referencia al objeto y cómo este se hace
presente. Los objetos no tienen un sentido independiente del modo como nos relacionamos o nos
comportamos hacia ellos.
3
otros; “nuestro tiempo”. La hermenéutica no es un informe mundano acerca de
lo que “pasa”, sino un hacer visible el carácter de ser de la actualidad.
Heidegger advierte que, la facticidad, como “nuestro” existir “propio” en el
“aquí” de cada ocasión, no encierra la determinación de “propio” en la idea de
un hombre, de un “yo”, de una persona o de un centro de actos, de un sí mismo
tácitos o explícitos [49]. En cambio, insiste en la “publicidad” del existir
presente en un modo determinado de hablar de sí mismo técnicamente llamado
„hablilla‟, en el que el existir se pre-comprende; pero, se pre-comprende sin ser
de nadie. La publicidad es el modo de ser del “uno” anónimo y fatal. Y,
publicidad que se constituye en „lo ya interpretado‟, en una máscara del existir
como actividad pura [49-53].
El “trabajo” hermenéutico exige dar un paso más con el fin de „aprehender‟,
„agarrar‟ o „captar‟ lo ya interpretado de la actualidad, de tal modo que
interpretándolo en retroceso, pueda llegar a tener entre manos el carácter de ser
de la facticidad y volverlo concepto existenciario, configurando así un primer
acceso ontológico a la facticidad. Para ello, Heidegger propone dos caminos de
interpretación, en los que de alguna manera habla el existir: (i) la conciencia
histórica en la actualidad y (ii) la filosofía en la actualidad. Por el primer camino
(i), la conciencia histórica llega a distinguir varias características fenoménicas
concretas: el tener a la vista mirando; el seguir las huellas contemplando y
proporcionando condiciones concretas de ser; el averiguar en todo momento
guiados por el mirar a...; es, decir, demorándose en ello; comparando;
moviéndose por el ya aquí del ser que ha sido; cediendo a su atracción y
tracción de „tener que‟ demorarse en lo ya aquí del pasado. Por el segundo
camino (ii), la filosofía exhibe las “verdades puras” que se constituyen en
baluarte donde el existir se salva de un relativismo sin fondo; le ofrece al existir
el panorama de realidad que le corresponde, lo orienta y solidifica en la
posibilidad objetiva de una concordancia más objetiva ajustada al proceso de
vivir, en proximidad a la vida que alcance la absoluta “inexistencia de
necesidades” (Hegel), la inalterabilidad del ser siempre así.
Conciencia histórica y filosofía dan cuenta de la peculiar movilidad del
existir. Su fenómeno fundamental es la curiosidad para que el existir se tenga a
sí mismo aquí. Su preocupación es el tener el existir a sí mismo ahí,
objetivamente, en lo ya interpretado que se demuestra ahora en categorías, como
existenciarios y entendiéndolos como tales. Ambas tienen que dar cuenta de sí
mismas para saber si dan cuenta de las posibilidades del existir o se han
convertido ellas mismas en sus contra-posibilidades.” [Sierra, G., F., “Heidegger y el
método”, en: Heidegger, El testimonio del Pensar. (F. Cardona, editor), Bogotá: Editorial PUJ,
2007: 353-368.]
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(c) Para Lonergan: “La noción de responsabilidad colectiva no está exenta de
dificultad. Se puede afirmar que así como los seres humanos son responsables
individualmente por la vida que llevan, asimismo lo deben ser colectivamente
por la situación resultante. Pero, este argumento es muy precipitado como para
ser convincente. No cabe duda que en la situación resultante hay elementos
particulares que se identifican con las acciones o las consecuencias por las que
los individuos son responsables. Por lo general, la situación resultante en su
conjunto ni ha sido prevista ni deseada; o, si aconteciese de ese modo, aún
así, tal previsión e intención no va a ser efectuada por la mayoría sino por
unas pocas personas y, más por esquemas y maquinaciones secretas que
mediante un acuerdo público.” [Bernard J.F. Lonergan, “Derecho natural y mentalidad
histórica” (Trad. de Francisco Sierra G. (22.09.04), del inglés, en: A Third Collection. Papers by
B.J.F. Lonergan. (F.E. Crowe, editor). N.York: Paulist Press / London: G. Chapman. 1985, pp.
169-183).
(3) ¿Existe un punto cero? Santiago Castro, en La Hybris del punto cero. Ciencia,
raza e ilustración en la Nueva Granada (1710-1816), Bogotá: Instituto Pensar,
2004, argumenta cómo la modernidad desde la que hemos sido pensados o, con la
que nos hemos pensado a nosotros mismos, está radicalmente impregnada de
colonialismo, especialmente, de colonialismo capitalista que viene explotando a más
de tres mil millones de pobres. Colonialismo que considera que la Ilustración se
hace desde un „punto cero‟ del conocimiento, neutral, inocente, inocuo. Con Edward
Said, Teoría Post-colonial. Imaginarios colonizados, Castro desarrolla su obra
sobre la realidad de la expansión colonial en nuestras latitudes, en torno a tres ideas
centrales: (a) La limpieza de la sangre, como constitutiva del habitus, y que se
adelantó como un „blanqueo‟ que privilegiaba el capital de las élites criollas
coloniales en contra de indígenas, del indio, excluidos de colegios, del
reconocimiento de sus capacidades intelectuales y científicas. Los criollos ilustrados
se posicionaron sobre los grupos subalternos. (b) Bio-política y gubernamentalidad:
a partir del despotismo ilustrado de Carlos III y la reacción de los criollos con su
programa de „limpieza de la sangre‟. La imposibilidad de gobernar allende los
mares y de expandir aun más el poder y las propiedades de la Corona, encuentra en
la élite criolla sus aliados. (c) La colonialidad del poder, como estrategia cognitiva
para eliminar posibilidades de un conocimiento autónomo y propio de nuestros
lugares, y como colonialismo cultural de las ciencias naturales y sociales
incipientes, para imponernos la lectura de la prioridad y superioridad de Occidente,
La Civilización y La Modernidad, sobre lo no-occidental, la barbarie y la tradición.
Es más, ello sigue ocultando aún hoy. También, Castro se refiere a las grandes obras
y sucesos del S. 18 que configuraron aún más esta superioridad: El espíritu de las
leyes, de Montesquieu, 1748; La Enciclopedia, Diderot - D‟Alembert, 1751; La
5
riqueza de las naciones, de A. Smith (1776); la independencia de los EE UU; La
declaración de los DD del Hombre, 1789; La Filosofía Botánica, de Linneo, (1751);
El sistema lógico de la nomenclatura química, de Lavoisier, 1758); la revolución
industrial con la hilandera mecánica de Hagreoves, la máquina de vapor de Watt en
1768; el telar mecánico de Cartwright, en 1785. La filosofía también supuso partir
de un „punto cero‟ con Descartes, Hume, Smith; consideran la Hybris como un
pecado, el pecado de los griegos en querer ser como los dioses y ver el mundo
neutralmente desde arriba. Todo ello contribuyó a elaborar una serie de discursos
ilustrados coloniales sobre nuestra incapacidad e inferioridad, sobre nuestra nohumanidad. Desde la neutralidad científica se configuraron nuestros mapas de vida,
nuestros espacios y tiempos.
(4) Crítica de la razón indolente. Contra el desperdicio de la experiencia (2003), es
una de las obras más relevantes del portugués, Boaventura de Sousa Santos. Según
él, la modernidad se construye sobre los pilares de la regulación y la emancipación.
La regulación se rige por el principio del Estado, del Mercado y el de la
Comunidad; La Emancipación, por la racionalidad estético-expresiva, la cognitivainstrumental y la moral-práctica.
La Modernidad entra en crisis por confiarse exageradamente al Mercado y al
estado. Hoy es preciso construir un nuevo paradigma y, propone hacerlo
reivindicando el principio de comunidad, junto con una emancipación estéticoexpresiva y moral-práctica, ya que la cognitivo-instrumental se halla al servicio del
estado y del Mercado.
Propone la urgencia de romper con La Epistemología (la episteme) de una
razón indolente, única, europea, descarnada, pura, deductiva, matemática, empírica,
visible, para dar paso a una epistemología de una neo-comunidad interpretativa, con
una retórica emancipatoria. Una epistemología emergente de la ceguera, de lo
invisible, que haga emerger las ausencias, las exclusiones; que dé cuenta de la
diversidad del mundo y pueda enfrentar la normatización del saber y de sus
instituciones educativas en todos los niveles. Una neo-comunidad con una
recuperación y reinvención de su sentido común, entendido como sentir y
aprehender las nociones comunes (Aristóteles), para ser realmente comunidades
políticas. Se trata de hacer emerger “un conocimiento prudente para una vida
decente”; un conocimiento solidario, socialmente responsable. Las diversidades
epistemológicas resultantes de la neo-comunidad interpretativa, no desperdiciarán la
experiencia, ni la cotidianidad, ni los procesos del sentido común; antes bien, reencantarán dichas prácticas. Éstas pondrán a la luz nuevas gramáticas temporales
para contrarrestar los imperialismos ejercidos desde las mismas ciencias sociales. Es
preciso pensar post-contractualista y post-colonialistamente la sociedad, sus saberes
y la necesidad de su democratización. Propone, también, una Epistemología del sur
(2009), hecha desde el anti-imperialismo, desde el dolor de pueblos excluidos y
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sometidos, desde prácticas de conocimiento que intensifiquen la voluntad de
transformación social. Se trata de “Reinventar la emancipación” rompiendo el
monopolio del cientificismo, la concepción lineal del tiempo, la construcción de
igualdades y diferencias en la igualdad, reconocer al otro como otro-capaz,
revalorar las prácticas populares locales en general, y en particular, las económicas
de producción, distribución y consumo alternativos y populares. Se trata de
reivindicar el papel y el poder inherente a la traducción que posibilite realmente el
diálogo y la recíproca comprensión y reconocimiento. Sousa considera que el
pensamiento post-moderno, ni la Teoría crítica de la Sociedad sean realmente
alternativas a las complejas contradicciones de la modernidad.
(5) Los procesos espontáneos y auto-correctivos de aprendizaje del sentido común:
Cooperación – Comunicación – Toma de decisiones (Cfr. Insight, cpt. VI. El sentido
común y su sujeto; Cpt. VI: El sentido común como objeto). Implicaciones epistémicas
de la espontaneidad intersubjetiva y las dialécticas integrales de la historia: la dialéctica
del sujeto dramático, la del egoísmo individual, grupal; la dialéctica social que pone en
conflicto la intersubjetividad con el desarrollo de la inteligencia práctica propia de la
técnica, la economía y la política; la dialéctica cultural, que se debate en la polaridad
antrópica y la cósmica. Se retoman las implicaciones epistémicas de la comunidad
científica, la sociología del conocimiento, las prioridades culturales e, incluso, los
intereses del conocimiento (Habermas) expurgados de sus implicaciones idealistas y
más cercanos a los procesos espontáneos y auto-correctivos de aprendizaje,
denominados por él como: Trabajo, Lenguaje y Poder.
(6) La vida cotidiana. (Cfr.: BEGOUT, BRUCE, 2005, La découverte du quotidienne. Paris :
Allia. Y, DE CERTEAU, MICHEL, 2000, La invención de lo cotidiano. (Vol.1: Artes del
hacer; Vol. 2: Habitar, cocinar), México UIA.
(7) La revaluación del prejuicio, la autoridad de la tradición y la historia efectiva. Cfr.
Gadamer, H.-G., Verdad y Método (1960). Todo saber presupone uno previo (Cfr.
Aristóteles, Segundos analíticos; K. Popper, Lógica de la investigación científica;
Sociología de la ciencia: Kuhn, Bloor, Barnes, Searle)
* SESGOS: la noción de situación concreta no está exenta de sesgos o de desviaciones
graves. Uno de ellos es el llamado „situacionismo‟: consiste en absolutización de la
situación; acentúa sus condicionamientos como determinismos. La situación siempre se
concentra y encierra en sí misma („ombliguismo‟, endogenia, endogamia), en que sólo ella
cuenta; lo endógeno y lo inmediatamente dado y vivido allí, es la verdadera y única
realidad. El „situacionismo‟ sostiene la necesidad de atenerse a los datos „puros‟ sensibles e
inmediatos; se compaña de la Realpolitik que sacrifica en el altar del inmediatismo
practicista, en el eficientismo inmediatista y rentabilista toda reflexión posible, toda otra
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esfera de conocimiento y acción, y anhela siempre un nuevo dictador (o lo reelige) que, a
cualquier precio, imponga un orden. En esta forma, los sesgos del situacionismo
imposibilitan la abstracción, la generalización, la analogía, el poder trascender de manera
libre, autónoma, dialéctica y radicalmente crítica, la situación concreta inmediata o, incluso,
el huir de ella; el poder desenmascararla a la luz de las artes, el humor, la ironía, la
filosofía, la teoría, o a la luz de otras situaciones anteriores o presentes o posibles en el
futuro.
El „situacionismo‟ también fue un movimiento político y artístico inspirado por la
Internacional Situacionista (1957-1972); no obstante, el sustantivo situacionismo suele ser
rechazado por sus autores. Esta corriente, cuyo planteamiento central es la creación de
situaciones, emergió debido a una convergencia de planteamientos del marxismo y del
avant-garde como la Internacional Letrista y el Movimiento para una Bauhaus Imaginista
(MIBI). En 1968 el movimiento propuso el comunismo consejista como orden social ideal.
"Situación construida: Momento de la vida construido concreta y
deliberadamente para la organización colectiva de un ambiente unitario y de un
juego de acontecimientos.
Situacionista: Todo lo relacionado con la teoría o la actividad práctica de la
construcción de situaciones. El que se dedica a construir situaciones. Miembro
de la Internacional Situacionista.
Situacionismo: Vocablo carente de sentido, forjado abusivamente por derivación
de la raíz anterior. No hay situacionismo, lo que significaría una doctrina de
interpretación de los hechos existentes. La noción de situacionismo ha sido
concebida
evidentemente
por
los
antisituacionistas."
(Publicado en el número 1 de "Internationale Situationniste", 1 de junio de 1958).
La Internacional Situacionista (IS) era una organización de intelectuales revolucionarios,
entre cuyos principales objetivos estaba el de acabar con la sociedad de clases en tanto que
sistema opresivo y el de combatir el sistema ideológico contemporáneo de la civilización
occidental: la llamada dominación capitalista. La IS llegaba ideológicamente hablando a la
mezcla de diferentes movimientos revolucionarios aparecidos desde el siglo XIX hasta sus
días, notablemente del pensamiento marxista de Anton Pannekoek, de Rosa Luxemburg, de
Georg Lukács así como de corrientes como las de Comunismo de Consejo o "consejismo" y
las de izquierda comunista.
Comúnmente se considera a la IS una de las principales impulsoras ideológicas de los
acontecimientos sociales acaecidos en Francia en mayo de 1968. En 1972 la Internacional
Situacionista se autodisuelve, pasando algunos de sus miembros a fundar en 1974 la
llamada Antinacional Situacionista, de vida efímera.
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Para comprender el legado teórico de la internacional situacionista es necesario
familiarizarse con algunos conceptos de uso tanto en el arte como en la política
revolucionaria y en la vida diaria o en todo esto al mismo tiempo.
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El Detournement habla sobre la posibilidad artística y política de tomar algún objeto
creado por el capitalismo y el sistema político hegemónico y distorsionar su
significado y uso original para producir un efecto crítico.
La recuperación habla sobre la posibilidad siempre presente de que ideas y cosas
revolucionarias o radicales puedan ser incorporados a las lógicas dominantes por
medio de la comodificación o la mera exposición vaciada de contenido.
La deriva propone una reflexión a las formas de ver y experimentar la vida urbana
dentro de la propuesta más amplia de la psicogeografía. Así en vez de ser
prisioneros a una rutina diaria, se planteaba seguir las emociones y mirar a las
situaciones urbanas en una forma nueva radical.
En la psicogeografía se pretende entender los efectos y las formas del ambiente
geográfico en las emociones y el comportamiento de las personas.
La creación de situaciones alude a una situación construida como un momento de la
vida construido concreta y deliberadamente para la organización colectiva de un
ambiente unitario y de un juego de acontecimientos, es decir tanto la realidad como
los acontecimientos son fruto de una construcción previa minuciosamente preparada
por poderes fácticos y no legitimada por los medios de comunicación que juegan un
papel fundamental en la creación de acontecimientos.
¿Sesgos?: totalitarismo; sesgos grupales políticos y artísticos; sesgo histórico que impide
lecturas y apropiaciones de las diversas tradiciones; se considera dueño absoluto del
presente y del futuro; voluntarismo construccionista; sacrifica el poder amplio e inspirador
espiritual de las ideas a las concreciones de un partido, unos dirigentes, unas metas, unos
productos.
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