Anatomía humana I

Anatomía humana I
Aparato digestivo
Está formado por una serie de órganos cuya función es desmenuzar los alimentos para
que puedan ser absorbidos por el organismo. Este sistema libera la energía, las
vitaminas, los minerales y el agua de la fuente principal representada por la comida. Este
proceso ocurre en cinco fases bien definidas: la ingestión, la fragmentación, la digestión,
la absorción y la egestión. Empieza por la boca y varias horas después termina en el ano.
Entre ambos existe un tracto cubierto de unas células especiales que segregan
sustancias químicas para descomponer los alimentos en unidades cada vez más
pequeñas hasta que pueden ser absorbidas. Una combinación de movimientos
musculares voluntarios e involuntarios transporta los alimentos de una región a otra.
Cuando el alimento llega a la boca, las enzimas de la saliva empiezan a descomponer las
sustancias químicas que contienen los alimentos, ayudando a que éstos se ablanden para
que resulte más fácil tragarlo. Cuando el alimento está preparado para ser tragado, la
lengua empuja un trocito de comida triturada y ablandada, llamada bolo alimenticio hacia
la parte posterior de la garganta para que entre por la abertura del esófago, la segunda
parte del tubo digestivo.
La boca
La boca realiza muchas funciones como el habla, la sonrisa y la masticación de los
alimentos. En esta sección veremos lo referente a la ingesta de alimentos. ¿Sabes para
qué sirven los diferentes tipos de dientes que tenemos? ¿Sabes que la lengua solo
detecta 4 tipos de sabores diferentes?
Anatomía básica de la boca y de los dientes
El interior de la boca está cubierto de mucosas. Del mismo modo que la piel recubre
y protege el exterior del cuerpo, las mucosas recubren y protegen su interior. Las
mucosas producen moco, lo que las mantiene húmedas.
La parte superior de la boca, cubierta por una membrana, se conoce como paladar. La
parte delantera consiste en una porción ósea denominada paladar duro y la parte
posterior carnosa se conoce como paladar blando. El paladar duro separa la boca de la
nariz, que está ubicada justo encima. El paladar blando forma una especie de cortina
entre la boca y la garganta (o faringe) en la parte posterior de la boca. El paladar blando
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contiene la úvula, la parte carnosa que cuelga en el fondo de la boca. Las amígdalas
están ubicadas a ambos lado de la úvula y parecen pilares gemelos que sostienen la
abertura de la faringe.
Un haz de músculos se extiende desde la base de la boca para formar la lengua. La
superficie superior de la lengua está cubierta de diminutas protuberancias denominadas
papilas, que nos permiten captar los sabores. En la lengua, hay cuatro tipos de papilas
gustativas: las que pueden detectar los sabores dulces, salados, agrios y amargos.
Tres pares de glándulas salivales, ubicadas en las paredes y la base de la boca, segregan
saliva, que contiene una enzima digestiva denominada amilasa, encargada de iniciar la
descomposición de los hidratos de carbono incluso antes que los alimentos entren en el
estómago.
Los labios están cubiertos de piel por la parte exterior y de mucosas resbaladizas en el
interior de la boca. El principal músculo del labio, denominado orbicular, permite mover
libremente los labios. La coloración rojiza de los labios proviene de los vasos sanguíneos
subyacentes y por este motivo los labios sangran tan fácilmente cuando se lesionan. La
parte interna de los labios está conectada a las encías
Las funciones de la boca y los dientes
La boca y los dientes desempeñan un papel importante en la digestión de los alimentos.
Los alimentos se desgarran, trituran y humedecen en la boca. Cada tipo de diente cumple
una función diferente en el proceso de masticación. Los incisivos cortan los alimentos
cuando los muerden. Los caninos, más largos y afilados, los desgarran. Los premolares
los trituran y muelen. Los molares, con sus puntas y surcos, se encargan de la trituración
más enérgica. Mientras tanto, la lengua ayuda a empujar la comida contra los dientes.
Durante la masticación, las glándulas salivales segregan saliva, que humedece los
alimentos y ayuda a descomponerlos aún más. Aparte de contener enzimas digestivas, la
saliva facilita la masticación y la deglución (sobre todo de los alimentos secos).
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Cuando se han transformado los alimentos en una masa blanda y húmeda, ésta se
empuja hacia la faringe, ubicada a en la parte posterior de la boca, y se deglute. Cuando
tragamos, el paladar blando cierra el paso a los conductos nasales para impedir que la
comida entre en la nariz desde la garganta
Esófago
Es un tubo elástico que conduce la comida desde la parte posterior de la garganta hasta
el estómago. Tiene una longitud aproximada de 30 centímetros de largo y se extiende
desde la sexta o séptima vértebra cervical hasta la undécima vértebra torácica. Está
situado en el interior del cuello y del tórax. En la parte posterior se encuentra la tráquea,
que permite que el aire entre y salga de tu cuerpo.
Cuando tragamos una bolita de comida triturada y ablandada o algún líquido, una
lengüeta de un tejido especial llamada epiglotis cierra la abertura de la tráquea para
garantizar que la comida entre en el esófago en vez de en la tráquea. Una vez que la
comida entra por esófago los músculos de sus paredes se mueven describiendo un
movimiento ondulatorio para ir aplastando el alimento al tiempo que lo hacen descender al
estómago, esto dura aproximadamente 2 o 3 segundos.
Estómago
Se halla situado en la parte media del cuerpo. Tiene forma de bolsa con dos aberturas
una en cada extremo, la superior se llama cardias, comunica con el esófago y siempre
está abierta, la inferior recibe la denominación de píloro y cuando se abre permite el paso
del alimento hacia el intestino delgado. El estómago desempeña tres funciones:
almacenar la comida que ingerimos, descomponer los alimentos en una mezcla líquida y
vaciar lentamente ese líquido al intestino delgado.
En el estómago los alimentos que proceden del esófago, son batidos, mezclados y
triturados en fragmentos cada vez más pequeño, esto lo hace con la ayuda de los fuertes
músculos que tiene en sus paredes y los jugos gástricos que ésta segregan.
Intestino delgado
Es una estructura de forma tubular. Se trata de un órgano muy largo, se encuentra debajo
del estómago, cerca del píloro, desempeñan la importante función de descomponer la
mezcla de alimentos para que nuestro cuerpo pueda absorber todos los nutrientes que
contienen como las proteínas, vitaminas, minerales, hidratos de carbono y grasa.
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El páncreas, el hígado y la vesícula biliar envían distintos jugos a la primera porción del
intestino delgado, estos jugos ayudan a digerir los alimentos y permiten que el cuerpo
absorba los nutrientes que contienen. El páncreas fabrica unos jugos que ayudan al
organismo a digerir las grasas y las proteínas. Un jugo que segrega el hígado, llamada
bilis, ayuda a que se absorban las grasas en el torrente sanguíneo y la vesícula biliar es
como un almacén de bilis donde se almacena este jugo para cuando el cuerpo lo
necesite.
Los alimentos que ingerimos pueden permanecer hasta cuatro horas en el intestino
delgado, hasta que se convierten en una mezcla líquida y acuosa. Por ejemplo los
nutrientes procedentes de la pizza, la naranja y la leche podrán pasar del intestino a la
sangre. Una vez en la sangre tu cuerpo estará mucho más cerca de aprovechar los
hidratos de carbono complejos contenidos en la masa de la pizza, la vitamina c de la
naranja y el calcio de la leche.
El intestino delgado está formado por tres partes: duodeno, yeyuno e ileon. El duodeno
constituye los primeros veinte a veinticinco centímetros del intestino delgado, y se
prolonga desde el píloro hasta la flexura duodenoyeyunal o ángulo de treitz. Tiene forma
curvada para poder albergar en el interior la cabeza del páncreas. En la cara interior del
duodeno, y en su porción vertical se observa la presencia de una pequeña forma llamada
papila de Váter. En ella desembocan conjuntamente el colédoco y el conducto
pancreático, el colédoco vierte en este punto la bilis. El yeyuno y el ileon tienen una
longitud de unos 6 metros y una estructura parecida formada por las mismas capas del
resto del tubo digestivo: mucosa muscular y cerosa.
Hígado
El hígado, es la más voluminosa de las vísceras y una de las más importantes por su
actividad metabólica. Es un órgano glandular al que se adjudica funciones muy
importantes, tales como la síntesis de proteínas plasmáticas, filtrar las sustancias nocivas
o productos de desecho, almacena vitaminas y glucógeno, además de segrega la bilis,
ayuda a determinar qué cantidad de nutrientes se distribuirá al resto del cuerpo, y que
cantidad se quedará almacenada a modo de reserva. También es el responsable de
eliminar de la sangre las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo,
convirtiéndolas en inocuas; está presente en el ser humano, y se le puede hallar en
vertebrados y algunas otras especies inferiores.
El hígado tiene forma de huevo alargado con coloración rojo pardo. En los adultos mide
aproximadamente 26 centímetros de largo por 15 de ancho y 8 de espesor, llegando a
pesar hasta 2 kilos. Está dividido en cuatro lóbulos:
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lóbulo derecho, situado a la derecha del ligamento falciforme;
lóbulo izquierdo, extendido sobre el estómago y situado a la izquierda del
ligamento falciforme;
lóbulo cuadrado, visible solamente en la cara inferior del hígado;
lóbulo de Spiegel (lóbulo caudado), situado entre el borde posterior del hilio
hepático por delante, la vena cava por detrás.
Intestino grueso
El intestino grueso tiene un contorno entre siete y diez centímetros, es más grueso que el
intestino delgado, y es casi la última parada que hacen los alimentos en el tubo digestivo.
Al igual que el intestino delgado está replegado sobre sí mismo, si lo extendiéramos
completamente, mediría cerca de 1.5 metros de largo. El intestino grueso tiene un tubito
con un extremo cerrado que sobresale y que recibe el nombre de apéndice. Aunque el
apéndice forma parte del tubo digestivo, no parece desempeñar ninguna función, pero
puede dar problemas porque a veces se infecta y se tiene que extirpar mediante una
operación.
Tras unas 32 horas desde la ingesta, el alimento llega al intestino grueso donde ya no es
procesado en esta última etapa de la digestión. Una vez que se ha extraído la mayor parte
de los nutrientes de la mezcla líquida de los alimentos queda lo que se conoce como
productos de desecho, material que tu cuerpo no puede utilizar y que tiene que ser
expulsado al exterior. Antes de ser expulsado, los productos de desecho pasan por la
porción del intestino grueso llamado colon que es donde el cuerpo tiene la última
oportunidad de absorber el agua y algunos minerales vertiéndolos al torrente sanguíneo.
A medida que los productos de desecho van perdiendo agua, se van endureciendo
mientras avanzan por el intestino grueso hasta convertirse en un sólido (heces) hasta que
es expulsada a través del ano.
Recto
La función del recto es recibir los materiales de desecho que quedan después de todo el
proceso de la digestión de los alimentos, constituyendo las heces. El recto es la parte final
del intestino grueso y tiene una longitud de 15 cm, y de aquí las heces fecales salen del
cuerpo a través del ano. Se halla unido al ano que es la zona de expulsión al exterior de
los residuos de la alimentación se divide en dos partes:
a) ampolla rectal: es la zona superior de diámetro considerable.
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b) zona esfintereana: que es el tramo inferior. Su calibre es menor porque aquí se hallan
presentes los músculos esfintereanos.
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