Historia de la democracia: lo viejo y lo nuevo. Hoy en día casi todos dicen ser demócratas. Hasta regímenes políticos de todo tipo afirman ser demócratas. La democracia confiere un aura de legitimidad a la vida política moderna: leyes, reglar y medidas políticas parecen justificadas si son demócratas. El componente de la libertad en la democracia liberal no puede ser tratado como una unidad simple. Por que no existe una única forma institucional de la democracia liberal. Las democracias contemporáneas se han cristalizado en múltiples tipos diferentes, que transforman cualquier referencia a la posición liberal en una conexión vaga. Modelos de democracia. Dentro de la teoría democrática hay un profundo conflicto entre quienes consideran que la democracia debe referirse a cierto tipo de poder popular. Esta problemática da origen a tres variantes básicas o modelos de democracia. Primero se encuentra la democracia directa o participativa, la cual es un sistema de elaboración de decisiones referido a los asuntos públicos en que los ciudadanos se encuentran ligeramente relacionados. En segundo lugar se distingue la democracia representativa o liberal, sistema de gobierno basado en funcionarios electos que se comprometen a representar los intereses o las perspectivas de los ciudadanos dentro de territorios delimitados y a la vez garantizar el impacto de la ley. Y en tercero, existe la democracia fundada en un modelo unipartidista. El ciudadano activo y el gobierno republicano. Hay que señala que la democracia ateniense fue por mucho tiempo considerada una fuente de inspiración fundamental del pensamiento político occidental moderno. La ciudad-Estado ateniense compartía varios rasgos con la Roma republicana. Eran culturas orales y sociales donde predominaban las relaciones cara a cara; ambas tenían elementos de participación popular a la cuestión de gobierno y ninguna de ellas contaba con más que un escaso control burocrático centralizado. Por otro lado el significado de ciudadanía activa de una republica, llego a ser una de las preocupaciones fundamentales. Los pensadores políticos de este periodo fueron críticos de la formulación ateniense de esta noción; bajo la influencia de Aristóteles, el cual fue uno de los principales críticos de la democracia griega, y de la dilatada experiencia de la Roma republicana. Una constitución que refleja y equilibra los intereses de todas las facciones políticas relevantes era una de las más caras aspiraciones. En este sentido, Maquiavelo sostenía que todas las formas constitucionales simples eran inestables. El mejor ejemplo de esta clase de gobierno era, afamaba Maquiavelo. Roma su gobierno mixto: estaba directamente vinculado con los logros que la caracterizaron. Un ciudadano era alguien que participa en la tarea de emitir juicios y asumir responsabilidades. Ciudadanía significa participación de los asuntos públicos. Esta definición es significativa por que sugiere que a los teóricos de esta tradición les resultaría difícil encontrar ciudadanos en las democracias modernas. Democracia representativa liberal. Los estados deben detentar el monopolio del poder coercitivo para garantizar un cimiento seguro sobre el cual se puede progresar la vida familiar, la religión, el comercio y el negocio. Por otro lado después de garantizar al estado su capacidad coercitiva y regulatoria, los teóricos políticos liberal advirtieron que habían aceptado una fuerza que podría privar a los ciudadanos de sus libertades políticas y sociales y que efectivamente lo haría. Se analiza el alcance de las primeras formulaciones de los conceptos de soberanía política y estado moderno. Sin embargo la importancia de estas concepciones en el desarrollo del discurso en el estado moderno, debió pasar un tiempo para que un nuevo modelo de democracia fuera acabadamente articulado por quienes en adelante serían reconocidos como demócratas liberales. Para estos, la democracia representativa constituía la innovación institucional clave para resolver el problema de equilibrar el poder coercitivo y la libertad. La preocupación liberal por la razón, el gobierno legal y la libertad de elección solo podía ser atendida de forma adecuada si se reconocía la igualdad políticos de todos los individuos adultos. El marxismo y la democracia de partido único. La lucha del liberalismo contra la tiranía, y la lucha de los demócratas liberales a favor de la igualdad política, representaron un formidable avance en la historia de la emancipación humana. Los grandes liberales de la libertad, la igualdad y la justicia no se pueden realizar simplemente a través de la lucha libre. La critica marxista, la economía capitalista, en virtud de su dinámica interna, inevitablemente genera desigualdades sistemáticas e impone restricciones masivas a la libertad real. En las sociedades de clase el estado no puede ser el vehiculo para concretar el bien común o el interés publico. El mismo marx presagio el reemplazo del estado democrático liberal para una estructura de comunas: las comunidades más pequeñas, que habían de administrar sus propios asuntos, elegirían delegados para que las representaran en unidades administrativas aun mayores; estas a su vez elegirían candidatos para administrar áreas más extensas. A este esquema séle es conocido como la estructura piramidal de la democracia delegativa. La democracia, el estado y la sociedad. El modelo participativo clásico no se puede adaptar fácilmente a diferentes situaciones situaciones a lo argo del tiempo y el espacio. Su emergencia en el contexto de las ciudades-Estado, y en condiciones de exclusividad social, fue un factor esencial de su éxitos desarrollo. En las sociedades industriales complejas, caracterizadas por un alto grado de diferencia social, económica y política, resulta muy difícil imaginar de que manera una democracia de este tipo podía ser exitosamente adoptada en grandes escalas sin una drástica modificación. En consecuencia, si se puede ofrecer una concepción justificable de la democracia, no basta con indagar los principios y procedimientos adecuados de la democracia y del estado liberal, por mas importantes que puedan ser. Democracia, globalización y gobierno internacional. La simetría y la congruencia a menudo se dan por descontadas en dos instancias cruciales: primero entre los ciudadanos votantes y los gobernantes, a quienes aquellos puedan obligar a rendir cuentas; y en segundo el pueblo de un territorio delimitado. Incluso los críticos contemporáneos de las democracias modernas tienden a compartir este supuesto; siguiendo la historia de la democracia tal como siempre se relata, han concebido el problema de la accountability política como un problema nacional. Pero el problema que se presenta tanto a los defensores de la democracia moderna como a sus críticos es que la interconexión regional y global desafía las formas nacionales tradicionales en que se resolvía las cuestiones claves de la teoría y la practica democrática. Por otra parte la globalización puede ser considerada acción a distancia. La particular forma de acción a distancia que aquí nos interesa es producto de la expansión y profundización a un ritmo creciente, de las relaciones a través de los estados-nación. La globalización, implica al menos dos fenómenos distintos. Primero sugiere que muchas de las cadenas de actividad política, económica y social están adquiriendo dimensiones globales. Y en segundo lugar sugiere que ha operado una considerable intensificación de los niveles de interacción los niveles de interacción e interconexión dentro y entre los estados y las sociedades. Los limites de la teoría política democrática y la teoría de las relaciones internacionales. Ideas como soberanía, libertad y democracia representativa, y la materialización de estas nociones en instituciones, leyes y procedimientos, todavía acarrean las marcas de su formulación original mediante la época de conformación del estado-nación. En consecuencia si se pretende entender la naturaleza y los límites del sistema político moderno es importante tener en cuenta este contexto histórico. La segunda parte se ocupa de estas mutaciones y la tercera y la cuarta parte extraen sus implicaciones para la teoría y la practica política contemporánea. Los recursos conceptuales para este ejercicio todavía no se encuentran con facilidad ni en la tradición de la teoría política democrática ni en la teoría de las relaciones internacionales. Los primeros teóricos de sociedad internacional procuraron entender al estado en el contexto de la sociedad de estados. Exploraron las condiciones y los requisitos de la coexistencia y cooperación entre estados, prestando atención a la naturaleza y al alcance las relaciones gobernadas por el derecho. Gran parte de este siglo el estudio de las relaciones internacionales estuvo dominado por la tradición realista. Generalmente se considera estatista a esta tradición por que se ocupa casi exclusiva de de cómo el sistema interestatal condiciona el comportamiento de los estados individuales. Los objetivos antes planteados son reconocidos como ambiciosos, pero dedicando atención a los cuatro, se puede arrojar cierta luz sobre los procesos formativos fundamental mente del estado moderno y sobre las controversias actuales referidas a su futuro. No obstante, se requiere retroceder uno pasos en el tiempo antes de entender los problemas políticos contemporáneos.