MATADERO MUNICIPAL El Matadero municipal es obra del arquitecto Ricardo Magdalena Tabuenca, nacido en Zaragoza, el día 3 de febrero del año 1849. Cursa la carrera de Arquitectura en Madrid. A partir de 1874 ingresa en la oficina de Arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza, convirtiéndose el 26 de enero de 1877 en arquitecto municipal, cargo que detentaré hasta su muerte, acaecida en Zaragoza, el día 28 de marzo de 1.910. De gustos historicistas, a partir de finales del siglo XIX prefiere el nuevo estilo modernista, ya extendido por Europa y arraigado en España. De entre sus muchas obras en nuestra ciudad destacan, la Facultad de Medicina y Ciencias en la plaza de Paraíso, el Museo Provincial de Bellas Artes en la plaza de Los Sitios y el Matadero Municipal en la calle Miguel Servet, 57. En este último, empezaron las obras en 1880 y su ubicación se consideró idónea, ya que estaba cerca de la ciudad, pero a la vez aislada por las fronteras naturales que suponían los ríos,7 Ebro y Huerva, que a la vez facilitaban los desagües. A su alrededor se formaron los primeros núcleos de población. En sus inicios se presenta como una forma aislada que configurará parte del contexto urbano en una idea de futuro. La mayor dificultad del proyecto del Matadero era el problema de las complejísimas circulaciones del conjunto, así como el dimensionamiento de los inmensos sectores del trabajo y los espacios de intercambio funcional. Su inauguración, en 1885, coincidió con la II Exposición Aragonesa de Productos de la Agricultura, de la Industria y de las Artes, organizada por la Sociedad Económica de los Amigos del País. Zaragoza contaba con 85.000 habitantes y ha prestado servicio como matadero municipal hasta hace pocos años, cuando se sobrepasaba un censo de más de medio millón de zaragozanos. El Matadero, construido principalmente de ladrillo rojo y de estilo modernista funcional, mide 25.000 metros cuadrados y consta de tres grandes naves, donde se realizaba el sacrificio y el oreo de reses. Las tres naves comunican a un patio central situado a la entrada del edificio, donde se situaban los carros y recibían las carnes para la distribución de los productos a las diferentes expendedurías de la ciudad. Cada pabellón poseía en su extremidad de un lavadero para limpiar despojos de las reses sacrificadas. El patio de acceso es un espacio urbano porticado de gran belleza. En cada pabellón puede apreciarse un delicado sistema constructivo de los muros que configuran la enorme envolvente de un espacio interior basilical formado por esbeltísimos pilares de fundición que soportan la estructura de madera de las cubiertas. En el centro del patio está la fuente del Buen Pastor de Dionisio Lasuén, que fue colocada en el paseo de La Constitución y deteriorada, fue reinstalada en su lugar de origen, restituyéndose por el escultor Frank Norton la imagen del Buen Pastor. La fachada principal esta compuesta por cinco puertas de hierro, la central luce en la parte superior el escudo de Zaragoza y dos cabezas de carnero a los lados. Completaban el edificio varios corrales espaciosos, con abrevaderos, pabellones para salazón de cerdos, cuartos de oreo, gabinete micrográfico para reconocimientos, oficinas y dependencias de la administración y jardines con verja. Este edificio múltiple de 25.000 metros cuadrados, que atrajo a los primeros vecinos del barrio, se fue convirtiendo en el espacio que define la personalidad participativa de las vecinos de Las Fuentes. Tras caer en desuso durante años, esta inmensa superficie urbana fue en parte utilizada como taller de escultura de la Asociación Pablo Gargallo, ocupando la nave de la ternera y hoy alojados en parte de aquellos laboratorios del gabinete micrográfico que para reconocimientos utilizaban los veterinarios y donde se ubicaba la antigua dirección técnica. Hoy en día recibe el nombre de Centro Cultural Salvador Allende, aunque todo el mundo siga llamándole “el matadero” y se haya convertido en el centro neurálgico del barrio. La nave del cerdo, situada a la derecha fue totalmente rehabilitada por el arquitecto municipal Ricardo Usón. Desde febrero de 1.991 alberga la Biblioteca pública Ricardo Magdalena, que tan buena labor está realizando en los ámbitos territoriales próximos a ella. La difícil rehabilitación de este inmenso complejo hizo que llegase a la nave central, la del lanar, convirtiéndola en una exposición y taller de artesanía aragonesa. La nave de la izquierda, llamada de la ternera, actualmente está rehabilitándose, por jóvenes en formación a través de la Escuela Taller Ricardo Magdalena y en su parte izquierda, donde se ubicaba la CANTINA para empleados, abastecedores, conductores, etc., se alberga el Centro de Tiempo Libre Cantalobos, para niños entre 6 y 14 años, extendiéndose su patio de recreo por uno de los jardines con verja que existían. Al lado, se sitúa el Centro Municipal de Servicios Sociales, en el sitio donde había viviendas, oficinas y dependencias de la administración del antiguo matadero y que, para mí, supusieron durante dos años mi primer puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Zaragoza. Justo en frente, los Servicios de Educación, lugar muy entrañable en mi recuerdo. En ellos, vivían mis tíos Inés y Tomás, mis primas Pilar y Felisa, Timoteo, Cros el veterinario, Sierra el pesador con sus hijos, uno de ellos actor y galán de cine español, Manuel Sierra, disfrutando todos juntos del otro jardín con verja. Por la calle Monasterio de Samos se accede al Centro de Formación Profesional Salvador Allende, con sus talleres ocupacionales y la escuela de rehabilitación, ocupando la nave de sacrificio caballar, los corrales y abrevaderos de las terneras, los vestuarios de los matarifes y las cuadras estabuladas de los diversos abastecedores o asentadores del lanar. La policía local del barrio de Las Fuentes ocupaba el lugar que se destinaba a corrales para ganado bravo y reses de lidia que a través de un pasillo estrecho eran apuntilladas, pasando a la nave de la ternera para su preparación y distribución a las carnicerías. Entrando por Florentino Ballesteros está la escuela infantil La Piraña, sitio de las oficinas, talleres y garajes de la empresa concesionaria responsable de la conducción de carnes y la garita o fielato de control de acceso al Matadero en su parte trasera. Un poco avanza la calle referida, se entra en el Centro de la Tercera Edad en donde se encontraban los lavaderos para limpieza de despojos de lanares sacrificados; la Casa de Juventud, abierta en noviembre de 1.990 en los lugares dónde se sacrificaban aves convirtiéndose en el lugar de lo relacionado con el mundo avícola y, por supuesto, la Junta de Distrito y el Centro Cívico de Las Fuentes, ocupando el edificio que se destinaba para almacenamiento de pezuñas y otros desechos que servían para producir piensos y alimentos secos para el ganado. Al lado, se encontraban las cuadras de lanar que hoy día albergan las diferentes aulas del Centro Cívico, los vestuarios de las matarifes, el cuarto de calderas de la nave del cerdo donde trabajaba mi tío Tomas y la Herrería, lugar por mi muy frecuentado y que tantas veces vuelve a mi memoria. En ella trabajaba mi querido padre, junto con otros entrañables compañeros y amigos.