Relatoría del Foro Académico sobre Flexibilidad Curricular en la Educación Bibliotecológica (Resumen) Del 24 de septiembre al 01 de octubre de 2006, teniendo como base los documentos: La educación bibliotecológica en Ibero América en el 2006, Método de ensino e aprendizagem para o desenvolvimento humano integrado do profissional da informação, Currículo formal de bibliotecología en la Universidad Autónoma de Chiapas, Facultad de Humanidades Campus VI, La flexibilidad curricular y la homologación de planes de estudio, La formación del profesional de la información en la Escuela Interamericana de Bibliotecología, los participantes del Seminario Permanente de Educación Bibliotecológica discutieron en el Foro Académico el aspecto de la flexibilidad curricular partiendo de que una de las críticas más importantes que se ha hecho a los planes de estudio en bibliotecología ha sido la rigidez académica con se han diseñado. Esta estructura rígida es un obstáculo que vale la pena discutir, en virtud de los retos que implica la internacionalización de la educación y el fortalecimiento de la enseñanza de la profesión en cada uno de los países de la región iberoamericana. Se parte de que la flexibilidad curricular se refiere a la movilidad interna y externa de un currículo y por ende, del plan de estudios. Se da con la interdisciplinariedad, la integración, las competencias profesionales y los sistemas de créditos, entre otras cosas. De tal forma, la flexibilidad plantea una diversidad de opciones de educación en la que se pretende un nivel equitativo de competencias educativas. La flexibilidad es un elemento básico que coadyuva a la sociedad del conocimiento para romper las estructuras de tiempo y espacio en aras de adquirir un conocimiento transformando las relaciones sociales de aprendizaje a partir del redimensionamiento de las prácticas pedagógicas ya que no es necesario compartir un espacio físico para compartir un conocimiento ni de tener una relación sincrónica. De tal forma que la flexibilidad curricular significa abrir los espacios rígidos, coordinados por normas y reglas institucionales, para dar paso a una formación profesional, donde el actor principal es el alumno asociado a sus intereses profesionales. En una sociedad de la información y del conocimiento, la educación bibliotecológica requiere de planes de estudio flexibles que respondan a los requerimientos de dicha sociedad en cuanto a interdisciplina, diversas competencias, formas de evaluación, etc. Por lo que los problemas frecuentes se derivan del concepto mismo de flexibilidad, asociado sólo al mercado (perdiendo de vista la formación humanística); de los recursos financieros, humanos, materiales; y de las estructuras administrativas, porque involucran aspectos jurídicos y normativos a los que deben ajustarse todas las entidades de una institución educativa. Otros problemas se relacionan con los nuevos modelos educativos y pedagógicos, por ejemplo, el uso de las tic's (infraestructura insuficiente, virus, etc.) A pesar de los problemas que se pudieran presentar en la instrumentación de un currículo flexible, se identifican ventajas que hacen que organismos internacionales, consideren a la flexibilidad como un aspecto básico a considerar en el diseño curricular. Por ejemplo, la principal ventaja de un currículo flexible es que el alumno está en condiciones de construir su propio currículo, atendiendo a sus intereses y necesidades de formación, que reduce su carga horaria frente a grupo y organiza mejor su tiempo y sus actividades. Esto le brinda mayores oportunidades de diversificación profesional y de empleo; además contribuye a la discusión académica, la homologación de planes de estudio, la movilidad estudiantil, el intercambio de profesores, la cooperación interinstitucional y la creación de redes académicas nacionales e internacionales con objetivos comunes. En este contexto se dieron a conocer las situaciones educativas y la forma en que asumen la flexibilidad en los planes de estudio de México, Costa Rica y España. En cuanto a los problemas que implica el implementar currículos flexibles, Elsa Barber menciona que en Lationoamérica, una de las estructuras más empleadas hoy por las universidades y que se evalúa adecuada a las necesidades de movilidad es el ciclo con una duración variable de acuerdo a los propósitos educativos que se fijen en cada caso, estos períodos de enseñanza estructuran las titulaciones, por lo que la culminación del ciclo se acredita a través de un certificado o diploma con denominación básica común. En la universidad latinoamericana la estructura de ciclos tiene una larga trayectoria, experimentada para contrarrestar la excesiva profesionalización de la formación de grado, no obstante hoy parece revitalizarse en un sentido más amplio de articulación no sólo al interior de cada carrera, sino entre carreras que comparten un mismo campo de conocimiento. Sin embargo, los participantes mencionaron que es necesario pensar en un currículo flexible a nivel regional y general ya que la flexibilidad académica debe partir desde un enfoque basado en procesos de calidad que permita la movilidad de los actores de la universidad en generación de conocimiento y su socialización, resultado de la vinculación con la investigación. Pero surge nuevamente la pregunta: ¿Qué tipo de curriculum se requiere diseñar?; desde una dimensión académica, la bibliotecología necesita un programa y una curriculum diseñado en tres aspectos que se vislumbran desde el ejercicio diario: 1. Enfatizar en áreas básicas y de especialidad, proporcionando conocimientos útiles y específicos acordes a la funcionalidad del mercado laboral. 2. Atención a los contenidos prácticos, antes que los teóricos, dando una educación que responda a los requerimientos del saber hacer. 3. Que fomente el aprendizaje de tipo constructivista centralizado en el alumno, desarrollando habilidades y destrezas en la solución de problemas. En otras palabras, el mundo globalizado (semi-globalizado) requiere de profesionales de la información que aborden problemas y los resuelvan; bibliotecólogos formados en esquemas de educación integral que motiven el desarrollo de la sociedad siguiendo ante todo el camino de la especialidad, porque el conocimiento no tiene limites y mucho menos la proyección profesional que se pueda lograr sabiendo y aprendiendo más y más. Conclusiones De acuerdo a las lecturas realizadas, a los trabajos presentados por algunos de nuestros participantes y a las participaciones realizadas, se entiende por flexibilidad curricular al proceso interno y externo que lleva al plan de estudios a ser congruente entre sus componentes y la sociedad compleja en la que nos encontramos insertos. Los avances que ha tenido el Espacio Europeo de Educación Superior en cuanto a biblioteconomía y documentación se ve reflejado en el Libro Blanco, en donde esa comunidad ha vertido sus acuerdos para formar un currículo único, deshaciendo intereses personales, institucionales y hasta nacionales; obedeciendo al claro objetivo de formar a profesionales integrales que respondan a un mercado común. El ejemplo es bueno y el resultado mejor, pero a nivel de América Latina, - en donde las diferencias de un país a otro, tanto económicas como políticas, culturales y educativas nos llevan a responder a realidades distintas y por tanto a distintos mercados, desde las instituciones bibliotecarias que carecen de medios tecnológicos hasta las que cuentan con tecnología de punta con los recursos económicos suficientes para mantener esa infraestructura,- vale la pena considerar el reto de dar respuesta a la sociedad con planes de estudio bibliotecológicos flexibles. A nivel institucional, los planes de estudio del área bibliotecológica han respondido, de alguna forma, a sus propias necesidades y entornos sociales; pero ahora, requerimos de profesionales que respondan en el ámbito internacional, con conocimientos y habilidades que sean válidos en cualquier parte del mundo y que se desempeñen con la calidad que la sociedad espera de ellos. Estamos concientes de que los planes de estudio han intentado cierta flexibilidad hacia el interior del mismo, promoviendo la incorporación de asignaturas optativas, culturales o científicas; pero en trabajos individuales, en esfuerzos de cada institución lo que hace que cada IES cuente con niveles educativos, títulos, perfiles, mapas curriculares, modelos educativos y estrategias de enseñanza y de aprendizaje distintos. Por supuesto, también hay coincidencias que nos llevan a tener un mercado común y estas coincidencias nos llevan a pensar con optimismo que podemos y debemos trabajar en un currículo flexible. Las tareas pendientes en este tránsito curricular son, entre otras: a) El establecimiento del perfil de profesional que se requiere formar. b) La selección del método o corriente educativaRelatoría del Foro Académico sobre Flexibilidad Curricular en la Educación Bibliotecológica (Resumen) Del 24 de septiembre al 01 de octubre de 2006, teniendo como base los documentos: … , los participantes del Seminario Permanente de Educación Bibliotecológica discutieron en el Foro Académico el aspecto de la flexibilidad curricular partiendo de que una de las críticas más importantes que se ha hecho a los planes de estudio en bibliotecología ha sido la rigidez académica con se han diseñado. Esta estructura rígida es un obstáculo que vale la pena discutir, en virtud de los retos que implica la internacionalización de la educación y el fortalecimiento de la enseñanza de la profesión en cada uno de los países de la región iberoamericana. Se parte de que la flexibilidad curricular se refiere a la movilidad interna y externa de un currículo y por ende, del plan de estudios. Se da con la interdisciplinariedad, la integración, las competencias profesionales y los sistemas de créditos, entre otras cosas. De tal forma, la flexibilidad plantea una diversidad de opciones de educación en la que se pretende un nivel equitativo de competencias educativas. La flexibilidad es un elemento básico que coadyuva a la sociedad del conocimiento para romper las estructuras de tiempo y espacio en aras de adquirir un conocimiento transformando las relaciones sociales de aprendizaje a partir del redimensionamiento de las prácticas pedagógicas ya que no es necesario compartir un espacio físico para compartir un conocimiento ni de tener una relación sincrónica. De tal forma que la flexibilidad curricular significa abrir los espacios rígidos, coordinados por normas y reglas institucionales, para dar paso a una formación profesional, donde el actor principal es el alumno asociado a sus intereses profesionales. En una sociedad de la información y del conocimiento, la educación bibliotecológica requiere de planes de estudio flexibles que respondan a los requerimientos de dicha sociedad en cuanto a interdisciplina, diversas competencias, formas de evaluación, etc. Por lo que los problemas frecuentes se derivan del concepto mismo de flexibilidad, asociado sólo al mercado (perdiendo de vista la formación humanística); de los recursos financieros, humanos, materiales; y de las estructuras administrativas, porque involucran aspectos jurídicos y normativos a los que deben ajustarse todas las entidades de una institución educativa. Otros problemas se relacionan con los nuevos modelos educativos y pedagógicos, por ejemplo, el uso de las tic's (infraestructura insuficiente, virus, etc.) A pesar de los problemas que se pudieran presentar en la instrumentación de un currículo flexible, se identifican ventajas que hacen que organismos internacionales, consideren a la flexibilidad como un aspecto básico a considerar en el diseño curricular. Por ejemplo, la principal ventaja de un currículo flexible es que el alumno está en condiciones de construir su propio currículo, atendiendo a sus intereses y necesidades de formación, que reduce su carga horaria frente a grupo y organiza mejor su tiempo y sus actividades. Esto le brinda mayores oportunidades de diversificación profesional y de empleo; además contribuye a la discusión académica, la homologación de planes de estudio, la movilidad estudiantil, el intercambio de profesores, la cooperación interinstitucional y la creación de redes académicas nacionales e internacionales con objetivos comunes. En este contexto se dieron a conocer las situaciones educativas y la forma en que asumen la flexibilidad en los planes de estudio de México, Costa Rica y España. En cuanto a los problemas que implica el implementar currículos flexibles, Elsa Barber menciona que en Lationoamérica, una de las estructuras más empleadas hoy por las universidades y que se evalúa adecuada a las necesidades de movilidad es el ciclo con una duración variable de acuerdo a los propósitos educativos que se fijen en cada caso, estos períodos de enseñanza estructuran las titulaciones, por lo que la culminación del ciclo se acredita a través de un certificado o diploma con denominación básica común. En la universidad latinoamericana la estructura de ciclos tiene una larga trayectoria, experimentada para contrarrestar la excesiva profesionalización de la formación de grado, no obstante hoy parece revitalizarse en un sentido más amplio de articulación no sólo al interior de cada carrera, sino entre carreras que comparten un mismo campo de conocimiento. Sin embargo, los participantes mencionaron que es necesario pensar en un currículo flexible a nivel regional y general ya que la flexibilidad académica debe partir desde un enfoque basado en procesos de calidad que permita la movilidad de los actores de la universidad en generación de conocimiento y su socialización, resultado de la vinculación con la investigación. Pero surge nuevamente la pregunta: ¿Qué tipo de curriculum se requiere diseñar?; desde una dimensión académica, la bibliotecología necesita un programa y una curriculum diseñado en tres aspectos que se vislumbran desde el ejercicio diario: 1. Enfatizar en áreas básicas y de especialidad, proporcionando conocimientos útiles y específicos acordes a la funcionalidad del mercado laboral. 2. Atención a los contenidos prácticos, antes que los teóricos, dando una educación que responda a los requerimientos del saber hacer. 3. Que fomente el aprendizaje de tipo constructivista centralizado en el alumno, desarrollando habilidades y destrezas en la solución de problemas. En otras palabras, el mundo globalizado (semi-globalizado) requiere de profesionales de la información que aborden problemas y los resuelvan; bibliotecólogos formados en esquemas de educación integral que motiven el desarrollo de la sociedad siguiendo ante todo el camino de la especialidad, porque el conocimiento no tiene limites y mucho menos la proyección profesional que se pueda lograr sabiendo y aprendiendo más y más.