TEORÍA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA I Capítulo I. Surgimiento del Estado 1 1.1. Origen Histórico El Estado es un fenómeno social El término Estado, para designar la organización política fundamental de los hombres, se remonta apenas al renacimiento humanista de los siglos XV y XVI en Italia. Y sirve para denominar ese tipo histórico que hoy conocemos y estudiamos como Estado Moderno. Pero el fenómeno político en sus rasgos esenciales ha existido desde los tiempos más remotos de la evolución humana. Y ha ido recibiendo, en el transcurso del tiempo, diversos nombres que nos dan a entender las variadas formas que ha adoptado en su desarrollo múltiple y complejo. En la formación histórica del Estado intervinieron dos factores esenciales: la conversión de los pueblos nómadas al sedentarismo y el ensanchamiento del grupo social primitivo, es decir la familia. El nomadismo se transforma en sedentarismo cuando los pueblos primitivos, abandonando las actividades cinegéticas, inician la agricultura y la minería con el inicio del uso de los metales, es decir, en los períodos del bronce y del hierro, ya que solamente la necesidad de explotar las minas para obtener los metales originaría que el hombre se asentara definitivamente sobre un territorio y naciera así el ámbito de validez espacial del orden social primitivo. 1 Lecturas sugeridas : “ EL PRINCIPE “ Nicolás Maquiavelo. “QUE ES UNA CONSTITUCIÓN “ Ferdinand Lasalle. “LA CIUDAD ANTIGUA “ Fustel de Coulanges. El nacimiento del Estado va condicionado al de la propiedad privada y en este punto coincide el pensamiento de Rousseau con el de Marx y Engels. En segundo término, el acrecentamiento de la familia sirvió para que surgieran los Estados patriarcales Horda, clan gens- tribu, grupos humanos que evolucionaron por la sociabilidad del hombre hasta convertirse en una comunidad social, pero indiscutiblemente la misma sociabilidad determina la constitución de una autoridad que pueda dirigir y encauzar las relaciones sociales por lo que concomitante con ella surgió el derecho como un conjunto de normas que fundaron y legalizaron a la sociedad, a la autoridad y establecieron las reglas que habrían de normar las relaciones sociales. El origen histórico del Estado, considerado como una unidad de dominación se inicia en Grecia, creado por las ideas de Platón y Aristóteles, quien expone la organización política de la “polis” en la que se advierte una división de órganos y funciones y un reparto de competencias susceptibles de constituir un antecedente del constitucionalismo. En Roma, la idea del imperio, especialmente en la época que comienza con Augusto, en que el poder se centraliza, refleja una idea auténtica de Estado; (Civitas) sin embargo, el concepto de éste se debilita durante la Edad Media debido, principalmente, a la intervención de los siguientes factores: a) El pensamiento político y jurídico de la Edad Media no hizo una distinción clara entre Derecho Público y Derecho Privado; no existía, en consecuencia, un concepto jurídico del poder y menos del Estado de Derecho. b) La pugna entre el Emperador y el Papa vedó lógicamente la formación de una unidad de dominación; fue necesario que, con el advenimiento de las ideas renacentistas, el hombre ocupara en la filosofía el lugar que hasta entonces estaba reservado a Dios, y comenzaran a valorar culturalmente las creaciones humanas, entre ellas el Estado. c) La descentralización del poder político, características del feudalismo, constituye otro factor adverso al Estado, sin una unidad de poder político no se puede, en efecto, concebir la existencia de una unidad de dominación. En la Edad Media se usaron los vocablos land, terrae y burg –de evidente connotación territorial– junto con la de Reich, reino o imperio – de claro sentido de poder– para hacer referencia al fenómeno estatal del medievo. Ya en el siglo XV empieza a generalizarse en Italia el uso de la palabra Stato; los embajadores de las repúblicas italianas de aquella época utilizaban los vocablos lo Stato para aludir al conjunto de funciones permanentes de un gobierno; poco más tarde, con la palabra Stato se hacía referencia al territorio en donde ejercía su poder un gobierno. El nacimiento del Estado obedece a los siguientes factores: I. La centralización del poder con el nacimiento del absolutismo; es Maquiavelo quien, a este respecto, crea el auténtico concepto del Estado Moderno. II. Los grandes descubrimientos marítimos, llevados a cabo por España y Portugal que originan la formación de los grandes Estados Nacionales con miras a la dominación política y económica de otros. III. La aparición, como consecuencia de lo anterior, del nacionalismo. El sentido nacional de los pueblos provoca en ellos la tendencia al agrupamiento en torno al Monarca desligado de la obediencia a poderes superiores al suyo. IV. El mercantilismo, es decir, la política económica de los grandes Estados Nacionales, que tiende a convertir al Estado en sujeto y director de la economía en contra del poder económico de los particulares. 1. Como consecuencia y resumen de todos los factores anteriores, surgió el concepto de soberanía de Juan Bodino. La afirmación dice que el poder del Estado es un poder sobre el que no hay otro poder superior, constituye la nota final del concepto del Estado. En consecuencia el Estado se localiza históricamente en el Renacimiento. 1.2. Origen formal del Estado Con esto nos referimos a las causas que determinaron el origen del Estado, por lo que es menester indagar cuáles fueron los supuestos filosóficos que lo originaron. La primera corriente que ha pretendido explicar el origen del Estado, tomando en consideración los supuestos formales o filosóficos del mismo, es la escuela fundada por San Agustín de Hipona y los padres de la Iglesia que sostienen que el poder público deriva de Dios que es el creador del orden jurídico basado en la ley natural, en consecuencia el origen del Estado para ellos es de orden divino. (Para San Agustín el Estado se formó en virtud del pecado original.) Asimismo Santo Tomás de Aquino (Summa Theologica) e inclusive el Papa Juan XXIII (Encíclica Pacem in Terris) hablan del Estado como una creación divina sujeto a un orden sobrenatural y la autoridad política debe estar sometida al orden moral; el bien común obliga tanto al ciudadano como al gobernante y debe redundar en provecho de todos. La escuela contractualista afirmó que el Estado se originó por medio de un contrato social. Acuerdo de voluntades adoptado por seres humanos sedentarios a cuyo efecto sacrifican parte de sus libertades para garantizar el disfrute de las restantes (Hobbes, Locke y Rousseau encabezan la moderna corriente contractualista del Estado). Thomas Hobbes explica al Estado como una creación humana de carácter contractual equiparable al bíblico Leviatán “El rey de todos los soberbios animales” como lo denomina la Biblia (libro de Job) de acuerdo a su esquema, el ser humano en el estado de naturaleza, no reconoce limite a su libertad y considera que lo es todo y a todo tiene derecho, por lo que no hay mejor derecho que el derecho del más fuerte; en consecuencia, en posesión de su libertad el hombre es el lobo del hombre y su estado natural es la violencia de la que logra librarse por el instinto de conservación que le mueve a limitar su violencia y egoísmo mediante la celebración con sus semejantes de un contrato basado en el principio de no hacer a otro lo que no se quiere para sí; así, por la vía contractual el hombre transita de su Estado de naturaleza a su estado civil, se convierte en ciudadano y crea al Estado, simbolizado como el Leviatán. Para Hobbes, el Estado viene a ser una especie de seguro cuya prima, la libertad, resulta ser superior a la cosa asegurada… la tranquilidad. John Locke, es un contractualista para quien los seres humanos son, por naturaleza, libres, iguales e independientes, considera que ninguno puede dejar esa condición si no es por su propio consentimiento, por lo cual será su consentimiento lo único que puede mover a un hombre a unirse en sociedad con otros para preservar su seguridad, su tranquilidad y el goce pacífico de lo que le pertenece en propiedad, así como para protegerse de quienes quieren perjudicarlo. Juan Jacobo (Jean Jaques) Rousseau; para él cada suscriptor del contrato social se enajena íntegramente con todas sus libertades y derechos, sin reserva alguna, en aras de la comunidad, de esta suerte, cada quien se compromete con todos y al darse a todos no se da a nadie, así que cada quien adquiere sobre el otro el mismo derecho que sobre sí mismo le transfiere, con lo que gana tanto como pierde y adquiere más fuerza para conservar lo que tiene; ventaja que se acentúa porque cada quien, al unirse a todos, sólo obedece a sí mismo y queda tan libre como antes. Las Teorías del poder (Kranenburg) constituyen el tercer grupo de doctrinas que pretenden explicarnos el origen del Estado, éstas se refieren a que la autoridad es creación de aquellos que efectivamente tienen más poder. Según estas teorías, la autoridad es creación del más fuerte, encontrándose en Calícles su primer expositor. También se habla de las Teorías sociológicas sobre el origen del Estado, ellas dicen que lo que determina el nacimiento del Estado, no es Dios, ni la voluntad de los hombres sino la fuerza del acontecer social. Entre sus principales expositores encontramos a Fustel de Coulanges y Federico Engels. Fustel de Coulanges (Historiador, sociólogo y jurista) escribió La Ciudad Antigua donde analiza las sucesivas etapas de la organización social de los seres humanos, una vez inscritos en el sedentarismo que conducen a la aparición de la ciudad antigua, es decir, al Estado de la antigüedad (familia, fratia tribu, polis, todas matriarcales) la base era la familia formada como ente independiente con un culto propio a sus muertos, su propio fuego sacro y su religión propia. La reunión de varias familias dio lugar a la fratria que adoptó un culto común para todas sus familias, varias fratrias formaron una tribu; constituida la tribu ya no era posible admitir otra nueva fratria o familia en su seno, ni fusionarse dos tribus en una ya que su religión se los prohibía. Cuando se aliaron varias tribus nació la polis (ciudad–Estado de la antigua Grecia). (Dioses, fuego sagrado, altar, culto, sacerdocio, derecho de propiedad y justicia). Federico Engels considera al ente estatal como un producto social nacido cuando la sociedad llega a tal grado de desarrollo que genera una grave e irreversible contradicción consigo misma (lucha de clases); para que esta lucha (principalmente económica) no acabe con la sociedad se hace indispensable la existencia de un poder capaz de someter a toda la sociedad y encargarse de manejar el conflicto, ese poder es EL ESTADO. Engels pronostica (en el manifiesto comunista) que en la lucha de clases triunfará el proletariado con la consiguiente desaparición de las otras clases sociales dando paso a la asociación libre e igualitaria de los productores y la sociedad remitirá entonces todo el obsoleto aparato estatal enviándolo al “museo de las antigüedades”. Las Teorías organicistas consideran que el Estado es un organismo biológico, una unidad viviente con fuerzas espirituales y un sustrato patrimonial (biólogos–politólogos); entre sus principales expositores encontramos a Rudolf Kjellen y a Oscar Hertwig. Kjellen dice que los Estados son seres vivos, racionales, como los seres humanos, tan reales como las personas físicas, aunque más fuertes y longevos; los Estados dialogan, negocian, pelean, tienen identidad sexual (El Brasil, La Francia), nacen, crecen (como Estados Unidos) se reproducen (como España y sus colonias) y mueren (como Danzig). Hertwig considera al Estado como un organismo biológico cuya epidermis está formada por las instituciones que tiene a su cargo la seguridad y defensa del Estado, el sistema óseo se compone del territorio y las construcciones inmuebles, las empresas económicas representan el sistema vascular, en tanto los obreros y campesinos representan los músculos del Estado cuyo cerebro viene a ser el gobierno. Conclusión: El origen del Estado debe buscarse en la voluntad del hombre, tácita o expresa como elemento indispensable de la formación de la comunidad jurídicamente organizada y asentada en un territorio determinado.