hacer. Es parte de este argumento la afirmación de que aquello que no existe puede empezar a existir solo en la medida que algo ya existente le pone en existencia. Por esta razón la existencia del mundo solo puede deberse a que existe algo que reúne dos condiciones: primero que existe desde siempre y segundo que es necesario y no deja de existir siendo así el soporte de la existencia de todo lo demás. (Cfr. Reale, Antiseri, 2001, Pg. 490). 3.6.4. La cuarta vía de la existencia de Dios. Esta vía parte de los grados de perfección que el hombre halla en la naturaleza. Las cosas presentes en el mundo se desarrollan en diferentes grados de complejidad que las hacen diferentemente perfectas, pero esta comprensión de perfección está dada por aquello de lo cual proceden y que las ordena para determinados fines en orden a su complejidad y perfección, razón por la cual se puede concluir que para contener esos grados de perfección este haya sido recibido de parte de quien posee el grado de perfección absoluta y lo comparte con sus criaturas. Este ser perfecto es Dios. (Cfr. Reale, Antiseri, 2001, Pg. 490). 3.6.5. La quinta vía de la existencia de Dios. Esta vía se desarrolla desde el concepto de finalidad, el hombre puede ver que las cosas se comportan en orden a alcanzar un fin, a lograr mejores resultados, es decir que el mundo no se comporta en un juego de azar, sino que se desarrolla de una manera ordenada lo cual corrobora que tiene un gobierno, que va a un fin y ese fin es Dios quien gobierna el mundo respetando la libertad del hombre pero llamando las cosas hacia sí que es la plenitud del todo. El fin de todo y todos es Dios, el fin del hombre es ser feliz, esto comporta un compromiso En estas vías de la existencia de Dios se manifiesta una valoración de la triple relación entre Dios, mundo y hombre, el mundo no es una sombra imperfecta del mundo de las ideas, el mundo tienen un valor dado por Dios, unos signos de su presencia de la 84