Reclamo de Ilegalidad Municipal

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EN LO PRINCIPAL: Deduce reclamo de ilegalidad; EN EL OTROSÍ: Acompaña
documentos.
SRA. ALCALDESA DE LA
ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE HUECHURABA
IVAN
HARASIC
CERRI,
abogado,
por
sí
y
en
representación
de
LIBERTADES PÚBLICAS A.G.1, según se acreditará en el primer otrosí de esta
presentación, asociación gremial que tiene por objeto la defensa, protección y
promoción social de los derechos fundamentales de las personas consagrados en
la Constitución Política de la República de Chile, y en los Tratados Internacionales
vigentes sobre la materia, domiciliado para estos efectos en Av. Presidente Riesco
Nº 5561, oficina 1004, comuna de Las Condes, ciudad de Santiago, a Ud.,
respetuosamente digo:
Que encontrándome dentro de plazo legal, y de conformidad con lo
establecido en el artículo 141 letra a) de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional
de Municipalidades (en adelante, “LOC de Municipalidades”), vengo en interponer
reclamo de ilegalidad en contra de los artículos 7º y 8º letras d) y e) del
decreto exento Nº 21/2011, de su I. Municipalidad, que “Aprueba Ordenanza
sobre el Deber de los Apoderados de Cumplir con la Asistencia a Clases de sus
Pupilos”, publicada en el Diario Oficial con fecha jueves 31 de marzo de 2011 (en
adelante, la “Ordenanza”), fundado las razones de hecho y de derecho que paso a
exponer:
I. ANTECEDENTES.
Con fecha jueves 31 de marzo de 2011 fue publicada en el Diario Oficial el
decreto exento Nº 21/2011, de la Sra. Alcaldesa de la I. Municipalidad de
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www.libertadespublicas.org
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Huechuraba, que “Aprueba Ordenanza sobre el Deber de los Apoderados de
Cumplir con la Asistencia a Clases de sus Pupilos”.
La presente Ordenanza pretende contribuir a resolver el problema social de
la inasistencia injustificada a clases por parte de los alumnos de los
establecimientos educacionales municipales de Huechuraba, estableciendo diversas
medidas coercitivas dirigidas a los padres y apoderados con el objeto de garantizar
el cumplimiento del deber de asistencia a clases.
Entre las diversas medidas coercitivas que comprende la Ordenanza, existe
una que resulta del todo contraria a nuestro ordenamiento constitucional
y legal, y que se encuentra establecida en su artículo 8º letras d) y e). Esta
disposición faculta al juez de policía local respectivo, previa sustanciación de un
procedimiento, para que imponga una sanción privativa de libertad de 1 a 10 días,
aumentables al doble en ciertas hipótesis, al apoderado de un alumno de un
establecimiento educacional municipal que incurra en diversas inasistencias
injustificadas a clases.
Para que esta medida sea aplicable, es necesario que se configure una
hipótesis compleja, compuesta por diversas advertencias y medidas coercitivas
previas. Estas son las siguientes:
1.1. Que el alumno registre tres inasistencias injustificadas en el mismo
mes calendario;
1.2. Que el apoderado del alumno haya sido citado y apercibido
verbalmente sobre esta situación;
1.3. Que posteriormente a la amonestación, se reiteren las inasistencias
referidas en el punto 1.1;
1.4. Que
el
Director
del
establecimiento
educacional
remita
los
antecedentes al Departamento de Educación de la Municipalidad;
1.5. Que el Departamento de Educación inicie un proceso social para
determinar las razones de las inasistencias y no advierta circunstancias
que las justifiquen;
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1.6. Que el director del establecimiento, atendido el hecho de que las
inasistencias se mantienen, efectúe una denuncia ante el Juzgado de
Policía Local; y
1.7. Que el juez de policía local imponga la medida, transcurridos 15 días
después de la amonestación al apoderado.
Finalmente, cabe destacar que en caso de reincidencia, el juez puede
aplicar el doble de la pena, es decir, hasta 20 días de prisión.
II. PRESUPUESTOS DE INTERPOSICIÓN DEL RECLAMO DE ILEGALIDAD.
1. LEGITIMACIÓN ACTIVA.
Conforme a lo dispuesto en el artículo 141 letra a) de la LOC de
Municipalidades, primera parte, “Cualquier particular podrá reclamar ante el alcalde
contra sus resoluciones u omisiones o las de sus funcionarios, que estime ilegales,
cuando éstas afecten el interés general de la comuna.”
La Ordenanza referida es de interés general para toda la comuna, en
atención, en primer lugar, a sus efectos generales, pues rige a todos los padres y
apoderados cuyos hijos sean alumnos regulares de establecimientos municipales
de su I. Municipalidad, sea que residan o no en ella; y, en segundo término,
porque constituye una amenaza de afectación intensa al derecho de libertad
ambulatoria de cada uno de los padres y apoderados de establecimientos
educacionales municipales de su I. Municipalidad.
En mi calidad de particular, mi legitimación activa para presentar el reclamo
se encuentra fuera de toda duda.
Libertades Públicas A.G., por su parte, es una asociación gremial que tiene
por objeto la “defensa, protección y promoción de los derechos fundamentales de
las personas”. Para cumplir su objeto, asume la defensa, protección y promoción
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de las libertades públicas consagradas en la Constitución Política de la República
de Chile, y en los Tratados Internacionales vigentes sobre la materia. De acuerdo
con sus estatutos, específicamente el artículo 2, relativo a su objeto, letra a), para
el logro de sus objetivos, podrá “hacerse parte en juicios, procedimientos o
gestiones, judiciales o administrativos, de carácter nacional o internacional, en
que se encuentre comprometido el respeto a un derecho fundamental”.
En dicha calidad, y considerando que la Ordenanza constituye una
amenaza para el derecho fundamental a la libertad ambulatoria de todos
los
padres
y
apoderados
de
alumnos
matriculados
en
establecimientos
educacionales municipales de la I. Municipalidad de Huechuraba, es que Libertades
Públicas A.G., por intermedio de su Presidente, viene en representar a usted,
mediante la interposición del presente reclamo de ilegalidad, los severos vicios de
constitucionalidad y legalidad de que adolece la Ordenanza.
2. INTERPOSICIÓN DENTRO DE PLAZO.
Señala la segunda parte del artículo 141 letra a) de la LOC de
Municipalidades, que “Este reclamo deberá entablarse dentro del plazo de treinta
días, contado desde la fecha de publicación del acto impugnado (…)”. Y es del
caso que la Ordenanza se publicó en el Diario Oficial con fecha jueves 31 de marzo
de 2011, encontrándose aun vigente el plazo para interponer el reclamo de
ilegalidad en su contra.
III.
INCONSTITUCIONALIDAD E ILEGALIDAD DE LA DISPOSICIÓN
IMPUGNADA.
El artículo 8º letras d) y e) de la Ordenanza, que establece la posibilidad de
sancionar con privación de libertad de 1 a 10 días, aumentables al doble, al padre
o apoderado de un alumno de establecimiento educacional municipal de su I.
Municipalidad en caso de que incurra en diversas inasistencias injustificadas a
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clases, adolece de severos e irreparables vicios de inconstitucionalidad e ilegalidad,
como se pasará a demostrar.
Estos vicios se generan porque la Ordenanza establece una verdadera pena
privativa de libertad para quien infringe su normativa. No se trata de una medida
de apremio, tampoco se trata de una conversión de una sanción pecuniaria en
privativa de libertad por no pago de la multa. Por el contrario, se trata de una
verdadera pena privativa de libertad, que, por una parte, establece una
norma de comportamiento (ésta es, la obligación de los apoderados de alumnos de
establecimientos
educacionales
municipales
de
procurar
los
medios
razonablemente exigibles para que sus pupilos asistan a clases); y por otra,
establece una sanción para el caso que se produzcan infracciones reiteradas al
deber señalado, y se configuren las demás condiciones expuestas en la sección I
del presente escrito.
Dado que la privación de libertad es la sanción estatal que lesiona con
mayor intensidad los derechos fundamentales de una persona, se encuentra
sometida por la Constitución a exigentes requisitos de legitimación, que se
manifiestan en ciertos principios constitucionales que restringen la potestad
punitiva del Estado. La Ordenanza en cuestión, como se pasará a
demostrar, infringe los principios constitucionales de legalidad, debido
proceso, proporcionalidad e igualdad ante la ley.
1. INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
a. El principio de legalidad.
La Constitución exige que la sanción privativa de libertad sea establecida
por ley. En consecuencia, sólo la ley puede asociar a la infracción de una
norma de comportamiento, la imposición de una pena privativa de
libertad. Se pretende que sea únicamente el poder legislativo, debido a que está
dotado de legitimidad democrática porque representa el pensamiento de la
mayoría
de
los
ciudadanos
al
ser
sus
miembros
generados
mediante
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procedimientos de votación popular, quien defina y determine, en forma exclusiva,
cuáles son las prescripciones de conducta cuya gravedad amerita que la infracción
sea sancionada con la privación de libertad.
El principio de legalidad de los delitos y las penas goza de reconocimiento
constitucional en el artículo 19 Nº 3 incisos penúltimo y último, Nº 7 letra b) y en
el artículo 63 Nº 3:
“Art. 19. La Constitución asegura a todas las personas: (…)
Nº 3. (…)
Ningún delito se castigará con otra pena que la que
señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración,
a menos que una nueva ley favorezca al afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta
que se sanciona esté expresamente descrita en ella; (…)
Nº 7. El derecho a la libertad personal y a la seguridad
individual. En consecuencia: (…)
b) Nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta
restringida sino en los casos y en la forma determinados por la
Constitución y las leyes.
“Art. 63. Sólo son materias de ley: (…) 3) Las que son objeto
de codificación, sea civil, comercial, procesal, penal u otra.”
El principio de legalidad genera dos tipos de consecuencias, que se
expondrán a continuación.
b. Primera consecuencia: no se pueden establecer delitos ni penas en
ejercicio de potestad normativa administrativa de las Municipalidades.
Desde el punto de vista del sistema de distribución de competencias del
derecho chileno, el principio de legalidad de los delitos y las penas establece una
“reserva legal”, es decir, impone que ciertos aspectos de la vida social –el
establecimiento de delitos y la imposición de penas– sólo puedan ser
reguladas mediante la ley. En consecuencia, queda excluida la posibilidad de
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que en ejercicio de una potestad normativa distinta a la potestad legislativa, como
son las potestades normativas administrativas de que goza el Presidente de la
República o los órganos autónomos constitucionales, se establezcan delitos y sus
respectivas penas.
Pues bien, la Ordenanza ha sido dictada en ejercicio de la potestad
normativa administrativa autónoma de la I. Municipalidad de Huechuraba,
reconocida por LOC de Municipalidades en su artículo 5º letra d):
“Para el cumplimiento de sus funciones las municipalidades
tendrán las siguientes atribuciones esenciales: (…) d) Dictar
resoluciones
obligatorias
con
carácter
general
o
particular;”.
En ejercicio de esta potestad normativa, las Municipalidades pueden dictar
diversos tipos de normas, las que según el artículo 12 de la LOC de
Municipalidades pueden ser ordenanzas, reglamentos municipales, decretos
alcaldicios o instrucciones, especificando respecto de las primeras que:
“Las ordenanzas serán normas generales y obligatorias
aplicables a la comunidad. En ellas podrán establecerse
multas para los infractores, cuyo monto no excederá de cinco
unidades tributarias mensuales, las que serán aplicadas por los
juzgados de policía local correspondientes”.
Si bien su I. Municipalidad puede dictar Ordenanzas Municipales, la
Ordenanza aprobada por decreto exento Nº 21/2011 infringe el principio
de legalidad, porque regula aspectos de la vida social que se encuentran
sometidos a reserva legal. El mismo artículo 12 de la LOC de Municipalidades
da cuenta de las limitaciones a la potestad sancionatoria de las Municipalidades.
Por ello habilita expresamente para imponer sanciones de multa para quienes
infrinjan sus normas generales y obligatorias. Pero omite toda referencia a la
pena privativa de libertad. La razón de ello es que la Constitución establece
una reserva legal. Por ende, en la medida que la Ordenanza invade el ámbito
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material de competencia exclusivo de la ley, dicha Ordenanza deviene en ilegal, y
en la medida que dicha reserva legal fue establecida por la Constitución –principio
de legalidad de los delitos y las penas–, deviene en inconstitucional.
Adicionalmente, dado que la Ordenanza invade el ámbito material exclusivo
de competencia de la ley, infringe lo dispuesto en los artículos 6° y 7° de la
Constitución, en tanto obligan a todo órgano del Estado a someter su acción a la
Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y a que cada órgano actúe
“dentro de su competencia”. En este punto, resulta fundamental lo dispuesto en el
artículo 7° inciso 2° de la Constitución:
“Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas
pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias
extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que
expresamente se les hayan conferido en virtud de la
Constitución o las leyes.”
c. Segunda consecuencia: el juez de policía local no puede imponer una
pena privativa de libertad fundado en una Ordenanza Municipal.
En segundo lugar, la reserva legal establece que ni el ministerio público ni el
juez pueden fundar su decisión de persecución penal y condena penal,
respectivamente, en una premisa normativa que no se derive de una ley.
El principio de legalidad de los delitos y las penas produce una restricción en
el sistema de fuentes del derecho chileno conforme a la cual ni la decisión
persecutoria adoptada por el ministerio público, ni la decisión de condena
(imposición de pena privativa de libertad) adoptada por un juez por medio de una
sentencia judicial pueden fundarse en normas administrativas ni en principios
generales del Derecho. En consecuencia, el delito se debe encontrar
suficientemente descrito en una norma legal, y la pena, también
establecida en una norma legal.
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Dado que la Ordenanza no satisface los requerimientos del principio de
legalidad, por tratarse de una norma de carácter administrativo dictada por un
órgano autónomo constitucional, ningún juez, ni siquiera un juez de policía local de
su I. Municipalidad, puede invocar el artículo 8 letras d) y e) como fundamento de
una decisión condenatoria que imponga pena privativa de libertad de 1 a 10 días,
o que imponga el doble de dicha pena, según los casos.
Asimismo, el artículo 52 a) de la ley 15.231, en plena consistencia con el
principio de legalidad, autoriza a los jueces de Policía Local abogados a imponer
sanciones de prisión en aquellos casos expresamente facultados por la ley,
descartando la posibilidad de fundar dichas sanciones en normas infralegales como
es el caso de la Ordenanza Municipal.
2. INFRACCIÓN AL DEBIDO PROCESO.
La Constitución establece en su artículo 19 Nº 3 inciso 5º el derecho a un
debido proceso de ley en los siguientes términos:
“Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe
fundarse en un proceso previo legalmente tramitado.
Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías
de un procedimiento y una investigación racionales y justos.”
La Ordenanza, al establecer que será el juez de policía local quien impondrá
la sanción privativa de libertad, en un procedimiento desformalizado, breve y
concentrado, donde se faculta al juez para solicitar la información atingente a fin
de tomar conocimiento acabado del hecho denunciado, y únicamente se le obliga a
oír al apoderado, infringe el derecho al debido proceso.
En efecto, la imposición de una sanción privativa de libertad se encuentra
sometida a exigentes requisitos de legitimación, que se traducen en la compleja
regulación del proceso penal, que contiene diversas garantías y medios procesales
destinados a proteger a la persona que es objeto de una imputación penal. Estas
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garantías
se
vinculan
con
el
derecho
a
defensa
letrada,
principio
de
contradictoriedad, imparcialidad del juez, regulación de los medios de prueba y de
su modo de producción y valoración en juicio, sistemas de recursos para impugnar
resoluciones judiciales, entre otros, y constituyen condiciones de legitimación de la
imposición de la condena privativa de libertad. El procedimiento dispuesto en
la Ordenanza, complementado por la regulación de la Ley Nº 18.287, que
Establece Procedimiento ante los Juzgados de Policía Local, dista de
satisfacer
dichos
requerimientos.
Por
el
contrario,
contiene
una
regulación escueta, desformalizada, sin garantía de defensa letrada, sin
regulación de los medios de prueba, ni de recursos que permitan
impugnar las resoluciones que se dicen en dicho procedimiento. Se trata,
en consecuencia, de una regulación que infringe el debido proceso consagrado en
la Constitución.
3. INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD.
El principio de proporcionalidad, si bien no cuenta con reconocimiento
expreso en la Constitución, ha sido reconocido y aplicado por el Tribunal
Constitucional2 y es conocido por la dogmática constitucional chilena3.
El principio de proporcionalidad permite evaluar la legitimidad de un acto
estatal restrictivo de derechos fundamentales utilizando como parámetro de
control a los propios derechos fundamentales. En este sentido, asume la lógica del
artículo 19 Nº 26 de la Constitución, que reconoce la garantía del núcleo esencial.
Este principio se compone de dos grandes test de evaluación del acto estatal, uno
de consideraciones absolutas y otro de consideraciones relativas. La aplicación del
segundo test depende de la superación del primer test. Como pasaremos a
demostrar, la Ordenanza no satisface el primer test, y en consecuencia, debe ser
declarado inconstitucional.
2
Así por ejemplo, en STC roles Nº 541, 755, 1260, 1365 y 1345.
Nogueira Alcalá, Humberto, El principio de proporcionalidad y su aplicación en Sudamérica por la
jurisdicción constitucional, con especial mención al Tribunal Constitucional chileno, en: El principio de
proporcionalidad en la interpretación jurídica, Instituto de investigaciones jurídicas – Centro de Estudios
Constitucionales de Chile / Universidad de Talca, Editorial Librotecnia, Santiago, 2010, pp. 35 y ss.
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El primer test, de consideraciones absolutas, evalúa el acto estatal
desde el punto de vista de sus fines y de los medios empleados.
El fin invocado por Huechuraba es legítimo desde el punto de vista
constitucional, consiste en promover la asistencia a clases de los alumnos de los
establecimientos educacionales municipales, y en esa medida puede ser vinculado
incluso con la satisfacción del derecho fundamental a la educación.
Sin embargo, el medio empleado por su I. Municipalidad para alcanzar el
fin, no cuenta con la legitimidad necesaria. Ante todo, porque no satisface los
requisitos formales que se derivan del principio de legalidad, ya que invade un
campo sometido a reserva legal estricta. Adicionalmente, porque desconoce que la
complejidad del fenómeno del ausentismo y la deserción escolar, no puede ser
imputado exclusivamente a la desidia del padre o apoderado del estudiante que no
justifica sus reiteradas inasistencia. Por el contrario, existen diversos factores que
determinan el ausentismo y el abandono escolar, y se vinculan a problemas
familiares y sociales, acceso al transporte, desmotivación, bajo nivel de escolaridad
del jefe de hogar, maternidad, sexo, ingreso per capita, etc4. Y estos elementos se
intensifican en el contexto de estratos socioeconómicos más vulnerables, que son
precisamente los usuarios del sistema educacional municipalizado.
Finalmente, no existe idoneidad del medio empleado para la
consecución del fin. En efecto, existen medios menos lesivos que la pena privativa
de libertad para alcanzar los objetivos propuestos por su I. Municipalidad, tales
como sistemas de incentivos, capacitaciones a los apoderados, comunicaciones con
los padres para advertir dificultades que impiden que los menores asistan a clases,
etc. Los apoderados responden mejor frente a sistemas de incentivos y beneficios,
que frente a sistemas de castigos y sanciones.
Esta cuestión es particularmente preocupante si se considera que los
usuarios del sistema público municipal de educación son los sectores más
4
Véase por ejemplo, Mertz, Catalina et al. Políticas y Programas para la prevención de la deserción escolar
en Chile, Fundación Paz Ciudadana, Enero de 2002 p. 40 y ss; y Santos, Humberto. Dinámica de la deserción
escolar en Chile. Centro de Políticas Comparadas en Educación, Universidad Diego Portales, 2009. p. 28 y ss.
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socioeconómicamente vulnerables de la población, y que el acceso a la misma
constituye un elemento fundamental para terminar con el círculo de reproducción
de la pobreza en las familias. Desde este punto de vista, castigar con pena de
cárcel a los apoderados del alumno que no asiste a clases, sólo agrava el
problema. Por ello, parece más adecuado concentrarse en sistemas de alerta y
monitoreo de las condicionantes que determinan el ausentismo5, que se
encuentran presentes en el artículo 5º de la Ordenanza.
Por otra parte, dado que se trata de una medida limitada a un ámbito
territorial muy acotado, no guarda consistencia con las reglas generales en materia
de inasistencia, y eso incentivará a los padres que no se preocupan por enviar a
sus hijos al colegio a cambiarlos a establecimientos educacionales de otras
Municipalidades. Esto demuestra que las políticas destinadas a incentivar la
asistencia a clases y evitar el ausentismo reiterado deben adoptarse a nivel central,
y no entregarse a las diversas comunas.
4. INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY.
El artículo 19 Nº 2 de la Constitución establece:
“La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo
privilegiados. (…)
Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias
arbitrarias;”
La medida dispuesta en la Ordenanza establece diferencias en el
tratamiento del problema del ausentismo escolar reiterado entre establecimientos
municipales de la I. Municipalidad de Huechuraba, y establecimientos particulares
pagados y subvencionados de la misma comuna; y también diferencias entre los
establecimientos educacionales municipales de la I. Municipalidad de Huechuraba,
y otros establecimientos educacionales municipales dependientes de otras
municipalidades. Dado que no existe ninguna razón o justificación para efectuar un
5
En este sentido, se debe destacar el sistema de alerta temprana implementado por la I. Municipalidad de
Peñalolén, mayores antecedentes en:
http://www.penalolen.cl/index.php?id=107&no_cache=1&tx_ttnews%5Btt_news%5D=1980&cHash=5058def
ea9
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tratamiento diferenciado, este tratamiento dispuesto por la Ordenanza constituye
una discriminación arbitraria.
La I. Municipalidad de Huechuraba no puede invocar como razón la
imposibilidad de efectuar una tutela respecto de los mecanismos que otros
establecimientos educacionales, sean particulares pagados o subvencionados, o
municipales, pero dependientes de otras comunas, utilizan para garantizar el
cumplimiento del deber de asistencia a clases. Esto demuestra la necesidad de
contar con una política centralizada y definida por ley con el objeto de incentivar
la asistencia a clases y evitar el ausentismo escolar reiterado. En este sentido, el
rol que le cabe a cada municipio consiste en actuar como coadyuvante,
interviniendo
para
generar
las
condiciones
materiales
que
permitan
el
cumplimiento del objeto en casos particulares, porque a diferencia de las políticas
centrales, el municipio si se encuentra en condiciones de intervenir en dichos casos
particulares, analizando causas y buscando soluciones. Pero no contribuye al
objetivo, que el municipio imponga sanciones que sólo tienen aplicación en su
ámbito territorial, generando con ello un tratamiento más severo para los padres y
apoderados sometidos a su potestad. Cuando intenta esa vía, como ha quedado
demostrado, incurre en una infracción al principio constitucional de la igualdad y la
prohibición de discriminación arbitraria.
POR TANTO, en atención a las razones de hecho y de derecho expuestas,
y de conformidad con lo establecido en el artículo 141 letra a) de la Ley Nº 18.695,
Orgánica Constitucional de Municipalidades, artículos 19 Nº 3 y Nº 26, 63 de la
Constitución Política de la República, y demás disposiciones constitucionales,
legales y reglamentarias citadas y toda otra que fuere aplicable,
A LA SEÑORA ALCALDESA RESPETUOSAMENTE PIDO, tener por
interpuesto reclamo de ilegalidad municipal respecto del artículo 8º letras d) y e)
del decreto exento Nº 21/2011 de su I. Municipalidad, que “Aprueba Ordenanza
sobre el Deber de los Apoderados de Cumplir con la Asistencia a Clases de sus
Pupilos”, publicada en el Diario Oficial con fecha jueves 31 de marzo de 2011, y de
su artículo 7º, en la medida que establece reglas de procedimiento para la
aplicación de la pena privativa de libertad prevista en el artículo 8º letras d) y e),
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acogerlo a tramitación, y en definitiva, en atención a las razones de hecho y de
derecho expuestas, declarar la ilegalidad de la Ordenanza, dejándola sin efecto y
disponiendo su modificación eliminando la sanción privativa de libertad de 1 a 10
días, aumentables al doble, para padres y apoderados de alumnos de
establecimientos educacionales municipales de su I. Municipalidad, a fin de
ajustarla a las exigencias constitucionales y legales expresadas.
OTROSÍ: Sírvase a tener por acompañados los siguientes documentos fundantes
de esta presentación:
1. Copia autorizada de reducción a escritura pública de la Segunda Asamblea
Extraordinaria de Socios en la cual, junto con reformar los Estatutos de la
Asociación, se fijó el texto refundido y sistematizado de los mismos.
Instrumento de fecha 14 de junio de 2010, Repertorio N° 3385-2010 de la
Notaría de Santiago de don Humberto Santelices;
2. Copia autorizada de reducción a escritura pública de la Cuarta Asamblea
Ordinaria de Socios en la cual fue electo el actual Directorio de la Asociación
y su Presidente. Instrumento de fecha 14 de junio de 2010, Repertorio N°
3386-2010 de la Notaría de Santiago de don Humberto Santelices;
3. Copia autorizada de reducción a escritura pública de la Sesión de Directorio
de fecha 5 de mayo de 2010. Instrumento de fecha 5 de julio de 2010,
Repertorio N° 3841-2010 de la Notaría de Santiago de Humberto Santelices;
y
4. Copia simple del decreto exento Nº 21/2011, de la I. Municipalidad de
Huechuraba, que “Aprueba Ordenanza sobre el Deber de los Apoderados de
Cumplir con la Asistencia a Clases de sus Pupilos”.
SÍRVASE LA SEÑORA ALCALDESA, tener por acompañados los documentos.
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