EN LO PRINCIPAL: Deduce reclamo de ilegalidad; EN EL OTROSÍ: Acompaña documentos. SRA. ALCALDESA DE LA ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE HUECHURABA IVAN HARASIC CERRI, abogado, por sí y en representación de LIBERTADES PÚBLICAS A.G.1, según se acreditará en el primer otrosí de esta presentación, asociación gremial que tiene por objeto la defensa, protección y promoción social de los derechos fundamentales de las personas consagrados en la Constitución Política de la República de Chile, y en los Tratados Internacionales vigentes sobre la materia, domiciliado para estos efectos en Av. Presidente Riesco Nº 5561, oficina 1004, comuna de Las Condes, ciudad de Santiago, a Ud., respetuosamente digo: Que encontrándome dentro de plazo legal, y de conformidad con lo establecido en el artículo 141 letra a) de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades (en adelante, “LOC de Municipalidades”), vengo en interponer reclamo de ilegalidad en contra de los artículos 7º y 8º letras d) y e) del decreto exento Nº 21/2011, de su I. Municipalidad, que “Aprueba Ordenanza sobre el Deber de los Apoderados de Cumplir con la Asistencia a Clases de sus Pupilos”, publicada en el Diario Oficial con fecha jueves 31 de marzo de 2011 (en adelante, la “Ordenanza”), fundado las razones de hecho y de derecho que paso a exponer: I. ANTECEDENTES. Con fecha jueves 31 de marzo de 2011 fue publicada en el Diario Oficial el decreto exento Nº 21/2011, de la Sra. Alcaldesa de la I. Municipalidad de 1 www.libertadespublicas.org 1 Huechuraba, que “Aprueba Ordenanza sobre el Deber de los Apoderados de Cumplir con la Asistencia a Clases de sus Pupilos”. La presente Ordenanza pretende contribuir a resolver el problema social de la inasistencia injustificada a clases por parte de los alumnos de los establecimientos educacionales municipales de Huechuraba, estableciendo diversas medidas coercitivas dirigidas a los padres y apoderados con el objeto de garantizar el cumplimiento del deber de asistencia a clases. Entre las diversas medidas coercitivas que comprende la Ordenanza, existe una que resulta del todo contraria a nuestro ordenamiento constitucional y legal, y que se encuentra establecida en su artículo 8º letras d) y e). Esta disposición faculta al juez de policía local respectivo, previa sustanciación de un procedimiento, para que imponga una sanción privativa de libertad de 1 a 10 días, aumentables al doble en ciertas hipótesis, al apoderado de un alumno de un establecimiento educacional municipal que incurra en diversas inasistencias injustificadas a clases. Para que esta medida sea aplicable, es necesario que se configure una hipótesis compleja, compuesta por diversas advertencias y medidas coercitivas previas. Estas son las siguientes: 1.1. Que el alumno registre tres inasistencias injustificadas en el mismo mes calendario; 1.2. Que el apoderado del alumno haya sido citado y apercibido verbalmente sobre esta situación; 1.3. Que posteriormente a la amonestación, se reiteren las inasistencias referidas en el punto 1.1; 1.4. Que el Director del establecimiento educacional remita los antecedentes al Departamento de Educación de la Municipalidad; 1.5. Que el Departamento de Educación inicie un proceso social para determinar las razones de las inasistencias y no advierta circunstancias que las justifiquen; 2 1.6. Que el director del establecimiento, atendido el hecho de que las inasistencias se mantienen, efectúe una denuncia ante el Juzgado de Policía Local; y 1.7. Que el juez de policía local imponga la medida, transcurridos 15 días después de la amonestación al apoderado. Finalmente, cabe destacar que en caso de reincidencia, el juez puede aplicar el doble de la pena, es decir, hasta 20 días de prisión. II. PRESUPUESTOS DE INTERPOSICIÓN DEL RECLAMO DE ILEGALIDAD. 1. LEGITIMACIÓN ACTIVA. Conforme a lo dispuesto en el artículo 141 letra a) de la LOC de Municipalidades, primera parte, “Cualquier particular podrá reclamar ante el alcalde contra sus resoluciones u omisiones o las de sus funcionarios, que estime ilegales, cuando éstas afecten el interés general de la comuna.” La Ordenanza referida es de interés general para toda la comuna, en atención, en primer lugar, a sus efectos generales, pues rige a todos los padres y apoderados cuyos hijos sean alumnos regulares de establecimientos municipales de su I. Municipalidad, sea que residan o no en ella; y, en segundo término, porque constituye una amenaza de afectación intensa al derecho de libertad ambulatoria de cada uno de los padres y apoderados de establecimientos educacionales municipales de su I. Municipalidad. En mi calidad de particular, mi legitimación activa para presentar el reclamo se encuentra fuera de toda duda. Libertades Públicas A.G., por su parte, es una asociación gremial que tiene por objeto la “defensa, protección y promoción de los derechos fundamentales de las personas”. Para cumplir su objeto, asume la defensa, protección y promoción 3 de las libertades públicas consagradas en la Constitución Política de la República de Chile, y en los Tratados Internacionales vigentes sobre la materia. De acuerdo con sus estatutos, específicamente el artículo 2, relativo a su objeto, letra a), para el logro de sus objetivos, podrá “hacerse parte en juicios, procedimientos o gestiones, judiciales o administrativos, de carácter nacional o internacional, en que se encuentre comprometido el respeto a un derecho fundamental”. En dicha calidad, y considerando que la Ordenanza constituye una amenaza para el derecho fundamental a la libertad ambulatoria de todos los padres y apoderados de alumnos matriculados en establecimientos educacionales municipales de la I. Municipalidad de Huechuraba, es que Libertades Públicas A.G., por intermedio de su Presidente, viene en representar a usted, mediante la interposición del presente reclamo de ilegalidad, los severos vicios de constitucionalidad y legalidad de que adolece la Ordenanza. 2. INTERPOSICIÓN DENTRO DE PLAZO. Señala la segunda parte del artículo 141 letra a) de la LOC de Municipalidades, que “Este reclamo deberá entablarse dentro del plazo de treinta días, contado desde la fecha de publicación del acto impugnado (…)”. Y es del caso que la Ordenanza se publicó en el Diario Oficial con fecha jueves 31 de marzo de 2011, encontrándose aun vigente el plazo para interponer el reclamo de ilegalidad en su contra. III. INCONSTITUCIONALIDAD E ILEGALIDAD DE LA DISPOSICIÓN IMPUGNADA. El artículo 8º letras d) y e) de la Ordenanza, que establece la posibilidad de sancionar con privación de libertad de 1 a 10 días, aumentables al doble, al padre o apoderado de un alumno de establecimiento educacional municipal de su I. Municipalidad en caso de que incurra en diversas inasistencias injustificadas a 4 clases, adolece de severos e irreparables vicios de inconstitucionalidad e ilegalidad, como se pasará a demostrar. Estos vicios se generan porque la Ordenanza establece una verdadera pena privativa de libertad para quien infringe su normativa. No se trata de una medida de apremio, tampoco se trata de una conversión de una sanción pecuniaria en privativa de libertad por no pago de la multa. Por el contrario, se trata de una verdadera pena privativa de libertad, que, por una parte, establece una norma de comportamiento (ésta es, la obligación de los apoderados de alumnos de establecimientos educacionales municipales de procurar los medios razonablemente exigibles para que sus pupilos asistan a clases); y por otra, establece una sanción para el caso que se produzcan infracciones reiteradas al deber señalado, y se configuren las demás condiciones expuestas en la sección I del presente escrito. Dado que la privación de libertad es la sanción estatal que lesiona con mayor intensidad los derechos fundamentales de una persona, se encuentra sometida por la Constitución a exigentes requisitos de legitimación, que se manifiestan en ciertos principios constitucionales que restringen la potestad punitiva del Estado. La Ordenanza en cuestión, como se pasará a demostrar, infringe los principios constitucionales de legalidad, debido proceso, proporcionalidad e igualdad ante la ley. 1. INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD. a. El principio de legalidad. La Constitución exige que la sanción privativa de libertad sea establecida por ley. En consecuencia, sólo la ley puede asociar a la infracción de una norma de comportamiento, la imposición de una pena privativa de libertad. Se pretende que sea únicamente el poder legislativo, debido a que está dotado de legitimidad democrática porque representa el pensamiento de la mayoría de los ciudadanos al ser sus miembros generados mediante 5 procedimientos de votación popular, quien defina y determine, en forma exclusiva, cuáles son las prescripciones de conducta cuya gravedad amerita que la infracción sea sancionada con la privación de libertad. El principio de legalidad de los delitos y las penas goza de reconocimiento constitucional en el artículo 19 Nº 3 incisos penúltimo y último, Nº 7 letra b) y en el artículo 63 Nº 3: “Art. 19. La Constitución asegura a todas las personas: (…) Nº 3. (…) Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado. Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella; (…) Nº 7. El derecho a la libertad personal y a la seguridad individual. En consecuencia: (…) b) Nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta restringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las leyes. “Art. 63. Sólo son materias de ley: (…) 3) Las que son objeto de codificación, sea civil, comercial, procesal, penal u otra.” El principio de legalidad genera dos tipos de consecuencias, que se expondrán a continuación. b. Primera consecuencia: no se pueden establecer delitos ni penas en ejercicio de potestad normativa administrativa de las Municipalidades. Desde el punto de vista del sistema de distribución de competencias del derecho chileno, el principio de legalidad de los delitos y las penas establece una “reserva legal”, es decir, impone que ciertos aspectos de la vida social –el establecimiento de delitos y la imposición de penas– sólo puedan ser reguladas mediante la ley. En consecuencia, queda excluida la posibilidad de 6 que en ejercicio de una potestad normativa distinta a la potestad legislativa, como son las potestades normativas administrativas de que goza el Presidente de la República o los órganos autónomos constitucionales, se establezcan delitos y sus respectivas penas. Pues bien, la Ordenanza ha sido dictada en ejercicio de la potestad normativa administrativa autónoma de la I. Municipalidad de Huechuraba, reconocida por LOC de Municipalidades en su artículo 5º letra d): “Para el cumplimiento de sus funciones las municipalidades tendrán las siguientes atribuciones esenciales: (…) d) Dictar resoluciones obligatorias con carácter general o particular;”. En ejercicio de esta potestad normativa, las Municipalidades pueden dictar diversos tipos de normas, las que según el artículo 12 de la LOC de Municipalidades pueden ser ordenanzas, reglamentos municipales, decretos alcaldicios o instrucciones, especificando respecto de las primeras que: “Las ordenanzas serán normas generales y obligatorias aplicables a la comunidad. En ellas podrán establecerse multas para los infractores, cuyo monto no excederá de cinco unidades tributarias mensuales, las que serán aplicadas por los juzgados de policía local correspondientes”. Si bien su I. Municipalidad puede dictar Ordenanzas Municipales, la Ordenanza aprobada por decreto exento Nº 21/2011 infringe el principio de legalidad, porque regula aspectos de la vida social que se encuentran sometidos a reserva legal. El mismo artículo 12 de la LOC de Municipalidades da cuenta de las limitaciones a la potestad sancionatoria de las Municipalidades. Por ello habilita expresamente para imponer sanciones de multa para quienes infrinjan sus normas generales y obligatorias. Pero omite toda referencia a la pena privativa de libertad. La razón de ello es que la Constitución establece una reserva legal. Por ende, en la medida que la Ordenanza invade el ámbito 7 material de competencia exclusivo de la ley, dicha Ordenanza deviene en ilegal, y en la medida que dicha reserva legal fue establecida por la Constitución –principio de legalidad de los delitos y las penas–, deviene en inconstitucional. Adicionalmente, dado que la Ordenanza invade el ámbito material exclusivo de competencia de la ley, infringe lo dispuesto en los artículos 6° y 7° de la Constitución, en tanto obligan a todo órgano del Estado a someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y a que cada órgano actúe “dentro de su competencia”. En este punto, resulta fundamental lo dispuesto en el artículo 7° inciso 2° de la Constitución: “Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.” c. Segunda consecuencia: el juez de policía local no puede imponer una pena privativa de libertad fundado en una Ordenanza Municipal. En segundo lugar, la reserva legal establece que ni el ministerio público ni el juez pueden fundar su decisión de persecución penal y condena penal, respectivamente, en una premisa normativa que no se derive de una ley. El principio de legalidad de los delitos y las penas produce una restricción en el sistema de fuentes del derecho chileno conforme a la cual ni la decisión persecutoria adoptada por el ministerio público, ni la decisión de condena (imposición de pena privativa de libertad) adoptada por un juez por medio de una sentencia judicial pueden fundarse en normas administrativas ni en principios generales del Derecho. En consecuencia, el delito se debe encontrar suficientemente descrito en una norma legal, y la pena, también establecida en una norma legal. 8 Dado que la Ordenanza no satisface los requerimientos del principio de legalidad, por tratarse de una norma de carácter administrativo dictada por un órgano autónomo constitucional, ningún juez, ni siquiera un juez de policía local de su I. Municipalidad, puede invocar el artículo 8 letras d) y e) como fundamento de una decisión condenatoria que imponga pena privativa de libertad de 1 a 10 días, o que imponga el doble de dicha pena, según los casos. Asimismo, el artículo 52 a) de la ley 15.231, en plena consistencia con el principio de legalidad, autoriza a los jueces de Policía Local abogados a imponer sanciones de prisión en aquellos casos expresamente facultados por la ley, descartando la posibilidad de fundar dichas sanciones en normas infralegales como es el caso de la Ordenanza Municipal. 2. INFRACCIÓN AL DEBIDO PROCESO. La Constitución establece en su artículo 19 Nº 3 inciso 5º el derecho a un debido proceso de ley en los siguientes términos: “Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos.” La Ordenanza, al establecer que será el juez de policía local quien impondrá la sanción privativa de libertad, en un procedimiento desformalizado, breve y concentrado, donde se faculta al juez para solicitar la información atingente a fin de tomar conocimiento acabado del hecho denunciado, y únicamente se le obliga a oír al apoderado, infringe el derecho al debido proceso. En efecto, la imposición de una sanción privativa de libertad se encuentra sometida a exigentes requisitos de legitimación, que se traducen en la compleja regulación del proceso penal, que contiene diversas garantías y medios procesales destinados a proteger a la persona que es objeto de una imputación penal. Estas 9 garantías se vinculan con el derecho a defensa letrada, principio de contradictoriedad, imparcialidad del juez, regulación de los medios de prueba y de su modo de producción y valoración en juicio, sistemas de recursos para impugnar resoluciones judiciales, entre otros, y constituyen condiciones de legitimación de la imposición de la condena privativa de libertad. El procedimiento dispuesto en la Ordenanza, complementado por la regulación de la Ley Nº 18.287, que Establece Procedimiento ante los Juzgados de Policía Local, dista de satisfacer dichos requerimientos. Por el contrario, contiene una regulación escueta, desformalizada, sin garantía de defensa letrada, sin regulación de los medios de prueba, ni de recursos que permitan impugnar las resoluciones que se dicen en dicho procedimiento. Se trata, en consecuencia, de una regulación que infringe el debido proceso consagrado en la Constitución. 3. INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD. El principio de proporcionalidad, si bien no cuenta con reconocimiento expreso en la Constitución, ha sido reconocido y aplicado por el Tribunal Constitucional2 y es conocido por la dogmática constitucional chilena3. El principio de proporcionalidad permite evaluar la legitimidad de un acto estatal restrictivo de derechos fundamentales utilizando como parámetro de control a los propios derechos fundamentales. En este sentido, asume la lógica del artículo 19 Nº 26 de la Constitución, que reconoce la garantía del núcleo esencial. Este principio se compone de dos grandes test de evaluación del acto estatal, uno de consideraciones absolutas y otro de consideraciones relativas. La aplicación del segundo test depende de la superación del primer test. Como pasaremos a demostrar, la Ordenanza no satisface el primer test, y en consecuencia, debe ser declarado inconstitucional. 2 Así por ejemplo, en STC roles Nº 541, 755, 1260, 1365 y 1345. Nogueira Alcalá, Humberto, El principio de proporcionalidad y su aplicación en Sudamérica por la jurisdicción constitucional, con especial mención al Tribunal Constitucional chileno, en: El principio de proporcionalidad en la interpretación jurídica, Instituto de investigaciones jurídicas – Centro de Estudios Constitucionales de Chile / Universidad de Talca, Editorial Librotecnia, Santiago, 2010, pp. 35 y ss. 3 10 El primer test, de consideraciones absolutas, evalúa el acto estatal desde el punto de vista de sus fines y de los medios empleados. El fin invocado por Huechuraba es legítimo desde el punto de vista constitucional, consiste en promover la asistencia a clases de los alumnos de los establecimientos educacionales municipales, y en esa medida puede ser vinculado incluso con la satisfacción del derecho fundamental a la educación. Sin embargo, el medio empleado por su I. Municipalidad para alcanzar el fin, no cuenta con la legitimidad necesaria. Ante todo, porque no satisface los requisitos formales que se derivan del principio de legalidad, ya que invade un campo sometido a reserva legal estricta. Adicionalmente, porque desconoce que la complejidad del fenómeno del ausentismo y la deserción escolar, no puede ser imputado exclusivamente a la desidia del padre o apoderado del estudiante que no justifica sus reiteradas inasistencia. Por el contrario, existen diversos factores que determinan el ausentismo y el abandono escolar, y se vinculan a problemas familiares y sociales, acceso al transporte, desmotivación, bajo nivel de escolaridad del jefe de hogar, maternidad, sexo, ingreso per capita, etc4. Y estos elementos se intensifican en el contexto de estratos socioeconómicos más vulnerables, que son precisamente los usuarios del sistema educacional municipalizado. Finalmente, no existe idoneidad del medio empleado para la consecución del fin. En efecto, existen medios menos lesivos que la pena privativa de libertad para alcanzar los objetivos propuestos por su I. Municipalidad, tales como sistemas de incentivos, capacitaciones a los apoderados, comunicaciones con los padres para advertir dificultades que impiden que los menores asistan a clases, etc. Los apoderados responden mejor frente a sistemas de incentivos y beneficios, que frente a sistemas de castigos y sanciones. Esta cuestión es particularmente preocupante si se considera que los usuarios del sistema público municipal de educación son los sectores más 4 Véase por ejemplo, Mertz, Catalina et al. Políticas y Programas para la prevención de la deserción escolar en Chile, Fundación Paz Ciudadana, Enero de 2002 p. 40 y ss; y Santos, Humberto. Dinámica de la deserción escolar en Chile. Centro de Políticas Comparadas en Educación, Universidad Diego Portales, 2009. p. 28 y ss. 11 socioeconómicamente vulnerables de la población, y que el acceso a la misma constituye un elemento fundamental para terminar con el círculo de reproducción de la pobreza en las familias. Desde este punto de vista, castigar con pena de cárcel a los apoderados del alumno que no asiste a clases, sólo agrava el problema. Por ello, parece más adecuado concentrarse en sistemas de alerta y monitoreo de las condicionantes que determinan el ausentismo5, que se encuentran presentes en el artículo 5º de la Ordenanza. Por otra parte, dado que se trata de una medida limitada a un ámbito territorial muy acotado, no guarda consistencia con las reglas generales en materia de inasistencia, y eso incentivará a los padres que no se preocupan por enviar a sus hijos al colegio a cambiarlos a establecimientos educacionales de otras Municipalidades. Esto demuestra que las políticas destinadas a incentivar la asistencia a clases y evitar el ausentismo reiterado deben adoptarse a nivel central, y no entregarse a las diversas comunas. 4. INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY. El artículo 19 Nº 2 de la Constitución establece: “La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. (…) Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias arbitrarias;” La medida dispuesta en la Ordenanza establece diferencias en el tratamiento del problema del ausentismo escolar reiterado entre establecimientos municipales de la I. Municipalidad de Huechuraba, y establecimientos particulares pagados y subvencionados de la misma comuna; y también diferencias entre los establecimientos educacionales municipales de la I. Municipalidad de Huechuraba, y otros establecimientos educacionales municipales dependientes de otras municipalidades. Dado que no existe ninguna razón o justificación para efectuar un 5 En este sentido, se debe destacar el sistema de alerta temprana implementado por la I. Municipalidad de Peñalolén, mayores antecedentes en: http://www.penalolen.cl/index.php?id=107&no_cache=1&tx_ttnews%5Btt_news%5D=1980&cHash=5058def ea9 12 tratamiento diferenciado, este tratamiento dispuesto por la Ordenanza constituye una discriminación arbitraria. La I. Municipalidad de Huechuraba no puede invocar como razón la imposibilidad de efectuar una tutela respecto de los mecanismos que otros establecimientos educacionales, sean particulares pagados o subvencionados, o municipales, pero dependientes de otras comunas, utilizan para garantizar el cumplimiento del deber de asistencia a clases. Esto demuestra la necesidad de contar con una política centralizada y definida por ley con el objeto de incentivar la asistencia a clases y evitar el ausentismo escolar reiterado. En este sentido, el rol que le cabe a cada municipio consiste en actuar como coadyuvante, interviniendo para generar las condiciones materiales que permitan el cumplimiento del objeto en casos particulares, porque a diferencia de las políticas centrales, el municipio si se encuentra en condiciones de intervenir en dichos casos particulares, analizando causas y buscando soluciones. Pero no contribuye al objetivo, que el municipio imponga sanciones que sólo tienen aplicación en su ámbito territorial, generando con ello un tratamiento más severo para los padres y apoderados sometidos a su potestad. Cuando intenta esa vía, como ha quedado demostrado, incurre en una infracción al principio constitucional de la igualdad y la prohibición de discriminación arbitraria. POR TANTO, en atención a las razones de hecho y de derecho expuestas, y de conformidad con lo establecido en el artículo 141 letra a) de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, artículos 19 Nº 3 y Nº 26, 63 de la Constitución Política de la República, y demás disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias citadas y toda otra que fuere aplicable, A LA SEÑORA ALCALDESA RESPETUOSAMENTE PIDO, tener por interpuesto reclamo de ilegalidad municipal respecto del artículo 8º letras d) y e) del decreto exento Nº 21/2011 de su I. Municipalidad, que “Aprueba Ordenanza sobre el Deber de los Apoderados de Cumplir con la Asistencia a Clases de sus Pupilos”, publicada en el Diario Oficial con fecha jueves 31 de marzo de 2011, y de su artículo 7º, en la medida que establece reglas de procedimiento para la aplicación de la pena privativa de libertad prevista en el artículo 8º letras d) y e), 13 acogerlo a tramitación, y en definitiva, en atención a las razones de hecho y de derecho expuestas, declarar la ilegalidad de la Ordenanza, dejándola sin efecto y disponiendo su modificación eliminando la sanción privativa de libertad de 1 a 10 días, aumentables al doble, para padres y apoderados de alumnos de establecimientos educacionales municipales de su I. Municipalidad, a fin de ajustarla a las exigencias constitucionales y legales expresadas. OTROSÍ: Sírvase a tener por acompañados los siguientes documentos fundantes de esta presentación: 1. Copia autorizada de reducción a escritura pública de la Segunda Asamblea Extraordinaria de Socios en la cual, junto con reformar los Estatutos de la Asociación, se fijó el texto refundido y sistematizado de los mismos. Instrumento de fecha 14 de junio de 2010, Repertorio N° 3385-2010 de la Notaría de Santiago de don Humberto Santelices; 2. Copia autorizada de reducción a escritura pública de la Cuarta Asamblea Ordinaria de Socios en la cual fue electo el actual Directorio de la Asociación y su Presidente. Instrumento de fecha 14 de junio de 2010, Repertorio N° 3386-2010 de la Notaría de Santiago de don Humberto Santelices; 3. Copia autorizada de reducción a escritura pública de la Sesión de Directorio de fecha 5 de mayo de 2010. Instrumento de fecha 5 de julio de 2010, Repertorio N° 3841-2010 de la Notaría de Santiago de Humberto Santelices; y 4. Copia simple del decreto exento Nº 21/2011, de la I. Municipalidad de Huechuraba, que “Aprueba Ordenanza sobre el Deber de los Apoderados de Cumplir con la Asistencia a Clases de sus Pupilos”. SÍRVASE LA SEÑORA ALCALDESA, tener por acompañados los documentos. 14