HEPATITIS VIRAL DR. JACOBO FEINTUCH UNGER MEDICO ADSCRITO AL SERVICIO DE MEDICINA INTERNA HOSPITAL GENERAL DE TICOMAN. DDF En la actualidad existen 6 tipo de virus causantes de la hepatitis: A,B,C,DELTA,E,G. En nuestro medio, aproximadamente entre el 30 y 40% de todas las hepatitis son por virus B. El virus C es el responsable del 70 a 80% cuya evolución hacia la cronicidad es del 50% aproximadamente. El virus de la hepatitis A se transmite por alimentos contaminados o de persona a persona a través del semen, materia fecal , leche materna, partículas de saliva y la fase de contaminación disminuye considerablemente en el momento de la aparición de la ictericia (coloración amarillenta de la piel o de las escleróticas) . El periodo de incubación de la hepatitis A es de 15 a 45 días y generalmente la ruta de transmisión es fecal-oral, igualmente en alimentos contaminados, agua, leche, pescado, asimismo se ha visto en la esfera intrafamiliar o interinstitucional. El periodo de incubación de la hepatitis B es de 30 a 180 días y se transmite por vía parenteral tales como transfusiones, tatuajes, agujas contaminadas, aunque ya existen reportes que mencionan que el contagio puede ser semejante a la hepatitis A. La mujer embarazada con hepatitis B no parece ser que haya una transmisión directa transplacentaria hacia el feto, sin embargo, se ha encontrado el antígeno de superficie del virus de la hepatitis B en la sangre de los bebés cuya madre tuvo hepatitis B durante el último trimestre del embarazo, sugiriendo que existe contacto directo entre la madre y el producto durante el periodo postparto.Se calcula que existe más de 100 millones de portadores crónicos de la hepatitis B en el mundo. El riesgo de hepatitis post-transfusión es aproximadamente del 10%, dicha frecuencia es mayor en pacientes con hepatitis anicteríca, es decir, “no se pintan de amarillo”. Los productos de alto riesgo de contaminación se encuentran en los glóbulos rojos, plasma y plaquetas y lo que muy poco riesgo es en la albúmina, globulinas humanas ya que el proceso de éstas se lleva a cabo a temperaturas de 60 grados y con extracción de etanol frío. La hepatitis C se transmite por vía parenteral y entre los drogadictos la incidencia es elevada, alrededor del 50-60% de acuerdo a las estadísticas norteamericanas. No se disemina a través de los besos, ni cubiertos, sin embargo, es motivo de controversia la transmisión sexual, ya que existe mayor prevalencia en los individuos que tienen múltiples parejas sexuales (hetero como homosexuales). En lactantes nacidos de mujer con hepatitis C, la prevalencia es del 5% aproximadamente. De éste porcentaje, el 50% erradican la infección sin ninguna intervención. La transmisión de una mujer infectada al feto no puede prevenirse. Los síntomas que presentan los pacientes en la fase prodrómica, es decir, previo a la presencia de ictericia son nausea vómito, cansancio, fatiga, malestar general, dolor de cabeza, faringitis, fiebre, tos, diarrea, que en un principio puede confundirse con alguna infección respiratoria o digestiva y después de 1 a 2 semanas el paciente presenta icterica, coluria (orina obscura), acolia (materia fecal pálida) y en ese momento tiende a desaparecer los síntomas ya mencionados. El hígado tiende a aumentar de tamaño, acompañado de dolor en dicha área. El tiempo de recuperación es de 4 a 6 semanas aproximadamente. Con respecto a la hepatitis C, la mayoría de los casos agudos son asintomáticos y el paciente ignora cuando adquirió la enfermedad. Generalmente la infección se diagnosticas varios años después después de efectuar exámenes de laboratorio específicos o en aquellos que van a donar sangre se efectúan los exámenes llamados marcadores séricos de la hepatitis se detecta dicha enfermedad. No todos los pacientes progresan hacia la cirrosis la cual se presenta en un promedio de 15 a 20 años posterior a la detección del virus, únicamente en un 20 a 30%.La magnitud de la elevación de las pruebas hepáticas llamadas transaminasas no van en relación a la actividad inflamatoria del hígado o con la presencia de fibrosis (endurecimiento), siendo la biopsia hepático el único medio confiable para evaluar el grado de inflamación o de daño y es preciso llevarlo a cabo en aquellos paciente a quienes se pretende iniciar tratamiento médico. En aquellos paciente ya desarrollaron cirrosis, la frecuencia de cáncer fluctúa del 1 al 5% aproximadamente. Los exámenes de laboratorio que se utilizan para demostrar que el paciente tiene hepatitis es la elevación importante de transaminasas cuyo promedio es mayor de 500 mg (siendo la cifra promedio normal de 40 a 50 mg) pudiendo llegar a ser mayor de 5000. Para evaluar la ictericia se solicitan bilirrubinas las cuales estarán elevadas de una manera moderada y éstas suelen permanecer elevadas un tiempo mayor posterior a la mejoría de las trnasaminasas. Es importante señalar que, entre más elevada sean las cifras de bilirrubinas, mayor será la severidad de la enfermedad. Es importante también solicitar una prueba llamada tiempo de protrombina ya que entre más alterada se encuentre, mayor será el daño de la células hepáticas y el pronóstico será más sombrío. Cuando existe duda del tipo de hepatitis, entonces se solicita una prueba que se llama panel de hepatitis viral y en ella sabremos el tipo de hepatitis que tiene el paciente, asimismo en dichas pruebas sabremos si el paciente tuvo o tiene hepatitis A y si tiene hepatitis B sabremos si el virus está activo o latente, lo mismo con la hepatitis C ya que hoy en día, existen medicamentos tanto para la hepatitis B como para la hepatitis C para tratar de frenar la replicación del virus dentro de la células hepática. Es importante mencionar que entre las complicaciones que se pueden presentar en los pacientes que tienen hepatitis B es, en la fase prodrómica, la presencia de dolor articulares, erupciones, rara vez sangre en la orina así como presencia de proteínas en la orina. Se presenta alrededor el 10% aproximadamente. La complicación más graves es la hepatitis fulminante, es una necrosis masivas del hígado. Estos paciente presentan encefalopatía, es decir, trastornos de la conciencia, desorientación , incoherencias hasta llegar al coma. El edema cerebral es común (“hinchazón del cerebro”), sangrado de tubo digestivo, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal con una mortalidad mayor del 80%. Existe también como complicación, la hepatitis crónica persistente y activa. La primera no tiene consecuencia alguna, sin embargo la segunda puede llegar a la cirrosis. Se sospecha dichas complicaciones cuando después de 6 meses de haber diagnosticado la hepatitis, persiste con elevación de transaminasas y marcadores de la hepatitis. Desde el punto de vista profiláctico existen vacunas para la hepatitis A y B en aquellos sujetos que están altamente expuestos al contagio tales como los médicos, enfermeras, laboratoristas, etc. Para el virus de la hepatitis C no existes vacuna, únicamente tratamiento con determinados fármacos para tratar de inhibir la replicación del virus dentro de la células del hígado. Se están desarrollando nuevos medicamentos que parecen ser prometedores, asimismo existen programas para el desarrollo de una vacuna, sin embargo aún pasarán muchos años