(27) DE CIENCIAS NATURALES 91 falto de realismo como muchas de las figuras estilizadas que datan de las edades prehistóricas. La cabeza es un círculo dentro del cual se ven los ojos que son dos incisiones redondas, así como dos líneas verticales paralelas que, al parecer, quieren significar la nariz; y una horizontal, en el lugar que corresponde a la boca de la parte inferior del círculo de la cabeza arrancan las extremidades en líneas divergentes; y la superior sustenta un tocador especial que se bifurca a derecha e izquierda con suma regularidad. Entre las figuras antropomorfas prehistóricas, descucubiertas hasta hoy, no se ha publicado, que sepamos, ninguna que en todas sus partes se parezca a esta de Albania; pero no cabe duda que presenta semejanzas indiscutibles con muchas de las figuras estilizadas que registra el arte rupestre de la Península Ibérica. Particularmente su triple ramificación inferior le relaciona con numerosos dibujos de la edad neolítica y los metales; y el adorno de la cabeza le hace semejante a las estilizaciones humanas de varias estaciones prehistóricas, sobre todo a las de Vélez Blanco (Almería) y Fuencaliente (1), que pueden verse en «LV Age des cavernes et roches ornees de France et d' Espagne» de H. Breuil (París, 1912). Contrasta este grabado con los próximos bajo-relieves de Marquínez, que se hallan en una gruta de la misma época que estas de Albaina, y que, sin embargo, por su falta de esquematización y por su técnica relativamente (1) Al citar las f a m o s a s estilizaciones humanas del mediodía de España, me es grato recordar la memoria del erudito cura de Montoro (Córdoba), D. Fernando López de Cárdenas, el primero que. reconociendo la importancia de las pinturas rupestres, las hizo públicas el año 1783, enviando una Noticia circunstanciada de las de Fuencaliente (Sierra Morena) al Conde Floiidablanda, Ministro del Consejo de Estado de S. M. Varias cartas autográficas del buen López de Cárdenas relatando sus excursiones a Sierra Morena; una del Conde de Floridablanca y muchas del P. Flórez y otros eruditos del siglo XVIII que relevan el valor de aquel benemérito de la Ciencia, se conservan en la importante biblioteca del Seminario Conciliar de Vitoria con el cuidadoso esmero que merecen documentos interesantes.