el tiempo de trabajo en el mundo

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RECENSIONES
«EL TIEMPO DE TRABAJO
EN EL MUNDO»
SANGHEON LEE
DEIRDRE McCANN
Y JON C. MESSENGER
MTIN, Colección Informes OIT
Madrid, 2008
299 páginas
En el presente libro se revisa el tiempo de
trabajo en el mundo desde una diversidad de
perspectivas: desde marcos reguladores y
políticas nacionales sobre el tiempo de trabajo hasta las tendencias en las horas de trabajo reales, y desde las consecuencias de la terciarización y la informalización en las horas
de trabajo hasta las experiencias específicas
de diferentes grupos de trabajadores, como
los que tienen responsabilidades familiares.
En primer lugar, en el libro se examina
una de las áreas centrales de las políticas
sobre tiempo de trabajo como es la limitación
de las horas de trabajo, destacándose la
importancia de las dos normas principales
para los límites de las horas semanales, las
semanas de 40 y 48 horas, centrándose en su
presencia en las normas internacionales.
Los autores señalan que en el mundo
actual es posible identificar una convergencia
de los límites de horas semanales que se mueve hacia el consenso amplio de que la semana
de 40 horas es el nivel adecuado de horas
semanales. Existen, sin embargo, diferencias
regionales sustanciales, muy notablemente
por la presencia de límites de horarios prolongados en Latinoamérica y un avance desigual en la reducción de las horas en Asia y el
Pacífico.
A continuación se examinan las horas de
trabajo desde una perspectiva global. Se
observa que la historia de las horas de trabajo en los países industrializados indica que
los avances son muy desiguales, haciendo
casi imposible identificar una pauta general.
En segundo lugar, desde una perspectiva
comparativa, no parece haberse producido un
gran cambio en las diferencias entre países
industrializados y en desarrollo en términos
de horas de trabajo medias en el sector de las
industrias manufactureras.
Los autores revisan también algunos de
los cambios significativos en la dinámica de
la fuerza de trabajo global, considerando dos
factores demográficos clave que tienen implicaciones importantes para el tiempo de trabajo: el género y la edad. El género es claramente un factor crucial diferenciador en las
horas de trabajo entre los trabajadores. En
particular, aun cuando las mujeres participan cada vez más en la fuerza de trabajo
remunerada, su disponibilidad temporal
para un trabajo retribuido parece estar limitada significativamente por el tiempo que
deben dedicar a sus responsabilidades
domésticas/familiares.
Para las mujeres se constata una pauta de
tiempo de trabajo que es esencialmente inversa a la masculina: elevados porcentajes de
empleadas que trabajan a tiempo parcial, que,
además, son notoriamente más altos que los
porcentajes comparables de los hombres que
trabajan en esa modalidad. El resultado final
es que, a pesar de la mayor participación femenina en la fuerza de trabajo remunerada, existe una clara «brecha de género» en las horas de
trabajo en todas las regiones del mundo.
La edad, por otra parte, parece ser considerablemente menos poderosa pero, aun así,
importante como factor para modelar las
horas de trabajo. Los muy limitados datos
disponibles sobre horas de trabajo por grupo
de edad en países en desarrollo y en transición sugieren que las horas de trabajo remunerado tienden a ser ligeramente menores
para los jóvenes y los trabajadores en edad de
jubilación que para los que se encuentran en
la edad «idónea» o de apogeo.
Se pasa revista también a dos aspectos
importantes de la estructura de la economía
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RECENSIONES
global y sus implicaciones para el tiempo de
trabajo: en primer lugar, horas de trabajo y
horarios de trabajo en el sector servicios en
expansión, referido a menudo como «terciarización», y, en segundo lugar, lo que se conoce
como jornadas de trabajo en la economía
informal. Los resultados de este análisis
muestran que las horas de trabajo medias son
particularmente largas en ciertos subsectores
del sector servicios, notablemente el comercio
mayorista y minorista; hoteles y restaurantes; y transporte, almacenamiento y comunicaciones. Análogamente, el sector gubernamental y, en particular, el de la educación, tienen horarios relativamente reducidos.
A continuación se perfilan las directrices
políticas actuales sobre el tiempo de trabajo
en países en desarrollo, constatándose la necesidad de los trabajadores de trabajar horarios
prolongados para garantizar unas remuneraciones adecuadas; y el recurso extendido por
parte de los empleadores a las horas extraordinarias para intentar aumentar la productividad, en vez de modificar la organización del
trabajo o invertir en formación.
En relación a las implicaciones para la política en países en desarrollo y en transición
subrayan los autores que la investigación
sobre las horas de trabajo reales y las políticas
en los países en desarrollo es muy limitada y
que aún quedan por explorar muchas cuestiones. Como consecuencia, no es posible ofrecer
la clase de recetas políticas detalladas que
puedan realizarse en los países industrializados. En su lugar, aunque se resalta una serie
de medidas específicas, las sugerencias que se
hacen en el libro tienden inevitablemente a
plantearse en la forma de principios generales
que deben tenerse en cuenta para avanzar
hacia horas de trabajo decentes.
En este sentido, en el libro se examina la
situación en los países en desarrollo y en transición de los cinco criterios o dimensiones de
«tiempo de trabajo decente» que según la OIT
se necesitan cumplir: tiempo de trabajo sano,
tiempo de trabajo «respetuoso con la familia»,
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igualdad de género a través del tiempo de trabajo, tiempo de trabajo productivo y elección e
influencia sobre el tiempo de trabajo.
Concluyen los autores resaltando que la
interacción de salarios y tiempo de trabajo es
central para la reducción de las jornadas
laborales, y que deben abordarse en conjunto
si se quieren conseguir políticas eficaces
sobre horas de trabajo decente.
Así mismo, consideran que en vez de un
enfoque desregulador sobre las horas de trabajo, es necesaria una regulación protectora
sólida, que sea ampliamente aplicada y respetada, como marco básico dentro del cual se
ordenen las horas de trabajo en las economías
en transición y en desarrollo.
Por último, los autores subrayan la importancia del diálogo social para permitir que se
escuchen las necesidades y preferencias de
los trabajadores y se actúe en consecuencia;
que se refuerce la productividad de las
empresas; y que se permita que trabajadores
y empleadores trabajen juntos hacia la consecución de los tipos de empresas y economías
de alta cualificación/alta calidad en las que
no quepan horas de trabajo no aceptables.
GUILLERMO RODRÍGUEZ FOLGAR
«EL TIEMPO DE TRABAJO
EN LA NEGOCIACIÓN
COLECTIVA»
COMISIÓN CONSULTIVA NACIONAL
DE CONVENIOS COLECTIVOS
JOSÉ MARÍA GOERLICH PESET
(Coordinador)
MTIN, Colección Informes y Estudios
Madrid, 2008
491 páginas
El presente estudio es el resultado de la
investigación realizada por sus autores acer-
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