LAZARILLO DE TORMES novela:

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LAZARILLO DE
TORMES
à NDICE
• DOCUMENTACIà N. Información sobre los siguientes aspectos en la época en que se escribió esta
novela:
- Organización polÃ−tica, económica y social de la Europa del Renacimiento.
- El Humanismo.
- Problemas especÃ−ficos del Renacimiento Español.
- La lengua Española del Siglo de Oro.
- Temas y formas de la literatura renacentista. Los géneros literarios: prosa.
• LECTURA REFLEXIVA. Anota lo que se te ocurra sobre el contenido, técnica, lenguaje, etc. FÃ−jate
en:
- La intención del autor, que se manifiesta ya en el prólogo.
- La estructura externa general de la obra.
• ELABORACIÃ N DEL TRABAJO. Elabora un trabajo a partir de los siguientes puntos:
1. Gà NERO NARRATIVO. La novela picaresca y su evolución.
2. TEMÔTICA. Analiza los principales temas de la obra:
2.1- CrÃ−tica social. Explica detenidamente de que forma aparece la crÃ−tica social.
2.2- El erasmismo. Explica y documenta las siguientes citas:
2.2.a) Denuncia las formas de supercherÃ−a de la religión.
2.2.b) Subraya el valor de la caridad, sin la que la fe no se justifica.
2.2.c) Ataca la ambición, la avaricia, la hipocresÃ−a, etc.
2.3- La subversión de valores. Como se presenta al protagonista como antihéroe.
2.4- El hambre. Enumera todas las escenas donde el hambre tenga un lugar destacado.
3. NARRADOR Y ESTRUCTURA.
3.1- Narrador.
3.1.a) Explica que el narrador sea el propio personaje y, sin embargo, la novela sea anónima.
3.2.b) Señala las frases que se refieren a escribir sobre un caso a “vuestra merced”.
En el capÃ−tulo final reaparece la mención del caso. ¿De qué se trata?¿Qué sentido da a la
obra?
3.2- Estructura.
3.2.a) Relaciona la forma de carta que tiene la novela con los temas de qué trata.
3.2.b) Interpreta la extensión desigual de los capÃ−tulos
3.2.c) Busca las referencias a otros capÃ−tulos y explica como contribuyen a dar unidad
a toda la novela.
4. ELEMENTOS DE LA NOVELA.
4.1- Ambiente. DescrÃ−belo y di si guarda alguna relación con la intención del autor.
4.2- Personajes.
4.2.a) Analiza la evolución psicológica de Lázaro
4.2.b) Comenta la caracterización de cada uno de los personajes
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4.2.c) Céntrate en dos de ellos y descrÃ−belos.
4.3- Acción, tiempo y espacio
4.3.a) Analiza las referencias temporales e imagina la edad de Lázaro en cada tratado.
4.3.b) Cita los lugares que recorre Lázaro y localÃ−zalos en un mapa.
5. ASPECTOS TÃ CNICOS
5.a) ¿Qué efectos produce sobre el lector la técnica autobiográfica? Señala y explica
alguna forma lingüÃ−stica que indica que es el protagonista el que habla.
5.b) ¿A quién se dirige la novela? Analiza y explica las apelaciones al destinatario.
5.c) Explica la función que cumple el que Lázaro hable, con frecuencia, para si mismo.
5.d) Señala y explica algunas de las reflexiones que hace Lázaro sobre su situación.
5.e) Señala y explica frases, ideas o situaciones irónicas.
5.f) Señala el humor de la novela.
6. LA LENGUA.
6.a) Analiza los rasgos que responden a la llaneza y popularismo
6.b) Busca ejemplos de anacolutos, polisÃ−ndeton, etc. que reflejen una sintaxis descuidada como
reflejo real del lenguaje hablado.
6.c) Anota los procedimientos retóricos que aparezcan.
7. CONCLUSIONES
7.a) Analiza la riqueza significativa de la obra basándote en que en el Prólogo el autor se
muestra consciente de que su libro puede ser objeto de una doble interpretación: como
libro festivo o como novela de tesis. Razona por qué son posibles las dos
interpretaciones y señala por cual te inclinas.
7.b) Lázaro subraya en el Prólogo el mérito que tienen los que “con fuerza y maña”
salen “a buen puerto”, a pesar de la adversa fortuna. Es posible que:
A- Lázaro llegara efectivamente a buen puerto
B- Lázaro no usó la fuerza y maña, por lo que apenas mejoró de situación.
Argumenta e inclÃ−nate por una de las anteriores opciones.
7.c) El Lazarillo como obra inscrita en el Renacimiento.
a) DOCUMENTACIÃ N
El inicio del Renacimiento en España se relaciona histórica y polÃ−ticamente con la monarquÃ−a de los
Reyes Católicos. Sus figuras son las primeras en salir de los planteamientos medievales que establecÃ−an un
esquema feudal de monarca débil sobre nobleza poderosa. Los Reyes Católicos aúnan las fuerzas del
nuevo estado y se alÃ−an con las principales familias de la nobleza para mantener su poder, bajo el manto de
una monarquÃ−a absoluta. Para conseguirlo se dan las siguientes fases: matrimonio de Isabel y Fernando
(1469); conquista del reino de Granada (1492); incorporación a la Corona de la última isla canaria (1496);
anexión del reino de Navarra (1512); incorporación de Portugal (1580) en tiempos de Felipe II. Aunque en
España el renacimiento recibió el impulso trascendental en este año por varios acontecimientos
históricos sucesivos. El primero, la unificación del “Reino Cristiano” con la toma definitiva de Granada,
última ciudad de la España Islámica y las sucesivas expulsiones en miles de creyentes musulmanes y
judÃ−os. El segundo, el descubrimiento oficial de América. Y el tercero, la publicación de la primera
gramática de una lengua vulgar europea, la gramática del castellano de Antonio Nebrija.
La situación social mantenÃ−a los estamentos de la Edad Media con algunas variaciones:
La nobleza se somete a la autoridad del rey. Aunque atraviesa dificultades económicas, sigue gozando de
poder y prestigio, basados en la posesión de tierras. Se sub-jerarquiza según el poder que podÃ−an ejercer
en: los grandes, seguidos de los caballeros y los hidalgos, cuyas rentas son inferiores. Destaca la figura del
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cortesano, el cual es hombre de armas y de letras.
El clero también mantiene su poder. La distinción interna entre un clero rico, y otro humilde y pobre,
además de las divergencias en el seno de la Iglesia, son las causas de los problemas que darán inicio a la
Reforma protestante y la consiguiente Contrarreforma.
La burguesÃ−a está en auge debido al desarrollo de las ciudades y de la industria, el comercio y otras
actividades económicas. Adquirió más oportunidad de sobresalir, enriquecerse y adquirir importancia
social i económica. Estos y los nobles impulsaron la nueva mentalidad y disfrutaron de las realizaciones
renacentistas.
El pueblo, compuesto esencialmente por artesanos y campesinos, se empobrece cada vez más a causa de las
guerras y los altos impuestos. Suele emigrar a las ciudades, donde aparecerán numerosos mendigos y
vagabundos.
El humanismo surge a partir del siglo XV como una nueva forma de pensar y entender el mundo. Los
humanistas están convencidos de que el ser humano ha de ser el centro de sus preocupaciones. Se sienten
atraÃ−dos por la cultura clásica de Grecia y Roma por lo que recurren frecuentemente a ellos como fuente
de inspiración. Las principales diferencias que adopta el humanismo frente a la mentalidad de la edad media
es que se pasa del teocentrismo, en el cual Dios es el centro de la vida y del pensamiento, a un
antropocentrismo donde el ser humano se convierte en el centro y es la medida de todas las cosas. En la edad
media el ser humano era considerado malo por naturaleza y era juzgado por Dios, un juez majestuoso y
severo, mientras que en el renacimiento el ser humano es bueno por naturaleza y está hecho a imagen y
semejanza de Dios, padre misericordioso. En la edad media la vida y el mundo son un valle de lágrimas,
hechas para el sufrimiento y en el renacimiento se resalta que hay que aprovechar el momento presente y
vivir la vida. Durante la edad media se creÃ−a que la muerte es el fin y sólo cabÃ−a esperar la salvación
del alma, al llegar el renacimiento esto cambió y se creÃ−a que la muerte no es el fin y el recuerdo del ser
humano permanece gracias a la fama.
Los principales problemas del renacimiento se pueden considerar de Ã−ndole religioso y
polÃ−tico-económico.
Durante el reinado de Carlos I (1516-1556) Nieto de los reyes católicos. Su polÃ−tica se caracterizaba por
un interés europeÃ−sta. Para ello, el rey empleó los recursos económicos con los que contaba Castilla, lo
cual provocó el descontento entre el pueblo. Este hecho, junto con las reformas institucionales encaminadas
al control de la nobleza, acaba desatando levantamientos y movilizaciones como las GermanÃ−as en Valencia
o las Comunidades en Castilla. En este periodo, España acoge con simpatÃ−a las ideas humanistas de
Erasmo de Rótterdam, que propugna una religión más intimista y sincera, y más alejada del boato y de
la importancia de las ceremonias exteriores del culto.
La reforma iniciada por MartÃ−n Lucero, denominada Reforma protestante, provoca una fragmentación en
el seno de la Iglesia. Para solucionar este conflicto, se convoca el Concilio de Trento (1545-1563), en el que
se fijan los nuevos caminos de la doctrina ortodoxa católica. Esta nueva dirección da lugar a la llamada
Contrarreforma, en la que España formó parte.
Durante el reinado de Felipe II (1556-1598). Hijo de Carlos I. España se encierra en sÃ− misma.
Continúan los levantamientos y los problemas internos. Las guerras imperialistas, iniciadas ya con Carlos I,
llevan al paÃ−s a una progresiva decadencia. Las posesiones españolas durante los dos reinados se
extendieron por todo el mundo.
A finales del siglo XV aparece la Gramática castellana, de Antonio Nebrija, primera gramática de Europa
con lo que el castellano se convierte plenamente en lengua literaria y, debido a la expansión polÃ−tica, es
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lengua de cultura y de relación internacional. Algunos de los rasgos del castellano del siglo XVI son:
En fonética y ortografÃ−a: Se pierde el uso habitual de la “f” inicial que es substituida por la “h”, hay una
alternancia de formas como mill/mil, sant/san, dubda/duda, efeto/efecto etc. y se hace extensiva a toda la
PenÃ−nsula la confusión entre v/b.
En morfologÃ−a y sintaxis: Se usan los diminutivos acabados en -illo/a, -uelo/a, -ito/a, -ico/a; Se generaliza
el uso de -Ã−simo/a en la formación del superlativo, las preposiciones cabe y so se usan habitualmente y el
verbo aver pierde el sentido de posesión y se emplea ya como auxiliar.
En el léxico, se incorporarán americanismos como patata o maÃ−z; galicismos como servilleta o
batallón; lusismos como payo o mermelada, germanismos como bigote o trincar, italianismos como piloto o
novela; y el uso de cultismos como hipérbole, sublimar, encomio, horrÃ−sono etc.
Con el auge de la imprenta, el subgénero narrativito de la novela nace y se difunde con rapidez. AsÃ− pues,
se dan diversos subgéneros de novela los cuales, pueden dividirse en prosa novelesca idealista y prosa
novelesca realista.
La prosa novelesca idealista surge en la edad media y, abarca subgéneros como:
• La novela de caballerÃ−as. Relatan hechos fantásticos protagonizados por valientes caballeros
andantes, que se mueven por ideales como la defensa de los débiles. Viven extraordinarias
aventuras por amor a una dama. La más exitosa es AmadÃ−s de Gaula, de Garci Rguez. Montalvo
(1942).
• La novela sentimental. Narran aventuras amorosas, por lo general desgraciadas, ya que casi siempre
terminan con la muerte de los protagonistas. Una de las más celebres es Tratado de amor, de diego
de San Pedro (1942).
Ambos tipos de novela a pesar de haber surgido en la Edad Media, se leen sobre todo durante el XVI.
• La novela pastoril. Sus protagonistas son pastores refinados, que en un mundo rustico idealizado,
discuten acerca de la naturaleza verdadero amor, de sus pruebas y de las variadas complicaciones que
los enamorados pueden sufrir. Equivale a la égloga en poesÃ−a. Jorge de Montemayor es el más
célebre autor de este subgénero; su obra Los siete libros de Diana, (1559) resultó atractiva para
el público y contó con veinte ediciones en España entre los siglos XVI y XVII.
• La novela morisca. Es exclusiva de la penÃ−nsula puesto que narra sucesos de las luchas fronterizas
entre moriscos y cristianos. Estos personajes, que aparecen notablemente idealizados, destacan por su
nobleza, su valor y su hermosura, cualidades que son exaltadas constantemente; normalmente se
sitúa una trama amorosa en un mundo idealizado. Hay dos obras muy representativas de este
subgénero: Historia del abencerraje y la hermosa Jarifa, (1560) anónima; y Guerras civiles de
Granada, de Pérez de Hita (1595).
• La novela bizantina. Esta inspirado en la antigüedad clásica de Grecia y es muy fantasioso, tanto,
que está al margen de la realidad. Presenta unas caracterÃ−sticas comunes en un hilo argumental:
los viajes y las peripecias de dos enamorados que, debido a un rapto o un naufragio, se ven separados,
viven arriesgadas aventuras y finalmente se reencuentran. Un ejemplo es La historia de Persiles y
Segismunda, de Miguel de Cervantes (1617).
• La novela corta. Suele ser el relato de diversas historias, de argumentos variados, que se sitúan en un
marco más amplio en el que suceden todas ellas. La más interesante y difundida fue El
Patrañuela, de Juan de Timoneda.
La prosa novelesca realista supone una innovación ya que parece el realismo en la novela. Este hecho no se
da en otras zonas de Europa.
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• Prosa Celestinesca. Esta tomada del carácter realista de la obra teatral de la Celestina. Este
subgénero toma una actitud crÃ−tica, por tanto, lo que pretende ya no es solo la evasión que
produce la lectura entretenida. Trata el contacto conflictivo entre clases sociales, por lo que surge la
realidad, y denuncia la corrupción generalizada en las clases polÃ−ticas y el clero (como
institución). Para ello utiliza un realismo descriptivo y un lenguaje cotidiano y desenfadado; lo cual
supone una innovación, ya que hasta ahora no se habÃ−a jugado con el nivel de lenguaje entre los
personajes. De esto último, se intuye la importancia que adquiere el diálogo en este subgénero.
Una de las obras a destacar es La lozana andaluza, de Francisco Delicado (1528).
• La novela picaresca. La iniciación de esta, se debe a la creación de La vida de Lazarillo de
Tormes, de autor desconocido. El nacimiento de la novela picaresca se puede relacionar con la
situación social de la España de aquel entonces; también, el nacimiento de esta, se producirÃ−a
en contraposición a la lÃ−rica y las novelas de carácter idealista, las cuales proponÃ−an paisajes e
individuos totalmente idealizados y alejados de la realidad.
La novela picaresca, pretende reflejar la realidad de la época, llena de mendigos y pobreza, para ello busca
un nuevo protagonista, el pÃ−caro, y lo coloca en una realidad cruel en la que tendrá que demostrar su
astucia por medio de diversos recursos, generalmente poco cercanos a la ley y las buenas costumbres.
La novela se estructura en diversas partes, que se unen gracias a la presencia de un “yo autobiográfico”, pues
el pÃ−caro narra en primera persona sus aventuras y desventuras. A lo largo de la narración suelen
presentarse personas pertenecientes a diversas clases sociales, a los que se satiriza y se critica. La finalidad de
estas novelas es la crÃ−tica de la sociedad. Algunas de las obras de este subgénero son Guzmán de
Alfarache, de Mateo Alemán (1559) y El buscón, de Quevedo (1626).
b) LECTURA REFLEXIVA
Lázaro escribe a alguien a quien se refiere con el apelativo de “Vuestra merced” sobre “el caso”
respondiendo a la anterior solicitud de esta. Lázaro explica a vuestra merced el caso muy por extenso y con
un estilo grosero, lo que nos hace suponer la clase social del protagonista, más bien baja. La intención con
la que esta escrito el caso es que ese alguien, que deducimos pertenece a una clase social superior por el
tratamiento de “vuestra merced”, se entere del caso y que cualquier persona pueda sacar algo de provecho por
leerlo.
En cuanto a la estructura, al tratarse de una carta, aunque muy extensa, pertenece al género epistolar. En
esta carta habla de manera autobiográfica a vuestra merced para contarle que es lo que le ha sucedido. La
obra está guiada por un hilo cronológico que se ajusta a la maduración real de Lázaro; es decir desde la
infancia hasta la madurez. Durante ese periodo de tiempo, Lázaro, relata sus vivencias con los diferentes
amos a los que sirvió respetando la cronologÃ−a en la que sucedió. La unidad estructural gira en torno a la
convergencia de todo el pasado en el ser presente de Lázaro que cuenta su vida para justificar su "caso", un
caso de honra. Lázaro no hace sino justificar una conducta moral muy particular aprendida de los labios de
su madre: arrimarse a los "buenos", aquellos que le ayudan a sobrevivir. La novela inicia con el prólogo en el
que expone, relativamente, la finalidad de la carta. Continúa con la organización de siete capÃ−tulos,
llamados tratados en los que, en cada uno, relata sus vivencias con cada uno de sus amos.
c) ELABORACIÃ N DEL TRABAJO
1. GÃ NERO NARRATIVO
AquÃ− expondré por extenso la novela picaresca y su evolución. Como ya he dicho, la novela picaresca
pertenece a la prosa realista del siglo de oro, es un género tÃ−pico de la penÃ−nsula, el cual nació gracias
a la creación de Lazarillo de Tormes; con lo que se deduce la vital importancia que adquiere esta obra al
hablar del género narrativo de la novela picaresca. Surgió en contraposición a la prosa idealista de la
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edad media y principios del renacimiento: epopeyas, libros de caballerÃ−as, novela sentimental, novela
pastoril... ya que lo que reflejan las novelas picarescas es la realidad de la España del momento, una
España inmersa en varias y largas guerras en Europa y, al mismo tiempo, dedicada a la conquista del Nuevo
Mundo, regresan a la patria soldados y aventureros que, tras la batalla y los viajes, vuelven inválidos,
empobrecidos y destinados a una situación desesperada. Por otro lado, el empobrecimiento de las zonas
rurales ocasiona que llegue a las ciudades una multitud de personas sin oficio, que se ven conducidas al
bandidaje y al robo.
La novela picaresca, al pretender reflejar la realidad, llena de mendigos y pobreza, busca un nuevo
protagonista, el pÃ−caro. El pÃ−caro es un muchacho, un ser marginado por la sociedad que, encarnando el
deshonor, sólo logra entrar en ella al final de la novela, en su madurez. Durante el transcurso de su vida sirve
a varios amos, representantes de una sociedad a la que se critica. En contraposición a las novelas de
caballerÃ−as, protagonizadas por un héroe, el pÃ−caro representa el antihéroe. Si el caballero se
movÃ−a en defensa de la justicia y el amparo de los débiles, el pÃ−caro lucha por sÃ− mismo y por
satisfacer sus necesidades, especialmente por hambre. El caballero luchaba honrosamente, el pÃ−caro se vale
de su astucia ye del engaño, muy presente a lo largo de las novelas picarescas.
He encontrado una frase que resume bastante bien la figura del pÃ−caro en la novela picaresca “El pÃ−caro
como tal es un anti-caballero errante en una "epopeya del hambre" a través de un mundo libertino, donde
sólo se sobrevive gracias a la estafa y el engaño y donde toda expectativa de ascenso social es una
ilusión”
Las novelas picarescas poseen unos rasgos estructurales muy definidos: siempre son “autobiográficas” (no
son autobiografÃ−as del autor, pero si del narrador; el pÃ−caro) ordenadas por los servicios prestados a
diferentes amos; el pÃ−caro nos cuenta su paso de la niñez a la madurez, y en todas ellas hay un punto de
vista único sobre la realidad: la del pÃ−caro.
Poseen una estructura abierta, es decir, las aventuras del pÃ−caro podrÃ−an continuarse; no hay nada que lo
impida, porque las distintas aventuras no tienen entre sÃ− más conexión argumental que la que da el
protagonista.
AsÃ− mismo, cada novela picaresca vendrÃ−a a ser un gran "ejemplo" de conducta errante que,
sistemáticamente, resulta castigada. La picaresca está muy influida por la predicación de "ejemplos", en
los que se narra la conducta descarriada de un individuo que, finalmente, es castigado o se arrepiente.
Por último, la sátira es un elemento constante en el relato picaresco. El protagonista deambulará por las
distintas capas sociales, a cuyo servicio se pondrá como criado, lo que le permitirá conocer los
acontecimientos más Ã−ntimos de sus dueños. Todo ello será narrado por el pÃ−caro con actitud
crÃ−tica. Sus males son, al mismo tiempo, los males de una sociedad en la que impera la codicia y la avaricia,
en perjuicio de los que pertenecen a las capas más bajas de la sociedad.
La novela picaresca siguió una evolución que tuvo distintas etapas:
La primera, desde 1599 hasta 1605 en la que floreció el género con las mejores novelas (El Lazarillo de
Tormes y Guzmán de Alfarache) aunque ya comienzan a anunciarse algunos factores decadentes.
La segunda, abarca desde 1605 a 1620, es una etapa decadente: ya no se siguen los rasgos propios del
género. En muchos casos las novelas dejan de ser autobiográficas para dar paso a la 3ª persona propia de
las novelas.
La tercera, entre 1620 y 1626 PerÃ−odo de renacimiento del género. Se recupera la estructura general del
relato y se escriben varias novelas importantes como Segunda parte de la vida del Lazarillo de Tormes,
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Lazarillo de Manzanares, Varia fortuna del soldado PÃ−ndaro y otras más. Y la cuarta, que comprende el
periodo de 1626 a 1646, es la época final donde se pueden destacar Estebanillo González y La garduña
de Sevilla.
2. TEMÔTICA
En la obra que estamos analizando, los dos grandes temas tratados son el hambre y la honra. Tiene mucho
sentido dado el contexto en que está situada la obra.
El hambre, se observa especialmente en los tres primeros tratados, y hace que Lázaro despierte y agudice su
ingenio.
La honra es lo que quiere conseguir al trabajar y casarse, y que, paradójicamente, no logra.
2.1- CrÃ−tica social
La crÃ−tica a la sociedad del siglo XVI está muy presente a lo largo de toda la novela. Esta no aparece de
forma explicita pero se deja entrever en cada tratado de una u otra manera.
De manera general, la crÃ−tica social aparece reflejada mientras Lázaro convive con cada uno de sus amos,
ya que describe las penurias que ha de pasar para sobrevivir, y la hipocresÃ−a que guardan las clases sociales
a las que pertenecen, en especial, las de la nobleza y el clérigo.
Ya en el primer tratado podemos ver presente la crÃ−tica a la sociedad en la siguiente reflexión de Lázaro:
“No nos maravillemos de un clérigo ni fraile, porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus
devotas y para ayuda de otro tanto, cuando a un esclavo del amor le animaba a esto” El sentido de la frase
viene a ser algo asÃ− como que, igual que Zaide (novio de la madre de Lázaro) robaba por amor a la madre
de Lázaro, no es de extrañar que un cura hurte a los pobres y un fraile a su convento (su casa) para
mantener a sus devotas, en el sentido irónico de amantes. Lo que resulta muy confuso es para ayuda de otro
tanto, incluso en los libros que he consultado. Algunos orientan la aclaración haciendo referencia a posibles
hijos de la relación entre clérigos y devotas y/o para mantener al negrito hijo de Zaide y la madre de
Lázaro.
Otra escena donde podemos encontrarlo es en la descripción que hace de las artes que utiliza el ciego, ya que
crÃ−tica en cierto modo a la sociedad que “andábase todo el mundo tras él, especialmente mujeres, que
cuanto les decÃ−a creÃ−an”. AquÃ− lo que Lázaro pretende criticar es la hipocresÃ−a establecida en las
creencias de esta sociedad porque todo el mundo aparentaba ser muy devoto pero pocas personas se libraban
de “jugar” con artes como las que decÃ−a saber el ciego.
En el periodo que pasa con el escudero también hay una fuerte crÃ−tica social. Al encontrase con el
escudero, al juzgar por las apariencias de este Lázaro piensa que este es, al fin, el amo que el merece (un
buen amo). Pero las cosas no son lo que parecen y, el escudero, resulta estar arruinado. A pesar de esto
prefiere gastarse lo que gana (si es que gana algo, ya que en el libro no aparece mención alguna sobre sus
actuales ganancias) en su apariencia que en comer. Por tanto aquÃ− se critica fuertemente a la “nobleza” por
darle tanta importancia a las apariencias.
El cuarto tratado no por breve manca de significado, más bien sucede al contrario. En este se puede
relacionar cada palabra destinada al fraile con un fraile pervertido, el cual no dudarÃ−a en aprovecharse de su
posición para obtener favores sexuales de las devotas y de Lázaro. El primer signo que nos pone la mosca
detrás de la oreja es que las mujercillas que acompañan a Lázaro llamen al fraile pariente, según la nota
a pie de página del libro de Lázarillo de Tormes de la editorial Mc Graw Hill, resulta sospechoso que
llamen pariente a un fraile tan golfo. Golfo porque no gustaba rezar en misa y, se morÃ−a por hacerse muy
amigo y vistas; tanto que “rompÃ−a él más zapatos que todo el convento”. Además, le deja porque, dice
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que no puede seguirle el ritmo “por eso y por otras cosillas que no digo”. La expresión señalada ha
llevado a muchos crÃ−ticos a sospechar que Lázaro estuviera diciendo de manera eufemÃ−stica que
habÃ−a sido objeto de abusos sexuales por parte del fraile.
En el quinto tratado, la crÃ−tica se hace más evidente si cabe. El buldero, primero se ofrecÃ−a a los
clérigos o curas algunas cosillas, no de mucho valor: una lechuga murciana, si era temporada, un par de
limones o naranjas, un melocotón, un par de duraznos y unas peras verdinales que son las que aun maduras
conservan su color verde. Es decir, sobornaban con frutas y hortalizas a los clérigos y curas para que
llamasen a sus feligreses, para que estos cayesen en la bula.
El buldero y el alguacil estaban aliados para hacer una representación en la que el alguacil acusaba al
buldero de ser un farsante. Durante la misa, el alguacil entra en la iglesia y le echa todo en cara, incluso, que
en un pasado le timó en un negocio que tenÃ−an juntos. El buldero, pide a Dios que “si es verdad lo que yo
digo (es decir, que el alguacil está acusándole en falso) y aquél, persuadido del demonio, por quitar y
privar a los que están presentes de tan gran bien, dice maldad también sea castigado y que todos
conocida su malicia. Apenas habÃ−a acabado su oración el devoto señor mÃ−o, cuando el negro alguacil
cae de su estado y da tan gran golpe en el suelo, que la iglesia toda hizo resonar, y comenzó a bramar y
echar espumarajos por la boca y torcella y hacer visajes con el gesto, dando de pie y de mano,
revolviéndose aquel suelo a una parte y a otra”. Todo esto lo hacen, para que, la gente de la iglesia-muy
crédula, o quizás atemorizada por sus propios remordimientos- rezan una oración por el mentiroso del
alguacil y, seguidamente, alguacil y buldero hacen las paces. “A tomar bulda hubo tanta priesa, que casi
anima viviente en el lugar no quedó sin ella”.
2.2- El Erasmismo
Desiderius Erasmus Rotterdamus es el nombre completo del conocido Erasmo de Rótterdam, nacido en
Geert Geertsen sobre el 1469 y murió el 12 de julio de 1536.
Las polémicas de Erasmo contra la Iglesia han sido malinterpretadas con frecuencia, Erasmo no era
anticatólico ni anticlerical. Esto se observa mediante la simple lectura de sus libros.
Lo que Erasmo pretendÃ−a era utilizar su formación y entrenamiento (además de su obviamente
competente manera de escribir en latÃ−n) para purificar la doctrina y liberalizar las instituciones. Objetivos
que la jerarquÃ−a eclesiástica del s.XVI no podÃ−a compartir.
A través de toda su vida, Erasmo habÃ−a sido consecuente en sus crÃ−ticas a los poderes clericales ya los
abusos que los malos religiosos hacÃ−an de ellos. Al verse involucrado en la trampa de tomar partido, hubo
de explicar públicamente que sus ataques jamás se habÃ−a dirigido a la Iglesia como institución ni a Dios
como fuente de inteligencia y justicia, sino sólo a los malos obispos y frailes que lucraban vendiendo
indulgencias y cometÃ−an otros delitos religiosos como la simonÃ−a 1
Lutero presionó a Erasmo para que éste se presentara como la cara de la visible de la Reforma, a lo que
por supuesto el holandés se negó en redondo. Lo mismo intentó hacer el papa. La negativa de trabajar
para uno u otro bando fue interpretada por ambos como cobardÃ−a y deslealtad. Ninguno de los dos bandos
estuvo de acuerdo con Erasmo en reformar la Iglesia desde dentro, sin necesidad de crear otras religiones.
a) Denuncia las formas de supercherÃ−a de la religión
La denuncia a las formas de supercherÃ−a de la religión aparece cuando detalla como el ciego se beneficia
gracias a las “malas artes” de la mÃ−stica.
Pues recordemos que el ciego sabÃ−a “ciento y tantas oraciones” las cuales vendÃ−a; tenÃ−a oraciones de
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todo tipo: para mujeres que no parÃ−an, para las que estaban de parto, para las que eran mal casadas, que sus
maridos las quisiesen bien; echaba pronósticos a las preñadas sobre si era niño o niña; en ocasiones
también decÃ−a saber sobre medicina y “remediaba” males de muela, de madre y desmayos.
Con estos embustes el ciego ganaba en un mes más que cien ciegos juntos
b) Subraya el valor de la caridad, sin la que la fe no se justifica
Esto se ve muy claramente en el segundo tratado. Lazarillo, ya con el clérigo, dice: “Finalmente, yo me
finaba de hambre. Pues ya que conmigo tenia poca caridad, consigo usaba más”. Lázaro, hace ver como,
mientras él morÃ−a de hambre porqué “era alimentado” con una ración de cebollas durante cuatro
dÃ−as, el clérigo comÃ−a todos los dÃ−as cinco blancas de carne que, aunque no sabemos a que medida
corresponde exactamente, por el contexto se deduce que era una buena cantidad.
Es decir, estarÃ−amos hablando de la hipocresÃ−a que el clérigo ejerce. Predica unos valores que el no
cumple por tanto, la fe no se justifica en el ya que, no cumple lo que su religión dictamina.
Sin embargo, en el tercer tratado es Lázaro quien se ve en circunstancias de poder ser caritativo con su amo.
Y asÃ− es, siente lástima (valor que hasta este momento no habÃ−a sentido por ninguno de sus amos) del
bueno de su amo. Ese momento en que el pobre criado llega a casa con un mÃ−sero trozo de uña de vaca
conseguido mendigando por las calles, el escudero la ve y no puede apartar la vista de la uña, Lázaro que
se da cuenta pero no quiere humillarle ofreciéndosela, y el escudero no sabe como pedirle un cacho, porque
se muere de hambre. Lázaro resuelve el problema haciendo ver al amo que es la mejor uña de vaca que
jamás podrá probar, asÃ− que le ofrece para que lo compruebe. El amo, a buen gusto, acepta y come como
“aquel que lo habÃ−a gana, royendo cada huesecillo de aquellos mejor que un galgo suyo lo hiciera.”
1: Compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos y sacramentales, o temporales
inseparablemente anejas a las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos.
En esa escena se ve el lado más humano de Lázaro. Por lo que hemos dicho, estarÃ−amos justificando la fe
de Lázaro pero no la del clérigo, es decir, estarÃ−amos viendo la hipocresÃ−a que se vive. Los
clérigos, supuestos predicadores del bien, reniegan de la caridad mientras que un pÃ−caro, figura a la que
se le asigna conductas descarriadas, ofrecen lo único que tienen.
c) Ataca la ambición, la avaricia, la hipocresÃ−a, etc.
Hay innumerables ataques a la hipocresÃ−a, el primero aparece en el primer tratado. Cuando el hermano de
Lázaro dice a su madre: mama, coco. Lázaro dice para si “¡Cuántos debe de haber en el mundo que
huyen de otros porque no se ven a sÃ− mesmos!”. Otro ataque podrÃ−a ser cuando las mujeres, todas ellas
católicas, siguen al ciego para que les haga pronósticos o les sane.
La avaricia está muy presente en la mayorÃ−a de sus amos. En especial el ciego y el clérigo ya que
ambos ganan dinero pero tienen a Lázaro muerto de hambre, más el clérigo que el ciego. Podemos verlo
en la siguiente imagen: Está Lázaro con el clérigo y este, por ocultar su gran mezquindad le decÃ−a que
los sacerdotes han de ser muy templados en su comer y beber, y por esto yo no me desmando como otros,
pero mentÃ−a falsamente, porque en cofradÃ−as y mortuorios que rezaban, a costa ajena comÃ−a como
lobo y bebÃ−a más que un saludador. También en el clérigo vemos la avaricia cuando el come un buen
pedazo de carne y tiene a Lázaro comiendo una cebolla para cuatro dÃ−as.
El ciego también se las hacÃ−a pasar mal a Lázaro. Una vez, en Almorox, un vendimiador le dio un
racimo de uvas al ciego, este, queriendo usar una liberalidad (un buen gesto), decide compartirlas con la
condición que ambos cojan de una en una. AsÃ− empiezan y, el ciego, en coger de dos en dos y no oÃ−r
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ninguna queja de Lázaro supuso que este habÃ−a estado engañándole y habÃ−a cogido de tres en tres.
En cuanto a la ambición, Lázaro revela en la siguiente frase “para mostrar a vuestra merced cuánta
virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuánto vicio”. que se halla
entre quienes pensaban que los hombres pueden y deben mejorar de estado, y no simplemente resignarse,
como era normal en la Edad media, con la posición que el cielo les habÃ−a destinado. Cabe recordar que nos
encontramos en el renacimiento y está cuestión es una cuestión clave de la formación de la mentalidad
de la época.
2.3- La subversión de valores
El antihéroe, es decir Lázaro, está presentado como un muchacho, el cual lucha por sÃ− mismo y por
satisfacer sus necesidades, especialmente el hambre, en una realidad cruda y llena de dificultades; para ello,
Lázaro se hace valer de su astucia y de engaños, sin importarle en absoluto su honra y su dignidad,
únicamente preocupado por sobrevivir. Los caballeros tenÃ−an los valores totalmente invertidos, es decir,
mientras que Lázaro lucha por sobrevivir ellos luchan por mantener su honra y dignidad. Si el caballero se
movÃ−a en defensa de la justicia y el amparo de los débiles, el pÃ−caro lucha por sÃ− mismo y por
satisfacer sus necesidades, especialmente por hambre. El caballero luchaba honrosamente, el pÃ−caro se vale
de su astucia ye del engaño, muy presente a lo largo de las novelas picarescas.
2.4- El hambre
El hambre sirve de hilo conductor de la novela puesto que el protagonista se mueve por la necesidad de
satisfacerla. Por ello, puede decirse que toda la novela es una especie de epopeya del hambre, aunque esté
situada en un marco totalmente real.
La primera escena en que aparece el hambre, es cuando el padre de Lázaro roba para darles de comer y cae
preso. Igual pasó con su padrastro, aunque tuvieron finales diferentes.
La segunda escena es cuando el ciego, que guarda el pan, torreznos y longaniza en un fardel (bolsa de tela) y
Lázaro, que está desnutrido, se las tiene que ingeniar para conseguir algo de comida. Para ello descose un
poco el fardel, saca un pedazo de lo que pille, y vuelve a coserlo sin que el ciego se percate. También con el
ciego hubo de ingeniárselas para beber vino, bebida que le encanta a Lázaro y que, según el pronostico
del ciego, salvarÃ−a le salvarÃ−a la vida.
La tercera escena serÃ−a cuando en Almorox, de camino a Toledo les regalan el racimo de uvas y el ciego
decide tener una “liberalidad” con el y compartirlo. Fijaos hasta que punto se pasa hambre que un buen acto es
compartir un racimo de uvas.
Otra escena en la que el hambre toma un papel fundamental es en casa del clérigo, donde no habÃ−a nada
de comer. A las dos semanas de estar allÃ−, Lázaro piensa que va a morir de hambre, literalmente; asÃ− que
decide pedir al calderero que le abra el arcaz donde el clérigo guarda algo de pan porque ha perdido la llave
(eso no es cierto, se lo dice al calderero para que le abra el arcaz). Una vez abierto, comparte parte de su
“recompensa” a modo de pago al calderero y cuando tiene un hambre irresistible, va al arcaz y pellizca un
poco de pan. Hasta que un dÃ−a, el clérigo sospecha que le faltan y decide contarlos. Lázaro le sugiere
que tal vez hallan ratones. El amo que, aunque no demasiado convencido, acepta la idea de Lázaro pone
diversas trampas para ratones; Lázaro por su parte, desmigaja un poco de pan encima de un mantel, como si
un ratón lo hubiera roÃ−do. El clérigo buscó tablillas y cerró todos los agujeros del baúl. Lázaro al
pensar que no podrÃ−a comer más pensó que serÃ−a mejor volver a mentir y decir que allÃ− lo que
habÃ−a era una culebra.
Le salió el tiro por la culata, él guardaba la llave dentro de la boca pero un dÃ−a, bueno, una noche se le
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quedó de una manera extraña y hacia ruido en la boca de Lázaro, el clérigo pensó que era la culebra y
le atizó bien fuerte en la cabeza dejándolo inconsciente.
3. NARRADOR Y ESTRUCTURA
3.1- Narrador
3.1.a) Explica que el narrador sea el propio personaje y, sin embargo, la novela se anónima
El hecho se debe a que es una “falsa biografÃ−a”. Es decir, el autor del Lazarillo de Tormes, seguramente
atemorizado por las posibles represalias que pudieran reprender contra su persona decidió mantener el
anonimato; pero la biografÃ−a no es de su vida, si no de la de su personaje.
El autentico narrador pone en boca de Lazarillo lo que el quiere contar. Esto sucede porque los humanistas de
mediados de siglo, hartos de novelas idealizadores, pedÃ−an a los escritores de su tiempo una literatura más
verosÃ−mil, que imite la vida real y para ello se ha de utilizar la primera persona. La tercera persona hace del
narrador una especie de Dios que todo lo sabe. La primera persona, por el contrario, muestra una visión
más humana, ni más ni menos ue la de la persona que cuenta las cosas y esto el autor lo tiene muy en
cuenta y únicamente cuenta lo que Lázaro ve. En el tratado en que pierde la conciencia con el clérigo,
hay un cambio de narrador, no es Lázaro quien cuenta lo que le sucedió mientras estaba inconsciente, sino
que cuenta lo que el clérigo le contó que habÃ−a sucedido.
3.1.b) Señala las frases que se refieren a escribir sobre un caso a “vuestra merced”. En el capÃ−tulo
final reaparece la mención del caso. ¿De qué se trata? ¿Qué sentido da a la obra?
En el prologo, Lázaro, se dirige a vuestra merced dos veces.
La primera cuando dice: “Suplico a vuestra merced que reciba el pobre servicio de quién lo hiciera más
rico, si su poder y deseo se conformaran”.
Y la segunda cuando dice: “Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso”.
El caso se refiere a que han llegado a oÃ−dos de vuestra merced que la mujer de Lázaro, criada del
arcipreste de San Salvador acude a su casa para algo más que hacerle la cama y cocinar. Lázaro responde a
vuestra merced porque debe ser una persona de un alto cargo que se le permite preguntar al pregonero sobre
su situación matrimonial. Lázaro afirma el caso negándolo, esto es, él dice que no pero al haber
contado todo el caso por extenso, sabemos que es capaz de tolerar cualquier indignidad con tal de huir de la
pasada miseria. Al fin y al cabo ha escrito el libro para explicar cómo ha llegado a la situación actual.
3.2- Estructura
3.2.a) Relaciona la forma de carta que tiene la novela con los temas de qué trata.
Lázaro contesta a la carta de vuestra merced para contarle el caso muy por extenso, es decir, su vida. Esto se
relaciona con los temas de que trata porque para que vuestra merced, y todo aquel que lea la carta, sepa que su
mujer si le está poniendo los cuernos con el arcipreste han de saber como, Lázaro, ha tenido que sobrevivir
a toda clase de situaciones por lo que no conoce situaciones indignas; todo lo que hace, lo hace para salir de la
miseria. Esto no se acaba de entender si no se sabe que una Pragmática de 1577 habla de las situaciones
como la de Lázaro:
“A los maridos que por precio consintieren que sus mujeres sean malas de cuerpo…, les sea puesta la mesma
pena que por leyes de nuestros reinos está puesta a los rufianes, que es, por primera vez, vergüenza
pública y diez años de galeras, y , por segunda vez, cien azotes y galeras perpetuas”.
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O sea, que cuando Lázaro niega su situación actual, lo hace no por una cuestión de honor, que al fin y al
cabo no tiene, ni siquiera por un interés económico. Se trata de salvar la vida.
3.2.b) Interpreta la extensión desigual de los capÃ−tulos
Lázaro desarrolla las aventuras tenidas con unos y con otros amos con distinta extensión según la
importancia que hayan tenido en la formación de su carácter, de la actitud que finalmente le hará aceptar
su “caso”.
A esta visión hay que añadir la posibilidad de que la división en tratados no sea del propio autor. La
redacción de los epÃ−grafes es bastante burda en cambio, los pronombres y otras expresiones que hacen
referencia a antecedentes de párrafos anteriores permiten deducir que la redacción iba seguida, no
interrumpida por un epÃ−grafe. Y es muy probable que quien introdujera esos epÃ−grafes dividiera, como
hacÃ−an habitualmente los editores de entonces, la narración en una serio de capÃ−tulos: en nuestro caso, y
de una manera exclusivamente mecánica, un capÃ−tulo por amo, aunque algunas veces lo que se cuenta de
algunos amos es tan breve que el tratado queda excesivamente corto (como en el caso del fraile de la Merced
o el del pintor de panderos).
Esta división artificial habrÃ−a subrayado la impresión de una obra inacabada, con capÃ−tulos apenas
diseñados, cuando lo que de verdad ocurrirÃ−a es que hay una narración seguida, con unos amos a los que
se les presta mayor o menor atención según la importancia que tienen en la formación de Lázaro.
3.2.c) Busca referencias a otros capÃ−tulos y explica como contribuyen a dar unidad a la novela
En el segundo tratado, cuando presenta al clérigo lo hace comparándolo con el ciego “Escapé del
trueno y di en el relámpago, porque era el ciego para con éste un Alejandro magno, con ser la mesma
avaricia, como he contado”.
También en este tratado cuando el clérigo le pregunta si sabe rezar y el dice que si, como era verdad;
que, aunque maltratado, mil cosas buenas me mostró el pecador del ciego, y una dellas fue ésta.”
En el tercer tratado, se hace referencia a los otros dos “Bien te he entendido!-.¡Maldita tanta medicina y
bondad como aquestos mis amos que yo hallo hallan en el hambre!”
“AllÃ− se me vino a la memoria la consideración que hacÃ−a cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo
que, aunque aquél era desventurado y mÃ−sero, por ventura toparÃ−a con otro peor”
Las referencias a otros tratados contribuyen a dar unidad a la novela porque recuerdan a vuestra merced y al
lector en general, todo lo que ha ido aprendiendo a lo largo de su vida por lo que también sirve para
entender la finalidad de que cuente el caso por extenso.
4. ELEMENTOS DE LA NOVELA
4.1- Ambiente
El Lazarillo es el relato de un pregonero que nos cuenta en primera persona la historia de su vida, y en
especial la de sus años de formación. Desde que su madre decide darlo como mozo a un ciego, Lázaro
pasa su niñez penosamente, unas veces con amos que lo matan de golpes o de hambre y otras, simplemente,
mendigando. Niños mendigos como Lázaro no eran una rareza en las ciudades españolas, hasta el punto
de que en algunas localidades de Navarra, Aragón o Valencia existÃ−a el “padre de huérfanos”, que iba
por las calles detectando niños abandonados para buscarles amo o devolverlos a los padres de quienes
habÃ−an huido.
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Este problema social aparece en la obra cuando, en el tercer tratado, tiene que ponerse a pordiosear (pedir en
nombre de dios) en vista de que su amo no le da de comer. Por entonces, cuanta Lázaro, el ayuntamiento de
Toledo prohibió la mendicidad y decidió expulsar a todos los mendigos que estuvieran por las calles. “Y
asÃ−, ejecutando la ley, desde a cuatro dÃ−as que el pregón se dio, vi llevar un procesión de pobres
azotando por las Cuatro Calles. No es de extrañar que Lázaro comente que nunca se le ocurrirá volver a
mendigar.
Pero no eran sólo niños más o menos abandonados quienes pasaban hambre en la España de mediados
del XVI. La dureza de las condiciones de vida podemos comprobarla hasta en los más mÃ−nimos detalles.
Cuando Lázaro ya es adulto y consigue trabajar por primera vez de una forma estable como aguador del
capellán de la catedral, nos cuenta su primera inversión: los ahorros de cuatro años se le van en unas
pocas prendas y una espada compradas a un ropavejero.
Los personajes marginales, por tanto, se hacen visibles en la novela. El ciego, que habÃ−a de subsistir en
aquella España surcando la PenÃ−nsula cantando romances y rezando de encargo. Su padre, molinero
ladrón, se fue al ejército. Su madre, mitad criada, mitad prostituta, se amanceba con un negro para poder
subsistir. Zaide, que asÃ− se llama el negro, también es detenido porque robaba la cebada de los caballos
que tenÃ−a a su cargo, hacÃ−a como que se perdÃ−an las mantas con que debÃ−a abrigarlos y, cuando no
habÃ−a qué robar, hasta desherraba las caballerÃ−as para revender las herraduras.
La intención con la que el autor describe este ambiente sórdido, también reflejado en la casa del
escudero, completamente vacÃ−a y ruinosa a la que el pobre Lázaro pensaba que llevaban un muerto por ser
“la casa lóbrega y obscura, a la casa triste y desdichada, a la casa donde nunca comen ni beben” (aunque
se referÃ−an al cielo), es para criticar la sociedad del momento y satirizar los diversos estamentos asÃ− como
hacer la novela más verosÃ−mil, racional, más pegada a las experiencias de las personas, y que mejor que
imitar la vida?. El autor se sirve de Lázaro colocándolo en este difÃ−cil ambiente para mostrar asÃ− el
personaje de antihéroe.
4.2- Personajes
4.2.a) Analiza la evolución psicológica de Lázaro
Lázaro deja a su madre y hermanito siendo un crÃ−o. El ciego, de alguna manera, es quien le abre los ojos
para que sobreviva en la vida. En la novela esto aparece como una metáfora cuando el ciego le hace
acercarse a una estatua de un toro preguntándole de donde proviene “ese ruido”, cuando esta cerca el ciego
le estampa la cabeza contra la cornamenta de la estatua y le dice - “Necio, aprende, que el mozo del ciego un
punto ha de saber más que el diablo”.
y como el propio Lázaro afirma le pareció que “en aquel instante despertó de la simpleza en que , como
niño, dormido estaba”.
A partir de aquÃ− Lázaro, ya despierto, va evolucionando al tiempo que sus fracasos le van enseñando.
Ya que, después del ciego ha de estar con el clérigo, el cual -parece- pretenda matarlo de hambre y
Lázaro de verdad piensa que este es el fin de su amo “A cabo de tres semanas que estuve con él vine a
tanta flaqueza, que no me podÃ−a tener en las piernas de pura hambre. Vime claramente ir a la sepultura, si
Dios y mi saber no me remediaran”.
Con el escudero da un paso más, ya no sólo ha de luchar contra el hambre sino que además siente
compasión por su hamo, el cual está atrapado en los ideales de la nobleza y del buen caballero. Pues
prefiere no comer a aparentar no tener dinero.
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De aquÃ− en adelante, Lázaro ya no progresa tanto, o no se muestra en el libro. Puede que sea porque ya no
está tan presente el tema del hambre y porque, se supone, que ya se está formando. Aún asÃ− aprende
que los frailes no son de fiar pues de cinco amos con cargos eclesiásticos que tuvo ninguno resultó ser
buena persona.
Con el buldero no se refleja que aprenda nada nuevo pero si parece, que se averguenza de este al saber de que
manera, su amo, saca dinero.
Al final de la obra, lo único que se puede extraer es que, como una vez dijo la madre de Lázaro arrimarse a
los buenos, por arrimarse a los buenos -o quien pensaba que eran los buenos- acabó metiéndose en el
embrollo de haber de contarle el caso a vuestra merced.
4.2.b) Comenta la caracterización de cada uno de los personajes
El Clérigo es el segundo amo de Lázaro. El clerigo se presenta como el más mezquino e hipócrita de
todos sus amos. Teniendo dinero y comida, hacia ver a Lázaro que no comÃ−a nada para no darle comida;
y, a hurtadillas iba a un lugar donde tenÃ−a escondido pan en la misa para comérselo sólo.
Me lo imagino como el tÃ−pico clérigo de la edad media, con su hábito, con su cara gorda… Llevando al
pobre Lázaro muerto de hambre de un lado a otro. A mi parecer, es el peor amo de todos, este y el fraile
pervertido, pues predican que para tener fe hacen falta unos valores que ellos mismos no cumplen para sÃ−.
El Fraile de la Merced es el cuarto amo de Lázaro. Este da a Lázaro su primer par de zapatos. El fraile no
tiene buenos negocios y, busca ir a casa de sus devotos. Es un fraile pervertido y corrupto que, podemos
deducir, sacó de Lázaro algún que otro favor, suponemos, que por comida.
El Buldero es el quinto amo de Lázaro.
El capÃ−tulo del buldero se nos muestra como algo distante, frÃ−o. Tal vez quiera transmitir la sensación de
vergüenza que le produce todo lo que este hace y quiere dejar constancia de que él se mantenÃ−a alejado
de los quehaceres de su amo. El buldero es el más aprobechado de todos los amos ya que juega de manera
mucho más deshonrosa que el ciego, con la fe de las personas.
VendÃ−a bulas por medio de un engaño que tenÃ−a pactado con el alguacil.
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El pintor es el sexto amo de Lázaro, pero estuvo muy poco tiempo con él. De hecho, no se conoce nada
acerca del maestro artesano pintor de panderetas, excepto, que Lázaro le ayudaba ha mezclar
Al poco tiempo, Lázaro lo deja.
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El Capellán es el séptimo amo de Lázaro. Es un oportunista que se vale de otras personas para recibir
unos beneficios. Gracias a el obtiene su primer trabajo en el que estuvo trabajando durante cuatro años.
Pasados estos cuatro años, Lázaro se compra unos ropajes (usados) con todo su dinero y le deja.
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El Alguacil es el octavo amo de Lázaro. El alguacil tiene el rango más bajo de la justicia. Se encarga de
pillar a los delincuentes. Para Lázaro este oficio resulta demasiado peligroso tras recibir una paliza de una
banda y, le deja.
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El Arcipreste de San Salvador es el noveno y último amo de Lázaro. Este es quien le mete en todo el
embrollo. No querÃ−a levantar sospechas por tener nada con su criada y decide casarla con Lázaro, quien,
en un principio no sospecha nada.
4.2.c) Céntrate en dos de ellos y descrÃ−belos
El ciego podrÃ−a tener cierta edad. Lázaro lo describe como el más astuto y sagaz de todos los hombres,
pues a pesar de su discapacidad encuentra mil y tantas formas de sacar dinero. Aunque con todo lo que
adquirÃ−a y tenÃ−a, no daba nada a Lázaro; era excesivamente mezquino y avariento. TenÃ−a la nariz
luenga y afilada, parece un hombre recio, y muy basto. Seguramente caminaba con alguna especie de gallato y
no hablaba correctamente.
El ciego fue el mentor de Lázaro, podrÃ−a decirse que con él fue con el que más aprendió aunque le
enseñara las cosas a golpes. En el fondo, creo que le hubiera gustado quedarse con el ciego si este le hubiera
alimentado.
El escudero Representa las falsas apariencias de la época. FÃ−sicamente va bien vestido, bien peinado y
lleva un paso y un compás en orden. Lázaro espera que sea el amo que el merece pues, incluso al hablar
parece de buena casta. Al llegar a su casa se da cuenta de que todo es una apariencia, la realidad (tema
barroco) es que su amo está arruinado y que el tema de la limpieza de sangre y el honor le obsesiona, vive
por y para ello.
Los escuderos eran el último escalón de una nobleza que a partir de los Reyes Católicos, y de una forma
más evidente en el reinado de Carlos I, habÃ−a pasado de ser militar a cortesana. Estos no pagaban
impuestos. Era algo que no hacÃ−a la menor gracia a los pecheros, las personas que sÃ− los pagaban y que
podÃ−an poner en duda la nobleza de estos hidalgos sin un maravedÃ−. Porque sólo era reconocido como
noble aquel que vivÃ−a como tal, entregado a una vida muelle. De aquÃ− viene la obsesión del escudero por
la apariencia.
4.3- Acción, tiempo y espacio
4.3.a) Analiza las referencias temporales e imagina la edad de Lázaro en cada tratado.
La primera referencia temporal que aparece es el nacimiento de Lázaro. La siguiente referencia que tenemos
está cuando su padre es encarcelado y llevado a batallar en la guerra de Galves, donde encontró la muerte;
en este momento Lazarillo tiene 8 años.
Permaneció con su madre y Zaide hasta que su hermanito supo andar; nueve meses del embarazo más un
año que tarda el niño en andar. AsÃ− pues, en el momento en que se marcha con el ciego debe tener unos
12 o 13 años.
No hay ninguna referencia acerca del tiempo que pasó con el ciego pero, dado que al capellán llega siendo
un “buen mozuelo” y deduzco que eso equivale a unos 16 años. Hubo de estar sobre el un año con el
ciego, es decir, hasta los 13 o 14 años.
Después, estuvo seis meses con el clérigo; asÃ− que tendrÃ−a sobre 13-14 y medio.
Con el escudero pasó dos meses, entonces le faltarÃ−a unos 4 meses para tener 14 o 15 años.
Con el fraile pervertido pasa poco más de lo que le duran sus zapatos, 8 dÃ−as.
Con el buldero está cuatro meses. Deducimos, pues, que su edad son aproximadamente 14 o 15 años.
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Aunque el maestro pintor de panderos no sale, podemos suponer que todavÃ−a estuvo menos tiempo que con
el fraile, podemos aproximar pues, sobre la semana.
AsÃ− llega, al capellán siendo un “buen mozuelo”, unos 15 años y permanece con este 4 años más.
Con 19 años trabaja para el alguacil durante cuatro años. Se marcha teniendo 19 años. Luego entra en
contacto con el arcipreste de San Salvador, se casa posteriormente con su criada, y desde entonces dice que
“siempre en el año le da” una serie de cosas, o sea que cada año (ya han pasado varios) le hace ciertos
regalos. Como mÃ−nimo, Lázaro tiene 21 años cuando cuenta su vida.
Desde los ocho años que tiene Lázaro cuando su padre muere en la batalla de Gelves, en 1510, hasta las
Cortes de 1525, cuando escribe Lázaro ya casado.
4.3.b) Cita los lugares que recorre Lázaro y localÃ−zalos en un mapa.
Lazarillo y el ciego comenzaron en Salamanca su viaje hacia Toledo, «y venimos a este camino por los
mejores lugares. Donde hallaba buena acogida y ganancia, detenÃ−amonos; donde no, a tercero dÃ−a
hacÃ−amos San Juan». Según Lazarillo, «Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está a la
entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del
animales...» El texto parece indicar aquÃ− que cruzaron el Tormes para salir de la ciudad.
Desde los Toros de Guisando irÃ−an a Almoroz en donde compartió las uvas con el ciego y en donde
vuelve a ser detallada la geografÃ−a del Lazarillo. De Almoroz irÃ−an hacia Escalona, que está en una
peña sobre del rÃ−o Alberche, posiblemente siguiendo la ruta parecida a la de la actual N 4038 que es más
accidentada que la que normalmente seguÃ−an los viajeros en la época, antes del invento del coche.
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Lazarillo salÃ−a solo y precipitadamente de Escalona después de la descalabradura del ciego, y según el
texto, «antes que la noche viniese di conmigo en Torrijos», que está a 25 kilómetros, para volver al
dÃ−a siguiente («otro dÃ−a») a Maqueda a 13 kilómetros de Torrijos, en donde encontró al clérigo.
Parece imposible que Lázaro pudiera andar los 25 kilómetros en lo que quedaba de la tarde de un dÃ−a
lluvioso, especialmente dado el hecho de que es poco probable que, como se trataba de un incidente entre
forasteros marginados, «habÃ−an de dar noticia del caso a la Santa Hermandad, la cual, a campana herida,
saldrÃ−a a buscar» al delincuente. Dado el caso que Torrijos no figura más en el libro, esta confusión
tocante a la colocación de Torrijos en relación con Escalona y Maqueda, cuyo nombre también sólo
figura una vez, parece un fallo en la memoria geográfica del autor.
Lazarillo, después de ser descalabrado por el clérigo, «con la ayuda de las buenas gentes», seguirÃ−a
por la actual N 403 para por fin llegar a Toledo y allÃ− comenzar una nueva vida. Con la excepción de su
estancia en La Sagra de Toledo y tierras colindantes se quedarÃ−a allÃ− hasta la fecha en que escribe su
epÃ−stola.
5. ASPECTOS TÃ CNICOS
5.a) Efectos que produce sobre el lector la técnica autobiográfica
El hecho de que la novela esté escrita como si fuera una autobiografÃ−a produce sobre el lector la
sensación de estar leyendo alguna cosa “real”, además con la verosimilitud de la novela este sentimiento se
agudiza. Por otro lado, que “esté escrita” en primera persona hace evidenciar que el escritor (al ser
también el actor) sabe de que habla.
5.b) ¿A quién se dirige la novela?
A lo largo de la novela aparecen multitud de apelaciones a vuestra merced, identidad de la cual no se revela
hasta el final de la novela. Vuestra merced, resulta ser amigo del Arcipreste de San Salvador, persona con la
que su mujer mantenÃ−a relaciones sexuales.
El caso, es que su actual amo, un clérigo, le propuso que se casara con una criada suya, cosa que hizo, y a
aquel “Vuestra Merced” a quien se dirigÃ−a Lázaro y a quien de vez en cuando ha ido haciendo referencia a
lo largo de toda la novela le ha llegado un rumor a propósito de las entradas y salidas a casa del arcipreste de
la mujer de Lázaro. Esto hace seguir un hilo argumental a la obra, ya que mediante numerosas apelaciones a
vuestra merced recuerda al lector que se trata de una carta para explicar el caso a dicha persona.
Lázaro, viene a decir a Vuestra Merced que de ninguna manera, que su honor está a salvo y que sólo son
habladurÃ−as lo que se dice que ocurre cuando su mujer entra en casa del cura “ a hacerle la coma y a guisalle
de comer”. También, dice, no creer lo que sus amigos le dicen. AquÃ−, en verdad, dice que no, pero todos
entendemos que si, porque a estas alturas de la novela sabemos que es capaz de tolerar cualquier indignidad
con tal de huir de la miseria pasada.
Precisamente, ha escrito su libro para explicar cómo ha llegado a la situación en la que se encuentra. Y es
entonces cuando nos damos cuenta de a qué se refiere cuando dice, en las últimas palabras de la obra, que
se encuentra “en la cumbre de toda fortuna”, es decir, cierra con una frase totalmente sarcástica. Lázaro
cornudo consentido, se encuentra en la cumbre de toda fortuna.
5.c) Explica la función que cumple el que Lázaro hable, con frecuencia, para si mismo
Mediante los parlamentos que hace Lázaro, en los que reflexiona sobre su situación, nos damos cuenta de
la crudeza de la situación en la que vive pues siendo un niño se plantea problemas de gran envergadura,
como la muerte. Muchas veces por ser victima del hambre, otras por ser victima de sus dueños.
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5.d) Señala y explica algunas de las reflexiones que hace Lázaro sobre su situación
“Pensémuchas veces irme de aquel mezquino amo; mas por dos cosas lo dejaba: la primera por no me
atrever a mis piernas, por temer de la flaqueza que de pura hambre me venÃ−a; y la otra, considereaba y
decÃ−a: “ Yo he tenido dos amos: el primero traÃ−ame muerto de hambre, y , dejándole, topé con
estortro, que me tiene ya con ella en la sepultura; pues si déste desisto y doy en otro más bajo, ¿ qué
será sino fenecer? En mi opinión, esta reflexión que hace mientras está con el clérigo es una de las
más duras. Piensa en marcharse pero del hambre que tiene, que casi no puede moverse, y del miedo que
tiene por si lo que le viene es aún peor le retienen; pues sabe que si da en otro peor, morirá. Es realmente
duro que un niño piense esto.
“AllÃ− se me vino a la memoria la consideración que hacÃ−a cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo
que, aunque aquél era desventurado y mÃ−sero, por ventura toparÃ−a con otro peor. Finalmente, allÃ−
lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera.” De nuevo aparece la muerte, es decir, un
niño de 13 años se plantea que la muerte le está pisando los talones.
“Dios me lo perdona, y a mi ruin fortuna, allÃ− , lo más de la noche; y lo peor: no asándome revolver por
no despertalle, pedÃ− a Dios muchas veces la muerte” Y otra vez, reflexiona sobre si de verdad merece la
pena vivir en la manera que vive o, si la muerte le resultarÃ−a un alivio. Esta última reflexión se hace
mucho más evidente y es la más dura de todas, pide a Dios muchas veces la muerte para dejar este mundo e
ir al otro, donde, posiblemente las cosas le fueran mejor.
5.e) Señala y explica frases, ideas o situaciones irónicas
Cuando el ciego, después de haberle desfigurado la cara dejando caer el botijo de vino sobre Lázaro le
dice: “Yo te digo, que si un hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que serás tu”.
Posteriormente, esta predicción se cumple ya que Lázaro consigue un puesto pregonando vinos.
Cuando, hablando del fraile, dice que era “Gran enemigo del coro y de comer en el concento, perdido por
andar fuera, amicÃ−simo de negocios seglares y visitar” a pesar de estar describiendo a un fraile, si
únicamente tomáramos la descripción no pensarÃ−amos, en absoluto, que de es el se trata.
La ultima frase del libro, una vez que ha quedado clara su enorme cornamenta, que “en este tiempo estaba en
mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna” puede interpretarse en su significado literal pero que
aquÃ− se ve como que le han metido en un buen lÃ−o sus ganas de “aspirar a más”
5.f) Señala el humor en la novela
En algunas ocasiones, puede ocurrir que la novela haga albergar sentimientos contradictorios en el lector
actual respecto a lo que se está relatando. Por una parte, el tono divertido de la narración es visible. Por
otro, las continuas crueldades pueden hacer que te repugne lo que se cuenta.
Para evitar estos reparos, los autores del libro dicen que este libro procede de una sociedad en la que los
chistes crueles eran mejor tolerados, pues quizá la crueldad en la vida misma era muy frecuente. Por otra
parte, a todos nos ocurre que, ante una manifestación artÃ−stica, podemos reaccionar de manera distinta a
como lo harÃ−amos en la vida real. Decimos que las obras de arte son un universo autónomo con sus
propias reglas de juego, que no se corresponden siempre con las de la vida real. De la misma forma que una
obra de ficción nos puede proponer fantasÃ−as que damos convencionalmente por buenas, puede también
sugerirnos acontecimientos de una moralidad que aceptamos sólo transitoriamente a favor del buen humor y
la risa.
Con esto sabido, diré que el humor se halla sobre todo en las peripecias que ha de pasar Lázaro para
18
conseguir comida. Con el ciego, cuando este tiene el botijo debajo de la mesa y Lázaro primero, sorbe el
vino con una pajita; al ser descubierto, hace un agujero en la base del botijo y se pone debajo sorbiendo el
pequeño hilo de vino que sale. El ciego, que no por eso era tonto, ni mucho menos; se percata y un dÃ−a
deja caer el botijo haciéndole la cara a pedazos y saltándole un diente a Lázaro.
También cuando Lázaro, al escuchar que se lleban a el fallecido a la casa tenebrosa, piensa que es la casa
del escudero y corre a avisarle muy asustado. El escudero está varios dÃ−as riéndose del pobre Lázaro.
El humor se muestra también mediante los recursos literarios abajo explicados, pero este humor es bastante
complicado de entender.
LENGUA
6.a) Analiza los rasgos que responden a la llaneza y popularismo
Está escrito en el “estilo humilde”, relacionado con el origen social de Lázaro por lo que exige al autor
escribir en un registro coloquial a vulgar. Cada estilo debÃ−a acomodarse a unos temas ya unos personajes
para conseguir el decoro, cualidad artÃ−stica que consiste en alcanzar la conformidad entre el
comportamiento de los personajes y sus respectivas clases sociales.
Para ello, el autor coloca al pÃ−caro y al mundo que le rodea dentro de una verosimilitud narrativa, en
consonancia con su personalidad y entorno. Esto se consigue intentando que a lengua sea el reflejo del marco
social; de ahÃ− que abunden los vulgarismos, las malas construcciones de las frases, los coloquialismos e
incluso algún barbarismo; con los que se intenta un acercamiento a la situación vital del protagonista y de
su alrededor. A pesar de esto, se sabe que el autor tenÃ−a cultura por las referencias a escritores clásicos que
hace como
6.b) Busca ejemplos que reflejen una sintaxis descuidada como reflejo real del lenguaje hablado
Los anacolutos, inconsecuencias en las construcciones del discurso, que he encontrado son los siguientes:
• Se acabó de criar mi hermanico hasta que supo andar, y a mÃ− hasta ser buen mozuelo, se
mantiene el verbo en tercera persona, se acabó, referido al hermanico, aun cuando se cambia el
sujeto para referirse a Lázaro.
• Habla de sÃ− mismo en tercera persona, Lázaro, que nada de esto se guardaba
• Se cambia el sujeto, pequeños agujeros, sin proponer un nuevo verbo, que estaba omitido en la
proposición anterior y era singular (el que correspondÃ−a a este arquetón).
Las expresiones coloquiales y refranes que he encontrado son: hacÃ−amos de San Juan, expresaba cambios
de lugar; no sé qué y si sé qué, se refiere a habladurÃ−as;
6.c) Anota los procedimientos retóricos que aparezcan
Los procedimientos retóricos que yo he encontrado son:
Isocolon: construcción de una oración con términos sintácticos paralelos: “ para saber mostrar cuánta
virtud sea saber los hombres subir siendo bajos y dejarse bajar siendo altos cuánto vicio”
AntÃ−tesis: “acabamos de comer, aunque yo nunca empezaba”
Hipérbole: Como cuando habla de la nariz del ciego como una trompa que “se habÃ−a augmentado un
palmo”
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Zeugma, cuando una palabra que tiene conexión con dos o más miembros del perÃ−odo está expresa en
uno de ellos, ha de sobrentenderse en los demás: “se fue muy contento, dejándome más a mÃ−”
Elipsis: “SÃ− es, y si tiene, y (sÃ−) también me lo quitaba él a mÃ−”, “y en almonedas, y cosas
perdidas (pregonar)” “(y cuando) llega el tiempo de la ofrenda de (el par de los bodigos), le regala (las calzas
viejas) que deja.
7. CONCLUSIONES
7.a) Analiza la riqueza significativa de la obra basándote en que en el Prólogo el autor se
muestra consciente de que su libro puede ser objeto de una doble interpretación: como
libro festivo o como novela de tesis. Razona por qué son posibles las dos
interpretaciones y señala por cual te inclinas.
Puede ser interpretado como libro festivo porque la mentalidad de la época estaba cambiando, y se
necesitaba lecturas nuevas, reales. Eso sumado al humor que se halla en la novela podrÃ−a dar a entender que
es un libro festivo. Pero, por otro lado, todo lo que describe es tan sumamente real, tan cruel que es difÃ−cil
pensar que se pueda interpretar como una novela festiva.
Personalmente, yo me inclino porque el autor ha jugado con el público. Tras informarme y saber que durante
esa época, habÃ−a gente que publicaba sus cartas deduzco que los primeros lectores posiblemente creyeron
que Lázaro era el verdadero autor de la carta. AsÃ− pues, creo que la intención del autor al poner en el
prologo que si alguien saca algo de provecho no hace daño a nadie, más bien va encaminado a “hacer
real”, totalmente real, la carta a vuestra merced.
7.b) Lázaro subraya en el Prólogo el mérito que tienen los que “con fuerza y maña”
salen “a buen puerto”, a pesar de la adversa fortuna. Es posible que:
A- Lázaro llegara efectivamente a buen puerto
B- Lázaro no usó la fuerza y maña, por lo que apenas mejoró de situación.
Argumenta e inclÃ−nate por una de las anteriores opciones.
Lázaro no llega a buen puerto, pero no porque no utilizase la maña sino porque la suerte parece que se la
tiene jurada. En aquella España de penurias, era muy difÃ−cil que alguien con los antecedentes de Lázaro,
llegara a tener un empleo y, mucho menos, estar casado con la criada del arcipreste, aunque, el hecho de que
esta se metiera en su cama trunca bastante la balanza. Si no hubiera ningún lÃ−o entre ellos dos, Lázaro
habrÃ−a alcanzado la cumbre de la fortuna, pero como eso si que ha sucedido, la última frase es irónica y
pretende seguir afirmando negándolo todo. He de confesar que esa técnica me ha parecido muy aguda.
AsÃ− que, podrÃ−a decirse, que Lázaro llego a buen puerto porque en la carta “niega” cualquier tipo de
relación amorosa entre su esposa y el arcipreste, con lo que, aunque la realidad fuera de otro modo, no
diciéndolo y haciéndose “el ciego” pudo valerse y salir adelante.
7.c) El Lazarillo como obra inscrita en el Renacimiento.
La prosa renacentista, concretamente la no idealizante habÃ−a de cumplir una serie de requisitos.
Que el relato fuera autobiográfico, es decir, que estuviera escrito en primera persona, cosa que en Lázarillo
se ve perfectamente. La narración sigue un orden verosÃ−mil y cronológico como ocurre en el Lazarillo.
La ironÃ−a y el diálogo son dos de los recursos más empleados para desarrollar el argumento y expresar la
crÃ−tica, muy importante en el Lazarillo, la cual coge especial importancia cuando se encauza hacÃ−a los
clérigos y las deshonrosas prácticas que llevan a cabo.
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Y, el protagonista, o sea Lázaro ha de pertenecer a una clase social baja, casi un delincuente; ser un
mendigo, moverse inducido por el hambre y buscar la manera de mejorar la vida sin unos ideales establecidos
BIBLIOGRAFÃ A
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http://www.ucm.es/info/especulo/numero27/lazaril.html
LIBROS
Lengua y literatura I Proyecto y edición marjal-grupo edebé
-Apuntes de clase de literatura del dÃ−a 17 de Abril del 2007
Lazarillo de Tormes, Clásicos Literarios, Colección Literaria Ed. Mc Graw Hill preparada por Gerardo
Gonzalo
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