CLAVES PARA EL CULTIVO DE LA colza calendario y c c L P E d Líder en venta y compra de colza y ahora... certificado 2BSvs en compra de colza sostenible Líder en venta de híbridos de colza a nivel nacional. Precursor en compra sostenible. Euralis Semillas, en primera línea de las exigencias del mercado europeo. Labores Siembra Euralis aconseja para antes de la siembra 1º.- Comience a preparar la cama de la semilla cuanto antes. 2º.- Observe su terreno y tenga presente que toda labor va encaminada a que la semilla quede regularmente en contacto con el suelo. 3º.- La colza es una excelente cabecera de rotación, después de un barbecho, aunque también tiene grandes ventajas intercalado entre cereales. 4º.- Se adapta a un amplio rango de tipo de suelos. No obstante, es conveniente evitar los suelos muy arenosos y los pesados, que drenen mal o con tendencia al encharcamiento. 5º.- Los restos de paja del cultivo precedente deben ser manejados convenientemente con el fin de que no interfieran en la nascencia de la colza. 6º.- El terreno debe quedar preparado para aprovechar las lluvias de otoño. 7º.- No cree terrones pues no va a poder contar con el hielo para su disgregación antes de la siembra. 8º.- Aproveche la última labor preparatoria para aplicar el herbicida de presiembra. 9º.-La labor profunda favorece el desarrollo de la raíz pivotante de la colza, especialmente en suelos profundos donde además pueda haber “suela de labor”. 10º.- En suelos fértiles y sueltos se puede realizar siembra directa. 11º.- Siembre a unos 2 cm. de profundidad, no más. 12º.- Utilice el rulo con suma precaución. Se puede pasar un rulo liso antes de sembrar y/o un rulo dentado ligero después de sembrar, sólo si es necesario. Labores de preparación Trabajar el suelo justo después de la cosecha anterior. Los restos de la cosecha precedente deben ser manipulados convenientemente a fin de dejar libre el suelo para las labores preparatorias de la siembra y evitar zonas de acumulación de paja. Esto puede conseguirse bien incorporando la paja al suelo, o bien triturándola y esparciéndola uniformemente. Ambas operaciones se deben realizar lo antes posible. Una labor más profunda (a unos 20 cm.), no siendo imprescindible en general, sí puede ser ventajosa en suelos profundos, mal estructurados o con perfiles compactados, para facilitar y aprovechar el desarrollo de la raíz pivotante. Esta labor es necesaria si el cereal anterior se trató con herbicidas residuales de la familia de las sulfonilureas. La colza necesita un lecho de siembra más fino y nivelado que un cereal. La capa superficial (8-10 cm.) debe estar asentada, uniforme y de granulometría moderadamente fina, pero atención: - Un lecho muy fino pierde humedad más rápidamente y se puede crear costra o compactarse si hay lluvias abundantes en los días siguientes a la siembra. - Un lecho áspero dificultará el posicionamiento adecuado de la semilla e impedirá un buen contacto tierra-semilla. Las nuevas técnicas de cultivo que permiten no alzar la cosecha precedente para preparar la tierra y sembrar, representan un especial ahorro económico y un buen sistema de preparación del suelo con dos pases de chisel o vibrocultivador que serán suficientes para dejar la tierra fina, sin terrones y capaz de aprovechar las lluvias venideras. En casos necesarios, se trabajará la tierra levantando el cultivo anterior con gradas de disco, dos pases, refinando la tierra con gradas de púas y pasando después un rulo que una las capas de tierra movidas con el resto, a fin de que la humedad de las lluvias sea aprovechada. La preparación final del suelo se hará en el momento de la siembra, preferentemente aplicando e incorporando un herbicida de presiembra. Siembra Tanto la siembra en sí como la fecha en que se realice es un momento crucial para una correcta implantación del cultivo. Desarrollo otoñal: un factor clave La densidad de planta y el desarrollo vegetativo alcanzado durante el periodo que transcurre entre la nascencia y el inicio de la parada invernal determinará en buena medida el éxito de la cosecha. Para favorecer un buen desarrollo otoñal hay que sembrar al menos seis semanas antes de la llegada de las primeras heladas intensas. Cuando la colza alcanza el estado de roseta (6-8 hojas desplegadas), es muy difícil que resulte dañada por temperaturas muy bajas. Siembra temprana, incluso en seco Es muy aconsejable sembrar durante el mes de septiembre, incluso en seco, para aprovechar las primeras lluvias que coinciden la nascencia. No se recomienda sembrar más allá de mediados de octubre. Elección de la variedad Tanto para optimizar el desarrollo otoñal como para maximizar el rendimiento, es muy aconsejable el uso de las variedades híbridas que ofrece Euralis Semillas. Estas variedades presentan mejor adaptabilidad a las diferentes condiciones edafoclimáticas y mejor perspectiva de rendimiento que las variedades tradicionales (líneas). Los híbridos compensan mejor las bajas densidades de plantas, producen más semillas por planta que las variedades tradicionales y el peso de mil granos de un híbrido es mayor que el de las variedades tradicionales. Densidad A la salida invernal debemos tener entre 25 y 50 plantas/m2, por lo cual se recomienda sembrar entre 60 y 75 semillas/m2 de semilla híbrida en regadíos y en secanos frescos, lo que equivale aproximadamente a 3-4 Kg./Ha. En secanos áridos o terrenos no suficientemente preparados se puede aumentar la densidad de siembra. foto Técnicas de siembra La semilla debe situarse a una profundidad de entre 1 y 2 cm. Se recomienda una distancia entre líneas de 20 a 40 cm. Por norma general, las sembradoras de cereales están perfectamente adaptadas para la siembra de colza. Para Siembras en el Sur de Iberia y Marruecos, véase la última sección. Herbicidas Abonado Plagas Enfermedades Herbicidas Dada la importancia del desarrollo inicial del cultivo, es necesario definir la estrategia de herbicidas antes de sembrar. Se puede optar por una de las siguientes alternativas con el objetivo de prevenir la competencia en las primeras fases de desarrollo, particularmente contra las malas hierbas de hoja ancha: - Un herbicida de presiembra, el cual se debe incorporar inmediatamente mediante labor superficial (5 cm.). - Un herbicida de preemergencia o postemergencia precoz de la colza, sin necesidad de incorporación. La colza es una excelente oportunidad para mejorar el control de malas hierbas de hoja estrecha (bromo, vallico...), alternando medios de lucha y limitando el desarrollo de resistencia a herbicidas, debido al uso continuado de una misma materia activa. Si se necesita controlar malas hierbas de hoja estrecha y rebrotes de cereal, es recomendable su aplicación lo antes posible, para evitar que frene el desarrollo de la colza y afecte a su potencial productivo. En general, el control de malas hierbas se consigue combinando buenas prácticas de cultivo: - Usar herbicidas en presiembra para proteger el cultivo desde el principio. Sembrar pronto, incluso en seco, para conseguir una implantación rápida y vigorosa de la colza antes del invierno. Sembrar híbridos, ya que este tipo de variedades presenta un mayor vigor de implantación que las variedades convencionales, dejando así menos margen a la competencia de las malas hierbas. En zonas donde se dejen tierras en barbecho, sembrar colza a continuación permite un importante ahorro herbicida. Además de ser una excelente cabecera de rotación. Abonado El abonado debe calcularse en función de estos tres conceptos: 1º Abonado y cosecha del cultivo anterior. 2º Fertilidad del terreno / disponibilidad de nutrientes. 3º Necesidades del cultivo de colza / perspectivas de rendimiento. Abonado de fondo Las necesidades de N durante el otoño son bajas y normalmente no es necesario aportarlo, no obstante unas 30 UF/Ha. de N pueden ser beneficiosas en sementera, aplicadas en forma de abono complejo junto con el P y K. En suelos con niveles normales de P y K, se aportarán 40-60 UF/Ha. de K y P, en cultivo de secano. Para el cultivo de regadío con mayores perspectivas de rendimiento, se aportarán 60-80 UF/Ha. de K y P. Abonado de cobertura Debe aplicarse a la salida invernal, entre mitad de enero y mitad de febrero. Se adaptará la cantidad en función del desarrollo del cultivo antes de la parada invernal (pequeño, normal, grande), el objetivo de la cosecha, potencial de la parcela, el tipo de suelo y el contenido u aportación de materia orgánica. El azufre es un elemento muy importante para la colza, se aportará con el nitrógeno en forma de nitrosulfato amónico o similar. Como regla general se deben aportar unas 35-40 UF de N/tonelada de cosecha esperada y unas 55-75 UF/Ha. de azufre. Para necesidades mayores de 120 UF/Ha. de N, es conveniente fraccionar el abonado en dos aportes espaciados 3 semanas. En la tabla siguiente se reflejan las necesidades mínimas de nitrógeno en función de la cosecha esperada: 2.000 2.500 3.000 3.500 4.000 Pequeño 80 100 120 140 - Normal 60 80 90 110 130 Grande 50 60 80 100 120 Plagas Limacos (gusanos y babosas). En ciertas parcelas cerca de bosques u otros macizos vegetales pueden aparecer los limacos, que son voraces comedores de plántulas de colza. Zonas húmedas, frescas, con presencia de paja de la cosecha anterior son especialmente sensibles. Caracoles, babosas, así como otros insectos de suelo y artrópodos, son eficazmente controlados por productos antilimacos. Pulguillas o alticas. Dos especies pueden estar presentes en la colza. Phyllotreta sp: pequeño coleóptero de 2-2,5 mm. de longitud, totalmente negro o negro con dos bandas amarillas. Psylliodes chrysocephala: más grande que el anterior, de 3-5 mm., de color negro y reflejos metálicos azulados. Ambas se alimentan de los cotiledones perforándolos. Se controlan con un tratamiento curativo precoz, vigilando con frecuencia el cultivo hasta el estado de tres hojas. Meliguetes (Melighetes aeneus, M. viridescens). Coleópteros de 1,5-2,5 mm., de color negro y reflejos verde metálico que se alimentan de polen y néctar en el período de floración, pero que previa a ésta pueden producir severos daños en los botones florales provocando su destrucción. Se debe vigilar su presencia desde la formación de las inflorescencias hasta la separación de los botones florales. Desde el inicio de la floración, su control resulta inútil. Gorgojos (Ceuthorhynchus spp.). Son escarabajos curculiónidos que realizan la puesta en distintos momentos, lo que determina su identificación. Es la larva que ataca a: Yema terminal (C. picitarsis). Produce ramificación al eliminar el meristemo terminal, dándole a la planta un aspecto de matorral. Se puede presentar en otoño. Tallo (C. napi). Produce galerías en los peciolos de las hojas y en el cuello y tallo de la planta ocasionando su decaimiento. Vigilar su presencia desde el reinicio de vegetación hasta una altura de 20-25 cm. Silicuas (C. assimilis). Realiza la puesta en las silicuas jóvenes y las larvas se alimentan de unos pocos granos. Pero el mayor daño se produce por ser la puerta de entrada a otra plaga, la cecidomia. Vigilar durante las dos primeras semanas de floración. Cecidomia (Dasineura brassicae). Es un mosquito diminuto de 1,5 mm., realiza la puesta en el mismo orificio realizado por el gorgojo de la silicua para depositar sus huevos. Sin embargo, las larvas de cecidomia son más abundantes y destructivas. Para su control, vigilar la presencia de gorgojo de la silicua. Pulgones (Brevicoryne brassicae y otros) . La presencia de pulgones en colonias numerosas puede afectar al cultivo de colza en cuanto a daño directo, pero también pueden transmitir virus, sobre todo el pulgón verde. El umbral de tratamiento es de 20% de las plantas con pulgón en otoño y de dos colonias por m2 en primavera. Los insecticidas homologadas controlan eficazmente estas plagas. No obstante, los “gorgojos” deben tratarse desde el momento de la detección de adultos, antes de que realicen la puesta en el interior de los órganos de la planta. Enfermedades No son muy frecuentes las enfermedades que afectan a la colza en España, y de ellas es posible que el pie negro y en algunas zonas el oidio sean las más frecuentes. De todas formas, es raro el ataque que precisa tratamiento fungicida específico. Pie negro (Phoma lingam). El síntoma principal es la caída de la planta debido al ataque del hongo en el cuello del tallo. Una mancha oscura a nivel del suelo más unas manchas blancas de forma irregular con puntos negros en su interior que aparecen en las hojas y los tallos pueden identificar la enfermedad. El período más sensible del cultivo va desde el estado de plántula hasta la floración-maduración. Esclerotinia (Sclerotinia sclerotiorum) Aparecen podredumbres bajo los pétalos que han caído sobre el limbo de las hojas. En los tallos aparecen manchas blancas que van rodeando las axilas de las hojas. Posteriormente se van recubriendo de micelio. Las silicuas también presentan manchas blancas y puede producirse asurado del grano y apertura de las silicuas. El período de mayor riesgo de infestación es la caída de los primeros pétalos. Oidio (Erisyphe polygoni) Tanto las hojas como los tallos y las silicuas presentan manchas blancas que posteriormente se unen formando una especie de velo blanco que podemos quitar pasando el dedo. Recolección Recolección Es importante recolectar la colza en su momento preciso. Sin retrasar esta operación, no se debe recolectar con más de 10% de humedad. Lo más rentable económicamente es cosechar con un máximo del 9% de humedad. En el momento de la madurez los tallos y los frutos toman un color amarillento y las semillas se sueltan y se vuelven oscuras después de rojas. Si se agita una silicua puede notarse las semillas sueltas de su interior: es el momento de la recolección. Aunque el tallo principal suele madurar antes que las ramificaciones, no se debe esperar en exceso la recolección hasta que todas las silicuas estén totalmente secas. Para la recolección se utiliza la cosechadora de cereal. Se puede utilizar un corte específico de colza para evitar cierta pérdida de cosecha comparado con un corte clásico. 23 El reglaje de la cosechadora pasa por retrasar el molinete lo más posible y ajustar su velocidad a la de avance de la cosechadora para que no golpee las plantas antes de que la barra de corte haya llegado a las mismas. La barra de corte debe ir lo más alta posible a fin de limitar la masa vegetal que entra en la cosechadora. La velocidad del cilindro debe también ser regulada a unas 500-600 r.p.m. y la apertura del cóncavo a no más de 3 mm. en la salida. Se debe conseguir una ventilación mínima y la criba inferior cerrada a 2-3 mm. En definitiva, dependiendo de la cosechadora, del estado del cultivo, de la humedad, etc, regular la máquina a fin de no mermar cosecha, realizar una labor cómoda y buscar el máximo rendimiento de la operación. Siembras en Sur de Iberia y Marruecos Siembras en Sur de Iberia y Marruecos Elección de la variedad El clima templado del Sur de Iberia en invierno, al igual que ocurre en Marruecos, requiere el uso de variedades de tipo primaveral como las asociaciones híbridas que le ofrece Euralis Semillas, perfectamente adaptadas para las siembras de otoño en la zona mediterránea. No obstante, en las zonas más frías, donde las temperaturas de invierno provocan una verdadera parada invernal del cultivo de colza, se pueden sembrar variedades híbridas de tipo invierno. Técnicas de siembra Se recomienda una distancia entre líneas de 15 a 30 cm y una profundidad de 1-2 cm. Por norma general, las sembradoras de cereales están perfectamente adaptadas para la siembra de colza. Después de controlar la otoñada con labores preparatorias, la siembra se realizará con tempero o en seco, preferentemente entre el 10 de octubre y el 15 de noviembre. De esta manera, el cultivo desarrolla su ciclo aprovechando toda la lluvia de otoño a primavera, finalizando la maduración antes de la llegada del calor. Densidad La densidad de siembra recomendada para las variedades híbridas de tipo primaveral de Euralis Semillas es de 75 semillas/m2 de semillas híbridas, lo que equivale aproximadamente a 3,5 kg/Ha. Líder en oleaginosas 902 496 060 www.euralis-semillas.com Las informaciones de las variedades contenidas en este catálogo son sólo a título indicativo. Éstas pueden variar en función de las condiciones agronómicas, climáticas y de las técnicas de cultivo. Las informaciones sobre enfermedades conciernen a las enfermedades y virus conocidos y/o estudiados en el momento de las observaciones.