ASPECTOS DIFERENCIALES EN EL DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE EN EL ALUMNADO CON RETRASO MENTAL RESUMEN Las desoladoras perspectivas que se cernían sobre los sujetos con deficiencia mental en tiempos pasados, cuando eran considerados como seres endemoniados (s. XIV), o cuando eran recluidos en centros asistenciales junto a dementes (s. XIX) han desaparecido en la actualidad, gracias al cambio de actitud de la sociedad frente a estas personas. Cambio propiciado por el principio de normalización de Mikkelsen (1959) y el de Nirje (1969), por el que pretenden normalizar las condiciones de vida del individuo deficiente y hacerlas lo más semejantes a las que tiene el resto de la sociedad. A nivel legislativo, este cambio también se ha producido en la educación. Actualmente, la nueva Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (L. O. E.) y la Ley 17/2007, de 10 de diciembre, de Educación de Andalucía (L. E. A.) en el Título II y Título III respectivamente, denominados “Equidad en la Educación” exponen que la Administración Educativa debe garantizar el acceso y la permanencia en el sistema educativo del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo. Entre este alumnado se encuentra el que presenta retraso mental. PALABRAS CLAVE Psicométrico. Rama de la psicología que trata de medir los fenómenos psíquicos mediante técnicas estadísticas. Perinatal. Relativo o perteneciente al momento y al proceso del parto y del nacimiento. Sensoriomotor. Hace referencia, según Piaget, a la etapa de desarrollo comprendida desde el nacimiento hasta los dos años de edad y denominada etapa sensoriomotora. En esta etapa los niños aprenden a coordinar las experiencias sensoriales con la actividad física y motora. 1 Balbuceo. Etapa prelingüística de la evolución del lenguaje, resultante de las manifestaciones laringo-faringo-buco-palatinas que el niño parece articular en un estado de ánimo placentero, sintiendo agrado al oírlas, por lo que las repite incansablemente como si fuese un juego. Ecolalia. Repetición involuntaria de las palabras o frases oídas, en lugar de dar respuesta. 1. CONCEPTO DE DEFICIENCIA MENTAL. El concepto de retraso mental ha variado a lo largo de la historia, estando en función de la corriente psicológica que lo definía. Así pues, desde el modelo psicométrico representado por Binet se determina el concepto de normalidad a través de la aplicación de pruebas psicométricas, desde el modelo evolutivo representado por Piaget e Inhelder se parte de que el desarrollo de la inteligencia sigue unos determinados estadios evolutivos, iguales para todos los individuos, desde el modelo neurofisiológico representado por Luria que dice que las limitaciones del sujeto con retraso mental a través de las alteraciones funcionales y estructurales del Sistemas Nervioso, desde el modelo conductual se habla de conductas retrasadas y modelo cognitivo son disfunciones en los procesos cognitivos). La Asociación Americana de la Deficiencia Mental (AAMD) define el “retraso mental” como: “un funcionamiento intelectual general inferior a la media que se origina en el periodo de desarrollo y se asocia a un déficit del comportamiento adaptativo”. El comportamiento adaptativo hace referencia a la capacidad de un individuo de realizar comportamientos de autonomía personal, ajuste social, habilidades sociales y comunicativas, resolución de problemas cotidianos, maduración y aprendizaje. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM – IV), utilizado por los/as psiquiatras y psicólogos/as establece un diagnóstico de retraso mental adoptando los siguientes criterios: Cociente intelectual igual o inferior a 70, deterioro o déficit de las conductas adaptativas y comienzo antes de los 18 años. 2. ETIOLOGÍA. Las causas etiológicas del retraso metal son múltiples, y este puede ser considerado como la vía final común de uno o varios procesos patológicos que afecten funcionalmente al Sistema Nerviosos Central. Entre los principales factores predisponentes se encuentran: - Factores orgánicos o biológicos (causas genéticas, causas prenatales, perinatales, postnatales). Factores psicosociales (carencias afectivas y culturales graves). 3. CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES. Actualmente, sobre todo, en el ámbito escolar, se continúa clasificando el retraso mental siguiendo un criterio psicométrico, es decir, en función del Cociente Intelectual (CI) del alumno. Existen diversas escalas para determinar el grado de CI. Según la Escala de Wechsler el retraso mental se clasifica en: 2 - Leve: 55 – 69. Media: 40 – 54. Severa: 25 – 39. Profunda < 24. Las características que presentan los distintos niveles de retraso mental, según el DSM – IV son las siguientes: - - Presentan un mínimo deterioro de las áreas sensoriomotoras. Adquieren fácilmente habilidades sociales y comunicativas. En la etapa escolar pueden alcanzar los objetivos de la etapa de Educación Primaria. Tienen muchas dificultades para abstraer una ley general de hechos concretos. En la vida adulta pueden adquirir habilidades laborales que les otorgan una independencia mínima. Precisan de orientación y supervisión en situaciones de estrés social y económico. - - Retraso Mental Severo: Presentan un desarrollo motor pobre. Presentan escasa habilidades comunicativas y lenguaje expresivo y comprensivo pobre. En la etapa escolar, apenas aprenden conocimientos académicos funcionales, pero sí, habilidades de higiene y de cuidado personal básicos. En su mayoría se integran bien en la comunidad. En la vida adulta, pueden realizar tareas muy sencillas en estrecha supervisión. - Retraso Mental Medio: Pueden tener un desarrollo motor aceptable. Adquieren habilidades comunicativas para mantener una conversación, presentando dificultades para respetar las normas sociales. En la etapa escolar pueden alcanzar los objetivos del 1º ciclo de Primaria. Aunque su lectura será mecánica con una comprensión deficiente. En la vida adulta, pueden realizar trabajos sencillos, y valerse por sí mismos, siempre bajo supervisión. - Retraso Mental Leve: Retraso Mental Profundo: Presentan graves alteraciones en el funcionamiento sensoriomotor. Su lenguaje expresivo es casi inexistente y el comprensivo es muy deficitario. Precisa de constante supervisión en su higiene y cuidado personal. Necesitan ambientes muy estructurados, y a veces, institucionalizados. 4. ASPECTOS DIFERENCIALES EN EL DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE EN EL ALUMNADO CON RETRASO MENTAL. 3 El desarrollo evolutivo de los/as niños/as con retraso mental suele presentar una serie de disfunciones que repercuten negativamente en la adquisición del lenguaje y su desarrollo. Se puede, afirmar, dependiendo del nivel de retraso mental, e incluso dentro del mismo nivel psicométrico, que los trastornos del lenguaje son distintos para cada sujeto y para ninguno específico de la deficiencia mental. Estas alteraciones lingüísticas son distintas, tanto cualitativamente como cuantitativamente, de unos niños a otros, dependiendo de factores como: estimulación temprana recibida, entorno socio – familiar, grado de retraso, existencia de patologías asociadas, etc. Un factor común entre todos los niños con retraso mental es que presentan un desfase evolutivo variable en la adquisición del lenguaje oral, en todas sus facetas. A pesar, de todo esto, Gallego y Gallardo establecen los siguientes rasgos diferenciales en su proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje oral del niño deficiente con comparación con los niños normales. - Tienen llantos más breves y vocalizaciones más pobres. Balbuceo más limitado. Comunicación gestual y mímica más limitado. Retraso de las primeras adquisiciones motrices. - - - DESARROLLO FONOLÓGICO. El orden de adquisición de los fonemas es semejante al de los niños normales, pero atemporal e incompleto. Tienen un deficiente control de la respiración y de los órganos bucofonatorios. En el retraso mental severo y profundo pueden tener dificultades de control del babeo y de la deglución. Dificultades en la discriminación auditiva de los rasgos distintos de los fonemas. Pueden presentar: dislalias, disfemias, taquilalias, y escasa modulación de la voz. - ETAPA PRELINGÜÍSTICA. DESARROLLO MORFOSINTÁCTICO. El desarrollo progresivo de la estructuración sintáctica de la frase es más lenta que en los niños normales. Suelen elaborar frases simples, del tipo S – V – C, presentando dificultades en la comprensión de frases complejas. Tienen dificultades en el uso correcto de morfemas gramaticales. Lenta evolución en la conjugación de las formas verbales. Dificultades en la elaboración del relato, que suele ser corto, y sin la suficiente coherencia. Limitada creatividad lingüística. Construcciones ecolálicas. DESARROLLO SEMÁNTICO. 4 - - El desarrollo del léxico es más lento que en el niño normal. Tiene un vocabulario reducido y automático. Su nivel de comprensión es superior al de expresión, aunque inferior al de un niño con igual edad cronológica, pero semejante al de uno de la misma edad mental. Dobles sentidos. - DESARROLLO PRAGMÁTICO. Su iniciativa conversacional es limitada, siendo poco proclives a mantener diálogos largos. Aspectos pragmáticos lenguaje condicionado por el ambiente lingüístico que rodea al niño, las interacciones entre iguales y el centro escolar. Dobles sentidos. En resumen, en el lenguaje de los/as niños/as con Retraso Mental no existen características propias o peculiaridades diferenciales. Su lenguaje tiene la misma estructura y evolución que la de los niños normales pero con un ritmo de desarrollo muy lentificado. El paso de una etapa a otra es más largo. 5. ATENCIÓN TEMPRANA Y DEFICIENCIA MENTAL. Es durante el primer año de vida cuando el sistema nervioso es más moldeable, es decir, cuando presenta mayor plasticidad, ya que el crecimiento neuronal continúa después del nacimiento y esto hace posible el desarrollo, incremento de nuevas conexiones sinápticas pero también la atrofia de determinados circuitos por el desuso. La detección temprana tiene como fin una labor preventiva, educativa y rehabilitadora que evitará que la deficiencia existente perjudique lo menos posible la maduración del desarrollo infantil deseado. Este diagnóstico precoz es posible gracias al seguimiento de los embarazos y la exploración neonatal completa. Los tres primeros años de vida son el periodo crítico del crecimiento y maduración del niño, así pues, el tratamiento médico y educativo, apoyado en ayudas técnicas, va a posibilitar que el niño con deficiencia mental se desarrolle con toda normalidad, siempre que la detección se realice a tiempo. La familia es de vital importancia en el desarrollo evolutivo y por consiguiente en la adquisición y desarrollo del lenguaje, sobre todo en los primeros años de vida. Por lo tanto, debe favorecer las relaciones sociales del niño/a y dedicarle la atención que merece. Por ello, es fundamental la orientación e intervención con la familia ya que constituye un agente absolutamente necesario en el aprendizaje y en la generalización de este. 6. BIBLIOGRAFÍA Río, Mª José (1997). “Lenguaje y comunicación en personas con necesidades educativas especiales”. Capítulo 5: la interacción y el desarrollo comunicativo y lingüístico en niños con deficiencia mental. Martínez de la Rosa S.A: Barcelona. 5 Barrio, Mª V. (1998). “El lenguaje y sus perturbaciones”. Capítulo: El lenguaje en el retraso mental. Promolibro: Valencia. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM – IV). Gallardo Ruíz y Gallego Ortega (1993). “Manual de logopedia escolar: un enfoque práctico”. Aljibe: Málaga. 6